Scotty | Leon/Hunnigan | Resident Evil
Título: Scotty.
Fandom: Resident Evil.
Personajes: Leon/Hunnigan.
Palabras: 578
Notas: Post-RE4. Escrito para teniente-ross en umbrella_es
-Así que tu segundo nombre es Scott, agente Kennedy.
-Leon, si no te importa -contestó Leon, frunciendo el ceño. Hunnigan sonrió.
-¿Acaso no te gusta tu nombre, Scotty? -preguntó, tratando de provocar la ira del agente.
-Lo odio.
Aquella conversación lo empezó todo. Fue poco después de los sucesos ocurridos en España. Leon había regresado, sano y salvo y en moto acuática con Ashley, la hija del presidente. Tras una ceremonia muy forma y muy privada (el presidente,su hija, él y al menos una veintena de guardaespaldas) en la que le dieron las gracias y poco más, Leon había vuelto a su antigua vida. Sin ni siquiera un aumento de salario. Seguía rastreando los virus en el mercado negro y trataba de mantener a rajatabla las acciones de Umbrella, o Tricell, o como fuera que se llamasen. Y Hunnigan era siempre su contacto con el gobierno. De hecho, era la persona con la que más contacto tenía; la única que sabía el horror al que se enfrentaba aun sin haberlo vivido y la única que no había seguido un camino distinto, como habían hecho Ada o Claire.
-Buenos días, Scotty -le saludó Hunnigan, como todas las mañanas. También era la única persona en el mundo a quien le consentía que le llamase Scotty. Ni siquiera su madre lo hacía; y no sabía por qué, ya que le ponía enfermo.
Al principio se lo llamaba sólo cuando estaban solos, sin nadie que pudiese oírlo. Pero como él no hizo nada por remediarlo, comenzó a llamarle así en público. Pronto, todos los que le rodeaban comenzaron a llamarle "Scotty". Y por más que él pedía que no lo hicieran, ellos hacían caso omiso. En menos de un mes todo el mundo le llamaba así. ¡No lo podía soportar!
-Ya está bien -masculló, cuando un agente de rango inferior le saludó con un quedo "Qué hay, Scotty". Se dirigió con grandes zancadas al despacho de Hunnigan y entró sin llamar a la puerta. Hunnigan le miró, sorprendida.
-¿Qué maneras son estas, Scotty? -preguntó, enfadada.
-Se acabó -dijo él, tajante-. Toda la oficina me llama Scotty por tu culpa. Exijo una satisfacción.
Hunnigan trató de contener una carcajada.
-¿Una satisfacción? ¿Por qué nunca me pediste que parara? -preguntó. Había dado en el clavo. ¿Por qué? Puede que fuera su innata caballerosidad, o que realmente le daba igual como le llamara Hunnigan siempre que siguiese haciéndolo. Pero no se lo iba a decir.
-¡Y yo que sé! -soltó. Hunnigan le miró encarando una ceja-. Mira, me da igual cómo me llames tú. Pero si no haces que el resto del mundo deje de llamarme Scotty, te aseguro que conseguiré una muestra del virus G y no volverás a dormir tranquila.
Hunnigan, un poco asustada, asintió con rapidez.
-En privado llámame como te plazca, pero de puertas afuera soy "Leon" o "agente Kennedy". Y si no lo consigues en una semana, dispararé al próximo que me llame Scotty. Y sabes que tengo buena puntería -puntualizó. Hunnigan volvió a asentir y Leon se dirigió a la puerta-. Y tenemos una cita. El viernes por la noche, a las ocho. Pasaré a recogerte así que estate preparada.
-¿Sabes donde vivo? -preguntó ella, anonadada.
-Por supuesto -contestó él, sonriendo y guiñándole un ojo. Tenía la mano en el pomo de la puerta cuando Hunnigan le contestó.
-Hasta el viernes, Scotty.
En la oficina, nadie nunca volvió a llamarle Scotty. En privado, Hunnigan jamás volvió a llamarle Leon.
Fandom: Resident Evil.
Personajes: Leon/Hunnigan.
Palabras: 578
Notas: Post-RE4. Escrito para teniente-ross en umbrella_es
-Así que tu segundo nombre es Scott, agente Kennedy.
-Leon, si no te importa -contestó Leon, frunciendo el ceño. Hunnigan sonrió.
-¿Acaso no te gusta tu nombre, Scotty? -preguntó, tratando de provocar la ira del agente.
-Lo odio.
Aquella conversación lo empezó todo. Fue poco después de los sucesos ocurridos en España. Leon había regresado, sano y salvo y en moto acuática con Ashley, la hija del presidente. Tras una ceremonia muy forma y muy privada (el presidente,su hija, él y al menos una veintena de guardaespaldas) en la que le dieron las gracias y poco más, Leon había vuelto a su antigua vida. Sin ni siquiera un aumento de salario. Seguía rastreando los virus en el mercado negro y trataba de mantener a rajatabla las acciones de Umbrella, o Tricell, o como fuera que se llamasen. Y Hunnigan era siempre su contacto con el gobierno. De hecho, era la persona con la que más contacto tenía; la única que sabía el horror al que se enfrentaba aun sin haberlo vivido y la única que no había seguido un camino distinto, como habían hecho Ada o Claire.
-Buenos días, Scotty -le saludó Hunnigan, como todas las mañanas. También era la única persona en el mundo a quien le consentía que le llamase Scotty. Ni siquiera su madre lo hacía; y no sabía por qué, ya que le ponía enfermo.
Al principio se lo llamaba sólo cuando estaban solos, sin nadie que pudiese oírlo. Pero como él no hizo nada por remediarlo, comenzó a llamarle así en público. Pronto, todos los que le rodeaban comenzaron a llamarle "Scotty". Y por más que él pedía que no lo hicieran, ellos hacían caso omiso. En menos de un mes todo el mundo le llamaba así. ¡No lo podía soportar!
-Ya está bien -masculló, cuando un agente de rango inferior le saludó con un quedo "Qué hay, Scotty". Se dirigió con grandes zancadas al despacho de Hunnigan y entró sin llamar a la puerta. Hunnigan le miró, sorprendida.
-¿Qué maneras son estas, Scotty? -preguntó, enfadada.
-Se acabó -dijo él, tajante-. Toda la oficina me llama Scotty por tu culpa. Exijo una satisfacción.
Hunnigan trató de contener una carcajada.
-¿Una satisfacción? ¿Por qué nunca me pediste que parara? -preguntó. Había dado en el clavo. ¿Por qué? Puede que fuera su innata caballerosidad, o que realmente le daba igual como le llamara Hunnigan siempre que siguiese haciéndolo. Pero no se lo iba a decir.
-¡Y yo que sé! -soltó. Hunnigan le miró encarando una ceja-. Mira, me da igual cómo me llames tú. Pero si no haces que el resto del mundo deje de llamarme Scotty, te aseguro que conseguiré una muestra del virus G y no volverás a dormir tranquila.
Hunnigan, un poco asustada, asintió con rapidez.
-En privado llámame como te plazca, pero de puertas afuera soy "Leon" o "agente Kennedy". Y si no lo consigues en una semana, dispararé al próximo que me llame Scotty. Y sabes que tengo buena puntería -puntualizó. Hunnigan volvió a asentir y Leon se dirigió a la puerta-. Y tenemos una cita. El viernes por la noche, a las ocho. Pasaré a recogerte así que estate preparada.
-¿Sabes donde vivo? -preguntó ella, anonadada.
-Por supuesto -contestó él, sonriendo y guiñándole un ojo. Tenía la mano en el pomo de la puerta cuando Hunnigan le contestó.
-Hasta el viernes, Scotty.
En la oficina, nadie nunca volvió a llamarle Scotty. En privado, Hunnigan jamás volvió a llamarle Leon.