Drabblethon XXXIII
Fandom: Harry Potter
Paring: Alice/Lily
Prompt: Varita
Advertencias: Femslash. Lime.
Extensión: 189 palabras- que hacen un total de 9282 para el dekasem .
Sinceramente, cada vez que pensaba en aquel incidente, Lily Evans no podía evitar sonrojarse. Bueno, pero no era su culpa, ¿no? Sinceramente, Alice se lo había buscado.
(Y prefería ni pensar en el hecho de que era casi un sacrilegio, y en que la profesora McGonagall no volvería a dirigirle la palabra si el acontecimiento se volvía de público conocimiento.)
Es que nadie podría comprender verdaderamente el por qué lo había hecho. Nadie había disfrutado a Alice del modo que ella lo había hecho. Nadie había tenido a la Prefecta de séptimo año de Hogwarts desnuda en un aula vacía, sentada en un banco, con la espalda sudorosa apoyada contra la pared, retorciendo, gimiendo, mordiendo, extasiada de placer. Nadie más que Lily la había visto en esas condiciones. Nadie más que Lily había recibido los besos lascivos con mucha lengua y poco labio, nadie más que Lily había sufrido- y disfrutado al mismo tiempo- el cuerpo lleno de mordidas lujuriosas y anhelantes.
Por lo tanto, nadie podía saber si él mismo no hubiera llegado al extremo de penetrarla con la varita en un arrebato de pasión, ¿no es cierto?
Paring: Alice/Lily
Prompt: Varita
Advertencias: Femslash. Lime.
Extensión: 189 palabras- que hacen un total de 9282 para el dekasem .
Sinceramente, cada vez que pensaba en aquel incidente, Lily Evans no podía evitar sonrojarse. Bueno, pero no era su culpa, ¿no? Sinceramente, Alice se lo había buscado.
(Y prefería ni pensar en el hecho de que era casi un sacrilegio, y en que la profesora McGonagall no volvería a dirigirle la palabra si el acontecimiento se volvía de público conocimiento.)
Es que nadie podría comprender verdaderamente el por qué lo había hecho. Nadie había disfrutado a Alice del modo que ella lo había hecho. Nadie había tenido a la Prefecta de séptimo año de Hogwarts desnuda en un aula vacía, sentada en un banco, con la espalda sudorosa apoyada contra la pared, retorciendo, gimiendo, mordiendo, extasiada de placer. Nadie más que Lily la había visto en esas condiciones. Nadie más que Lily había recibido los besos lascivos con mucha lengua y poco labio, nadie más que Lily había sufrido- y disfrutado al mismo tiempo- el cuerpo lleno de mordidas lujuriosas y anhelantes.
Por lo tanto, nadie podía saber si él mismo no hubiera llegado al extremo de penetrarla con la varita en un arrebato de pasión, ¿no es cierto?