Primer beso- Harry Potter- James/Sirius
Reto: Primer beso
Fandom: Harry Potter
Claim: James Potter/Sirius Black
Personajes: Idem
Nº de palabras: 460
Notas: Pedido por neyade , pero dedicado a maiteazul .
Advertencias: Slash.
- No puedo, Canuto.
Sirius se detuvo en seco. Respiró hondo y contó de diez a cero en alemán. Lo hubiera hecho en sirenio, pero no sabía. Había contado con que habría contratiempos, y había planeado como solucionarlos- curiosamente, la mitad de las hipotéticas soluciones incluía un Snape con calzones rosados del revés colgando de las ramas más altas del Sauce Boxeador, aunque solo fuera para darle ánimo a James. Pero, ¿esa? No, esa complicación si que no hubiera podido preverla. Nada en el mundo podría hacer que dejara de querer a James, pero, sinceramente, había veces en que este lograba poner a prueba su cariño.
- ¿Cómo que no puedes? Joder, Cornamenta, ¿cómo que no puedes?
Potter se sentó en el borde de su cama, tembloroso. Parecía a punto de largarse a llorar. Sirius sintió ganas de llorar él también.
- Mira si lo arruino todo. No, no puedo. ¡No puedo hacerlo!
James escondió la cabeza entre las almohadas, como un crío. Sirius sintió que le ardían en las entrañas las ganas de sacudirlo de las orejas, como a un crío.
- Escúchame, James, si no tienes nada, ¿qué es lo que puedes perder? El que no arriesga no gana, amigo.
- Bueno, pero quizás podría ir lentamente, y…
Black bufó.
- James, era noviembre de primer año cuando le dijiste que eras el hombre de su vida y ella te respondió que preferiría que la comiera el Calamar Gigante. Llegaste un poco tarde para ir lento, Cornamenta. Además, ¿qué es lo que crees que puede salir tan mal?
James asomó la cabeza tímidamente entre las almohadas. Por primera vez, podría decirse que parecía un ciervo asustado.
- Tengo miedo de ser espantoso al besarla y arruinarlo todo.- Susurró apenas con un hilo de voz.
Sirius no pudo contener una carcajada. James le lanzó un almohadón a la cara, ofendidísimo.
- ¡Pero que estúpido eres! Apuesto mi brazo de la varita a que eres el segundo mejor besador de todo Hogwarts. No el mejor, claro, porque ese evidentemente soy…- otro almohadonazo.
- Pero… ¿y si no es así, Sirius?
Ojos de ciervo asustado nuevamente. Sirius sintió ganas de rascarle el cuero cabelludo hasta que volviera a sonreír. Se acercó lentamente y lo besó con parsimonia en los labios, suave y discreto, sin mucho aspaviento. Apretó levemente labio contra labio y recorrió con su lengua las comisuras de su boca. Extendió el contacto apenas unos segundos, no le dio tiempo a James a reaccionar.
- El mejor besador de Hogwarts declara que su aprendiz está apto para lanzársele encima a la chica de sus sueños. Cambio y fuera.
Y mientras salía del cuarto como si nada hubiera sucedido, Sirius sentía el extraño deseo de que su aprendiz realmente necesitara lecciones.
Fandom: Harry Potter
Claim: James Potter/Sirius Black
Personajes: Idem
Nº de palabras: 460
Notas: Pedido por neyade , pero dedicado a maiteazul .
Advertencias: Slash.
- No puedo, Canuto.
Sirius se detuvo en seco. Respiró hondo y contó de diez a cero en alemán. Lo hubiera hecho en sirenio, pero no sabía. Había contado con que habría contratiempos, y había planeado como solucionarlos- curiosamente, la mitad de las hipotéticas soluciones incluía un Snape con calzones rosados del revés colgando de las ramas más altas del Sauce Boxeador, aunque solo fuera para darle ánimo a James. Pero, ¿esa? No, esa complicación si que no hubiera podido preverla. Nada en el mundo podría hacer que dejara de querer a James, pero, sinceramente, había veces en que este lograba poner a prueba su cariño.
- ¿Cómo que no puedes? Joder, Cornamenta, ¿cómo que no puedes?
Potter se sentó en el borde de su cama, tembloroso. Parecía a punto de largarse a llorar. Sirius sintió ganas de llorar él también.
- Mira si lo arruino todo. No, no puedo. ¡No puedo hacerlo!
James escondió la cabeza entre las almohadas, como un crío. Sirius sintió que le ardían en las entrañas las ganas de sacudirlo de las orejas, como a un crío.
- Escúchame, James, si no tienes nada, ¿qué es lo que puedes perder? El que no arriesga no gana, amigo.
- Bueno, pero quizás podría ir lentamente, y…
Black bufó.
- James, era noviembre de primer año cuando le dijiste que eras el hombre de su vida y ella te respondió que preferiría que la comiera el Calamar Gigante. Llegaste un poco tarde para ir lento, Cornamenta. Además, ¿qué es lo que crees que puede salir tan mal?
James asomó la cabeza tímidamente entre las almohadas. Por primera vez, podría decirse que parecía un ciervo asustado.
- Tengo miedo de ser espantoso al besarla y arruinarlo todo.- Susurró apenas con un hilo de voz.
Sirius no pudo contener una carcajada. James le lanzó un almohadón a la cara, ofendidísimo.
- ¡Pero que estúpido eres! Apuesto mi brazo de la varita a que eres el segundo mejor besador de todo Hogwarts. No el mejor, claro, porque ese evidentemente soy…- otro almohadonazo.
- Pero… ¿y si no es así, Sirius?
Ojos de ciervo asustado nuevamente. Sirius sintió ganas de rascarle el cuero cabelludo hasta que volviera a sonreír. Se acercó lentamente y lo besó con parsimonia en los labios, suave y discreto, sin mucho aspaviento. Apretó levemente labio contra labio y recorrió con su lengua las comisuras de su boca. Extendió el contacto apenas unos segundos, no le dio tiempo a James a reaccionar.
- El mejor besador de Hogwarts declara que su aprendiz está apto para lanzársele encima a la chica de sus sueños. Cambio y fuera.
Y mientras salía del cuarto como si nada hubiera sucedido, Sirius sentía el extraño deseo de que su aprendiz realmente necesitara lecciones.