Autor:
darkluthienFandom: Original
Claim: Natasha Volkova
Tabla:
Nella FantasiaTema: #12 - Sillas vacías
Título: Sillas vacías
Advertencias: Ninguna
Notas: Natasha, 15 años
Sillas vacías.-
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Habían pasado algunas semanas desde que Nikolai se fuera a La Torre de los Colmillos, y sin duda los cambios se habían hecho notar. Me sentía de mal humor constantemente, no había hablado demasiado con nadie, y no lograba concentrarme adecuadamente en mis clases. La tentación de recurrir a nuestra conexión telepática era demasiado para mi, por las noches cuando me encontraba en mi cama no podía dejar de pensar en que debía esforzarme más al día siguiente y tratar de no pensar demasiado en él. Pero al día siguiente era lo mismo, caminar por los pasillos, escuchar las voces y risas de los otros alumnos, perder la concentración en clases, frustrarme por ello y luego, con el maestro Alain, crear un círculo negativo a mi alrededor que me impedía progresar. Y a pesar de que realmente lograba levantarme y mantener los ánimos, todo se venia abajo cuando llegaba la hora del desayuno y veía la silla vacía junto a mi. Ese siempre fue el lugar de Nikolai, y ahora nadie lo ocupaba. Mirar mañana tras mañana esa silla vacía me deprimía. Hasta ahora no había recibido respuesta de mi ultimo mensaje a Nikolai, en donde le preguntaba sobre su llegada a La Torre, sus clases y sus compañeros. Eso no me ayudaba mucho. Aquel día había comenzado igual, y me encontraba ahí, sentada junto a la silla vacía de Nikolai desayunando, tratando de ignorar el bullicio que se producía todas las mañanas en el gran salón. Ese día al menos no tenia clases hasta la tarde con el maestro Alain, eso me animaba un poco más, pues tendría un tiempo para intentar recuperar el tiempo perdido y estudiar.
- Disculpa ¿Esta ocupado este asiento?
Me volteé extrañada de que alguien me dirigirá la palabra, por lo general me ignoraban pues en la academia no tenía más amigos que Nikolai, y en el pasado me hablaban solo para poder saber más de él. Pero me encontré con un chico que me sonreía animadamente, sujetando la silla de Nikolai con una de sus manos esperando por mi respuesta.
- Ah… eh… No, no lo esta… - Respondí muy poco elocuente, no salía de mi asombro.
- ¿Te molesta si me siento? - Preguntó ladeando un poco su cabeza y ampliando su sonrisa.
- N-no, no. Adelante - Volví a decir, menos brillante que antes, pues me sorprendía que el chico quisiera sentarse junto a mí.
- Me llamo Dimitri Ivanov… - Continuó el chico, apoyando y cruzando sus brazos sobre la mesa, inclinándose un poco, mirándome directamente a los ojos. Esta vez me tomé un momento para mirarlo bien. Llevaba el cabello corto, pero con un flequillo rebelde cayéndole sobre la frente de color castaño, sus ojos eran de un peculiar color ámbar. Se veía atlético y crecido, por lo que no estaba segura de su edad. Se veía bastante amigable, pero aun no comprendía porque había comenzado a hablarme - Tomó clases con el maestro Alain, y he escuchado que eres una de sus estudiantes estrella - Rió suavemente, era un sonido contagioso que me hizo sonreír levemente - ¡Oh! No te preocupes no soy telépata - Dijo susurrando esto ultimo - Estudio telequinesis con él.
- Entiendo, entiendo… Yo soy Natasha Volkova… - Susurré, bebiendo un poco de té, de pronto me sentí nerviosa frente a una persona amigable.
- ¿Te gustaría practicar conmigo? El maestro Alain me ha dicho que necesito practicar bastante, y como tu conoces sus métodos me parece una buena idea que practiquemos juntos - Concluyó sonriéndome.
Lo miré a los ojos unos momentos. Algo había en este chico que era difícil decirle que no, que habría sido mi respuesta inmediata, pero algo en él me hizo dudar y no rechazarlo de inmediato. No se si era mi reciente sentimiento de soledad, el hecho de que no estaba logrando concentrarme por mi cuenta o la necesidad urgente por una distracción. Pero acepté.
- Esta bien, me parece una buena idea.
- De acuerdo, te esperaré en el jardín de primavera en una hora - Dijo dirigiéndome una amplia sonrisa antes de levantarse.
Y así mismo como apareció frente a mi, desapareció entre la multitud que se levantaba del gran salón. Algo pasmada, me levanté igualmente para prepararme para nuestra práctica. Realmente esperaba que este chico pudiese seguir el ritmo que llevábamos con Nikolai si no podría aumentar mi mal humor. Me detuve unos momentos, debía dejar de pensar en Nikolai, de lo contrario el extrañarlo iba a comenzar a afectarme mucho más.
Cuando llegué al jardín de primavera, me encontré con que Dimitri ya estaba esperándome y practicando, a su alrededor habían algunas piedras en el aire, flotando y girando a su alrededor, el sonreía como si fuese el espectáculo mas divertido del mundo. En cuanto Dimitri me vio aparecer, se levantó y me saludo con una de sus manos, en todo ese momento, a pesar de que parecía haberse distraído por mi presencia, las rocas no cayeron, demostrando que tenía habilidades.
- Natasha, que bueno que hayas venido, debo decir que estaba algo nervioso - Dimitri no parecía perder los ánimos nunca, y su humor era tan alegre que me contagiaba con su energía positiva.
- No deberías, quizás el maestro Alain no te lo ha dicho, pero soy muy dedicada a mis estudios. Bueno ¿Cuál es tu plan? - Preferí ir directamente al punto.
- El plan, es que intentes entrar en mi mente y atacarme, mientras intento mantener objetos en el aire. Luego intentaré atacarte con los objetos y tú debes detenerme, iremos suave al principio ¿De acuerdo? - Me miró, sonriendo, pero había un aura competitiva a su alrededor que elevo mis espíritus, yo sonreí igualmente, aceptando el reto.
- Muy bien. Hagámoslo - Me preparé para comenzar la practica.
Dimitri dejo una de las rocas en el aire, mientras las otras cayeron suavemente al piso, yo me concentré en él, entrando en su mente de inmediato, pensé en incluir pensamientos para distraerlo, pero la roca no lograba desconcentrarlo, una segunda roca se elevo, y cambié de estrategia, comencé a enviarle imágenes falsas para confundirlo, pero una tercera se elevó. Vi en su mirada que se preparaba para atacarme, entonces introduje la imagen de él sin poder alguno, eso pareció distraerlo haciendo caer una de las tres rocas, pero de las restantes acercaba a mi a gran velocidad que solo pude detener creando una barrera a mi alrededor. Había estado demasiado cerca de recibir su ataque.
- Eso ha estado muy bien para un primer intento, Natasha. Muy bueno para alguien de tercer año - Dimitri parecía algo cansado por haber usado toda su concentración.
- ¿En que año estas Dimitri? - pregunté, sorprendiéndome por mi falta de aliento, yo también me había cansado.
- Estoy en tercero igualmente, pero no entre con tu grupo, lo hice unas semanas después - Dimitri se sentó en el césped, sonriéndome algo cansado - Quiero ser tu amigo Natasha, espero que me dejes serlo - Me miró a los ojos, podía sentir la determinación en su mirada, pero su sonrisa lo suavizaba bastante.
- No tengo muchos amigos la verdad, pero me viene bien un compañero de practica… veremos como se dan las cosas - Dije, sentándome junto a Dimitri en el césped. No quise rechazarlo, porque realmente quería seguir practicando con él, lo había subestimado. Además, me intrigaba su forma positiva de vivir.
- Muy bien, me esforzaré en convertirme en tu amigo. Por cierto, la imagen de mi miedo a perder mis poderes, es un secreto que te confiaré solo a ti Natasha - Dimitri volvió a mirarme a los ojos, sus ojos ámbar parecieron brillar unos momentos.
- Puedes confiar en mí - Aseguré mirándolo igualmente.
Haber visto su mayor miedo me hizo sentir algo mal, pero él parecía dispuesto a confiármelo. Dimitri se veía un chico bueno e interesante de conocer. Quizás era momento de llenar esa silla vacía.