Los días de otoño eran para él un motivo de asco, ver a toda esa gente comprando regalos para navidad era por lo mas irritante, Sasuke miró con recelo a un hombre rechoncho, vestido de rojo y con una gran barba blanca ridícula, pasó de largo, evitando todo contacto con ese ser.
Odiaba esas fechas, las odiaba con todo su ser, porque se sentía tan solo e incomprendido, porque no la tenía a ella a su lado. Entró a una cafetería, estaba repleta de gente alegre, parejas riendo y adolescentes charlando, quiso darse la vuelta y marcharse, pero la voz de ella le hizo detenerse.
"Bienvenido Señor Uchiha, ¿Qué se le apetece?"
Siendo de la familia en la que venía, el temer a un rechazo era estúpido.
"Miénteme"
La chica lo miró con duda en sus ojos.
"Dime que soy el único hombre en el que piensas, miénteme y dime que no tienes a nadie"
Simples palabras para no sentirse solo en esas fechas, palabras que quería que fueran verdaderas.
Los días de otoño eran para él un motivo de asco, ver a toda esa gente comprando regalos para navidad era por lo mas irritante, Sasuke miró con recelo a un hombre rechoncho, vestido de rojo y con una gran barba blanca ridícula, pasó de largo, evitando todo contacto con ese ser.
Odiaba esas fechas, las odiaba con todo su ser, porque se sentía tan solo e incomprendido, porque no la tenía a ella a su lado. Entró a una cafetería, estaba repleta de gente alegre, parejas riendo y adolescentes charlando, quiso darse la vuelta y marcharse, pero la voz de ella le hizo detenerse.
"Bienvenido Señor Uchiha, ¿Qué se le apetece?"
Siendo de la familia en la que venía, el temer a un rechazo era estúpido.
"Miénteme"
La chica lo miró con duda en sus ojos.
"Dime que soy el único hombre en el que piensas, miénteme y dime que no tienes a nadie"
Simples palabras para no sentirse solo en esas fechas, palabras que quería que fueran verdaderas.
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