Cocina Mañana Amanece

[usagini]

*Usagi se había levantado temprano. Su estómago lo había despertado rugiendo, no había comido desde la noche que entró en la casa. Era un hombre de costumbres y cualquier mínimo cambio en su vida diaria le trastornaba físcamente. Llevaba dos días con el estómago completamente cerrado, como si le hubieran taponado la boca del esófago.  Cuando

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[genjo_sanzo23]

Sanzo se levantó a por un vaso de agua. Andaba medio adormilado por la casa aún en semipenumbra. Creía que todos dormían pero al acercarse a la cocina divisó luz; y más aún, captó el aroma de algún plato recién cocinado.
Terminó acercándose del todo y descubrió a Usagi. Qué feliz casualidad, tenía ganas de charlar con él.

-Caramba, eso tiene muy buena pinta -comentó, parándose al lado de la mesa. Apoyó la mano sobre la superficie y señaló el plato- ¿Te gusta cocinar?

[usagini]

* Engullía sin descanso, cuando de repente notó que alguien se acercaba y observó cómo una mano se posaba en la mesa. Era Sanzo. Usagi no esperaba que nadie estuviese despierto a esa hora. Se sintió avergonzado, estaba devorando y tenía toda la boca llena de arroz, casi no podía articular palabra. Cuando Sanzo le preguntó, intentó contestar rápidamente, por lo que escupió sin querer trozos de arroz, no pudo evitar sonrojarse y seguidamente carraspeó*

- ejem...esto...sí, me encanta, más que comer quizás- dijo amablemente aún avergonzado- La verdad es que no me ha salido especialmennte rico hoy el plato, tenía tanta hambre que no le dado el toque de cariño necesario para toda buena comida. Tienes hambre? te apetece un poco?

[genjo_sanzo23]

Se quedó quieto, en silencio, mientras Usagi escupía la comida. Parecía que no esperaba a nadie pero, en aquella casa, cualquiera podía muy bien pulular por allí a horas intempestivas.

-Debes acostumbrarte a esto -dijo cortésmente, sentándose en una silla una vez Usagi se repuso- En ocasiones, solemos pasearnos de madrugada por la casa, cada uno entregado a sus propias cavilaciones. La noche, la madrugada, el amanecer... cuando el silencio es notable.

Observando fijamente a Usagi apoyó la barbilla en la palma de la mano.

-Tengo hambre, sí, ahora que lo mencionas. Sería muy amable de tu parte dejarme probar un poco.

[usagini]

*Notó que a Sanzo no le había hecho mucha gracia su mala compostura en la mesa, se sintió aún más avergonzado, ya sin sonrojarse. Usagi no podía permitirse mostrar debilidad alguna. Se enderezó y se puso serio cuando Sanzo se sentó con él en la mesa*

- Ya entiendo...suponía que aquí la gente dormía profundamente. Con tantas horas al dia sin hacer nada concreto, pero entonces estaré alerta de quien pueda encontrarme - se le va la mirada pensando en alquien y se sonrie.

- Claro que sí, ahora mismo te sirvo- se levantó y cogió un plato, sirvió el arroz y se lo puso a Sanzo en la mesa- qué aproveche!! -sonrió levemente.

- Oye y tú qué haces despierto tan temprano? - preguntó curioso- es qué eres madrugador ? o tienes algo en la cabeza que te impide descansar?

[genjo_sanzo23]

Sonrió cuando Usagi le puso el plato en la mesa. Le agradeció el gesto y probó un bocado. Estaba bueno. Lo alabó y volvió a tomar un poco más.

-Lo que sucede es que muchas veces no tenemos nada que hacer. Si la gente duerme mucho durante el día, por la noche está despierta. Otros prefieren, conscientemente, vivir más de noche que de día -se encogió de hombros- Te digo esto porque mi presencia te sobresaltó antes, supongo que no habrá sido muy agradable para ti.

Bebió un trago de agua y respondió.

-Lo cierto es que tenía sed, pero a veces también me da por madrugar.

[mark_lenders]

Se había despertado de súbito con una erección nocturna, y como no pudo volverse a dormir, esperó a que se calmase, y decidió dar una vuelta a ver quién encontraba. Al dirigirse a la cocina, olió a plato del medio día y se le revolvió un tanto el estómago, así que decidió acercarse a ver a quién encontraba.

- Hola [dijo desperezándose, estirando las manos tras la cabeza] ehm... es muy temprano..., ¿sabéis? [miró al arroz entre sorprendido y un tanto angustiado. Observó que era Usagi quién estaba con Sanzo, llenó un vaso de zumo y se sentó con ellos en la mesa, aún con los ojos a medio abrir]

- huele bien peroo [dio el primer trago al zumo]

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[usagini]

*Usagi se sintió complacido al ver que a Sanzo le agradaba su arroz. Quizás en otra ocasión podría prepararle algún plato más exótico con la pizca de cariño que había omitido en este. Le gustaba agradar y si era con un buen plato de comida mejor.*

- No te preocupes, es cierto que me has pillado por sorpresa, pero me agrada tu compañía. Estoy bastante convencido de que mi estancia en la casa será corta y cuanto más pueda intimar con vosotros mejor- sonrió complaciente- perdona mis modales, tenía un hambre feroz...y ya se sabe -se volvió a sonrojar levemente - supongo que es normal que los días se hagan eternos en esta casa, mmm, esto y qué haceis para entreteneros? - preguntó fingiendo no saber nada.

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[usagini]

* De repente vio como Mark entraba en la cocina, estaba dormido, pero su cara brillaba asombrosamente. Usagi se preguntó por qué seria

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Terminó rápido su plato, y si hubiese tenido algún cigarrillo se lo habría fumado con sumo gusto. Pero no era el caso.

-Eres muy amable, tu compañia tampoco me desagrada, debo decirlo. Aunque no puedes dar por supuesto que tu estancia aquí será corta.

Sanzo había decido adoptar un especie de ignorancia y tantear el terreno. Estaba convencido, por algunos signos que no atribuía a la casualidad (porque no creía en ella), de que Usagi los estaba engañando y eso sólo podía deberse a una razón.

-La decisión final la sigue teniendo el público y si les gustas, aunque hayas entrado avanzado el programa, no has de tener ningún temor -sonrió- Comprendo lo del hambre, ¿en cuántas ocasiones el hambre feroz no nos habrá cegado? -y se echó a reír, como si fuera algo natural- Lo cierto es que a veces jugamos a cosas, cosas que pueden no ser de tu agrado, del mío lo son poco... pero, si no haces nada... el tedio... -suspiró- Tengo una curiosidad acerca de ti que me intriga. Dime, ¿cuál es tu libro favorito?