Superbia de
judi42 La soberbia podía ser un pecado ciertamente peligroso. A diferencia de sus otros seis hermanos, la soberbia nacía de la propia necesidad ególatra de rendirse pleitesía a si mismo. De ahí podían desencadenar otros de los vicios como la envidia por las cualidades de los demás, o la lujuria por el prójimo.
Sí, la soberbia podía ser perfectamente el pecado del hedonista victoriano. El culto a las frívolas banalidades cotidianas, una cotidianidad decadente y subyugada al inminente cambio de siglo. Soberbia propia de cada uno de los que componían la sociedad, desde las altas clases aristocráticas hasta la más baja estirpe condenada a los confines de la ciudad. Soberbia en la hipocresía moral, en el cinismo de los espectáculos que entretenían con realidades duras y por lo general satíricas pero que aún así hacían reír a sus espectadores. Hipócrita el que condenaran lo que tan agradable les hacía reír en las noches.
Soberbia, pecado tan humano como maldito, admirador de virtudes e ignorante de defectos.