Locura o Capitulo 28

Dec 02, 2009 17:31

Capitulo: Locura o Capitulo 28

Palabras: 5,392

Nota: El segundo capitulo mas importante de esta historia y el mas difícil de escribir en lo que llevamos, así que por favor espero sus comentarios, me siento muy insegura con este capitulo, hay tantas cosas que espero quedaran entendibles.






No puedo decir que supiera exactamente que esperaba de aquella fiesta, pero sin duda no esperaba divertirme como lo estaba haciendo, era verdad que Somers estaba ahí, pegado a mí mirándome fijamente pero no me importaba, no mientras bailaba con Fabiola y Eric completamente feliz de estar ahí. Ignorándolo completamente como debería de haber hecho desde hacia mucho tiempo, seguramente desde el primer día.

¿Por qué me era tan difícil ignorarlo? ¿Por qué a pesar de todo lo buscaba con la mirada simplemente para saber si seguía en el mismo lugar? Si no lo hiciera, si hubiera sido capaz de pasar de el y de sus palabras, de sus poses, seguramente no estaría metida en tantos problemas y mi vida seria por mucho mas tranquila, era obvio para mi que no podía permanecer indiferente a lo que ahora hacia o decía, pero ahora era algo natural... normal teniendo en cuentas las circunstancias en las que estábamos envueltos los dos y la manera tan infantil en que me había dejado enredar por sus palabras y aquel plan, que mas que alivio me estaba dando demasiados dolores de cabeza.

Tenia en la mano un vaso con algo que parecía ser jugo de piña, pero a juzgar por el sabor no era solo jugo de piña, ¿Cuántos vacos como aquel me había bebido ya? realmente no me importaba mucho, aquella noche pensaba divertirme de lo lindo, sin preocuparme y sin pensar demasiado, sin que me importara que Angie estuviera cerca de Javier o que este me mirara de manera reprobadora - mirada que buscada cada cierto tiempo- lo único que quería era bailar. Y olvidarme de todo y de todos, quería dejar de ser por un momento yo y probar lo que se sentía ser alguien mas. Necesitaba desesperadamente ser alguien mas alguien un poco mas feliz, pero sobre todo alguien mas inteligente capaz de mantenerse indiferente ante Javier y sobre todo con el corazón frió, para que no le doliera tanto el saber que parte de su vida rosa había sido una mentira.

Saltaba alegremente junto a Faby quien sonreía conmigo, en uno de los giros el vaso callo de mi mano y yo no pude hacer mas que reírme, y después señalar el lugar donde estaban las bebidas. Por que no quería quedarme sin bebida y por que algo me decía que esta era mejor manera de encontrarme con mi otro yo, alguien mucho mas feliz.

-Iré por más jugo- le dije a Faby aun que dudaba que me hubiera escuchado debido al volumen de la música, sin embrago mi amiga tuvo la decencia de asentir y sonreírme, al parecer ella también se lo estaba pasando genial, y eso era motivo de felicidad para ambas. Aun que no creía que a su madre fuera a hacerle mucha gracia, talvez si era mala influencia para Fabiola después de todo.

Camine hacia el lugar de las bebidas, y Somers me cerro el paso, mirada retadora y cejas arqueadas, los ojos azules destilaban un ligero brillo y se notaban oscuras

-Ya has tomado suficiente- me dijo, aparentemente utilizando un tono alto, por que no tenia problemas para escucharlo a pesar de la música y de las voces a nuestro alrededor, me pregunte cuantas personas mas podían escucharlo aparte de mi. Y por que razón no pasaba de mi como yo intentaba pasar de él, ¿Era tan difícil fingir que no existía el otro?

Lo mire alucinada, por que se me antojaba increíble que no pudiéramos olvidarnos del otro, y por sus palabras, pues que se creía ¿Mi padre?, ¡ja!, llevaba las de perder si quería echarme un discurso moralista y si quería lanzarme alguna bronca por que era él quien siempre hacia las cosas mal. ¿No había sido el que había estado en una pelea?, en mas de una pelea en menos de 48 horas, así que si el podía ir por ahí haciendo lo que se le venia en gana ¿Por qué yo no podía hacerlo? Pues ya llevaba el señorito las de perder

-Yo decidiré cuanto será suficiente- le dije empujándolo, el hizo una mueca al parecer había tocado algún lugar donde Eric lo había golpeado, me alegre, ojala yo pudiera molerlo a golpes como no había logrado hacer del todo mi amigo, el simple recuerdo me hizo apretar la mandíbula con fuerza, recordándome de nuevo que era él, Javier Somers quien hacia estupideces no yo. Y sobre todo que no tenia ningún derecho a juzgar mis actos ¿Qué le importaba a el si quería beber hasta olvidarme de mi nombre?

-Anderson, por una vez en tu vida se razonable, ya has tomado demasiado- me dijo tomándome de la muñeca, ¿Quién lo había nombrado guardián de la sobriedad? Mejor aún ¿Quién le había dado permiso de tocarme de esa manera? ¿Qué demonios se creía, mi dueño? ¿No se estaba tomando demasiado enserio una simple actuación? ¿O es que ese era otro de sus planes para hacerme bajar la guardia?

-Mira Javier, no eres mi padre, ni mi novio, ni nada que te de derecho hablarme así- puntualice dando un tirón a mi mano para librarme de su agarre, por que yo no debía permitirle olvidar que todo eso era una simple actuación, que el no tenia ningún derecho sobre mi y que yo podía hacer lo que se me viniera en gana, sin embargo mi tirón había fallado y mi muñeca aun era prisionera de su mano

-En eso te equivocas, por si no lo recuerdas soy tu novio- dijo acercándome a el, clavando sus pupilas en las mías, en un intento de intimidarme, ¿Pero quien se creía que era? ¿Creía que podía jugar al novio protector y que yo me tragaría el cuento? ¿O es que simplemente esperaba que con palabras escogidas lo dejaría terminar lo que había comenzado en las gradas de la escuela?

Puse los ojos en blanco por que el sabia exactamente a que me refería y no tenia idea de a lo que quería jugar ahora, pero tenia miedo, mucho miedo de olvidar que todo esa era una mentira de dejarme envolver por esa maldita rata y terminar perdiendo mas de lo que ya había perdido, por que si puede que José fuera un mentiroso, puede que nuestra relación jamás hubiera sido como yo creía, pero eso no quería decir yo olvidaría que la mía con Somers era mucho mas falsa que esa.

-Mira tú no quieres bailar y yo no te estoy molestando por eso, así que si yo no me meto contigo, ¿Por qué no sigues mi ejemplo y me dejas en paz?- le pregunte, era eso lo que mas me importaba en ese momento ¿Por qué no me dejaba en paz? ¿Por qué no pasaba de mi simplemente? ¿qué quería demostrar con todo eso? Y lo mas importante ¿Por qué demonios me preguntaba todo eso?

-Por que soy tu novio, por que tengo que cuidarte y por que no me apetece que tu padre piense que es mi culpa el que estés así-

Lo mire sintiendo alivio, mi padre, claro el quería seguir interpretando el papel de novio modelo, el quería seguir mostrándose ante mis padres como lo que no era, tenia que cuidarme por supuesto, no por que quisiera, no por que estuviera actuando era por mis padres, estuve a punto de soltar una carcajada pero me contuve.

-Esto es una maldita fiesta, ve y diviértete como los otros Somers y ¡déjame a mí divertirme!- le grite por que definitivamente el papel de caballero protector no le quedaba en absoluto y por que yo no lo necesitaba siguiendo mis pasos.

-No voy a ir a defenderte si tomas de más Noriko- me dijo lanzándome una mirada ofendida

¿Defenderme de que?, si lo único en aquel lugar de lo que debería defenderme era justamente de él, y es que el pensaba que estaba manca o que, además por si no lo recordaba no estaba sola, estaba Fabiola y estaba Eric, no necesita de él para nada, mucho menos luego de haberme puesto en boca de todos, ahora lo que quería era divertirme y tenerlo cerca no ayudaba, mucho mas cuando había decidido ponerse en plan de padre. Y mandarme esa mirada ofendida que no quería ver en absoluto, que se fuera a bailar con Angie o con Mariel y que me dejara a mi divertirme de una vez por todas

-No te preocupes que no necesito de ti- le dije por que me las arreglaba muy bien sola, lo había hecho desde antes de conocerlo, desde antes de iniciar esa farsa y estaba segura de que no tendría problemas para hacerlo después de ella. Si es que en algún momento lograba librarme de ella

-¡Hey Noriko!, ¿Bailamos?- dijo una voz tras de mi

Aun sin girarme sabia que era Cris, ¿quién podía pensar en bebidas con Cris cerca?, yo no por lo menos, pero no solo era que no pudiera pensar en bebidas, era simplemente que Cris había aparecido para llevarme lejos de su hermano y en esos momentos habría dado cualquier pretexto para alejarme de Javier.

-Encantada- le dije al rubio tomando la mano que me extendía y haciéndole una seña de despedida a Javier, este me miro aun mas molesto que antes, pero no hice caso a su expresión, que se metiera en sus asuntos y dejara los míos en paz.

Cris me guió con lentitud, entre la gente para después soltarme y comenzara moverse al ritmo de la música, no había nadie que conociera cerca de nosotros, es mas por el color que nos rodeaba adivinaba que estábamos en el área de la escuela rival, casi esperaba ver una melena castaña muy parecida a la mía salir de entre la gente, después de todo ¿No había ido Riko con Cris?

-No es su mejor momento-

Parpadee confundida un momento, sin saber a que se refería Cris o poco convencida de haberlo escuchado a través de la música, pero el me miraba como esperando una respuesta

-¿Perdón?- dije

Cris sonrió ampliamente

-Tu y Javier, no están en su mejor momento- me dijo

-Tu hermano es extraño- fue lo único que pude decir, encogiéndome de hombros

Por que Javier y yo jamás habíamos tenido un buen momento, además de que estaba segura que Cris ya intuía que todo era una simple farsa, lo que me intrigaba era la razón por la que aun no había dicho nada. Cris no era tan retorcido como Javier eso era algo que sabia, que supe desde siempre, pero había algo en lo que ambos se parecían, y eso era ocultando lo que fuera que pasaba en su interior, a Javier a veces se le notaba en los ojos.

A Cris no, mantenía la misma mirada serena que me hacia temblar las piernas y sin embrago estaba segura que algo pasaba tras de ellos, algo que tal vez de no haber bebido seria capaz de reconocer, pero en ese momento mis pensamientos no eran del todo coherentes, no, no estaba borracha aun faltaba bastante para estarlo, pero me sentía intrépida y feliz.

-Ha sido así desde niño- dijo el luego de una pausa - siempre obtiene lo que quiere, no importa como pero siempre lo consigue, mi padre se siente orgulloso de esa cualidad, a mi madre a veces la inquieta, por que Javier no descansa hasta obtener lo que se ha propuesto obtener-

Lo mire, si, sin duda alguna me estaba describiendo a Javier, había que darle crédito en eso, aun que era bastante complicado saber que era lo que se proponía, el jamás iba directo hacia la presa, siempre daba rodeos, excepto conmigo, por supuesto... por que sabia como sacarlo de sus casillas y hacerlo ir siempre de frente. Aun que el no quería nada de mi, salvo matarme de un coraje.

-Solo hay una cosa que él no ha obtenido- me dijo acariciándome la mejilla derecha, me quede quieta muy quieta dejándome hacer, sintiendo el cosquilleo en mi piel, ahí donde sus dedo se deslizaba por mi piel - y una cosa que yo deseo- murmuro pero no estuve segura de haberlo escuchado realmente -¿Te apetece una paseo en la playa?- me pregunto de pronto dejándome sin saber que estaba pasando.

¿Estábamos tan cerca de la playa?, ¿Acaso la música ocultaba el sonido del mar?, no estaba segura de hecho algo dentro de mi se agito cuando Cris volvió a estirar su mano hacia la mía ¿Qué demonios me pasaba? ¡Era Cris!

-¿Y Riko?- le pregunte

-Tenia otros asuntos que atender- murmuro, la desilusión debió de haberse pintado en mis rostro, desilusión de que el estuviera conmigo por que ella no quería estar con el -pero no es con Riko con quien quiero estar- se apresuro a decir, había algo en esas palabras que me inquieto -¿Entonces, me acompañas a la playa?-

Fue un segundo simplemente el que dude, dejando que mi vista se deslizara por entre la gente, como si buscara a alguien, pero no estaba segura de a quien estaba buscando, por fin regrese mi vista a los ojos de Cris, y sentí la sonrisa extenderse por mi rostro, no había de que preocuparse, por que se trataba de Cris.

Camine de su mano durante unos minutos hasta que llegamos a su coche, al parecer no estábamos cerca de la playa como yo había supuesto, una vez en la puerta del copiloto mire hacia el lugar de donde provenía la música ¿Debería avisarle a Javier? ¿A Fabiola?, me pregunte mordiéndome el labio inferior

-Estaremos de regreso antes de que puedan echarte de menos- me dijo, yo sonreí y entre al coche

Me sentía feliz porque Cris quería estar conmigo y no con mi prima, y el sentimiento era bastante agradable, mire por la ventanilla mientras el coche devoraba las calles, y el reproductor llenaba el coche de una suave melodía.

Una melodía que no se me hacia realmente conocida, debimos de haber estado en silencio durante cerca de 10 minutos, hasta que apareció ante mi el mar, siempre me había gustado el sonido que traía, como si estuviera murmurando todos los secretos que conocía confiado que nadie lo comprendería.

Me gustaba mucho mas en el día, cuando era capaz de distinguir los diferentes azules que se observaban, no podía negar que de noche daba un poco de miedo, aun que seguía conservando la belleza, recordé mientras Cris buscaba un lugar donde estacionarse la de fantasías que había tenido en aquel escenario cuando aun era novia de José.

¿Habría cambiado lo que me gustaba ese lugar si las fantasías se hubieran vuelto realidad? Algo dentro me decía que si, sobre todo teniendo en cuenta todas las cosas que ahora sabia de José y que antes ignoraba, ¿Era verdad que el amor nos volvía tontos? ¿Qué ocultaba tras su sombra la verdad de tal manera que solo somos capaces de ver el amor? Imaginaba que algo de verdad tendría que haber ¿Pero yo podía culparme por haber creído a José? No, no podía hacerlo, por que confiaba en él.

-Es un buen lugar para pensar- me dijo Cris y observe como se quitaba el cinturón de seguridad

Lo imite y me apresure para salir, sonriendo salte la pequeña barda que nos separaba de la playa sin pensar, corriendo después hacia el agua, con dificultad debido a que los tenis se hundían en la arena, pero no me importaba, en ese momento mientras abría los brazos y daba vueltas como una chiquilla, me di cuenta que sentía una extraña felicidad.

De pronto deje de dar vueltas y mire un poco azorada a Cris que me sostenía por la cintura, y en su rostro estaba pintada una sonrisa, era una sonrisa infantil si, y transmitía alegría, pero yo no pude evitar mirarlo fijamente, por que era la misma sonrisa que había visto en un par de ocasiones en el rostro de Javier. Cris debía medir fácilmente mas del uno ochenta, así que me pregunte como me vería yo con mi 1.64 de estatura junto a él.

Eso hasta que Cris se inclino sobre mi y me beso, entonces me olvide de cómo nos veríamos, mi mente se puso en blanco simplemente, lo único que era capaz de pensar era que Cris me estaba besando, como nunca jamás lo había hecho, sentía sus manos en mi rostro, me sostenía como si pensara que yo me alejaría de él y rompería el beso, nada mas alejado de la realidad.

Me puse de puntas y pase mis brazos tras de su cuello, solo entonces soltó mi rostro sentí una de sus manos en mi nuca, mientras terminaba y comenzaba otro beso, la otra mano me acariciaba el costado con lentitud, una parte de mi se revelaba, me decía que tenia que detener todo eso, que yo era novia de Javier y que no podía estarme besando de esa manera con su hermano, la boca de Cris era exigente y voraz, y me recordó a los besos de Javier, los que habíamos compartido en las gradas, atraje hacia a mí aun mas a Cris.

¿Por qué no me sentía igual de perdida que cuando Javier me besaba?

-Eres hermosa- escuche a Cris cuando se separo de mis labios y comenzó a dejar besos al asar en mi rostro, José también solía hacer eso, cuando quería convencerme que era momento de llevar nuestra relación a un nivel mas.

Sentí como la arena se pegaba a mis piernas y me di cuenta de que estaba sentada ya en la playa, con Cris besándome de nuevo y recorriendo mi cuerpo a gusto, di un bote involuntario cuando una de sus manos se detuvo en mi pecho izquierdo, el gemido salió de mis labios antes de que me diera cuenta.

Y antes de que me diera cuanta también estaba tumbada completamente en la arena, con la lengua de Cris en mi cuello, haciendo pedazos lo poco que quedara en mi de autocontrol, mientras yo lo único que podía hacer era cerrar los ojos con fuerza y hundir mis manos en sus cabellos, si, alguna vez me había imaginado haciendo exactamente esto con un rubio en la playa, pero jamás había pensado que se convertiría en realidad ni mucho menos que el rubio seria Cris, el corazón en mi pecho latía rápidamente y me faltaba el aire.

Cris murmuro algo, al inicio no reconocí las palabras, pero me quede quieta, muy quieta mientras Cris acariciaba mis piernas con lentitud, entonces volvió a susurrar, reconocí inmediatamente las palabras, que estúpida había sido... ¿No era patético tener el corazón roto por dos rubios en tan poco tiempo? ¿no era aun mas patético el darse cuenta que no se era capaz de encerrar las lagrimas, y que estas traidoras corrieran por las mejillas?.

O peor aun, ¿No era aun mas patético que el hombre que besa tu cuello murmurara el nombre de tu prima mientras te acariciaba con devoción?, fue ahí en ese momento bajo de Cris que me di cuenta de todo lo que se había estado cocinando bajo mi nariz sin que yo me diera cuenta. ¿Por qué mi cerebro no hacia esas conjeturas antes? ¿Por qué tenia que esperar a que algo especialmente doloroso pasara, para dejarme saber lo que no había querido ver?.

Empuje a Cris con todas mis fuerzas, este me miro desconcertado un momento, y luego me miro con pánico cuando se dio cuenta de mis lagrimas, debía de agradecer la escasa iluminación, que aun con las luces de la carretera y la luna estaba segura de que Cris no era capaz de observar del todo mi expresión, así que seguramente no notaria del todo lo dolida que estaba.

-Noriko, ¿Qué pasa? ¿Te he asustado? ¿Te he lastimado?-

Lance un sollozo estúpido que no fui capaz de reprimir, mientras buscaba las palabras para mentirle

-Soy... soy la novia de Javier... no puedo hacerle esto- murmure escondiendo el rostro tras las manos para dejar salir el llanto que ya no era capaz de mantener dentro

No me preocupe por la mirada que seguramente Cris me estaba mandando, por una vez la rata me había servido de algo, ¿Cómo podía decirle a Cris que estaba enamorado de el desde hacia años? Que en esos momentos lo que me estaba matando era saber que el me había llevado ahí por que le recordaba a mi prima, ¡El quería a mi prima! La conversación con Javier aquella mañana tuvo al fin significado para mi. No era que Cris creyera que Javier había pasado la noche conmigo, pensaba que había pasado la noche con Riko, ¡Con Riko!

¿Qué era yo para Cris? Una venganza, me parecía a Riko y el podía imaginarse que era Riko quien estaba en sus brazos mientras obtenía de mi lo que su hermano no había obtenido ¿Qué tenia el mundo contra mi? ¿Por qué todas estas cosas me pasaban a mi? Era injusto, era demasiado injusto y tremendamente doloroso.

Cris murmuraba algo, intentaba consolarme, pedirme disculpas. ¿Cómo podía disculparlo? No era mejor que su hermano, al menos Javier se mostraba tan desagradable como era, al menos conmigo, no iba por ahí con bandera blanca. Aun que claro ahora sabia el por que siempre se ocupaba de mantenerme lejos de Cris.

Javier sabia lo que su hermano mayor sentía por mi prima, y el parecido que había entre nosotras

-Llévame a casa- le dije a Cris interrumpiendo su discurso

No dijo nada, pero me ofreció su mano para ayudarme a poner en pie, por supuesto yo ignore su ayuda y me puse de pie como mejor pude intentando sacudirme la arena como mejor podía, negándome a ver a Cris, a decir verdad tenia miedo de lo que podía ver en sus ojos.

Aun lloraba, lo que me hacia sentirme aun mas estúpida si eso era posible, por fortuna cuando llegamos a casa, aun que seguramente estaba hecha un completo desastre, ya no lloraba, me mantenía completamente serena, eso si sin ver aun a Cris, no pensé en mis padres hasta que me encontré frente a la puerta.

¿Qué iba a decirle a mi padre? ¿Cómo iba a justificar el haber llegado sin Javier y en esas fachas? Me lleve la mano al rostro sin saber del todo que hacer, pasaban de la media noche así que era seguro que mis padres estarían en casa, me mordí el labio inferior completamente molesta cuando me di cuenta de que mis cosas se habían quedado con Javier, lo que significaba que me había quedado sin llaves, por lo que tendría que tocar la puerta, por lo que no habría ninguna manera de huir de mis padres.

Estúpida, estúpida, estúpida

- Han salido ha cenar con tu tío- escuche una voz a mi derecha

Ni siquiera me gire a mirarlo, no necesitaba tener evidencia visual, con la auditiva tenia mas que suficiente, no quería ni saber cuanto tiempo había estado ahí, esperando que yo llegara para decirme en mi cara, por milésima vez en mi vida que lo único que hacia eran estupideces, no estaba de humor para escucharlo, ni mucho menos para intentar pelear.

-¿Tienes las llaves?- le pregunte aun con la vista fija en la puerta

-Esta abierto- me dijo pero estaba mas cerca que la primera vez que me había hablado

-Gracias- dije caminando hacia la puerta

-Noriko-

Escuche que me llamo, pero me apresure hacia la puerta, Javier Somers era lo ultimo que necesitaba en esos momentos, no encendí la luz, conocía mi casa a la perfección, pero debido a la carrera me golpe con algo en la pierna, no me queje subí las escaleras casi corriendo y entre al ba;o, descorrí la cortina y me oculte tras ella.

Pegue mi frente al frió mosaico y abrí la llave del agua, sin preocuparme el que estaba completamente vestida, necesitaba quitarme los restos de arena que aun tenia pegados a la piel y necesitaba un momento sola para pensar en todo lo que había pasado, aun que realmente no podía pensar con claridad con el agua helada cayéndome cerré la llave con furia y lleve mi mano a mi cabello completamente mojado.

-¿Qué te hizo esta ves mi hermano?-

Esta ves si me gire para verlo, descorriendo la cortina y encontrándolo sentado mirándome fijamente, abrí la boca un par de veces para correrlo de ahí, sin éxito

-Nada- le dije simplemente al fin y luego de bastantes intentos

-No tienes cara de nada- murmuro

-No paso nada- esta vez lo dije mas alto, para convencerme a mi misma que no había pasado, que Cris no me había tocado como lo había hecho, que no me había besado, pensado en mi prima

-¿Y yo soy el rey de Francia?- me dijo cruzándose de brazos

-No me importa si me crees o no- le dije - ahora salte por que me voy a duchar-

-No te creo- murmuro sin cambiar la postura

-Bien, quédate si quieres- murmure llevando mis manos al bajo de la blusa, que no estaba mojada del todo y comenzando a levantarla

-Puedes desnudarte con total confianza, por que no pienso moverme de aquí- me dijo

-Lárgate- le dije

-No- me contesto el con la desfachatez de siempre -Hasta que contestes mi pregunta-

-Ok, hablaremos de esto, pero primero debo cambiarme- le dije

-Anderson, no me voy a ir de aquí, nadie se mete a la duche con la ropa puesta, zapatos incluidos por nada-

-Podrías al menos pasarme una toalla- le dije molesta

Solo entonces se levanto, mi idea era que saliera y en cuento lo hiciera yo cerraría la puerta por dentro, pero el no salió, demostrando un mejor conocimiento de mi casa del que yo poseía se agacho bajo el lavabo y abrió la puerta derecha y saco una de las toallas grandes.

Era lo que mi madre tenia por si teníamos visitas, ¿Cómo había podido olvidarlo?, se acerco a mi y me envolvió en la toalla color arena para después levantarme y ponerme en su hombro como si de un bulto se tratara, grite de indignación

Y grite aun mas cuando me dejo en la silla de mi escritorio

-Vas a mojar todo- me dijo tomando mi pie izquierdo y comenzando a trabajar con las agujetas

-Puedo sola- le dije
Se encogió de hombros y se sentó en mi cama

-Estoy esperando- me dijo

-No voy a cambiarme contigo aquí- le dije

- Por favor, no tienes nada que no haya visto ya- me dijo

Supe por el calor en mis mejillas que me había puesto roja de indignación

-Imbecil- le grite terminando de quitarme los tenis -vete de mi cuarto- le dije poniéndome en pie

-No- dijo y se estiro placidamente en mi cama, como amo y señor

- Javier, vete-

-No hasta que me contestes mi pregunta-

- Y a ti que demonios te importa-

-Entonces si paso algo- me dijo aun que no era una pregunta era mas que nada una afirmación

Por supuesto yo no tenia ganas de hablar de eso, y mucho menos pensaba hablarlo con él, talvez se lo contaría a Fabiola y tampoco estaba del todo segura de querer decirlo alguna vez

-Somers tengo que quitarme esta ropa mojada-

-Por mi quítatela, ¿o quieres que lo haga yo?-

Había que ver la desfachatez que tenia el maldito, sonreí ampliamente

Soltando la toalla que cayo a mis pies y levantando las brazos

-Adelante- le dije

Solo entonces se incorporo de la cama mirándome fijamente

-No estoy jugando Noriko- me dijo

-Yo tampoco- dije completamente convencida que saldría de la habitación

Javier sonrió y se puso en pie, por un momento saboree la victoria, hasta que note que caminaba hacia mi y que ponía sus manos en el bajo de mi blusa como yo había hecho en la ducha

-¿Me vas a decir?- murmuro sonriendo cuando noto mi turbación, levantando la blusa un poco

Abrí la boca, la cerré cuando sentí que la subía un poco mas

-No ha pasado nada- le conteste sin cambiar la postura - ¿Vas a quitármela o solo estas jugando?- le dije

¿Cómo demonios había podido decirle aquello?

-¿No te vas a poner a chillar como una cría?- me pregunto a su ves

Estuve a punto de darle un empujón cuando volvió a abrir la boca

-Riko no tarda en llegar- me dijo

No lo pensé si quiera, la simple mención de mi prima me hizo actuar antes si quiera de pensar lo que estaba haciendo, me aleje de Somers caminando hacia la puerta de mi habitación para cerrarla, el la había dejado abierta al entrar y luego había tomado el bajo de la blusa para sacármela de la cabeza y luego dejarla caer desafiante. Somers me miraba fijamente, mortalmente serio

-Podrías buscar en el armario mi pijama- le dije, llevando mis manos al botón de la falda

Somers no apartaba la vista de mi

-¿Que haces?- me pregunto

-Cambiándome- le dije simplemente

Solo entonces se movió para ir hacia mi armario y abrir uno de los cajones, para sacar la pijama verde que había en el, la dejo sobre la cama sin mirarme mientras yo bajaba el cierre

-Vas a necesitar también ropa interior- murmuro entonces aun sin mirarme

-Duermo sin sujetador- le dije simplemente

-Lo se- murmuro el dándome la espalda - dime cuando termines-

-Javier- lo llame

-¿Has terminado?- me pregunto dándose la media vuelta y mirándome fijamente apretando los labios cuando noto que no me había puesto la pijama y que aun estaba en sujetador y la lycra que solía llevar bajo la falda de porristas - ¿Anderson a que estas jugando?- pregunto estaba serio, mortalmente serio

Pero en el tiempo que me había dado la espalda me había dado cuanta de algo, Cris le tenia envidia a Javier, por que era a Javier a quien mi prima veía, Riko me detestaba ahora mas que nunca por que era novia de Javier, y yo era lo que según Cris Javier aun no había conseguido y lo que Cris había intentado ganar primero, no era por las razones adécuelas, ¿Pero no era esa la mejor manera de vengarme?, no solo de Cris, si no también de Riko y de José.

Camine hacia el con lentitud, sintiéndome completamente violenta de estar semidesnuda en frente de el, y que el estuviera quieto y sobre todo por que no despegaba la vista de mis ojos, como si temiera desviarla a otra parte, sabia que me encontraba atractiva ¿Por qué si no se había entusiasmado tanto en las gradas?

-No estoy jugando- le conteste acercándome a el, pasándole y recargando la frente en su pecho -Cris... Cris.. me llevo a la playa- comencé a decirle en voz baja no sabia si el estaba entendiendo - me beso y... y... me llamaba Riko, el pensaba que estaba con Riko- me solté a llorar de nuevo eso escondiendo el rostro en su pecho, dejando que su olor tan característico y diferente al de Cris me tranquilizara.

-Cris es un idiota- murmuro abrazándome -y honestamente no se por que te gusta tanto, como tampoco se como no te diste cuenta antes de que esta loco por tu prima-

-¿Por qué no me lo dijiste?-

-No me habrías creído- me dijo

-Supongo- me sentía tranquila aun que aun sentía las lagrimas en mi rostro

-Ahora, ¿podrías echarte algo encima?- me pregunto
Lance una carcajada

-¿No te gusta la vista?- le pregunte

El me separo de si, tomándome por los hombros y me miro fijamente, en sus ojos había un montón de cosas que no logre descifrar

-Todo lo contrario- me dijo - y no tengo atole en las venas-

¿No era todo demasiado raro? ¿De donde había salido esta extraña camaradería?

Me puse de puntitas para besarlo, si, ahí estaba, la sensación que no había sentido con Cris, pero había lago diferente en este beso, y no lograba saber que era, pero se sentía muy bien, mientras Javier me pegaba mas a su cuerpo y ponía la mano en mi espalda, haciéndome sentir el calor de su piel.

-Será mejor que me vaya- me susurro sin separarse

-No lo hagas- le pedí haciéndome un poco hacia atrás para mirarlo a los ojos

-¿Estas segura de esto?- me pregunto

Había algo ahí, en sus pupilas algo que no había visto jamás ¿era miedo?

-Si- le susurre besándolo de nuevo y casi estuve a punto de sonreír cuando el correspondió a mi beso

¿Qué demonios me estaba pasando?

Notas de la autora

Bueno reitero lo de arriba segundo capitulo mas importante de la historia, espero de verdad que lo hayan disfrutado tanto como yo y pues ya saben espero sus comentarios.

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