Fic: A Winchester’s thing

Feb 13, 2011 04:55




Todo empezó con una...mas bien por una casualidad. Estaban cazando un Malboro en baja California, el sol era horroroso, y la criatura ya había matado tres victimas desde que habían llegado allí, Dean estaba jodidamente frustrado, hasta las pelotas del bicho, y Sam...pues Sam no se había quejado un momento, estaba tan feliz con volver a la caza de nuevo que no se quejaba, aunque era claro que no se sentía bien con las muertes que no había podido evitar, estaba muy emocionado por la criatura que enfrentaban.

- Es que joder Dean, ¡Un Malboro! En serio nada mejor que esto…

Y Dean con su cara de “¿Qué coño te pasa mojigato de mierda?” pero sin decir nada, mas que la dirección y como matarlo, que según Sam era un poco decepcionante matar una criatura así.

Pero aun así había estado de acuerdo, luego de que habían notado que el monstruo solo mataba jovencitas que recién acaban de perder la virginidad.

Así que todo fue una casualidad, un poco grande, y extraña, pero casualidad al fin. La criatura se movía rápido para ser tan grande, joder que casi volaba, y ahora se estaban ocultando en un pequeño cajón de basura, esperando que la cosa no les encontrara, y como por casualidad, por que todo fue así, Dean bajo la mirada a su hermano, ambos agachados sobre el metal sucio, y fue así como lo vio. Al principio no sabía que carajo era, ni siquiera paso por su mente que seria “eso”. Así que se inclino un poco hacia delante, observando con atención, el pequeño trozo de tela que sobresalía del pantalón de Sam.

- ¿QUE MIERDA ES ESA? - grito, tan fuerte que Sam salto hacia delante, pegándose un coscorrón con el metal que duraría probablemente toda una semana y por supuesto….

- ROARRRRRRRRRRRRR… - el monstruo

Después de eso todo fue muy confuso, Sam empujándolo fuera del “escondite” y luego ambos corriendo por la calle desierta de esa parte del pueblo, con una planta gigante pisándoles el culo mientras huían despavoridos, bueno Dean, por que Sam tenia una sonrisa y no dejaba de voltear como un friki atrás, emocionado de que el Malboro los persiguiera, ya Dean se encargaría de meterle un golpe en la frente por idiota.

Cuando lograron salir de la oscuridad y llegar a un claro en un bosque Dean no sabia si sentirse seguro o no. Sam se apoyo sobre sus rodillas antes de voltear a buscar el monstruo que no se podía ver por ningún lugar cerca de allí.

- Wow, nos salvamos. - respiro agitadamente, subiendo con una mano sus pantalones de manera distraída.

- Si…eso… - susurro Dean, mirando la mano de Sam y recordando la razón por la que había gritado, su cuerpo llenándose de una ira que nunca pensó que sentiría. - No me habías dicho que eras gay. - menciono como cuando se habla del clima, de pasada, una manera de crear conversación.

- ¿EH? - pregunto Sam asombrado, girándose a su hermano. - No soy gay. - afirmo, mirando enfadado a Dean.

- ¿Ah no? - pregunto de manera irónica, pero su rostro no perdiendo esa expresión severa.

- No se de que hablas, Dean. - respondió Sam, cruzándose de brazos.

- Estoy muy seguro que lo sabes. - la voz de Dean comenzó a sonar peligrosa para Sam, que frunció el entrecejo.

- ¿te molesta tener un hermano gay? - pregunto, molestándose con Dean a tal punto que ya ni quería verle a la cara. - Esto es por lo que no te lo dije.

- No es eso de lo que esto se trata. - su voz se ablando un poco al notar el enfado en su hermano menor. - Puedo aceptar  que seas gay, me importa una mierda a quien te folles…pero…pero...

- ¿Pero que Dean? ¿No puedes tolerar que a tu hermano le guste que le den por el culo?  - pregunto, sonriendo malicioso hacia Dean, aunque no podía evitar sentir molestia.

Dean intenta contestarle, pero no sabe que diablos decir a eso, no tiene puta idea de que decir a eso, ni de cómo explicar que sus mejillas se caliente y sus manos suden. Afortunadamente el rugido del  monstruo les detuvo, haciéndoles correr de nuevo.

Esa noche, o el resto de ella, fue extraña para ambos Winchester, que apenas y se bañaron cayeron como pelmazos en las camas de agua del motel de mierda de turno. No fue sino hasta el mediodía siguiente cuando Dean regresaba a la habitación que Sam y el se vieron por primera vez desde aquel  incidente, Dean traía el periódico y el desayuno para ambos.

- Soy homosexual desde que puedo recordar Dean…nunca me gusto Jess…pero ella lo sabia…y luego las otras chicas…solo fue para aparentar… - le escucho el mayor a Sam susurrar.

- Eso no es lo que me molesta. - respondió Dean, poniendo la comida en la mesa y sacando un taco y una cerveza para acomodarla en la mesa y sentarse.

- Entonces ¿Qué  es? - inquirió Sam sentándose a la mesa también, tenia treinta  años, no tenia por que sentirse como un niño pequeño con Dean, pero aun así no podía evitar sentir que el rechazo de Dean en esa parte tan importante de su vida le doliera, era su hermano mayor después de todo.

- Levántate. - escucho a su hermano ordenarle, viendo como este se cruzaba de brazos, con expresión amenazante. - Dije que te levantes Sam.

- ¡No! - gruño cruzándose de brazos el también.

- Bien. - Dean hizo algo que le sorprendió, abrió el periódico y se puso a leer.

- ¿No vas a decirme? - pregunto Sam sin dejar de observar la expresión concentrada de su hermano.

- …

- Dean…

- …

- No puedes ignorarme toda la vida…

- …

- Dean…

- …

- Bien.

Ese fue el final de esa discusión por ahora.

Era tarde en la noche dos días después del suceso, Sam tenia ceniza en el cabello y Dean tenia baba venenosa por todo el pecho, afortunadamente sobre la ropa.

- Deberías quitarte eso. - dijo Sam, poniendo sus manos sobre su hermano para ayudarle a quitársela, preguntándose por que le temblaban tanto las manos.

- Esta bien, ya me la quito yo. - gruño Dean apartándole las manos. - Oye Sam… - comenzó a decir Dean.

- ¿Qué? - pregunto el Winchester mientras se sacudía el cabello largo que casi le llegaba por los hombros.

- Creo que deberías afeitarte. - y dios suena tan marica diciendo eso, que hasta le provoca meterse una bala entre las cejas pero…tiene razón.

- ¿Qué? No voy a afeitarme, me gusta mi cabello así. - gruño peinándose hacia atrás.

Dean suelta una risita.

- Tú cabello no, perra, me refiero a tu barba. - indico señalándose su propia barbilla con su mano.

Sam se acaricio la barbilla, sintiendo que de verdad comenzaba a crecerle de manera exagerada.

-  ¿Por qué? - pregunto, mas por curiosidad que por otra cosa.

- Pues por que me hace sentir viejo…prefiero que andes con tu cara de bebe por ahí. - le gruñe Dean, alejándose hacia el Impala, dejando a Sam haciendo un puchero mientras no deja de tocarse el rostro.

- Cretino.

- Tenemos un caso. - anuncio Dean entrando en el nuevo motel, este no tenia camas de agua, de hecho solo tenia una cama que Sam se rehusaba a compartir con su hermano, así que había terminado durmiendo en una colchoneta en el piso…

- Creo que tiene chinches - le dijo a su hermano mientras se rascaba el culo.

- No seas mujercita Sam, ¿Qué es lo peor que puede pasar? - pregunto con una risita desde la cama, desnudo en toda su gloria como tenia décadas no dormía, aunque la palabra década estaba totalmente prohibida en su diccionario.

- ¿Qué me piquen el…? ¿Sabes que? Vete a dormir y déjame en paz.

- Buenas noches Sam.

- Jodete.

Lo primero que ve Dean al entrar es a Sam con su carita de bebe, totalmente afeitado y sonríe, han pasado una semana y afortunadamente Sam ha vuelto a afeitarse, eso es buena señal.

- ¿Un caso? - pregunta Sam, levantándose de la cama donde había estado viendo televisión.

- Si, un caso…”De acuerdo a James McAvoy, la criatura que lo ataco tenia alas y era gigante como un pterosaurio, con filosos dientes y una especie de cola” eso es raro para mi. - termino lanzándole el periódico a Sam.

- “El señor McAvoy esta internado en el hospital militar de Ohio, debido a su condición de soldado retirado…” wow…tiene sesenta años Dean. - señala Sam alzando las cejas y viendo a su hermano.

- ¿Y? - pregunta, como un idiota según Sam, que solo niega con la cabeza.

- ¿Y?

- Si, ¿Y? eso dije no me copies. - gruño sentándose a la mesa.

Sam le dio una mirada de reproche.

- Puede que solo este loco.

- ¿Eso es todo lo que tienes que decir?

- Si Dean.

- Bien, tenemos un caso. Ahora mueve tu culo, tenemos que ir a la casa de ese viejo patriota. - anuncio, comenzando a desnudarse para cambiarse a su traje de federal.

Sam suspiro y se metió al baño. Y como la primera vez, volvió a pasar por casualidad.

Dean abrió la maleta de Sam para buscar un poco de colonia pija que su hermano se ponía por todo el cuerpo y que hacia hormonar a cualquier cosa que tuviera un coño.

Fue así como la encontró. Tomándola entre sus manos nerviosamente, preguntándose si estaría limpia, cuantos años Sam llevaba con ella, cuanto tiempo había pasado usando esa cosa bajo su nariz.

- Dean ¿Tienes shampoo nuevo? - escucho a Sam preguntar desde la ducha.

Dean carraspeo, nervioso, guardando todo en  el bolso de Sam.

- Eres una mujer Sam, es el puto sexto shampoo que te gastas estos dos meses. - gruño Dean sacando el shampoo de repuesto de su maleta.

- ¡Claro que no! - gruño en su defensa el menor saliendo del baño. Dejando a Dean con la boca por el suelo.

- ¿Qué mierda es esa? - pregunto palabra por palabra.

Sam no puede hacer nada mas que verle…normal, calmado y sereno.

- Se llama gorro Dean, usualmente lo usamos para no mojarnos el cabello. - explica, tomando el shampoo de la mano de su estupefacto hermano y entrando de nuevo al baño, liberando su cabello del gorro de plástico.

Dean no puede creerlo. Pero tienen un caso y necesitan ocuparse de el.

Pasan cuatro días intentando salir de allí, de ese pueblo que comienza a enfermarles, el problema es que no consiguen a la criatura, y cuando hablan por cuarta vez con el anciano este le dice que en realidad se engancho con una rama y eso causo la grave herida. Dean casi lo mata, pero Sam le detiene.

Ahora están en un caso mas difícil, cazando una bandada de cuarenta vampiros, por ahora llevan diez muertos, pero uno de ellos es un antiguo y ha logrado que le persigan por tres pueblos, así que así es como terminan en Canadá, pasando ilegalmente la frontera y dejando el Impala, con gritos y lloriqueos de parte del mayor Winchester por que hay que decirlo todo, en casa de una amigo de Bobby.

Así es como llegan a Ottawa, con pasaporte falso y Sam con las rodillas temblándole, si aun, por que están en un puto circo de payasos. Es muy tonto, y Dean aun se descojona de la risa que le da, pero Sam no por eso les tiene menos miedo.

- Vamos Sam, no seas marica, de acuerdo a Rufus esas cosas se esconden aquí…así que cuidado… - le advierte señalando a un payaso que se acerca, haciendo que Sam se paralice un poco.

- Dean…no creo que estén aquí… - dice sin apartar los ojos del payaso.

- Oh vamos… - se ríe el menor dándole una nalgada que deja al menor mas aterrado aun, con sus piernas temblándole.

Matan a los tres vampiros que se escondían allí, y Sam termina con una cortada fea en el brazo, cortesía del asqueroso vampiro que se disfrazaba de payaso, al cual Sam le corto la cabeza temblando un poco.

- Tienes treinta Sam.

- Cállate Dean.

- Algunas veces desearía tener una vida normal… - susurra Sam, mientras se cose la herida, sin darse cuenta de la mirada que Dean le da.

- ¿Algunas veces? - le escucha preguntar, pero no puede verle por que esta a su espalda.

- Si…veces como esta…me gustaría tener una casa a la que volver…y poder dormir en una cama normal…ya sabes…solo digo…es estúpido. - masculla, levantándose para tomar el licor y rociarse un poco en el brazo.

- Podríamos tenerlo… - escucha decir a Dean, y eso a Sam le deja bastante sorprendido.

- ¿En serio? ¿Hablas en serio? - pregunta, con esa vocecita que a Dean le retuerce el corazón de amor, pero que nunca dirá por que el no es una mujer.

- Claro, así podrías esconder tus tangas en un lado donde yo no las vea. - dice como de pasada, quitándose la chaqueta manchada en sangre y entrando al baño, sin molestarse en cerrar la puerta por que total solo va a lavar la chaqueta en el lavamanos.

Sam queda estupefacto, ni siquiera sabe que decir, y es cuando recuerda el suceso en el caso del Malboro.

Ambos estaban inclinados en aquel sucio y oxidado metal, Sam estaba de espaldas a Dean, podía sentir la respiración agitada de su hermano, y luego de un momento de silencio en el que Sam intentaba escuchar donde estaba o hacia donde se dirigía el asqueroso y babeante Malboro, y justo cuando creía haberlo escuchado, Dean había pegado semejante grito que le había hecho golpearse contra el metal.

Ahora Sam sabia lo que Dean había visto, su tanga negra, la que se había puesto por que según Dean, tenían esa noche libre, noche que Sam planeaba salir a algún bar gay o algo, a escondidas claro, tampoco es que ligara con nadie, a Sam solo le gustaba…bailar, dejarse llevar por la música, y si alguien se ofrecía a darle una noche romántica, Sam no se negaba, pero el no era de tener sexo con el primer hombre que se le atravesara. A menos que fuera como el ultimo tipo que le follo, hace añales, cuando estaba en la universidad, si así de tiempo tenia Sam sin follarse a un hombre.

El punto es que Dean…Dean solo ha hecho un comentario…lo que debería ser bueno… ¿o no?, Sam quiere creer que si, aunque es jodidamente difícil, por que ahora sabe que la razón del enfado de Dean es por que el usa…bueno eso…una tanga o hilo o como le llamen, no hay una razón especial, solo sabe que un día le dio curiosidad y se la coloco, una de color azul, suave y que le apretaba las caderas dolorosamente, eran de Jess, y a Sam le gusto como se sentía contra su piel.

Desde ese primer dia decidió probar diferentes tipos de telas, incluso diferentes tipos de ropa interior, no era como si Sam fuera marica y le gustara sentirse mujer, solo le gustaba la sensación contra su piel, nada mas eso.

Pero cuando creía que tenia una forma para rebatir a Dean, su cuerpo se paralizo de nuevo, de manera dolorosa recordó todas las razones por las cuales su hermano le llamaba niña, mujer o sencillamente marica.

- ¿Vas a quedarte ahí todo el día? - pregunto Dean, llevaba un pantalón piyama, que Sam había comprado, y le habían vendido uno de mas, el cree que es por que la dependienta pensó que estaba coqueteando con ella por que le dijo que el primer pantalón que le había mostrado era demasiado pequeño…con señales hacia su polla y las mejillas ligeramente sonrojadas, así que por eso le vendieron dos.

- ¿Eh? - pregunto saliendo de sus pensamientos, mirando a su hermano.

- Que te vallas a bañar maloliente… - gruño Dean dándole una palmada para que se moviera.

Sam fue a moverse, pero movió las rodillas mal, así que ambos terminaron en el piso, en una posición de lo mas comprometedora, de esas de las que Dean diría “Una palabra y te descuartizo mocoso de mierda (gigantor, sasquastch, cabrón, perra)”, Sam intenta levantarse pero su brazo herido no se lo permite, y su polla esta contra ese suave culo cubierto ligeramente por la tela de algodón.

- Maldito gigantor…me aplastas…quítate… - escucha gruñir a su hermano, pero se siente bien allí, se siente jodidamente bien.

- Estoy cansado…y me duele el brazo.

- ¡Levántate! - con ese ultimo rugido Dean tira a Sam a un lado y se levanta para irse a la cama.

Continua.

Sientase libres de aportar situaciones a este fic, las que quieran y yo las agregare, ya que este fic es como una recopilacion de todo lo wincest que pase por mi cabeza xDDD espero les haya gustado.

~serie: crackcest, *pareja: wincest, /kink: panties, +fandom: supernatural, =fics

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