Se había quedado embobada mirándolo cuando se dio cuenta de que tenía que contestarle. Era más que obvio lo que le respondería.
-Puedes invitar a aquel chico, creo que harían una bonita pareja-
Había estado mirando al otro muchacho hacía rato. Ese era su pasatiempo, mirar hombres. Para luego emparejarlos. Porque ella adoraba las relaciones
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