Título: Máscaras.
Fandom: Harry Potter
Pairing: Harry/Draco
Tabla:
Dotación anual de crackReto: #3 Máscaras.
Palabras: 484
Advertencias: Slash.
Notas de autor: Participa en el
quinesob .
Te miras al espejo y te das cuenta de que no reconoces a la persona que te devuelve la mirada. Eres un completo desconocido para todo el que te rodea y es terrible notar que ni siquiera tú mismo te conoces.
Años convenciéndote de que la vida que llevas es perfecta, de que no necesitas nada, de que lo tienes todo e incluso más. Te crees superior a quienes diariamente se cruzan en tu camino. Muggles, sangre sucias, mestizos, traidores a la sangre. Ninguno de ellos puede considerarse digno de tu presencia, pocos son lo que tienen ese honor.
Cuando pequeño era como si tu padre fuera Dios: y su palabra, la ley. Nada se le discutía, nada de lo que él dijera podía ser puesto en duda. Y no era necesario, porque no lo dudabas tampoco.
No conoces la felicidad. Tu padre decía que era el premio de consuelo de los débiles, que los hombres fuertes como ustedes no la necesitaban. Cuando le diste alas a tu mente y empezaste a pensar por ti mismo, descubriste que todo eso era mentira.
Y se lo debes todo a Hogwarts. Porque la influencia de tu padre, al igual que los intrusos, no puede penetrar las gruesas murallas del castillo. Porque es el primer lugar que pisas donde no importa ni tu apellido ni cuan pura es tu sangre, sino que vales solo por lo que eres. Y porque conocerlo a él te demostró que nada de lo que considerabas verdadero era cierto.
Harry te hizo descubrir que el orgullo, la mayoría de las veces, puede jugarte en contra; que la amistad desinteresada no sólo existe, sino que también suele darse frecuentemente; que lágrimas no siempre es sinónimo de debilidad; y que el amor es la más fuerte de las armas.
Porque todas tus teorías se caen a pedazos cada vez que los observas. Miras cómo se ríen y descubres que te encantaría poder reír tan naturalmente, sin sarcasmos camuflados, te encantaría pero no sabes cómo. Y te gustaría también poder tener en alguien la confianza que se ve que hay entre ellos. Y hay veces en que incluso te gustaría poder ser otra persona, un Draco Malfoy diferente, renovado. Sientes que nada de lo que muestras refleja tu interior, la persona que eres en realidad, esa persona que por tantos años ha permanecido escondida y ahora lucha por salir.
-¿Draco? -oyes que te llaman desde tu habitación y sonríes; luego te asombras, porque eso ha sido una sonrisa de felicidad, una sonrisa de verdad. Te dices que es algo bueno, comienzas al fin a ser alguien natural. Y, en el fondo, sabes que todo es gracias a la persona que acaba de despertarse en tu cama. Porque a Harry le gustó el Draco que vio después de haber derrumbado tus barreras y haberte quitado el antifaz, y te demostró que, en realidad, nunca fueron necesarios.