My shadow is a monday
Título: Possibilities
Autor: hoomygoth
Fandom | Personajes: Gossip Girl | Chuck, Bart.
Longitud: 583
Spoilers? De la segunda temporada.
Rating | Advertencias: PG | Nada.
Notas: eve_malfoy pidió para el Holiday Fic Request un gen de Chuck al acabar el instituto, y esto es lo que ha salido.
--
Los planes siempre han sido para las personas que tienen elección. Él, durante un breve momento, algo que sólo pareció un segundo, la tuvo. Entre 'todo me da igual' y 'mi padre ha muerto' tuvo unos días, unas semanas en las que casi parecía posible hacer planes. Bart le preguntó por primera vez lo que quería hacer, y Chuck tuvo que planteárselo, tuvo que pararse a pensar si eso de vivir del cuento en cuanto acabara el colegio era elección suya o de esa parte de él que lo único que quería era hacer sufrir a su padre.
-Creo que voy a solicitar ingreso en Princeton y Darthmouth. Y puede que en Columbia.
-Creo que te gustaría Harvard -le dijo Bart-. Y tú les gustarías a ellos. Eres un hombre de Harvard, igual que yo.
Y Chuck rellenó formularios, escribió ensayos y consultó catálogos en secreto, como cuando era niño y leía las Playboy que encontró en el altillo de un armario, con una linterna y bajo las sábanas para que Brigitta no le descubriera.
Durante ese tiempo se atrevió a hacer planes, a imaginarse su vida en el campus, el traje que se mandaría hacer para su primer día y las noches en la biblioteca antes de un examen. Y, aunque le costara reconocerlo, no sonaba mal.
Muchas veces se imaginaba las visitas a Blair en Yale, las noches en la residencia. Otras veces no era Blair, sino una chica rubia con gafas y pantalones vaqueros, o una estudiante de Medicina con el pelo castaño recogido en una coleta alta y una camisa de cuadros. Había tantas posibilidades que no quería cerrar ningún camino, quería probar todo lo que la Universidad iba a ofrecerle.
Y entonces, llegó el baile de Navidad. Esa llamada de Lily, que con voz queda dijo 'Charles...' y se echó a llorar. Y esa certeza de que nunca nada volvería a ser igual, que aunque su padre nunca hubiera estado para él realmente, al menos estaba. Y todos los planes, todas esas pequeñas historias que le gustaba imaginar se vinieron abajo. Dejaron de tener sentido porque todo en su vida dejó de tenerlo.
En un par de meses pasó de no querer hacer planes a no poder hacerlos, porque el destino los había hecho por él. La idea de ir a la Universidad había desaparecido bajo el peso de Bass Industries, de las reuniones, los inversores, los millones de dólares que de repente estaban en sus manos y que no podía gastarse en alcohol y drogas y putas, porque él ya no era así. No podía serlo porque Bart le había confiado todo lo que había hecho, todo lo que había logrado en su vida ahora era suyo. Y, aunque le odiaba por morirse, por hacerlo justo cuando empezaban a entenderse, Chuck sabía que tenía que honrar eso, su confianza en él, aunque fuera una terrible equivocación.
Llegó el primero a la sala de juntas en esa mañana de octubre, el primer día de clase de Nate y de Blair, el de Serena y probablemente el de Dan. Volvió a colocar los papeles frente a él, alineándolos con el borde de la mesa. Dio un trago a su botella de agua y esperó a que todos los hombres cincuentones ocuparan sus asientos alrededor de la mesa. Ocultó su nerviosismo bajo una gruesa capa de fingida confianza en sí mismo. Estiró la espalda, apretó los labios, miró a todo el mundo a los ojos.
-Bien, empecemos por el principio.
Autor: hoomygoth
Fandom | Personajes: Gossip Girl | Chuck, Bart.
Longitud: 583
Spoilers? De la segunda temporada.
Rating | Advertencias: PG | Nada.
Notas: eve_malfoy pidió para el Holiday Fic Request un gen de Chuck al acabar el instituto, y esto es lo que ha salido.
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Los planes siempre han sido para las personas que tienen elección. Él, durante un breve momento, algo que sólo pareció un segundo, la tuvo. Entre 'todo me da igual' y 'mi padre ha muerto' tuvo unos días, unas semanas en las que casi parecía posible hacer planes. Bart le preguntó por primera vez lo que quería hacer, y Chuck tuvo que planteárselo, tuvo que pararse a pensar si eso de vivir del cuento en cuanto acabara el colegio era elección suya o de esa parte de él que lo único que quería era hacer sufrir a su padre.
-Creo que voy a solicitar ingreso en Princeton y Darthmouth. Y puede que en Columbia.
-Creo que te gustaría Harvard -le dijo Bart-. Y tú les gustarías a ellos. Eres un hombre de Harvard, igual que yo.
Y Chuck rellenó formularios, escribió ensayos y consultó catálogos en secreto, como cuando era niño y leía las Playboy que encontró en el altillo de un armario, con una linterna y bajo las sábanas para que Brigitta no le descubriera.
Durante ese tiempo se atrevió a hacer planes, a imaginarse su vida en el campus, el traje que se mandaría hacer para su primer día y las noches en la biblioteca antes de un examen. Y, aunque le costara reconocerlo, no sonaba mal.
Muchas veces se imaginaba las visitas a Blair en Yale, las noches en la residencia. Otras veces no era Blair, sino una chica rubia con gafas y pantalones vaqueros, o una estudiante de Medicina con el pelo castaño recogido en una coleta alta y una camisa de cuadros. Había tantas posibilidades que no quería cerrar ningún camino, quería probar todo lo que la Universidad iba a ofrecerle.
Y entonces, llegó el baile de Navidad. Esa llamada de Lily, que con voz queda dijo 'Charles...' y se echó a llorar. Y esa certeza de que nunca nada volvería a ser igual, que aunque su padre nunca hubiera estado para él realmente, al menos estaba. Y todos los planes, todas esas pequeñas historias que le gustaba imaginar se vinieron abajo. Dejaron de tener sentido porque todo en su vida dejó de tenerlo.
En un par de meses pasó de no querer hacer planes a no poder hacerlos, porque el destino los había hecho por él. La idea de ir a la Universidad había desaparecido bajo el peso de Bass Industries, de las reuniones, los inversores, los millones de dólares que de repente estaban en sus manos y que no podía gastarse en alcohol y drogas y putas, porque él ya no era así. No podía serlo porque Bart le había confiado todo lo que había hecho, todo lo que había logrado en su vida ahora era suyo. Y, aunque le odiaba por morirse, por hacerlo justo cuando empezaban a entenderse, Chuck sabía que tenía que honrar eso, su confianza en él, aunque fuera una terrible equivocación.
Llegó el primero a la sala de juntas en esa mañana de octubre, el primer día de clase de Nate y de Blair, el de Serena y probablemente el de Dan. Volvió a colocar los papeles frente a él, alineándolos con el borde de la mesa. Dio un trago a su botella de agua y esperó a que todos los hombres cincuentones ocuparan sus asientos alrededor de la mesa. Ocultó su nerviosismo bajo una gruesa capa de fingida confianza en sí mismo. Estiró la espalda, apretó los labios, miró a todo el mundo a los ojos.
-Bien, empecemos por el principio.