Cuestion de peso. El comienzo

Aug 11, 2009 15:11

Antes que nada darle las gracias a poison_girl que es dios y me ha corregido el ff y sino te crees que es dios arderas en el infierno...Estas avisado

Usuario del LJ: Chicarvil
Nombre del autor: Chicarvil
Fandom: rps, Padackles (Jensen y Jared)
Género: slash, comedia y seguramente no recomendado para menores de 18
Título: Cuestión de peso.
Resumen del argumento: Jensen es un adolescente con problemas de peso que tiene como amigo a Jared. Juntos devoran gominolas y chuches y son felices cual perdices, pero Jensen esta enamorado de Jared y no se lo dice por miedo a perderle como amigo. Jensen va a estudiar fuera de Texas y vuelve por navidad a su casa hecho un hombre serio y dominante en su trabajo, con mejor cuerpo y guapo como un dolor. Allí se encuentra con Jared y es cuando todo se lía.

el art de sandra

el art de arasihx

A que son geniales???

 1994

Cogió aire y metió barriga mientras rezaba interiormente para que el maldito botón del vaquero entrara en el ojal, pero fue completamente imposible. Jensen se bajo los vaqueros, mordiéndose las ganas de llorar, y los lanzo a la cama para coger los pantalones del chándal y meterse dentro de ellos ignorando por completo como el elástico de la cintura se estiraba hasta casi el máximo, deformándole el ombligo a causa de lo apretado que le estaban.

Otro kilo más.

Eso pensó mientras metía los brazos dentro de la sudadera y la desenrollaba hasta cubrir la prominente barriga. Al hacerlo no pudo evitar compararse con un salchichón embutido; la prenda se le enrollaba de la misma manera sobre su abultado vientre.

Masculló una maldición al ver como su ombligo se dibujaba a la perfección sobre el deformado tigre que tenía serigrafiada la prenda. Volvió a gruñir para sus adentros, y pasó por delante del espejo sin levantar la vista porque sabía perfectamente lo que se iba a encontrar; a él, a Jensen Ackles, un chico católico de 16 años que no levantaba más de 1,60 del suelo y que pesaba 90 kilos (en realidad eran 95, pero... ¿quién los cuenta?). Así que, como ya sabía lo que iba a ver, cogió los libros y se dirigió al instituto, cerrando suavemente la puerta.




Chad. Odiaba a Chad Murray. Puto Chad que se aburría y cuyo único entretenimiento era meterse con él, con el gordo de Jensen. “Fofito”..., así era como le llamaba. El muy gilipollas.

De todas formas ya todo daba igual. Estaba a punto de terminar el instituto y pronto se largaría a una universidad donde podría camuflarse y estudiar lo que de verdad quería, psicología. ¡¡Dios!! Deseaba con todas sus fuerzas largarse de allí y ver mundo. Sobre todo si en ese mundo no esta Chad.

Una sonrisa se dibujó en su boca mientras elegía las chucherías para la película de esta noche, Godzilla. Ya casi podía imaginarse a si mismo pisoteando todo Texas con sus gigantescos pies y su oronda barriga… bueno... tal vez sólo la casa de Chad. No tenía porque ser tan avaricioso y destrozarlo todo.

Un triste osito de gominola morado esperaba paciente y solitario en el cubículo de metacrilato a que un alma caritativa se encargara de llevárselo a casa. Eso hizo que su estomago diera un salto de alegría. Jensen era un chico cristiano y por lo tanto muy caritativo, así que… bienvenido a casa, osito.

Sus rechonchos dedos estuvieron a punto de rozar el gomoso dulce cuando unos largos dedos se lo arrebataron.

Casi se echa a llorar.

De verdad, pero llorar en plan muñequito manga, con las rodillas en el suelo y un riachuelo de lágrimas.

Por suerte, el hambre fue más poderosa. Eso, y tener que soportar a Chad llamándolo “Fofito” o “Marsopa”. Así que apretando los brazos y sintiendo como estos apretaban sus michelines se volvió dispuesto a arrancarle la cabeza al que se interpuso entre él y su osito de goma.

Y lo hubiera hecho, de verdad que sí, le habría pateado los huevos a quien quiera que se lo hubiera quitado, pero el tío era jodidamente alto, tenía el pelo jodidamente largo, y estaba ligeramente encorvado hacia delante. Supuestamente por su gran altura.

-Hey... Esa gominola es mía.-gruñó alzando la cabeza. ¿Se podía saber cuánto medía ese tío? Seguro que sobrepasaba el 1,60, y eso que tenía pinta de ser más joven que él.

-Ups… Perdona…- se disculpó el chaval con una sonrisa llena de hoyuelos que enseguida se extinguió.- Sólo queda una.- fue una mezcla de lloriqueo y pena que hizo que Jensen se ablandara como el osito que planeaba comerse.

-Bueno…Te diría que podemos compartirlo pero…

-¿De verdad? ¿Compartirías el osito conmigo?- Jensen estuvo a punto de hacerle notar que el osito en si estaba en sus manos, y que, por lo tanto, no tenía que preguntarle, pero no pudo al ver esos ojos llenos de brillo y esperanza, así que sólo asintió y vio como el chaval le regalaba una gigantesca sonrisa. -¡Genial! Por cierto, soy Jared.

Y así empezó la amistad más larga y bonita que Jensen tuvo en toda su vida. Jared y él se convirtieron en uña y carne. Nunca en su vida se lo había pasado tan bien. Su compañero de fatigas era cuatro años menor que él, y por lo tanto era un poco (bastante) más infantil, pero a Jensen le dio exactamente igual. Jared jugaba, hablaba, reía y veía pelis con él sin importarle que estuviera como una auténtica boya. ¡¡Incluso le acompañó a comprarse ropa!! Y lo mejor es que no dijo ni “mu” cuando Jensen salió todo desmoralizado porque no le quedaban bien los pantalones. Ni, “deberías adelgazar” o “estas muy gordo para tu edad”; nada. Sólo un “a partir de ahora los lacasitos están prohibidos”.

Y fue entonces cuando Jensen se dio cuenta, donde se percató del detalle de que estaba perdidamente, locamente, e histéricamente enamorado de Jared.

Fue algo de lo más raro, descubrir que eres gay entre las frases “una talla más de pantalones” y “no compraremos más lacasitos”. Raro no, surrealista. Pero peor fue como él se lo tomo.

Ups…Vaya…Al parecer soy gay y no lo sabía.

A Jensen le maravilló la facilidad con la que se tomó algo tan increíblemente importante como el ser gay. Le pareció más impresionable que la tienda SÍ tuviera una talla más de los pantalones. Increíble, pero cierto.

Al final iba a tener razón su hermana con eso de que un poco loco sí que estaba.

A partir de ese momento hizo todo lo posible por averiguar los gustos sexuales de Jared Padalecki, pero fue algo imposible. Jared estaba en una edad demasiado temprana y era demasiado inocente como para tan siquiera pensar en que su mejor amigo estaba completamente loco por él. Y ahí empezó la dulce tortura en la que tenía que disimular su adolescente enamoramiento, en el que aprovechaba lo “táctil” que era Jared para rozarse un poco, y que a la más mínima se ponía a babear de lo bien que estaba creciendo su amigo. Una pena que la tortura se acabara porque el verano terminó. Si en el mes de marzo Jensen estaba como loco por irse a la universidad, en septiembre estaba loco por quedarse.

Si hubiera sido una película de amor se habría quedado, le habría declarado su amor eterno a Jared, y habrían sido felices para siempre.

Pero esto no era una película de amor y Jensen se marchó a la universidad con la promesa de que mantendrían el contacto.

Eso fue hace quince años.

continua aqui  No se porque sale subrayado.....¿alguien puede explicarmelo?

oh jensen, baby bang, fics, rps

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