El Callejón Diagon es tan hortera. En general. Es tan esplendorósamente mágico... ¡Donde esté Oxford Street! Pero viene de una cita con una muggle y ahora ha quedado con una maga frente a Gringotts, así que es un poco inevitable cruzar por el Caldero Chorreante. Además, va bien de tiempo, y como ha decidido que llegará tarde, se para a tomar un té, que hace un frío que pela.
Se dirige a la barra y se sienta en un taburete, esperando a que una de las camareras se fije en él.
Oh-oh! Bombón en la sección de Makalaya de la barra, pero no hay casi gente y seguro que a ella no le importa que sea Myra quien le atienda (su compañera de trabajo está atendiendo a otro cliente).
Es que Myra estuvo trabajando en el Caldero durante el verano, y fue bastante desastroso, la verdad. Pero como se acercan las vacaciones de Navidad (y van a tener más gente y van faltos de personal) la dueña del Caldero le ha dicho que le daba otra oportunidad para trabajar con ellos. Se está esforzando al máximo, porque la verdad es que no le desagrada trabajar en el Caldero. Conoce a mucha gente (conocer a mucha gente = conocer a muchos chicos guapos), Makalaya es muy simpática (y es estadounidense!) y el Caldero mola, y ya está. Es un poco lúgubre pero mola.
Ahora, cuando ve a Tyron Kirke sentado en la barra, se le salta el corazón. Es tan sexy. Tanto. No sabe porque no se ha enamorado de él aún. Coge aire, se arregla el lazo de su diadema rosa (a conjunto con su camisa de puntillas) y se acerca a Tyron con una sonrisa de oreja a oreja
( ... )
Las camareras no tardan en fijarse en él nunca. Los camareros a veces, excepto cuando les ha robado la novia o algo así.
Sonríe a la chica (que no le suena de absolutamente nada, a pesar de que iba sólo un curso por debajo de él en Hogwarts) y pide un té negro con ese tono suyo, que a pesar de no ser descarademente seductor, lo es. Por no sonarle, la verdad es que la chica no le suena ni de haberla visto de camarera.
Myra se apunta el té negro que le ha pedido él con esa voz tan sexy. Se lo apunta porque antes no se apuntaba nada y se olvidaba de la mitad de las cosas, y como quiere quedarse en el Caldero una temporada, lo quiere hacer todo bien y no pifiarla. Pero en lugar de ir a hacer el té, apoya los codos en la barra y la cara en las manos, dispuesta a darle la conversación que él quiera.
-Casi. Empecé en verano, -se explica- pero mi madre se contagió de viruela draconiana (trabaja con crías de dragón) y tuve que dejarlo para cuidar de ella. -Sonríe. Lo de que su madre (muggle, por cierto) trabaja con crias de dragón lo ha sacado de Charlie Weasley, su profesor favorito de Hogwarts.- Pero no te preocupes, -añade, preocupada por las connotaciones de lo que ha dicho- soy inmune y es imposible que pueda transmitir la enfermedad.
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Se dirige a la barra y se sienta en un taburete, esperando a que una de las camareras se fije en él.
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Es que Myra estuvo trabajando en el Caldero durante el verano, y fue bastante desastroso, la verdad. Pero como se acercan las vacaciones de Navidad (y van a tener más gente y van faltos de personal) la dueña del Caldero le ha dicho que le daba otra oportunidad para trabajar con ellos. Se está esforzando al máximo, porque la verdad es que no le desagrada trabajar en el Caldero. Conoce a mucha gente (conocer a mucha gente = conocer a muchos chicos guapos), Makalaya es muy simpática (y es estadounidense!) y el Caldero mola, y ya está. Es un poco lúgubre pero mola.
Ahora, cuando ve a Tyron Kirke sentado en la barra, se le salta el corazón. Es tan sexy. Tanto. No sabe porque no se ha enamorado de él aún. Coge aire, se arregla el lazo de su diadema rosa (a conjunto con su camisa de puntillas) y se acerca a Tyron con una sonrisa de oreja a oreja ( ... )
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Sonríe a la chica (que no le suena de absolutamente nada, a pesar de que iba sólo un curso por debajo de él en Hogwarts) y pide un té negro con ese tono suyo, que a pesar de no ser descarademente seductor, lo es. Por no sonarle, la verdad es que la chica no le suena ni de haberla visto de camarera.
-¿Eres nueva, verdad?
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-Casi. Empecé en verano, -se explica- pero mi madre se contagió de viruela draconiana (trabaja con crías de dragón) y tuve que dejarlo para cuidar de ella. -Sonríe. Lo de que su madre (muggle, por cierto) trabaja con crias de dragón lo ha sacado de Charlie Weasley, su profesor favorito de Hogwarts.- Pero no te preocupes, -añade, preocupada por las connotaciones de lo que ha dicho- soy inmune y es imposible que pueda transmitir la enfermedad.
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