Autor:
darkluthienFandom: Original
Claim: Natasha Volkova
Tabla:
Nella FantasiaTema: #17 - Nunca sirve
Título: Nunca sirve
Advertencias: Ninguna
Notas: Natasha, 16 años
Nunca sirve.-
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Nikolai ya había salido de la enfermería para el segundo día de mi visita, para mi fortuna él tenia tiempo libre para compartir conmigo. Aprovechamos a ponernos al día mientras recorríamos los terrenos de La Torre de los Colmillos. Era un terreno tan extenso como el de La Academia en Doaki, pero este se me hacia algo mas frio pues dentro de los terrenos de La torre no había tanta vegetación si no mas bien edificaciones. Nikolai me llevó a una de sus clases de artes marciales para ver el entrenamiento, las clases eran bastante rudas ya que exigía el máximo de todos sus estudiantes, Nikolai se esforzaba igualmente y yo podía ver los frutos de su entrenamiento, había crecido bastante en el tiempo que nos encontramos separados, su cuerpo había ganado musculatura gracias al entrenamiento.
En la clase de Nikolai habían chicos y chicas de distintas edades, él me explicaba que en La Torre se separaba a los alumnos por su nivel, Nikolai había avanzado bastante desde su transferencia y debido a ello no tenia tantos amigos, aunque yo sentía que Nikolai y Kenoichi se llevarían mejor si él controlara un poco su genio, Kenoichi se veía un joven maduro y centrado, me había agradado bastante. También estaba Bianca, pero mi primera impresión era que ella se interesaba más por estar en compañía de Kenoichi.
Mientras observaba a Nikolai entrenar, Bianca se sentó junto a mi unos momentos, ella no tenia entrenamiento ese día, a pesar de estar en el grupo de Nikolai. La chica me miró sonriendo suavemente y yo la miré a los ojos, había algo en ella… algo diferente, pero parecido a lo que sentía en compañía de Kenoichi, ambos tenían una presencia imponente y una energía algo inestable, tanto que se alborotaba alrededor de ellos, sus mentes no me decían nada, ambos solo proporcionaban imágenes confusas que no era capaz de dilucidar, por lo que preferí no seguir investigando.
- Nikolai-kun me ha contado mucho sobre ti Natasha, estaba ansiosa por conocerte - Bianca me sacó de mis pensamientos, sonriéndome ampliamente. Su cabello rubio enmarcándole el rostro, sus ojos eran de un color azul claro, tan claros que se acercaban al gris - Eres muy bonita, dile a Nikolai-kun que tenga cuidado… si se descuida te voy a robar - Bianca se levantó riendo suavemente, mientras se alejaba para recibir a Kenoichi.
- ¿Qué te decía Bianca? - Nikolai había llegado a mi lado, el entrenamiento había terminado y ahora tenían la tarde libre.
- Que si no tienes cuidado… me va a robar - Miré extrañada a Nikolai, esperando una respuesta. La verdad las palabras de Bianca no me hacían mucho sentido - ¿Me explicas de que va eso?
Nikolai se sonrojó.
- Ah… eh… Demonios - Masculló en voz baja, sus mejillas sonrojadas me dejaban en claro que era un tema que le incomodaba un poco - A Bianca le gustan las chicas también… - Nikolai me tomó de la mano, acercándome un poco más hacia él - Pero no quiero que te incomode, ella es una buena amiga, y no dejaré que te robe… - Nikolai apoyo su frente suavemente sobre la mía, yo alcé la vista para mirarlo - Te quiero solo para mi… - Susurró aun algo sonrojado.
- No te preocupes, no me incomoda… es nuevo, pero no me incomoda - Le sonreí suavemente, algo sonrojada por su anterior declaración - Yo también te quiero solo para mi Nikolai - Susurré suavemente.
Mis días en La Torre de los colmillos fueron algo completamente nuevo, había tanto por conocer. Pero lamentablemente no contaba con mucho tiempo, y la despedida era inminente. Había disfrutado mucho mi visita, haber pasado un tiempo con Nikolai me había renovado las energías y mi corazón se sentía llenó nuevamente. Conocer parte del mundo de Nikolai hacia desaparecer cualquier inicio de duda que pudiese haber. Esa noche tenía que tomar el tren y estábamos aprovechando la mañana para pasar un tiempo a solas, ya que durante todo ese tiempo estuvimos rodeados de gente.
Estábamos en la habitación de Nikolai recostados en su cama, nos habíamos quedado hablando toda la noche, no nos sentíamos cansados por razones que realmente desconozco, quizás el saber que tendríamos que despedirnos de nuevo nos motivaba a mantenernos despiertos.
- ¿Eres feliz aquí Nikolai? - Pregunté en voz baja mientras lo miraba a los ojos aprovechando nuestra posición tan cercana. Tenia mi mano sobre su pecho, sintiendo sus latidos, mientras él me sujetaba por la cintura.
- Si… pero me siento incompleto si no estas tu - Él confesó en voz baja igualmente.
- También me siento incompleta si no estar conmigo… pero debemos soportarlo.
- Eso nunca sirve Natasha, debemos mantenernos cerca de las formas que podamos, hasta ahora no he podido visitarte… pero lo haré, lo conseguiré - Nikolai besó mi frente suavemente.
- Esperaré por tus visitas entonces…
Él me sonrió con cariño, antes de besarme en los labios mientras me apretaba más contra él. Llevé mi mano a sus hombros acariciándolo y sujetándome un poco de él. Nikolai profundizó un poco más nuestro beso al tiempo que acariciaba mi espalda con su mano. Yo me sonrojé y sentí los latidos de mi corazón acelerarse, nunca antes habíamos estado en una situación así, completamente a solas besándonos y acariciándonos. Un millón de ideas de lo que podría suceder agolparon mi mente y me sentí sacudida de pronto. Los dedos de Nikolai acariciaban juguetonamente mi cuello y yo me sentí agitada, mi respiración se hizo irregular lo cual provocó que entrecortara un poco nuestro beso, pero eso no pareció desalentar a Nikolai, ya que había bajado lentamente su boca hacia mi cuello, besándome lenta y tortuosamente.
Dejé que mi respiración escapara por mi boca mientras dejaba caer mi cabeza un poco hacia atrás y apretaba los hombros de Nikolai, en respuesta él me apretó contra su cuerpo.
Abrí mis ojos algo alertada e inquieta, apretando los hombros de Nikolai nos separé un poco, mirándolo a los ojos, respirando agitada por mi boca. Él me miraba de la misma forma. Eso nunca había pasado antes y no me había parecido mal, pero me sentí demasiado abrumada.
- Te amo… - Susurré sin aliento, mirando a Nikolai a los ojos, alzando mi mano para acariciar su mejilla.
- Y yo a ti… - Nikolai tenia su voz ronca, lo cual me pareció aun más atractivo en él, estaba sin aliento al igual que yo.
- Soportarlo nunca sirve… - sonreí suavemente, susurrando para tratar de recuperar mi aliento, mirándolo a los ojos - Pero debemos esperar el momento correcto y no apresurarnos…
- Lo sé, viajas esta noche… - Nikolai besó suavemente mi mejilla, abrazándome, y acomodándome un poco sobre él, yo me acurruqué entre sus brazos sonriendo, escuchando los acelerados latidos de su corazón.
- Ven a verme en el verano… - Susurré.
- Iré, lo prometo - Dijo él besando mi frente. Yo cerré mis ojos, disfrutando del tiempo que nos quedaba.
Cuando se hizo la hora de mi partida, Nikolai me acompaño hasta la estación de trenes, mi equipaje ya había sido subido y yo solo debía abordar, me quedaban algunos minutos para despedirme de él. Kenoichi y Bianca también habían venido, a fin de cuentas nos habíamos llevado bien, Nikolai se sentía algo molesto de que Kenoichi me hubiese agradado, pero yo sabia que solo eran celos de su parte que la verdad me parecían muy divertidos.
- Tenga un buen viaje, señorita Natasha… esperamos verla pronto - Kenoichi se despidió de mi con propiedad, sonriéndome amablemente - A ver si Nikolai mejora su genio al tener más noticias suyas y verla mas seguido - Terminó riendo suavemente, yo reí con él.
- Ten cuidado Okimuchi-Sama, puede que mi humor mejore cuando Tasha esta conmigo, pero contigo no cambiará nunca - Nikolai miró ceñudo a Kenoichi, peleándole, pero Kenoichi simplemente se rió, no cayendo en su juego.
- Natasha, que triste que te vayas, espero verte pronto. Me gustaste mucho y espero podamos tener un tiempo de chicas - Bianca me sonrió, acercándose de pronto a mi plantando un suave y fugaz beso en mis labios. Mis nervios se pusieron de punta y me sonrojé furiosamente. Fue un beso tan rápido que pareció que no hubiese ocurrido, pero ocurrió.
- ¡Demonios Bianca! - Exclamó Nikolai abrazándome protectoramente, alejándome de Bianca, quien se llevaba a Kenoichi de un brazo, mientras se despedía alegremente con su mano.
- Calma Nikolai… - Susurré divertida - Me gustan más tus besos…
Él pareció recuperar la calma, y me sonrió suavemente, inclinándose hacia mí besándome mientras me abrazaba por la cintura, apretándome contra él, yo correspondí, fundiéndonos en nuestro beso. Pero no pasó mucho tiempo hasta que el llamado para abordar el tren nos interrumpió. Miré a Nikolai sonriéndole, me sentía triste por irme, pero había disfrutado mucho mis días con él.
- Visítame en el verano Nikolai, estaré esperando - Dije mientras iba subiendo lentamente al vagón del tren.
- Iré, Natasha… iré - Nikolai mantuvo sujeta mi mano hasta el ultimo momento en que subí al tren.
Lo miré desde la ventana de mi vagón, él se quedó ahí hasta que el tren partió y ya no pudimos vernos. El viaje de regreso se sintió mucho mas largo que el de ida, pero mi corazón se sentía dichoso por haber pasado tiempo con Nikolai. La promesa de volver a vernos me hacia tener esperanzas altas, no habría nada que pudiese borrar la sonrisa de mi rostro.
Yo formaba parte del mundo de Nikolai, así como él formaba parte del mío, eso era algo que nadie ni nada podría opacar ni destruir, nuestro vinculo era algo demasiado fuerte para que otros lo pusieran en peligro. Mis últimos pensamientos antes de dormirme fueron para Nikolai, y yo sabía, que donde él se encontrase también estaba pensando en mí.