La visita inesperada [School 2015, Who are you?] Los festivos cómplices
Título:
Autor: shiorita
Fandom: School 2015, Who are you?
Personaje/Pairing/Grupo: Yi Ahn/Eun Bi
Rating: PG
Resumen: Lo que no se esperaba Yi Ahn cuando decidió comprar el billete de autobús en plena de tarde de Navidad, ese día en que todo el mundo volvía a su casa, es no ser el único al que le dio por hacer aquello.
Advertencias:
Especial de Navidad: Prompt #5
Nota de Autor:
Lo que no se esperaba Yi Ahn cuando decidió comprar el billete de autobús en plena de tarde de Navidad, ese día en que todo el mundo volvía a su casa, es no ser el único al que le dio por hacer aquello. Cuando llegó a Tongyeon, al orfanato donde había vivido Eun Bi tanto tiempo, la inseguridad se hizo dueño de él.
No sólo porque Tae Kwang parecía encontrarse como pez en el agua, rodeado de todos esos niños, sino porque además la complicidad que veía entre ellos le daba la sensación de que no era la primera vez que se veían. Los celos, la sensación de que no había estado a la altura, el miedo de que en ese tiempo Eun Bi hubiera visto a Tae Kwang pero no a él, se le amontonaron en el corazón al ver cómo Tae Kwang resbalaba sobre la nieve, y caía aparatosamente sobre la mitad del campo de batalla que había formado. Eun Bi dio un grito y corrió hacia él, aunque la risa se le escapaba de entre los labios mientras lo ayudaba a levantarse. Y Yi Ahn sólo pudo maldecirse por no haberse dado más prisa: por no haber cogido el autobús antes o por no haber corrido a rescatar a Tae Kwang antes que ella.
-¿Vas a quedarte mirándolos durante mucho más tiempo o vas a saludar de una vez?
Antes de girarse, Yi Ahn ya sabe de quién es esa voz cargada de un tono que suena a amonestación. Para cuando se ha vuelto del todo, tiene la ceja alzada y lo único que es capaz de preguntar suena a sorpresa e incredulidad.
-Eun Byol, ¿qué haces aquí?
-¿No es obvio? Pasar las navidades con la familia de mi hermana.
-Me refiero que qué haces en Seúl y por qué no me has avisado de que venías.
-Mira que pensar que no iba a venir a pasar las navidades en familia...
Lo lógico sería que Yi Ahn sacudiera la cabeza, rodara los ojos y pasara al siguiente tema, pero ver a los niños le ha dado envidia, y hablar con Eun Byol le ha hecho olvidar a Tae Kwang y su propia inseguridad sobre si pinta ahí algo o es mejor que se diera la vuelta. Así que, sin pensar, se agacha y coge un poco de nieve que le lanza a Eun Byol lo suficientemente cerca del pelo, para que esta se enfade. Para que le intente perseguir, para que él eche a correr hacia atrás, para que se meta entre los niños, grandes y pequeños; para que se tropiece con los pies de Eun Bi, que no le ha visto porque estaba de espaldas; para que se caiga al suelo y ella, al perder el equilibrio por el golpe inesperado, choque su cabeza sobre su pecho y los holas y feliz navidad se entremezclen con la alegría de volverse a ver y los nervios de estar tan cerca. Y es al mirar a los ojos de Eun Bi cuando Yi Ahn deja de sentir celos y vuelva a sentirse cómodo consigo mismo, porque viendo cómo ella le mira, pareciera que acaba de regalarle aquel enorme oso de peluche de nuevo.
Autor: shiorita
Fandom: School 2015, Who are you?
Personaje/Pairing/Grupo: Yi Ahn/Eun Bi
Rating: PG
Resumen: Lo que no se esperaba Yi Ahn cuando decidió comprar el billete de autobús en plena de tarde de Navidad, ese día en que todo el mundo volvía a su casa, es no ser el único al que le dio por hacer aquello.
Advertencias:
Especial de Navidad: Prompt #5
Nota de Autor:
Lo que no se esperaba Yi Ahn cuando decidió comprar el billete de autobús en plena de tarde de Navidad, ese día en que todo el mundo volvía a su casa, es no ser el único al que le dio por hacer aquello. Cuando llegó a Tongyeon, al orfanato donde había vivido Eun Bi tanto tiempo, la inseguridad se hizo dueño de él.
No sólo porque Tae Kwang parecía encontrarse como pez en el agua, rodeado de todos esos niños, sino porque además la complicidad que veía entre ellos le daba la sensación de que no era la primera vez que se veían. Los celos, la sensación de que no había estado a la altura, el miedo de que en ese tiempo Eun Bi hubiera visto a Tae Kwang pero no a él, se le amontonaron en el corazón al ver cómo Tae Kwang resbalaba sobre la nieve, y caía aparatosamente sobre la mitad del campo de batalla que había formado. Eun Bi dio un grito y corrió hacia él, aunque la risa se le escapaba de entre los labios mientras lo ayudaba a levantarse. Y Yi Ahn sólo pudo maldecirse por no haberse dado más prisa: por no haber cogido el autobús antes o por no haber corrido a rescatar a Tae Kwang antes que ella.
-¿Vas a quedarte mirándolos durante mucho más tiempo o vas a saludar de una vez?
Antes de girarse, Yi Ahn ya sabe de quién es esa voz cargada de un tono que suena a amonestación. Para cuando se ha vuelto del todo, tiene la ceja alzada y lo único que es capaz de preguntar suena a sorpresa e incredulidad.
-Eun Byol, ¿qué haces aquí?
-¿No es obvio? Pasar las navidades con la familia de mi hermana.
-Me refiero que qué haces en Seúl y por qué no me has avisado de que venías.
-Mira que pensar que no iba a venir a pasar las navidades en familia...
Lo lógico sería que Yi Ahn sacudiera la cabeza, rodara los ojos y pasara al siguiente tema, pero ver a los niños le ha dado envidia, y hablar con Eun Byol le ha hecho olvidar a Tae Kwang y su propia inseguridad sobre si pinta ahí algo o es mejor que se diera la vuelta. Así que, sin pensar, se agacha y coge un poco de nieve que le lanza a Eun Byol lo suficientemente cerca del pelo, para que esta se enfade. Para que le intente perseguir, para que él eche a correr hacia atrás, para que se meta entre los niños, grandes y pequeños; para que se tropiece con los pies de Eun Bi, que no le ha visto porque estaba de espaldas; para que se caiga al suelo y ella, al perder el equilibrio por el golpe inesperado, choque su cabeza sobre su pecho y los holas y feliz navidad se entremezclen con la alegría de volverse a ver y los nervios de estar tan cerca. Y es al mirar a los ojos de Eun Bi cuando Yi Ahn deja de sentir celos y vuelva a sentirse cómodo consigo mismo, porque viendo cómo ella le mira, pareciera que acaba de regalarle aquel enorme oso de peluche de nuevo.