ASOIAF Fic: A quality of destruction (O cinco veces que…) [Jon/Theon. NC-17 . 2/2]

Aug 05, 2011 16:07




IV.

“Va a haber que ponerte un jodido collar, como a los perros”

La voz le devuelve de nuevo a la tierra, perdido como estaba en la profundidad transparente del lago, que palpita silencioso bajo el reflejo ondulante del arciano. Fantasma alza la cabeza interesado, abandonando ese sueño suyo que nunca es sueño, y curva una oreja, alerta, su pelaje agitándose en la leve brisa.

“¿Qué?”

“El señor de Invernalia te busca” enarca una ceja, tuerce la sonrisa. Nunca llama a Ned por su nombre.

“¿Y te ha mandado a ti para encontrarme?” pregunta Jon, deshaciendo entre sus dedos lo que queda de una brizna de hierba rota en pequeños pedazos.

Theon se encoge de hombros, inclinándose para sentarse a su lado sobre las raíces que se hunden profundas en la tierra.

“Me he ofrecido voluntario”

“Eso sí que es una novedad”

“¿Tú crees?” se pasa una mano por el pelo, desordenando los mechones de su flequillo, que se encrespan en una masa revoloteada.

Ahora es Jon quien se encoge de hombros.

“¿Y cómo sabías que estaría aquí?”

“Hace días que parece que estás despidiéndote del castillo. Pareces una doncella angustiada. En algún momento tenías que venir aquí. Aún así, he tenido que buscar un buen rato”

Y no es exactamente eso, o igual sí. Quien iba a decir que Theon Greyjoy era un observador.

“Y. Ya sabes. La gente habla. Sobre todo ese maldito enano. El vino le suelta la lengua” añade, arrojando al lago una piedrecilla que enturbia las aguas “Así que, ¿el muro?” pregunta después de una pausa.

“Eso parece”

“A mí me parece otra cosa”

“¿Cómo por ejemplo?” Jon gira la cabeza para mirarle. A su lado, fantasma gruñe a lo que a ojos de Jon no es más que una corriente de aire.

Pero Theon no contesta, y el silencio cae de nuevo sobre el claro del arciano como Jon no lo ha visto hacer en ningún otro lugar, como si los dioses también esperasen respuestas.

“No me voy por ti” dice Jon después de un rato.

“Ya lo sé. Albergaba la esperanza de que no fueses tan estúpido”

Y, por algún motivo, continúa “Me voy porque-”

“Ya sé por qué te vas” le corta Theon, la mirada clavada en el lago “Hay cosas para las que si eres estúpido”

Jon coge aire, dejándolo escapar en un bufido. Se levanta para marcharse. Fantasma se despereza a su lado, salpicándole las botas con sus pisadas. Pero hay algo que quiere saber, antes de marcharse, así que se da la vuelta, la mirada firme, entrecierra los puños hasta que los bordes irregulares de sus uñas arañan la palma.

“¿Por qué yo?”

Parece ligeramente sorprendido.

“¿A qué te refieres?”

“Por qué conmigo” pregunta sin dudar. No lo sabía entonces, pero lo sabe ahora.  Esa forma de rodearle, de buscarle, cuando de todas las personas, Jon era la elección más improbable.

“Yo podría preguntarte lo mismo”

No. Yo no. No hasta ahora.

Niega con la cabeza.

“Fuiste tú” Tú lo empezaste. “¿Por qué?”

Theon le sostiene la mirada, dejando que los segundos se vayan con la brisa. Se muerde los labios, como gestando una respuesta.

“Porque tú y yo no somos tan distintos. Por eso. En parte” Tiene los ojos de hierro, solo que ahora, como algunas veces -pocas veces- brillan con un hielo parecido al de los Stark, como si ellos no tuviesen claro tampoco a dónde han de pertenecer, y tal vez no, tal vez él y Theon no sean tan distintos.

“¿Y la otra parte?”

Su boca se curva en una sonrisa distante “La otra parte me la guardo”

“Eso no-”

Y va a protestar, pero la mano que le aferra la muñeca tira con fuerza, le hace trastabillar, casi caer, y el beso es inesperado, suave, distinto “Como quieras”, dice, hablándole en los labios, y parece una respuesta.

Termina tan abruptamente como empezó.

“Vete, Stark”, bufa una risa, como si supiese algo que Jon no puede alcanzar, y si había algo distinto en sus ojos, ahora Jon ya no puede verlo.

La cuarta vez, Theon le besa, y Jon se va. Se va. Porque no sabe como quedarse.

V.

La mañana anterior a su marcha Invernalia despierta envuelta en la niebla.

Jon se levanta temprano. Se envuelve en la capa, en la suavidad de la piel de lobo que rodea sus hombros y cuenta en silencio los pasos que le llevan a la más alta de las almenas.

El frío de la noche se ha quedado prendido en la niebla y sus ojos caen por un instante en la ilusión de que las colinas navegan sobre el aire, suspendidas sobre las nubes oscuras que ocultan los valles, que desvanecen sus formas hasta casi llegada la cima.

Parece que estás despidiéndote, Jon.

Maldice en voz alta cuando se le nublan los ojos, y frota con el dorso de sus manos enguantadas los párpados cerrados hasta que su piel no puede soportarlo más.

“De todas las cosas que hubiese apostado que eras, nunca hubiese malgastado una sola moneda de oro a romántico”

“¿Sé puede saber cuándo dormís?”

“Oh. Mayormente durante el día. Bien acompañado, gran parte de las veces”

Tyrion Lannister tiene círculos oscuros bajo los ojos y Jon se pregunta si debería decirle que hay un par de agujeros sueltos en la trenza de su jubón. Por su apariencia, intuye que ésta no debe de haber sido una de esas gran parte de las veces.

“¿Los perros son buena compañía?”

Sonríe. Una mueca mitad verdad, mitad ironía.

“Nada viaja tan rápido como los chismes, ¿eh?, tú duermes con un perro todas las noches, dímelo tu”

Como toda respuesta, Jon deja escapar un sonido ronco desde el fondo de la garganta.

“Ya me parecía”

Se acerca anadeando hasta el punto dónde la almena le permite atisbar el horizonte.

“Y bien, ¿piensas marcharte?”

Igual. Solo para que todo el mundo deje de hacerle una y otra vez la misma maldita pregunta. No, nada viaja tan rápido como los malditos chismes.

Tyrion Lannister interpreta su silencio como un sí.

“Bueno, tampoco es como si fueras el primero que busca soluciones en los lugares equivocados” y no lo dice con mofa, sino con esa amargura del que ha buscado en los mismos lugares y no ha encontrado nada, pero a Jon le molesta de todos modos, el dedo hundido en la llaga de una herida que supura.

“¿Y puede saberse cuál es la jodida solución que no está equivocada?” la voz se le cala en el frío, haciéndole sonar más desesperado que furioso.

La nieve acumulada sobre el muro se desprende, iniciado un salto silencioso hacia el vacío cuando Tyrion la empuja con la mano, asomándose sobre el borde para observar su caída.

“He llegado a la sabia conclusión de que merece más la pena no buscar tanto la solución correcta como la menos incorrecta. No sé si el muro sea la buena, o la mala. Pero lo que es seguro es que será la única. Una vez allí, no tendrás otra ocasión de equivocarte. Y la vida es demasiado corta como para no seguir equivocándonos, ¿no te parece?” chasquea la lengua “Yo solo pienso llegar hasta ahí para mear desde el borde del fin del mundo, y tener la oportunidad de darme la vuelta”

Y con eso, se aleja renqueando, dejando a Jon más lleno de preguntas que de respuestas. Permanece en lo alto del castillo hasta que el frío se le instala en los huesos.

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El resto del día pasa sin pena ni gloria. Los habitantes del castillo, atareados en preparativos para la cena, sábanas que se lavan y se tienden casi por arte de magia, cubos de agua que viajan de aquí para allá y velas que reponen alimentándolas con la llama de la anterior,  revolotean a su alrededor sin descanso. Jon practica con el arco hasta que empieza a caer la tarde, hasta que la piel le arde dónde roza con la madera y los nudillos se le quedan entumecidos, los dedos doloridos en los lugares dónde se acumula la tensión.

A pesar de la agitación, la plaza de Invernalia parece más vacía que nunca.

No ha visto a Robb en todo el día (cree haber vislumbrado un atisbo de pelo rojo hace rato, desapareciendo  tras el marco de una ventana, seguido de cerca por un vuelco de su propio corazón. Necesita ver a Robb con toda su alma, pero verle significará una despedida más, sumada a la que haya de ser la última, y solo hay cierto número de despedidas que Jon es capaz de soportar si quiere partir entero). Arya revolotea tras los sirvientes, preguntando cosas en un caos de gritos emocionados, manos revolucionadas y pies que terminan atropellándose el uno con el otro y con los de los demás.

No quiere ver a Bran, y no solo por Catelyn. Despedirse de Bran va a requerir más valor del que se cree capacitado para reunir.

Se da por vencido cuando los primeros rayos de sol desaparecen tras la frontera que dibujan los muros, recuperando las flechas,  colocando el viejo arco de entrenamiento en su rincón de la armería casi con reverencia. En los pasillos, el amplio espacio que separa las piedras repite los sonidos que se filtran desde la sala del trono. Música y risas. Destellos metálicos. El olor de la cena pende sutilmente del aire, haciendo que su estómago ruja con interés, pero acorta el espacio que le separa de su cuarto sin prestarle atención.

Fantasma bosteza a su lado, perezoso, atolondrado tras una larga siesta en el patio. Es porque Jon se inclina para acariciar a contrapelo los remolinos de la masa blanca de su pelaje por lo que no percibe la figura apoyada contra la puerta de su cuarto hasta que le habla.

“¿No es demasiado temprano para dormir?”

Theon, el peso reclinado en un hombro sobre la madera, le mira sin verdadera curiosidad y se hace evidente que le estaba esperando. La sombra de la barba marca el perfil de sus mejillas. Viste sus mejores ropas, como siempre que se da la posibilidad de exhibirse. Enreda dedos ausentes en la cadena dorada que pende de su cuello.

“¿Qué haces aquí?”

Se separa de la puerta, agachándose hasta quedar en cuclillas, chascando la lengua un par de veces, haciendo que, para su sorpresa, fantasma se acerque hasta lamerle las palmas de las manos y dejarse rascar tras las orejas con un leve gemido satisfecho.

“Antes no dejaba de gruñirme, supongo que ya no le caigo tan mal”

“Solo se está aprovechando de ti” replica Jon, sintiéndose un poco traicionado.

“Es posible” deja ir al animal con un par de palmadas en el lomo “He venido a despedirme” añade de seguido, enlazando la conversación a tramos.

Despe-

“Eso puedes hacerlo mañana”

“Supongo que sí, pero no creo que mañana tengamos mucho tiempo”

“¿Tiempo?”

“Sí”  contesta, envolviendo los dedos en la aldaba de la puerta, haciéndole un gesto para que le siga y la parte de Jon que nunca le hubiese hecho caso no dice una sola palabra.

La quinta vez, Theon empuja la puerta a sus espaldas, con un crujido que alarga los segundos. Se acerca despacio, una mano siguiendo el contorno de su hombro, liberando la capa de las trabillas de cuero que la sujetan, el nudo que enlaza su camisa, deshaciendo con facilidad el intrincado juego de lazos del jubón.

“Theon-”

“Shhh” corta, cerca de su oreja, dedos templados tiran hasta encontrar el borde de la ropa y le obligan a levantar los brazos para sacarla “La cama, Jon”.

De la última vez, recuerda el caos, las mantas revolviéndose en un amasijo bajo sus cuerpos. Ahora, se sienta en la cama respirando entrecortado, el espacio cerrándose en el interior de sus pulmones, y hay una calma engañosa que avanza lenta. Theon liberándose de su propia capa, el jubón, la camisa, la cadena dorada escurriéndose  entre la tela, impactando contra su pecho con un tintintin amortiguado. Las costillas se le marcan bajo la piel y Jon queda suspendido del movimiento, arriba, abajo, la piel blanca dibujando las curvas en que se encadenan los huesos. Manos largas deshaciendo el cinturón mientras se acerca. Y es esta puta calma, esta consciencia, la imposibilidad de dejarse llevar por la inercia de otros momentos. Es mucho más difícil así, tan real que cuando le alcanza por fin, las piernas entre sus piernas, esconde la cabeza en su estómago, hunde las manos en el espacio entre su piel y la tela, estira hasta encontrarle con la boca,  porque por algún motivo, eso es mucho más fácil que mirarle.

Theon gruñe, le coge del pelo para apartarle “No. Yo no” con la voz partida. “Tú” arrodillándose, bajándole los pantalones hasta los tobillos, hundiendo la cara en su entrepierna “JoderTheonndio-” y es obscena, joder, la forma en que sus labios presionan sobre la piel mojada,  las mejillas ahuecadas, la sensación de la boca húmeda, ardiendo, la lengua rozando la carne hasta hacerle gemir sin siquiera darse cuenta “Así, ¿ves?, tú, así” separándose para lamerle la punta, dedos acariciando en la base, besar con labios llenos de saliva, el contorno de los dientes, arrancando ramalazos de placer desde la base de la polla hasta las raíces de las piernas “Nn -” acariciando los testículos en el hueco de su mano “Tranquilo. Tranquilo” Les empuja hasta hacerles caer sobre la cama, deshaciéndose de los pantalones con las puntas de los pies, y Jon se frota contra su cadera, moviéndose a un ritmo frenético, manchando la base del estómago, buscándole la polla caótico y desquiciado y se va a correr si no-, y se va a correr si sigue así, se va a-

Theon se aparta.

“Y una mierda tan rápido, Nieve” y a Jon el aire le tiembla en la garganta cuando echa la cabeza hacia atrás para volver a respirar, el aire contenido liberándose en pulsos.

“No puedes parar ahora” jadea, sonando más desesperado de lo que ha sonado nunca a sus propios oídos, pero Theon se deja caer de espaldas a su lado en la cama, los ojos cerrados cuando contesta, los dedos en la boca, la sonrisa curvándose alrededor “Claro que puedo”. Abre las piernas, baja la mano, y a la mierda alamierdaalamierdaalamierda, y lo único que le detiene es la mano que se cierra alrededor de su polla y joder, joder.

“Ven aquí” le escucha decir a través de oídos en los que la sangre ruge como una marea, su cuerpo reducido a la presión entre sus piernas. “Ven, Jon” tendido sobre la cama, sudor en el nacimiento del pelo, en el hueco de la garganta, le guía hasta colocarle entre sus piernas Venvenven y le muerde los labios hasta que la carne palpita y-

Al principio, cuando la piel choca, Jon cierra los ojos, la boca perdida en es beso que ya no es beso, de labios abiertos y aliento compartido. La mano de Theon se escurre entre ellos,  tira, presiona, y es así, poco a poco, la carne prieta, resiste, le envuelve. Al principio duele un poco pero a la vez hostiacoñojodertheon y Jon entierra los dedos en las pieles que cubren la cama para resistir las  ganas de hundirse másmásmás, hasta que entra despacio, completo, hasta que Theon estira el cuello, tenso, la espalda arqueada, apretándose contra su estomago. Apoya la frente en la curva dónde empieza su hombro, su propia respiración quemándole las mejillas al chocar, y Theon se mueve, dioses, se mueve. Contra su polla, buscando fricción en su estómago, y Jon se mueve con él, mirándole mientras se deja follar, y eso, poco más, nada más que eso, y se está corriendo en embestidas largas, errantes, hasta que el calor se le evapora del cuerpo y le deja temblando, deshecho, se le derrite la espalda y cae deshilvanado sobre el cuerpo de Theon que se rompe bajo su peso.

Despierta con las primeras luces de la madrugada. Theon duerme a su lado, un brazo en torno a su espalda, sus rostros enterrados frete a frente sobre la almohada. Cuando intenta moverse, el brazo que le rodea le sostiene en el sitio.

En la luz ligera, ve como niega con la cabeza, su pelo se enreda aún más en el torbellino que forma sobre la tela.

“Duérmete, Jon” Tiene los ojos vidriosos,  y se acerca para recostar la cabeza sobre el antebrazo que Jon posa sobre la almohada. Su pecho sube y baja con el ritmo calmado del sueño. Tiene los labios más rojos de lo que nunca se los ha dejado el frío.

La quinta vez, Jon cierra los ojos y se duerme pensando en el fin del mundo, en todas las cosas que no terminan allí.

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- Me he dado cuenta de que asaberporqué, en mi canon (¿?) personal, Theon es zurdo. Ole imaginación, en que cosas raras te entretienes.

- Mi mierda-conexión no me deja bajarme sirens peroperoperopero la necesito YA porque todo el mundo la recomienda y vrydeus  dejó este gif hace días en su twitter *le tira confeti* y no.paro.de.mirarlo.





En serio, ¿esto pasa de verdad? Unf.

-Me he descargado Dance en inglés, porque la economía no daba pa’ más y duh, me he spoileado de todos los capis de Theonlofofmailaif.

-Estoy muy enamorada de Thoen JAJAJAJAJAJA *está obsesionada*

-Escribo Theon tan rápido que ha dejado de llamarse Theon, ahora es Thoen, que suena un poco menos skjdsakdkajdj pero yo estoy agradecida porque dada mi velocidad general de tipeo escribir algo tan sumamente rápido como para equivocarle es guay (si, ¿verdad? O_o)

-¿Al quien sabe por qué el Lj no me deja publicar de seguido a pesar de ser algo que no alcanza el límite de caracteres? Ñañañañaña.

! fic?, !fandom: asoiaf, !pairing: jon/theon

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