Autor:
darkluthienFandom: Original
Claim: Natasha Volkova
Tabla:
Nella FantasíaTema: #1 - Tal vez
Título: Tal vez
Advertencias: Ninguna
Notas: Natasha, 13 años
Tal vez.-
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Los días cálidos comenzaban a retirarse ya, cuando uno de los maestros de la academia entró al orfanato. Todos sabíamos lo que eso significaba. Alguno de nosotros podría estudiar en la academia mágica de Doaki.
Desde que tuve memoria, vi como los mayores eran ordenados en fila mientras el maestro los estudiaba detenidamente, buscando en ellos los indicios de su poder mágico.
Nunca albergue mayor esperanza, la magia es algo con lo que se nace, aunque muchos discutan que es posible aprenderla si te esfuerzas, pero si no tienes las habilidades… simplemente no las tienes.
Pero yo ya había cumplido los trece años, y me vi ese día enfilada frente al maestro de la academia junto a todos los demás chicos de mi edad. Me sentí nerviosa mientras esperaba mi turno, ninguno había logrado satisfacer las expectativas de aquel hombre. Finalmente llegó hasta mí, me miró fijamente a los ojos e hizo una sola pregunta.
- ¿En que estoy pensando?
El hombre mantuvo su mirada fija en la mía, yo me concentré en el color avellana de estos, traté de relajarme, de pronto, lo escuché. ¡Podía oír los pensamientos del maestro! Dentro de su mente era un caos, pero yo tenía la respuesta que él buscaba.
- En dulces de limón, Maestro. Usted esta pensando en comer dulces de limón.
El maestro sonrió satisfecho. Yo lo había conseguido muy rápidamente. Quise ser un poco más atrevida y escuchar un poco más en sus pensamientos, pero solo escuché su voz decirme.
- No en este momento, Natasha. Pero te enseñaré más.
Mi lugar como estudiante estaba asegurado, pronto me encontré en los terrenos de la academia, agrupada con los demás alumnos que cursarían el primer año.
Entre todos ellos el bullicio era insoportable, no podía dejar de escuchar sus pensamientos, intenté concentrarme, alejándome un poco de ellos.
Tal vez estar en la academia no fuese tan divertido como lo había imaginado.
Mientras me alejaba, tropecé con un chico. Era alto y delgado, de piel algo pálida contrastada por su cabello negro. Me le quedé viendo unos momentos. Había algo en sus ojos que había atrapado toda mi atención, no eran los ojos de cualquier chico, él se veía mucho más adulto en su mirada, sus ojos reflejaban la experiencia de muchas vidas. A pesar de estarle mirando ensimismada, eso no fue lo que me alarmó más, lo que lo hizo, fue la silenciosa mente que él poseía.
Al intentar alejarme de él retrocediendo, volví a tropezar y él me tomó de la mano unos momentos para estabilizarme, en cuanto lo hizo, sentí como que todo hubiese encajado en su lugar, me volví a relajar y las mentes de los otros alumnos ya no me eran molestas.
El muchacho solamente me sonrió, su sonrisa era juguetona y algo infantil. Cuando me soltó la mano, se acercó a los demás para agruparse. Entre todos los alumnos, noté como él me miraba de lejos y me sonreía, como si supiera algo que yo no. Algo dentro de mí se enervó.
Tal vez la academia si sería tan divertida como lo había imaginado.