Fandom: Fairy Tail.
Personajes: Erza Scarlet, Gray Fullbuster.
Reto: #002
Protección.
Notas: Mi intento de Gray/Erza, se los presento.
Tabla:
Aquí.
No importaba la edad; era una regla que todos los miembros de Fairy Tail debían contribuir al mantenimiento del edificio de esta, y Erza, desde el mismísimo momento en que se les había unido se hizo participe de aquella actividad con gran entusiasmo. Después de todo, Fairy Tail era el sitio donde podía sentirse a salvo, y no había forma de poder demostrar lo agradecida que se sentía de que la hubieran aceptado, a ella, una completa desconocida.
En esa ocasión, se le había asignado ordenar el tablero donde eran colocadas las misiones. No era una tarea difícil por supuesto, y la pequeña era reconocida por su gran cuidado cuando se trataba de la Guild. Mientras hacía su labor dispuso los avisos en orden, de mayor a menos recompensa ofrecida, y fue así que se fijó en uno en particular.
-Nero, el prófugo, ¿verdad? -Erza dio un pequeño salto cuando Gray apareció detrás de ella, espiando por sobre su hombro-. No ofrecen demasiado por él, así que debe ser fácil de atrapar. ¿Quieres intentarlo?
La pequeña se apresuró a colocar el papel en el muro, nerviosa y sonrojada.
-No sé de qué hablas. Y-y el Líder dijo que todavía soy muy joven para aceptar misiones.
-Ah, no deberías hacerle tanto caso al viejo: la manera más fácil de conseguir que te deje tomar misiones es demostrándole que puedes con ellas.
Gray parecía demasiado convencido de lo que decía; tanto, que a Erza le entraron ganas de castigarlo por desacatar las reglas--
-¿D-de verdad? -por su tono de voz, era claro que todavía estaba debatiéndose si debía golpearlo o no.
El niño sonrió.
-Si necesitas ayuda, puedo ir contigo. Ya sabes, para cuidarte y todo.
Erza apretó los labios.
-¡No necesito tu ayuda! -se apresuró a decir, completamente roja. ¿Ella? ¿Necesitar ayuda de un desconocido? Porque hasta ese momento lo único que sabía de Gray era que se trataba de un chiquillo orgulloso y presumido, no había forma de que pudiera confiar en él--
-Pero qué dices… -Gray se había puesto extrañamente serio, llamando la atención de Erza-. Soy un miembro de Fairy Tail y como tal es mi deber preocuparme y prestar ayuda a mis camaradas.
La niña sólo pudo mirarlo, incapaz de poder decir algo.
-Somos camaradas, ¿verdad? -Gray sonrió, acercándose al tablero y tomando el aviso de Nero-. Hey, si nos vamos ahora seguro no notarán nuestra ausencia hasta la cena. ¿Qué dices?
Erza rió. Sin duda tenía mucho que agradecer a Fairy Tail: por fin había encontrado un hogar y una familia.