{viñeta: suspiro} (original: sucia sociedad)
personajes. marizza dalton, némesis dotor.
tabla.
tabla random 1 (
tabla maestra).
notas/advertencias. angst.
palabras. 295.
-¿Marizza?
La mujer que ha sido llamada voltea, sorprendida, y apaga la aspiradora, prestándole atención.
-¿Sucede algo, Némesis? - pregunta, quitándose los guantes.
Némesis puede fijarse en la pañoleta que trae en la cabeza sin siquiera tener intención de hacerlo. Puede fijarse en las botas que trae, en el delantal, en el cabello recogido a la despreocupé, como diría Joy; podría incluso decir de qué color es cada cosa sin siquiera tener la intención de recordarlo.
Incluso puede ver a través de su alma, al momento de mirar sus ojos, y contemplar el vacío y el dolor que ésta guarda.
Marizza alza ambas cejas, desabrochándose el delantal. Se lo pasa por encima del cuello y la mira. Ella no dice nada.
Aunque de verdad quiere decirle que le duele verla vagando de acá para allá con esa sonrisa que engaña y que, puede saberlo mirándola actuar, ha llevado por años en la cara.
(No eres feliz, quiere decirle, pero le tiemblan las piernas, los labios, el alma. Se ve tan triste, tan débil, tan fuerte y tan frágil a la vez...)
¿Pero quién es ella para meterse en la vida de los demás?
-¿No necesitas ayuda? -improvisa.
Marizza sonríe, toma el delantal, como si inconscientemente hubiera sabido a qué iba ella a buscarla, y lo extiende hacia delante.
-Vamos a hacer la comida. -sonríe. -Mucha comida. Porque aquí, en lugar de inquilinos, tenemos puerquitos.
Némesis parpadea, y se ríe.
-Vale.
Pero, al bajar las escaleras, deja de hacerlo.
(Aquí, en lugar de abrirnos, nos guardamos las penas. Porque sí. Porque, a fin de cuentas, ¿a quién le importa?)
Y suspira.
Por más delincuentes, estafadores y asesinos que haya, todos ahí, incluyéndola, son humanos.
Simples y a la vez complejos humanos.
Pero humanos a fin de cuentas.