EXO/ f(x) | Suho x Luna ♥ Secretos ♥
Título: Secretos
Autor: jaystomp_virus
Rating: fluff.
Comentario:Escribí esta historia para kimjoonmyeon ♥ por el AI del FC (EXOPlanetSpain).Gracias a darkkaya betearlo ☆
Secretos
Esta historia es tan real como el relieve de sus letras.
Esta historia trata del amor, de cómo dos jóvenes un día se encontraron.
Trata de Luna y de Suho.
Dos personas, dos corazones.
Un sentimiento.
Cuando sus jefes le dijeron a Suho y Kris que tendrían que asistir como representantes a los MTV European Music Awards, ambos tragaron con dificultad mientras asentían con total obediencia. Quizás era una escapada, podrían ver - de aquella forma- un nuevo país, pero los dos sabían que si ganaban tendrían que hablar ante demasiadas personas, sería muy diferente a cuando recibías un premio en cualquier ceremonia asiática, porque sería un premio para un grupo desconocido para la mayoría de los artistas que ellos conocían y tan famosos eran.
Entre los artistas de aquella gala, Luna recordaba haber leído, estaba Miley Cyrus. La cantante que pasó de ser un modelo a seguir para millones de niños a cubrir las portadas y artículos de revistas con sus excentricidades. Y recordaba con cierta gracia, como en la fiesta de su cumpleaños Jongdae había bailado “we can’t stop” en medio de la azotea. No es que moviera las caderas con mucha soltura pero empeño le ponía y las risas que se echaban cada vez que intentaba demostrar que era el dance machine del grupo no las cambiaba por nada.
Tras terminar la actuación de la cantante norteamericana en la gran gala de premios, Kris y Suho habían quedado perplejos con aquel acto de rebeldía -que aunque era algo típico en ella- en directo impresionaba más. Al terminar cuando se dirigían hacia el hotel y mientras Kris le frotaba con cariño el hombro a su compañero, los dos coincidieron en que la mejor actuación había sido la de Eminem y que tal vez era demasiado pronto para ganar el premio «Worldwide act ».
Aquel día Luna había comprado helado, patatas, palomitas y había invitado a todas las demás del grupo para ver el streaming de la gala. Krystal y Amber habían ocupado el sofá más pequeño y discutían quién pronunciaba mejor o peor el inglés de los que pasaban por la alfombra roja. Victoria estaba en el lado derecho del sofá comiendo helado y Sulli soplaba las palomitas quejándose de que se habían quemado y que tenían que haberlas puesto menos tiempo en el microondas. Luna jugaba con el móvil nerviosa, quizás más que los propios miembros de EXO, y tecleaba con rapidez un breve mensaje para Suho que decía “Lo harás genial”. Con suerte el moreno vería el kakao talk antes de comenzar la gala.
Cuando Kris se ofreció a bajar al bar del hotel a por algo de picar, ya que su inglés no hacía falta compararlo con el del líder coreano, Suho llamó a Luna por teléfono.
-¿Viste? Tu mensaje nos gafó, no hemos ganado por tu culpa ~- decía Suho mientras no podía evitar reírse al pronunciar tales tonterías.
- ¿He sido yo? Joonmyeon oppa ~ yo no he hecho nada~ ¿no sería cosa del destino?
Entre bromas y carcajadas, ambos, dejaron escapar alguna que otra cosa más seria. Su relación no se alejaba tanto a como había sido en su inicio. Cuando Suho era un trainee y f(x) recién comenzaba su carrera en el mundo del k-pop. Luna era una chica alegre, llena de energía y cercana, podías sentir su calidez tan sólo con su presencia y a veces…con simples gestos o palabras. Suho era un joven trabajador, obstinando en su tarea y educado. Echando la vista atrás todavía podían recordar como el primer día que fueron juntos de cita ninguno de los dos se había atrevido a dar el paso. Y frustrados habían pospuesto su primer beso. Quizás porque Suho era un chico que quería tener todo planeado al centímetro y Luna una chica tradicional que esperaba a que él diera el primer paso.
Cuando Kris gritando desde el otro lado de la puerta, por fin pudo entrar en el cuarto y dejar la comida apoyada en la mesa, en seguida supo que Suho había estado tan ocupado con el teléfono como de costumbre.
Esa tarde después de recoger todo, cuando las demás ya no estaban, Luna decidió llamar a Jongdae y salir a dar una vuelta.
A principios de Diciembre, cuando el trío - Suho, Luna, Jongdae- salían de su sesión semanal de cine. Los tres terminaron bebiendo soju en el local al que siempre acudían, ya que era privado, no era necesario tener que celebrar algo, simplemente bebieron hasta que bromeando comenzaron a hacer apuestas.
Suho había prometido que iría desaliñado al aeropuerto un día, Jongdae por otro lado había apostado darle un beso a Suho en la axila y Luna ser la esclava de ambos si uno de los tres guardaba un secreto.
Los secretos, definidos como “Lo que cuidadosamente se tiene reservado y oculto”, eran algo que los tres consideraban tabú en el grupo pero ninguno sabía que Suho aún quería a Luna, Luna nunca había dejado de querer a Suho y Chen los quería a ambos.
Porque el amor al igual que los secretos, persiste queramos o no, de manera involuntaria en nuestros corazones.
En la sala de baile a altas horas de la noche, una semana antes del SMTown Week, Luna había comenzado a ensayar de manera exhausta hasta altas horas de la madrugada. Llevaba varios días meditándolo y se había decidido a hablarlo con las chicas. Todas habían coincidido en que, probablemente, Suho no la rechazaría si ella se confesaba. Con la última frase de aquella llamada mágica tatuada en su mente Luna había decidido preparar algo especial para Joonmyeon. “Venga, ¿porqué no te animas y lo haces?” y eso iba a hacer. Su cover de Miley Cyrus, sería mucho mejor que la de la propia artista. El tema elegido para imitar era “Adore you”, porque no quería hacer el tonto o bailar, aunque suponía que Joonmyeon imaginaba una parodia cuando se lo propuso. Quería transmitirle que nunca lo había podido olvidar y que le quería, más que a nada.
Paso a paso recitando la canción, se contuvo cuando en el minuto 3:27, pronunció de nuevo el estribillo de la canción y pulsó el pause antes de llorar emocionada por todos los recuerdos que le provocaba cantar eso.
La relación entre Luna y Suho había surgido en primavera, como aquella flor que florece tras haber sido cuidada adecuadamente, los dos habían escalado poco a poco en la escalera que separaba a un simple conocido de una pareja. Y el tiempo que habían compartido juntos parecía tan irreal como aquella cover que estaba ensayando o la apuesta que embriagados habían hecho. Suho siempre supo que estaría con una chica educada, de largo pelo negro y que esa persona leería. Luna por el contrario siempre había sentido atracción por los hombres altos y corpulentos como Changmin de TVXQ pero encontraron el uno en el otro algo que escapaba de todas esas etiquetas que le habían colgado a su “alma gemela”.
Los besos de Suho sabían como un chocolate en un día de invierno y los de Luna como los rayos de sol en primavera. Juntos equilibraban la balanza, creando la estación perfecta en la que habían decidido vivir durante dos años. Pero cuando EXO debutó y su empresa les había dado un ultimátum ambos por el bien de sus grupos y futuro habían aceptado.
Jongdae, que al principio veía en su hyung un modelo a seguir, cuando supo de la ruptura de la pareja por el bien de sus futuros se había sentido culpable. Al principio trataba de hacer reír al líder con sus bromas, le abrazaba para que no se sintiera solo y se preocupaba por él como un buen compañero y amigo. Cuando f(x) reveló el mv de Electric Shock y EXO como grupo rookie tuvo que sacarse una foto con ellas para apoyar su nuevo trabajo, Jongdae se había dado cuenta de que Suho todavía la quería.
Ese día Chen, confuso por la desazón que le había provocado aquella escena, había comprado unas pizzas y se había sentado en el sofá para ver la primera película que sintonizara con el mando. Cuando, saboreando la última porción de su favorita cuatro quesos, se había despegado de la nariz un cacho de queso azul y lo estaba a punto de saborear, Suho había aparecido y se lo había robado antes de que pudiera terminar. Mientras Chen admiraba como el blanquecino robacachos de pizza e inoportuno sonreía triunfante se había imaginado que detrás de aquella acción se escondía algo que no sabía. Y tras varias horas pegados al sofá ignorando la televisión, y tragando saliva con pesar Chen había accedido a ir al cine con ellos dos al día siguiente. Después de todo, “así nadie sospechará y será una escapada normal” había explicado Suho.
Acostado en la cama pasando una a una las páginas del álbum de fotos que Luna le había regalado por su cumpleaños, Chen mantenía fija la vista en la primera vez que habían salido juntos los tres. A veces se pasaba horas llamándose tonto por haber accedido a aquella cita y otras se pasaba horas implorando a quien fuera que hacía los sueños realidad para que aquella situación no cambiara jamás.
Kris que se había dado cuenta de la situación, le había aconsejado que empezara a salir con más gente. Pero él no quería. Estaba bien así, se decía.
Agitó la puerta un par de veces para ventilar el cuarto cuando entró mientras que con la mano que tenía libre se tapaba la nariz, de nuevo Jongdae había cenado fuerte.
-¡Chen, no te lo vas a creer! - dijo sin poder ocultar la sonrisa mientras agarraba a su donsaeng ya dormido sobre la cama.
Y el moreno atontado sin enterarse de mucho, entreabrió los ojos, observó la silueta de Joonmyeon cuya sonrisa adoraba y asintió sin saber a qué, terminando así la escena de uno de sus sueños en los que el protagonista era el líder.
Al día siguiente, cuando entró en el baño corriendo temiendo terminar en sus pantalones con uno de sus apretones mañaneros, se asustó al escuchar a Suho.
-¡Tío, qué peste…! ¿tenías que venir justo ahora? -se rió Suho desde la ducha.
Y Jongdae se reía, acompañando el sonido del chorro de agua con toda una serenata de ventosidades.
En el desayuno, los dos, bebiendo de sus respectivas tazas hablaban y mientras la conversación transcurría el más joven se había sorprendido al escuchar que Luna había citado a solas a Joonmyeon aquella misma noche.
-¿Qué crees que será? Ayer a la noche te lo pregunté pero tío no contestabas…-se reía el líder mientras negaba con la cabeza con cariño.
Jongdae admiraba su figura, comprendía sus acciones, verlos a él y Luna era como ver una película cuyos subtítulos estaban implícitos en cada gesto y que él entendía al dedillo. Cuando Suho asentía, comprendía que decía “Jongdae no tienes remedio”.
Saliendo de su ensimismamiento, y con una sonrisa en los labios, había contestado.
-Pues no lo sé, pero a mí también me ha citado.
Y acto seguido tras ver como la expresión del mayor cambiaba, había añadido riéndose.
-Ingenuo… ¡Has picado! ¿Para qué me iba a llamar a mí?
Y de nuevo la barra de subtítulos, que explicaba la expresión de alivio de Joonmyeon “Ella todavía me quiere”.
Por la tarde, Luna le había pedido ayuda a Victoria para elegir qué ropa se pondría esa noche. La líder china había comentado que quizás un vestido sería lo más apropiado, aunque Luna prefería ir con pantalones y camiseta, ya que era más cómodo. Amber y Krystal se habían encargado de hablar con los demás de la empresa para tener aquella hora una de las salas de baile libre. Cuando por fin estaba lista y no había nadie más en la sala buscó el móvil en el bolso y llamó a Jongdae, no quería ocultarle más lo que estaba a punto de hacer. Pero el teléfono comunicaba.
La foto de Luna, su sonrisa que le volvía loco, aparecía en la gran pantalla de su teléfono y apretando la mandíbula había sido incapaz de aceptar la llamada, no quería enfrentarse ya con lo que más temía. Dejó el móvil en la cama y acudió a la llamada de Suho, que le pedía consejo frente al espejo sobre si llevar o no el pelo hacia arriba o hacia abajo.
¿Qué cuando Jongdae se había enamorado de Luna? Era imposible saberlo, la quería, simplemente no podía imaginarse la vida sin ella. Quizás influía lo mucho que Suho hablaba una y otra vez de ella, que realmente era encantadora y que por primera vez al cogerle de la mano a una persona del sexo contrario su corazón se había acelerado, como una noche de tormenta. Su cuerpo se estremecía pero era una sensación adictiva, tanto que no había podido dejar de tener contacto siempre que tenía oportunidad. Los agarraba a los dos. Y los quería para él.
El aire soplaba ligeramente, pero Suho no podía dejar de ver su imagen reflejada en cada escaparate que pasaba y acicalarse de nuevo, nervioso. Las calles parecía que no tenían final y sus labios estaban siendo maltratados por sus dientes, que nerviosamente se clavaban en ellos. Al entrar en la empresa, hizo una reverencia antes de seguir caminando cuando se topó con Yunho, una persona a quien admiraba mucho. Después mientras caminaba por el pasillo, cogió el móvil por última vez. Observó que tenía un kakao pero decidió no leerlo o se pondría más nervioso. Y sin volver la vista atrás abrió la puerta.
Las manecillas del reloj de mano que apresaba la muñeca de Luna, el resto de sus compañeras mandándole mensajes de ánimo por el kakao y la oscuridad de la sala de baile estaban impacientándole. Se quitó el reloj, guardó también el móvil en el bolso y se acercó al equipo de música dejando sobre él apoyado su accesorio. Pulsó la clavija de encendido y se detuvo con la vista perdida en la puerta donde Suho la esperaba.
Luna lucía preciosa con aquel vestido negro, jamás la había visto así de resplandeciente, quizás todas sus cavilaciones eran ciertas. Dio un paso hacia delante y cuando comenzó a sonar la música, confuso, la miró fijamente hasta que reconoció la canción que sonaba y tuvo que taparse la boca con las manos para no reír. Aquella morena, nunca iba a dejar de sorprenderle. Sabía que con aquella vestimenta no bailaría ninguna canción de Miley Cyrus pero desde luego, la letra de “Adore you” era la indicada. Lo sabía. Paralizado en mitad de la sala, simplemente podía adorarla, por su voz, su talento, su corazón.
Al igual que durante los ensayos, el último estribillo le tocaba la fibra, frente a su príncipe recitó el último verso y tomó aliento. La canción había terminado. Su corazón palpitaba con fuerza, por su mente viajaban como estrellas fugaces mil escenarios donde el final de su sueño era mejor que cualquiera jamás escrito. Un beso, un baile -incluso si Suho la pisaba como de costumbre-, una cena, una proposición. Todo sería perfecto. Inmersa en la mirada de Joonmyeon, entrelazando sus dedos con los de él, y respirando boca con boca. Como el primer día, parecía que ninguno de los dos se iba a atrever a dar el siguiente paso. Hasta que Suho habló, y vaya si habló, pensó después de oírlo.
Repasando mentalmente todo lo que acababa de suceder y recitando aquella cartulina que con nerviosismo apretaba dentro del pantalón mentalmente. Se relamió y le tomó de la mano, clavando sus ojos en los suyos. Comenzó así, el final de la historia, los dos se querían. Todo lo que decía sabía que no estaba sorprendiendo a la más pequeña pero tenía un as en la manga gracias a su buen amigo.
-…Así que… He pensado que podríamos volver a salir juntos, Jongdae me ha dicho que no le importan los rumores y si a ti no te importa…-Confesó nervioso, rozando con el pulgar la mejilla de Luna.
A decir verdad, que la empresa hubiera dado permiso a Yoona y Sooyoung para hacer públicas sus relaciones era algo sorprendente pero my positivo que les devolvía la esperanza. Aunque un grupo como SNSD tenía una larga carrera a sus espaldas y ya era hora de que tuvieran esa libertad, pensaba Luna. Quizás en un par de años podrían anunciar que eran pareja. La idea de seguir saliendo y no negar los rumores que tras el concierto que habían hecho juntos relacionaban a Chen con Luna, para así salvaguardar sus espaldas, no era mala. Sólo alguien como Jongdae podía maquinar una cosa así.
Habían pasado tan sólo dos días cuando los tres juntos salían de nuevo del cine, los tres agarrados de la mano. Y Jongdae quería vengarse, un poquito por todo lo que iba a tener que soportar por culpa de sus amigos. Así que dio un paso más y se colocó frente a ellos.
-Sabéis que habéis perdido la apuesta, ¿no? Par de tortolitos~.-Y mientras les rodeaba los hombros una sonrisa se esbozó con amargura en sus felinos labios.
-Luna serás mi esclava y Suho vestirás como yo quiera!
Y sin poder negarse a la petición de su mejor amigo, los dos rieron. Chen tenía razón.
Give me so much love or I will go crazy beacause of you , I mean like this ->
Autor: jaystomp_virus
Rating: fluff.
Comentario:Escribí esta historia para kimjoonmyeon ♥ por el AI del FC (EXOPlanetSpain).Gracias a darkkaya betearlo ☆
Secretos
Esta historia es tan real como el relieve de sus letras.
Esta historia trata del amor, de cómo dos jóvenes un día se encontraron.
Trata de Luna y de Suho.
Dos personas, dos corazones.
Un sentimiento.
Cuando sus jefes le dijeron a Suho y Kris que tendrían que asistir como representantes a los MTV European Music Awards, ambos tragaron con dificultad mientras asentían con total obediencia. Quizás era una escapada, podrían ver - de aquella forma- un nuevo país, pero los dos sabían que si ganaban tendrían que hablar ante demasiadas personas, sería muy diferente a cuando recibías un premio en cualquier ceremonia asiática, porque sería un premio para un grupo desconocido para la mayoría de los artistas que ellos conocían y tan famosos eran.
Entre los artistas de aquella gala, Luna recordaba haber leído, estaba Miley Cyrus. La cantante que pasó de ser un modelo a seguir para millones de niños a cubrir las portadas y artículos de revistas con sus excentricidades. Y recordaba con cierta gracia, como en la fiesta de su cumpleaños Jongdae había bailado “we can’t stop” en medio de la azotea. No es que moviera las caderas con mucha soltura pero empeño le ponía y las risas que se echaban cada vez que intentaba demostrar que era el dance machine del grupo no las cambiaba por nada.
Tras terminar la actuación de la cantante norteamericana en la gran gala de premios, Kris y Suho habían quedado perplejos con aquel acto de rebeldía -que aunque era algo típico en ella- en directo impresionaba más. Al terminar cuando se dirigían hacia el hotel y mientras Kris le frotaba con cariño el hombro a su compañero, los dos coincidieron en que la mejor actuación había sido la de Eminem y que tal vez era demasiado pronto para ganar el premio «Worldwide act ».
Aquel día Luna había comprado helado, patatas, palomitas y había invitado a todas las demás del grupo para ver el streaming de la gala. Krystal y Amber habían ocupado el sofá más pequeño y discutían quién pronunciaba mejor o peor el inglés de los que pasaban por la alfombra roja. Victoria estaba en el lado derecho del sofá comiendo helado y Sulli soplaba las palomitas quejándose de que se habían quemado y que tenían que haberlas puesto menos tiempo en el microondas. Luna jugaba con el móvil nerviosa, quizás más que los propios miembros de EXO, y tecleaba con rapidez un breve mensaje para Suho que decía “Lo harás genial”. Con suerte el moreno vería el kakao talk antes de comenzar la gala.
Cuando Kris se ofreció a bajar al bar del hotel a por algo de picar, ya que su inglés no hacía falta compararlo con el del líder coreano, Suho llamó a Luna por teléfono.
-¿Viste? Tu mensaje nos gafó, no hemos ganado por tu culpa ~- decía Suho mientras no podía evitar reírse al pronunciar tales tonterías.
- ¿He sido yo? Joonmyeon oppa ~ yo no he hecho nada~ ¿no sería cosa del destino?
Entre bromas y carcajadas, ambos, dejaron escapar alguna que otra cosa más seria. Su relación no se alejaba tanto a como había sido en su inicio. Cuando Suho era un trainee y f(x) recién comenzaba su carrera en el mundo del k-pop. Luna era una chica alegre, llena de energía y cercana, podías sentir su calidez tan sólo con su presencia y a veces…con simples gestos o palabras. Suho era un joven trabajador, obstinando en su tarea y educado. Echando la vista atrás todavía podían recordar como el primer día que fueron juntos de cita ninguno de los dos se había atrevido a dar el paso. Y frustrados habían pospuesto su primer beso. Quizás porque Suho era un chico que quería tener todo planeado al centímetro y Luna una chica tradicional que esperaba a que él diera el primer paso.
Cuando Kris gritando desde el otro lado de la puerta, por fin pudo entrar en el cuarto y dejar la comida apoyada en la mesa, en seguida supo que Suho había estado tan ocupado con el teléfono como de costumbre.
Esa tarde después de recoger todo, cuando las demás ya no estaban, Luna decidió llamar a Jongdae y salir a dar una vuelta.
A principios de Diciembre, cuando el trío - Suho, Luna, Jongdae- salían de su sesión semanal de cine. Los tres terminaron bebiendo soju en el local al que siempre acudían, ya que era privado, no era necesario tener que celebrar algo, simplemente bebieron hasta que bromeando comenzaron a hacer apuestas.
Suho había prometido que iría desaliñado al aeropuerto un día, Jongdae por otro lado había apostado darle un beso a Suho en la axila y Luna ser la esclava de ambos si uno de los tres guardaba un secreto.
Los secretos, definidos como “Lo que cuidadosamente se tiene reservado y oculto”, eran algo que los tres consideraban tabú en el grupo pero ninguno sabía que Suho aún quería a Luna, Luna nunca había dejado de querer a Suho y Chen los quería a ambos.
Porque el amor al igual que los secretos, persiste queramos o no, de manera involuntaria en nuestros corazones.
En la sala de baile a altas horas de la noche, una semana antes del SMTown Week, Luna había comenzado a ensayar de manera exhausta hasta altas horas de la madrugada. Llevaba varios días meditándolo y se había decidido a hablarlo con las chicas. Todas habían coincidido en que, probablemente, Suho no la rechazaría si ella se confesaba. Con la última frase de aquella llamada mágica tatuada en su mente Luna había decidido preparar algo especial para Joonmyeon. “Venga, ¿porqué no te animas y lo haces?” y eso iba a hacer. Su cover de Miley Cyrus, sería mucho mejor que la de la propia artista. El tema elegido para imitar era “Adore you”, porque no quería hacer el tonto o bailar, aunque suponía que Joonmyeon imaginaba una parodia cuando se lo propuso. Quería transmitirle que nunca lo había podido olvidar y que le quería, más que a nada.
Paso a paso recitando la canción, se contuvo cuando en el minuto 3:27, pronunció de nuevo el estribillo de la canción y pulsó el pause antes de llorar emocionada por todos los recuerdos que le provocaba cantar eso.
La relación entre Luna y Suho había surgido en primavera, como aquella flor que florece tras haber sido cuidada adecuadamente, los dos habían escalado poco a poco en la escalera que separaba a un simple conocido de una pareja. Y el tiempo que habían compartido juntos parecía tan irreal como aquella cover que estaba ensayando o la apuesta que embriagados habían hecho. Suho siempre supo que estaría con una chica educada, de largo pelo negro y que esa persona leería. Luna por el contrario siempre había sentido atracción por los hombres altos y corpulentos como Changmin de TVXQ pero encontraron el uno en el otro algo que escapaba de todas esas etiquetas que le habían colgado a su “alma gemela”.
Los besos de Suho sabían como un chocolate en un día de invierno y los de Luna como los rayos de sol en primavera. Juntos equilibraban la balanza, creando la estación perfecta en la que habían decidido vivir durante dos años. Pero cuando EXO debutó y su empresa les había dado un ultimátum ambos por el bien de sus grupos y futuro habían aceptado.
Jongdae, que al principio veía en su hyung un modelo a seguir, cuando supo de la ruptura de la pareja por el bien de sus futuros se había sentido culpable. Al principio trataba de hacer reír al líder con sus bromas, le abrazaba para que no se sintiera solo y se preocupaba por él como un buen compañero y amigo. Cuando f(x) reveló el mv de Electric Shock y EXO como grupo rookie tuvo que sacarse una foto con ellas para apoyar su nuevo trabajo, Jongdae se había dado cuenta de que Suho todavía la quería.
Ese día Chen, confuso por la desazón que le había provocado aquella escena, había comprado unas pizzas y se había sentado en el sofá para ver la primera película que sintonizara con el mando. Cuando, saboreando la última porción de su favorita cuatro quesos, se había despegado de la nariz un cacho de queso azul y lo estaba a punto de saborear, Suho había aparecido y se lo había robado antes de que pudiera terminar. Mientras Chen admiraba como el blanquecino robacachos de pizza e inoportuno sonreía triunfante se había imaginado que detrás de aquella acción se escondía algo que no sabía. Y tras varias horas pegados al sofá ignorando la televisión, y tragando saliva con pesar Chen había accedido a ir al cine con ellos dos al día siguiente. Después de todo, “así nadie sospechará y será una escapada normal” había explicado Suho.
Acostado en la cama pasando una a una las páginas del álbum de fotos que Luna le había regalado por su cumpleaños, Chen mantenía fija la vista en la primera vez que habían salido juntos los tres. A veces se pasaba horas llamándose tonto por haber accedido a aquella cita y otras se pasaba horas implorando a quien fuera que hacía los sueños realidad para que aquella situación no cambiara jamás.
Kris que se había dado cuenta de la situación, le había aconsejado que empezara a salir con más gente. Pero él no quería. Estaba bien así, se decía.
Agitó la puerta un par de veces para ventilar el cuarto cuando entró mientras que con la mano que tenía libre se tapaba la nariz, de nuevo Jongdae había cenado fuerte.
-¡Chen, no te lo vas a creer! - dijo sin poder ocultar la sonrisa mientras agarraba a su donsaeng ya dormido sobre la cama.
Y el moreno atontado sin enterarse de mucho, entreabrió los ojos, observó la silueta de Joonmyeon cuya sonrisa adoraba y asintió sin saber a qué, terminando así la escena de uno de sus sueños en los que el protagonista era el líder.
Al día siguiente, cuando entró en el baño corriendo temiendo terminar en sus pantalones con uno de sus apretones mañaneros, se asustó al escuchar a Suho.
-¡Tío, qué peste…! ¿tenías que venir justo ahora? -se rió Suho desde la ducha.
Y Jongdae se reía, acompañando el sonido del chorro de agua con toda una serenata de ventosidades.
En el desayuno, los dos, bebiendo de sus respectivas tazas hablaban y mientras la conversación transcurría el más joven se había sorprendido al escuchar que Luna había citado a solas a Joonmyeon aquella misma noche.
-¿Qué crees que será? Ayer a la noche te lo pregunté pero tío no contestabas…-se reía el líder mientras negaba con la cabeza con cariño.
Jongdae admiraba su figura, comprendía sus acciones, verlos a él y Luna era como ver una película cuyos subtítulos estaban implícitos en cada gesto y que él entendía al dedillo. Cuando Suho asentía, comprendía que decía “Jongdae no tienes remedio”.
Saliendo de su ensimismamiento, y con una sonrisa en los labios, había contestado.
-Pues no lo sé, pero a mí también me ha citado.
Y acto seguido tras ver como la expresión del mayor cambiaba, había añadido riéndose.
-Ingenuo… ¡Has picado! ¿Para qué me iba a llamar a mí?
Y de nuevo la barra de subtítulos, que explicaba la expresión de alivio de Joonmyeon “Ella todavía me quiere”.
Por la tarde, Luna le había pedido ayuda a Victoria para elegir qué ropa se pondría esa noche. La líder china había comentado que quizás un vestido sería lo más apropiado, aunque Luna prefería ir con pantalones y camiseta, ya que era más cómodo. Amber y Krystal se habían encargado de hablar con los demás de la empresa para tener aquella hora una de las salas de baile libre. Cuando por fin estaba lista y no había nadie más en la sala buscó el móvil en el bolso y llamó a Jongdae, no quería ocultarle más lo que estaba a punto de hacer. Pero el teléfono comunicaba.
La foto de Luna, su sonrisa que le volvía loco, aparecía en la gran pantalla de su teléfono y apretando la mandíbula había sido incapaz de aceptar la llamada, no quería enfrentarse ya con lo que más temía. Dejó el móvil en la cama y acudió a la llamada de Suho, que le pedía consejo frente al espejo sobre si llevar o no el pelo hacia arriba o hacia abajo.
¿Qué cuando Jongdae se había enamorado de Luna? Era imposible saberlo, la quería, simplemente no podía imaginarse la vida sin ella. Quizás influía lo mucho que Suho hablaba una y otra vez de ella, que realmente era encantadora y que por primera vez al cogerle de la mano a una persona del sexo contrario su corazón se había acelerado, como una noche de tormenta. Su cuerpo se estremecía pero era una sensación adictiva, tanto que no había podido dejar de tener contacto siempre que tenía oportunidad. Los agarraba a los dos. Y los quería para él.
El aire soplaba ligeramente, pero Suho no podía dejar de ver su imagen reflejada en cada escaparate que pasaba y acicalarse de nuevo, nervioso. Las calles parecía que no tenían final y sus labios estaban siendo maltratados por sus dientes, que nerviosamente se clavaban en ellos. Al entrar en la empresa, hizo una reverencia antes de seguir caminando cuando se topó con Yunho, una persona a quien admiraba mucho. Después mientras caminaba por el pasillo, cogió el móvil por última vez. Observó que tenía un kakao pero decidió no leerlo o se pondría más nervioso. Y sin volver la vista atrás abrió la puerta.
Las manecillas del reloj de mano que apresaba la muñeca de Luna, el resto de sus compañeras mandándole mensajes de ánimo por el kakao y la oscuridad de la sala de baile estaban impacientándole. Se quitó el reloj, guardó también el móvil en el bolso y se acercó al equipo de música dejando sobre él apoyado su accesorio. Pulsó la clavija de encendido y se detuvo con la vista perdida en la puerta donde Suho la esperaba.
Luna lucía preciosa con aquel vestido negro, jamás la había visto así de resplandeciente, quizás todas sus cavilaciones eran ciertas. Dio un paso hacia delante y cuando comenzó a sonar la música, confuso, la miró fijamente hasta que reconoció la canción que sonaba y tuvo que taparse la boca con las manos para no reír. Aquella morena, nunca iba a dejar de sorprenderle. Sabía que con aquella vestimenta no bailaría ninguna canción de Miley Cyrus pero desde luego, la letra de “Adore you” era la indicada. Lo sabía. Paralizado en mitad de la sala, simplemente podía adorarla, por su voz, su talento, su corazón.
Al igual que durante los ensayos, el último estribillo le tocaba la fibra, frente a su príncipe recitó el último verso y tomó aliento. La canción había terminado. Su corazón palpitaba con fuerza, por su mente viajaban como estrellas fugaces mil escenarios donde el final de su sueño era mejor que cualquiera jamás escrito. Un beso, un baile -incluso si Suho la pisaba como de costumbre-, una cena, una proposición. Todo sería perfecto. Inmersa en la mirada de Joonmyeon, entrelazando sus dedos con los de él, y respirando boca con boca. Como el primer día, parecía que ninguno de los dos se iba a atrever a dar el siguiente paso. Hasta que Suho habló, y vaya si habló, pensó después de oírlo.
Repasando mentalmente todo lo que acababa de suceder y recitando aquella cartulina que con nerviosismo apretaba dentro del pantalón mentalmente. Se relamió y le tomó de la mano, clavando sus ojos en los suyos. Comenzó así, el final de la historia, los dos se querían. Todo lo que decía sabía que no estaba sorprendiendo a la más pequeña pero tenía un as en la manga gracias a su buen amigo.
-…Así que… He pensado que podríamos volver a salir juntos, Jongdae me ha dicho que no le importan los rumores y si a ti no te importa…-Confesó nervioso, rozando con el pulgar la mejilla de Luna.
A decir verdad, que la empresa hubiera dado permiso a Yoona y Sooyoung para hacer públicas sus relaciones era algo sorprendente pero my positivo que les devolvía la esperanza. Aunque un grupo como SNSD tenía una larga carrera a sus espaldas y ya era hora de que tuvieran esa libertad, pensaba Luna. Quizás en un par de años podrían anunciar que eran pareja. La idea de seguir saliendo y no negar los rumores que tras el concierto que habían hecho juntos relacionaban a Chen con Luna, para así salvaguardar sus espaldas, no era mala. Sólo alguien como Jongdae podía maquinar una cosa así.
Habían pasado tan sólo dos días cuando los tres juntos salían de nuevo del cine, los tres agarrados de la mano. Y Jongdae quería vengarse, un poquito por todo lo que iba a tener que soportar por culpa de sus amigos. Así que dio un paso más y se colocó frente a ellos.
-Sabéis que habéis perdido la apuesta, ¿no? Par de tortolitos~.-Y mientras les rodeaba los hombros una sonrisa se esbozó con amargura en sus felinos labios.
-Luna serás mi esclava y Suho vestirás como yo quiera!
Y sin poder negarse a la petición de su mejor amigo, los dos rieron. Chen tenía razón.
Give me so much love or I will go crazy beacause of you , I mean like this ->