Titulo: VIDAS NORMALES
Autor:
destielwinchi &
evian_fork Pairings: Jensen/Sam, Tom/Dean, menciones de Jensen/Justin
Fandom: Supernatural, A.U., RPS, Mezcla de Universos
Rating: NC +17
Disclaimer. Tanto los actores como los personajes a continuación mencionados no nos pertenecen en lo absoluto, estos se pertenecen a ellos mismos y a Erick Kripke creador de la serie. Esto es sin fines de lucro, no tenemos ningún tipo de remuneración monetaria al hacer esto mas que nuestra propia satisfacción
Advertencias: Básicamente sexo sobretodo del tipo slash, uso de palabras malsonantes y escenas de violencia.
Resumen: Sam Winchester es un estudiante de universidad que ha decidió dejar a su familia atrás para alcanzar un sueño, tener una vida normal.
Jensen es un actor que aparentemente no le falta nada. el encuentro entre de estos dos desatara a todos los demonios que creían olvidados y enterrados en lo mas profundo de su pasado.
Los celos, el desastre y la sangre serán los temas comunes en su relación. ¿Serán capaces de superar todos los obstáculos para estar juntos?
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-CUANDO LA VENDA SE CAE DE TUS OJOS-
Había pasado al menos medio día desde la llamada de Tom, y Jensen no podía estar bien consigo mismo, el sentimiento de culpa se había instalado en su pecho nada mas colgar el teléfono. Intento por todos los medios distraerse pensando en aquella ceremonia de entrega de premios que tenía, llamo a su agente para saber si le tenía algún proyecto de película para cuando terminara la temporada de la serie.
Incluso llamo al estudio para preguntar cuando volvería para terminar de rodar, pero nada funciono seguía pensando en Sam. Pensando en cómo se vería, atado a todos esos cables que te ponían en los hospitales, quizás estaba muriendo mientras él estaba allí, en un Starbucks tomando café que no es café.
Quizás ya estaba... no pudo terminar ese pensamiento, estaba demasiado asustado para hacerlo. Suspiro terminando su bebida para posarla en la mesa. Quizás debería de llamar a Tom, pero seguramente este le insultaría.
No quería arriesgarse a ir al hospital, porque seguramente Dean le mataría y le culparía de todo.
Le tomo su tiempo y muchos cafés tomar una decisión, una decisión de la cual no sabía si se arrepentiría o no. La verdad cruzarse con el hermano mayor de Sam no era algo que le hiciera mucha ilusión, pero en verdad deseaba ver al Winchester, tal vez así no se sentiría tan mal. Al menos no después de que el accidente, quiera aceptarlo o no, fuese en parte su culpa.
Resoplo mientras se ponía de pie, dejando en la mesa el dinero del "café" y una propina para la camarera que ni había visto. Al salir del local una brisa fría le recibió, haciéndole estremecerse, aunque tuviera una chaqueta encima. Camino directo a su auto, estacionado al otro lado de la calle.
Sintió un escalofrió cuando su mirada se levanto y diviso el Hospital a lo lejos. Se veía tan aterrador, si le sumábamos el hecho de que Sam, su Sam, el mismo al que le había gritado que era un mentiroso, el mismo al cual había pasado odiando estos días, ese Sam, estaba en ese hospital, probablemente en una camilla, pálido y débil. Pudo sentir como el escozor en sus ojos se hacía casi insoportable, mientras se encerraba en el auto, rumbo al hospital.
Manejo lentamente a lo que parecía ser su ejecución, con miles de cuchillos clavados en el estomago o en el hígado, se estaba sintiendo tan mal que creía vomitaría, quizás fue por eso que cuando sus ojos lograron enfocar bien porque su auto se había detenido, se dio cuenta de que estaba estacionado en el estacionamiento del hospital.
Respiro hondo mientras abría la puerta, de verdad parecía su ejecución, nunca se había sentido tan ansioso en su vida, y esa situación se vio superada cuando entro en la recepción del hospital y se acerco a la recepcionista.
- ¿Puede decirme donde esta Sam Winchester? - le dijo a la mujer con cara de pocos amigos con el nerviosismo y el miedo a flor de piel.
Conseguir la información resulto fácil, el que se pareciera a Dean ayudo mucho, pero no quiso tomarle importancia. Al menos ahora podría ver a Sam.
El olor a antiséptico le golpeo con fuerza nada más entrar a la UCI, donde no tardo mucho en ubicar a Sam, al entrar a la habitación casi cae al piso por la cantidad de tubos y cables que se conectaban a su cuerpo, el sonido de las maquinas que monitoreaban sus latidos, junto con el del respirador no hacían menos angustiante la escena. Las marcas de los golpes en sus brazos y la leve hinchazón en su cara, maltratada por diversos cortes, hizo que se le revolviera el estomago y un pinchazo agudo de culpa se instalo en sus entrañas.
Jensen se acerco a él, su mano colocándose en el pecho, cubierto de vendas y de la ropa de hospital, allí podía sentir su corazón latiendo débilmente, pero era más reconfortante que el angustiante sonido del marcador.
Sus ojos se negaban a observar por mucho tiempo el desastre que estaba hecho Sam, pero aun así no podía evitar lanzar miradas rápidas a su rostro, casi con la esperanza de que se despertara en cualquier momento, con Sam abrazado a su pecho. Pero esto, esto era real, y dolía tanto que el nudo que tenía en su garganta le ahogaba.
- Sam... - susurro, débil.
El eterno "bip" de las maquinas fue lo que obtuvo por respuesta, Sam no movió ni un musculo, su respiración era la misma, no hubo cambio alguno ni en su semblante, ni en su cuerpo. Era como si el castaño no estuviera en su cuerpo. No pudo evitar que una traicionera lágrima escapara de sus verdes ojos, tomo con sumo cuidado la mano del cuerpo delante de él y se acerco para sentir su piel contra su mejilla. El tacto era frio, casi como el de un muerto. De pronto las luces comenzaron a parpadear y las maquinas se volvieron locas, después de eso solo hubo oscuridad…
Las luces se encendieron nuevamente segundos después y con la luz apareció un enfermero delante de él. No supo si su mente le estaba jugando una broma, pero era imposible que alguien entrara en la habitación en tan corto tiempo, sin siquiera hacer ruido. La expresión maniaca en el rostro de ese hombre le erizo la piel pero su voz le hizo estremecer de miedo.
- ¿Que tal Dean, disfrutando de tus vacaciones?
Jensen observo al hombre con curiosidad, ¿Dean?, le estaba confundiendo con ese idiota, por supuesto que le confundía, eran como putos gemelos.
- ¿Quién eres? - pregunto, poniéndose frente a Sam, como una señal de protección.
- ¿Ya no me recuerdas Dean?, ya olvidaste todos esos momentos que pasamos juntos, hieres mis sentimientos. - dijo el hombre acercándose lentamente, con una expresión que simula ser inocente y femenina. - Vamos ¿Es en serio? - esta vez el tono es de clara molestia.
Jensen frunció el ceño, disgustado, ¿Dean había tenido sexo con esto?
- No te conozco, y no soy Dean, así que no se dé que hablas.
- No te hagas el sueco Winchester, mi cuerpo puede no ser el mismo pero sabes quién soy yo, lo sabes a la perfección. - soltó con voz apremiante debido al enojo que ya se gestaba en su malsano interior. - Así que deja de fingir ¿o vas a permitir que mate a tu hermano delante de tus propias narices?
Sus facciones se torcieron con el miedo, "Matar", pensó asustado, notando como la camilla se clavaba en su espalda, ni se había fijado que estaba presionado allí.
- Te digo la verdad, no soy Dean, y ahora será mejor que te vayas antes de que llame a seguridad.
El demonio le miro de forma extraña, como si lo estudiara, andando de un lado a otro por toda la habitación sin quitarle la vista de encima, de pronto se detuvo y comenzó a aplaudir de forma lenta con una enorme sonrisa en el rostro.
- Es cierto no eres él, no creí que tuviera tanta suerte, no imagine que el idiota de Dean fuera capaz de dejar a su hermano desprotegido con un demonio pisándole los talones. Los ojos del tipo se tornaron negros y con un solo movimiento de su mano lo clavo a la pared con una fuerza invisible. - Disfruta del espectáculo. - dijo ante la mirada de horror del actor.
Fue como si su peor pesadilla se volviera realidad, no solo eso, era como una venganza, tenía que ser eso, una venganza por no creerle a Sam, por no escucharle. Aunque también cabía la posibilidad de que fuera una broma, una broma pesada de Dean para con él, por haber dejado a su hermano.
- Si esto es una broma...no es gracioso. - advirtió, haciendo el esfuerzo de que no le temblara la voz.
- En serio eres estúpido niño. - contesto el demonio deteniendo su mano por encima del pecho de Sam. - Nada es una broma, los demonios existimos pedazo de imbécil, pero es una lástima, es un secreto que te llevaras a la tumba por que una vez que me encargue del cazador seguiré contigo.
Debería estar enfadado, por todos, y cada uno, de los insultos que estaba recibiendo; pero, a estas altura lo último que le importaba era su orgullo, necesitaba proteger a Sam, pero no sabía cómo.
- No dejare que le hagas daño. - amenazo de nuevo, esta vez con voz más firme, a pesar de las circunstancias en las que se encontraba.
- Como si estuvieras en posición de evitarlo. - se burlo el demonio disponiéndose a cegar de forma definitiva la vida de Sam, justo en ese momento la puerta se abrió y un puñado de sal le cayó en la cara.
-Aléjate de mi hermano bastardo. - Jensen nunca pensó que el alivio de ver a Dean, fuera tan grande, especialmente, luego de haberle odiado tanto.
- Dean. - exclamo sorprendido cuando cayó al piso, debido a la distracción que el demonio había tenido momentáneamente.
El aludido ni siquiera se inmuto al verle caer, lo primero que hizo después de que el demonio se arrastrara por el piso a causa de la sal fue proteger a su hermano con el suyo. En ese momento saco una botella de agua de su chaqueta pero antes de siquiera poder destapar la botella, de la boca del sujeto salió una nube negra que velozmente se coló por el ducto de ventilación, dejando el cuerpo inconsciente de su víctima en el suelo.
- ¿Le hizo algo? - pregunto Dean alarmado revisando si el cuerpo de Sam tenía alguna herida
- No... - respondió casi sin aliento Jensen, mientras intentaba ponerse de pie. Sus piernas estaban temblando un poco, aun procesando el hecho de que esa cosa, lo que sea que fuere, se había esfumado como una nube negra de allí.
En ese justo instante entraron un par de enfermeras que al ver el estado en el que se encontraba la habitación no tardaron en revisar el cuerpo de su paciente.
- ¿Que paso aquí? - pregunto una de ellas dirigiéndose a Dean.
- Cuando se fue la luz tropezamos un poco. - dijo con una sonrisa fingida que solo consiguió una mirada de desconfianza por parte de la mujer. Mientras la otra enfermera miraba con los ojos demasiado abiertos a los dos hombres frente a ella. Dean le hizo una seña con la mano a Jensen para que saliera de la habitación antes de que la situación se tornara más extraña de lo que ya era.
Jensen pensó en negarse, no quería dejar a Sam, pero seguramente se ganaría un golpe, otro en realidad, del Winchester. Se acomodo su chaqueta y salió de la habitación, sonriendo a modo de disculpa con las mujeres mientras se retiraba de allí en silencio, dándole una última mirada a Sam, esperando verlo despertarse, pero el joven ni se había inmutado ante todo el revuelo.
SEGUNDA PARTE