Titulo: Invasión
Autor: Darlin43
Fandom: Supernatural; Torchwood
Pairing/Personajes: Dean, Sam y Cass van a Cardiff siguiendo a un demonio en busca de un objeto sagrado religioso, pronto descubren que no están solos ahí.
Clasificacion: +15
Conteo de palabras: 13.111
Disclaimer: Ni Sobrenatural o Torchwood, junto con sus personajes o tramas me pertenecen, cada uno pertenece a su respectivo autor, yo solo tomo prestado el nombre de alguno de sus personajes para mi entretenimiento y el de los que lo quieran leer.
Resumen: Dean, Sam y Cass van a Cardiff siguiendo a un demonio en busca de un objeto sagrado religioso, pronto descubren que no están solos ahí.
Notas de Autor: (Los alienígenas Si me pertenecen ¬¬)
Capitulo 2
Dean abrió los ojos despacio, al principio una mezcla borrosa de imágenes aparecían ante sus ojos, un ruido algo amortizado llegaba a sus oídos, podía entre oír la voz de Sam, intentó incorporarse, y una figura pequeña se acercó y le ayudó.
-¿Te encuentras bien ya?- Preguntó la persona que le ayudó a incorporarse, era una voz femenina, aunque un poco pueblerina, parecía inglesa.
-Si- dijo secamente.- Sam se acercó rápido a su lado, mientras la vista y el oído de Dean empezaban a centrarse.
-Me llamo Gwen.- Dijo la mujer, ahora sí que estaba seguro de que era una mujer, y además era atractiva, una melena negra caoba resaltaba de su camisa roja.
-Dean, tenemos que hablar.- Dijo Sam mientras ponía una mano en su hombro. -He estado hablando durante varias horas con esta gente, y no sé, creo que nos podemos fiar de ellos.- La mirada de Dean parecía encolerizada.
-¿Estas hablando en serio? ¿Se puede saber que te pasa Sam?- Dean se levantó y miró a su alrededor.
Los dos hombres que había visto en el callejón estaban en una esquina, el joven, estaba agarrando un pañuelo con lo que parecía hielo sobre la mejilla contra la que Dean se había “calmado” la noche anterior. La mujer, comprobaba ahora unos datos en un ordenador, cerca de los que parecía un haz de luz de la que manaba un humo negro, algo debía de estar quemándose debido a la fuerza de la luz.
-Verás, deja que me explique, son una especie de cazadores, como nosotros, pero digamos que están especializados en otros tipos de seres.- Dean miró inquiriendo a su hermano. -¿Qué tipo de seres?-
-Alienígenas- Gritó el capitán Jack, seguía llevando la estupida cazadora militar que parecía pertenecer a las primeras batallas con pistolas.
-Alíen, de esos de dos bocas, y esa… esa cosa- Sam se quedó a cuadros viendo como Dean se agarraba la cara entera con las dos manos unidas por las muñecas.
-No exactamente. Pero podría ser- Jack les lanzó una sonrisa picarona y volvió toda su atención hacia Ianto, con el que parecía discutir algún tema.
-¿Dónde esta Cass?- Necesito que ese hombre añada algo de realidad a esta situación…
-Le dije que podía dejarnos por ahora, que lo llamaremos cuando averigüemos donde esta la lanza- A Sam no parecía importarle la presencia de los otros, aunque estos tampoco parecían muy interesados en la conversación que estaban teniendo.
-Oye Sam, no podemos confiar en ellos, ¿Cómo estas seguro de que son lo que dicen ser?-
-Ven, te lo mostraré.- Sam cogió a Dean del brazo, pero este se soltó con un fuerte tirón, y una mirada un poco asesina recordándole que nunca necesitaba ayuda.
Sam condujo a su hermano cerca de la luz, y ambos contemplaron durante un corto periodo de tiempo el humo y la luz. Dean estaba a punto de quejarse cuando notó que el humo no iba siempre en el mismo sentido, era el demonio.
-¿Cómo es posible? No esta el sello, ¿como lo tenéis encerrado?- Dean movía rápidamente la mirada de unos a otros.
-Hemos usado una celda holográfica, fue muy divertido y instructivo la primera vez que la usamos- Ianto parecía extrañamente risueño y feliz de repente. -¿Recuerdas Gwen?
Una mirada de la chica hizo que la diversión se cortase de golpe. Esta gente había sacado al demonio del interior del hombre, y lo había encerrado en una prisión formada por luz. Estas cosas no eran del tipo de Dean, él golpeaba, disparaba, cortaba y apuñalaba, pero no utilizaba luces ni aparatos raros para hacer su trabajo. Aun así si conseguían averiar lo que con tanto trabajo estaban persiguiendo, no hay duda de que valía la pena probar.
-Esta bien, digamos que por ahora os creo. ¿Qué pensáis hacer con un demonio? ¿Por qué lo estabais persiguiendo si os dedicáis a perseguir hombrecillos grises?-
Esta vez Gwen se acercó a él con una sonrisita en los labios. -No pensamos hacer nada con él, estábamos allí por otro motivo, una acumulación de picos positivos en la grieta dimensional, pensamos que algo la había atravesado, y al llegar al el lugar vimos la persecución y supusimos que tenía que ser este hombre. Pero nos topamos con esto en lugar de lo que suele aparecer.-
Gwen cogió unas latas de cerveza y se las pasó a Sam y Dean, el grandullón agradeció el gesto con la cabeza, abrió la suya y contempló riendo como Dean esperaba a que el bebiera antes siquiera de abrir la suya.
-Tranquilo rubito. Si quisiera volver a dejarte inconsciente no te enterarías- La sonrisa del capitán no era especialmente tranquilizadora, pero nadie le hacia quedar como un cobarde, él no temía a nada.
Dean inclinó la cabeza y dio un largo trago, pero todo fue lanzado fuera de su boca cuando la habitación en la que se encontraban empezó a temblar.
Una voz, demasiado grave para ser real y que parecía emanar como parte del humo que era el demonio, hizo que se le helara la sangre. Era como si se hubiese metido en la cabeza de todos los presentes, los cuales luchaban por mantenerse en pié debido al fuerte temblor que comenzó, mientras se tapaban los oídos intentando dejar de oír las palabras oscuras y heladas.
-EL MISMO SEÑOR CON VOZ DE ARCANGEL Y TROMPETA DE DIOS DESCENDERÁ DEL CIELO, Y LOS MUERTOS RESUCITARÁN PRIMERO-