“He how dares at all
must dare at all
But now hold me,
I’m breaking…”
Luna llena en tauro
I
Luna llena en tauro. Viajan, arremeten a un nuevo destino. Las hojas han caído.
Todos estamos compuestos de roturas y sueños perdidos, desechos como la estructura de una vela al consumirse. La cera hierve. El vapor de café aromatiza la habitación recién abandonada. Se estrena su nueva condición y se prepara para recibir al polvo y a sus nuevos habitantes de tantas patas como los años ocupados.
La luna llena en tauro. Ellos la miran. No hay destino referido. Ir allá o acá nunca tuvo un referente fijo. Ella y sus deícticos vacíos. Ella y su incertidumbre. La estabilidad se ha perdido, las ruedas del autobús la dejan lejos. Dónde, es una palabra vacía. Sólo se dirigen.
Sola se dirige.
II
- Mira la luna. Si no la ves, ponte los lentes- insiste. Él, miope, la obedece.
Ella lo guía
ella es la luna
de otoño.
III
Otros otoños sólo yacían en la cama, deseando. No deseaban algo particular, sólo deseaban. Y siempre la inexactitud. El cuadro de la niñez inclinado veinticinco grados. La arena regada y el océano desbordado.
- Sí, te irás -dijo ella, mientras se vestía -. Quedarás tú, tu olor y brisa en mis sábanas guindas por un tiempo indefinido. Hasta que me reconstruya y flote. A tus brazos. No me refiero a ti , sino a los míos , sino a mí . Ante ti , sólo soy un espejo . Soy y somos la misma entidad: l o que tú eres. Y sólo ante ti, yo puedo ser yo. Esa noción de otredad nos define como individuos. “Je est un autre” dijo el poeta que me recibirá en el infierno. Ese poeta serás tú, el otro.
Y como siempre, él entendió.
IV
Recargar su cabeza en el hombro ajeno.
No puede caer.
Se sostiene.
Te sostiene.
V
Luna llena en tauro; se quiebra. Y ansía, por un momento, ser abrasado por el calor asfixiante del sol. Un brazo con la suficiente fuerza
para r e u n i r
las
es
tre
llas
y recrear la unidad primigenia el universo.
- Un día, desconozco cuándo, lo que se creó con una explosión, se retraerá y morirá. Se volverá uno y, al concentrar toda la energía en un átomo, explotará de nuevo -le dice él, intentando acortar el tiempo.
- Como un orgasmo.
- Sí, pero sin final.
- El universo es un orgasmo indefinido, infinito, inalcanzable.
- Así es. Así -dijo, volteando a verla. Ella lloraba.
¿Lloraba por la fragilidad de la vida, la inminente destrucción, la pequeña partícula que somos?
No, lloraba porque el universo estaba sólo y sólo podía lograr un orgasmo masturbándose cada tantos millones de años. Y eso le entristecía: porque, sólo con la ayuda de la contracción del universo, sólo en millones de años de espera, ella explotaría de sangre como lo hizo una vez junto a él.
VI
Luna llena en tauro. Sólo el conductor llega a su destino. Ellos sólo descienden.
- ¿Dónde estamos?
- En el inicio. ¿O el final?
Sólo ella sonríe.