Una mota de polvo
Título: Una mota de polvo
Fandom: Stray Sog
Claim: Fultac+Kilka
Advertencias: Fluff y cursileria.
Rating: K
Para|Prompt: mision_insana |Pelusa/Polvo de la Tabla Random 1, la cual a su vez es parte de la Tabla Maestra
Número de palabras:255
Resumen: Unas motas de polvos y las inteminables preguntas de Kilka, bastan para hacer de la vida de Fultac, un infierno.
Una mota de polvo
Kilka miraba con interés y diversión las columnas de luz solar que se filtraban entre las ramas y las hojas del árbol en el que descansaba con su amo Fultac. A sus gestos entusiasmados, no tardó en unírsele una tierna y alegre sonrisa.
-Me pregunto como el sol puede traer a las motitas amarillas -dijo para sí, observando el polvillo que parecía volar alegremente entre las columnas de luz.
Y como su curiosidad es tan grande, la pequeña no aguantó más y fue a despertar a Fultac de su sueño de tarde. El hombre no recibió nada bien aquella pregunta; principalmente porque odiaba que le despertaran.
- ¿Qué son? ¿Qué son? -Preguntó la pequeña con insistencia.
Fultac la miró con molestia antes de responder con mala gana.
-Es polvo, sólo que con la luz se ve -dijo sin borrar el gesto huraño de sus facciones-. Ahora deja de hacer tanto escándalo que quiero dormir…
Pero Kilka no dejó el escándalo, al contrario. Movida por su curiosidad e ingenuidad acorraló a Fultac en el árbol y se sentó en su regazo cual niña pequeña y tierna -a pesar de las protestas y empujones que él le daba- para acosarlo de preguntas sobre el origen, motivos, usos y poderes que el polvo de la luz -como comenzó a llamarlas- tenían. Por todo eso, el día a Fultac le pareció interminable.
Y desde ahora había decidido que no sólo dejarían de dormir cerca de los árboles, sino que también declararía su odio infinito hacía las motas de polvo.
Fandom: Stray Sog
Claim: Fultac+Kilka
Advertencias: Fluff y cursileria.
Rating: K
Para|Prompt: mision_insana |Pelusa/Polvo de la Tabla Random 1, la cual a su vez es parte de la Tabla Maestra
Número de palabras:255
Resumen: Unas motas de polvos y las inteminables preguntas de Kilka, bastan para hacer de la vida de Fultac, un infierno.
Una mota de polvo
Kilka miraba con interés y diversión las columnas de luz solar que se filtraban entre las ramas y las hojas del árbol en el que descansaba con su amo Fultac. A sus gestos entusiasmados, no tardó en unírsele una tierna y alegre sonrisa.
-Me pregunto como el sol puede traer a las motitas amarillas -dijo para sí, observando el polvillo que parecía volar alegremente entre las columnas de luz.
Y como su curiosidad es tan grande, la pequeña no aguantó más y fue a despertar a Fultac de su sueño de tarde. El hombre no recibió nada bien aquella pregunta; principalmente porque odiaba que le despertaran.
- ¿Qué son? ¿Qué son? -Preguntó la pequeña con insistencia.
Fultac la miró con molestia antes de responder con mala gana.
-Es polvo, sólo que con la luz se ve -dijo sin borrar el gesto huraño de sus facciones-. Ahora deja de hacer tanto escándalo que quiero dormir…
Pero Kilka no dejó el escándalo, al contrario. Movida por su curiosidad e ingenuidad acorraló a Fultac en el árbol y se sentó en su regazo cual niña pequeña y tierna -a pesar de las protestas y empujones que él le daba- para acosarlo de preguntas sobre el origen, motivos, usos y poderes que el polvo de la luz -como comenzó a llamarlas- tenían. Por todo eso, el día a Fultac le pareció interminable.
Y desde ahora había decidido que no sólo dejarían de dormir cerca de los árboles, sino que también declararía su odio infinito hacía las motas de polvo.