Título: La risa de Finlandia.
Autor: myself.
Claim: Suecia/Finlandia.
Advertencias: Esto y aquello(?).
Prompt: Bombas.
Para:
musa_hetaliana Link a la tabla.
Éste era el verdadero "Rendición", pero bueno. Papelera de Reciclaje :D
Bombas
Tino rodó sobre la cama, deslizándose sobre las sábanas calientes y mullidas. Su respiración entrecortada escapaba a través de sus labios entreabiertos en jadeos y quejidos, y su rostro ruborizado se giraba de un costado al otro, frotándose las mejillas sobre la almohada de tela, fría en comparación con el ardor de su piel.
Las manos de Suecia se resbalaron una vez más por su torso, a lo largo de sus costillas, y él dobló las piernas, dejándolo caer pesadamente encima suyo.
-¡D-Detente...!- suplicó, resollando en busca de aire, y sus ojos humedecidos por las lágrimas se abrieron para poder ver el rostro de su esposo a apenas un palmo del suyo. -¡D-Detente, por favor!- gimoteó, encogiéndose debajo de él y buscando algo a lo qué aferrarse. -¡¡Por favor!!
Pero Berwald no se detuvo, continuando sobre la marcha y siendo incluso un poco más agresivo.
-Sab's lo que tienes qu'hacer.- lo escuchó murmurar, cerca de sus oídos, y Finlandia sacudió la cabeza.
-¡¡Primero muerto!!
Suecia no respondió, pero se movió aún más de prisa. El aire abandonó por completo los pulmones de Tino en ese momento, entre espasmos, y trató de aferrarse a los hombros de su compañero, moviendo las manos descontroladamente.
-¡¡E-está bien!!- chilló finalmente, entre carcajadas, y los ojos azules del rubio hicieron contacto con los suyos. -¡Me rindo! ¡¡Tú ganas!!
Y entonces, por fin, Suecia se detuvo. Apoyó las palmas de las manos en el colchón de la cama, de rodillas sobre el cuerpo menudo de Finlandia, quien aún resoplaba agitadamente, y le besó la punta de la nariz susurrando algo que sonó a un "¿ves que no era tan difícil?" mientras que Tino recuperaba el aliento.
Él dibujó un puchero en la cara pero se rindió segundos después, dando paso a su sonrisa. No recordaba por qué habían comenzado a "discutir", pero cuando Su lo arrojó sobre la cama y lo atacó en sus puntos más débiles, ambos sabían que más temprano que tarde el más alto iba a ganar: porque para Tino, quien era dueño de una risa fácil, las cosquillas eran como bombas explotando por todo su cuerpo.