Nada. Esa cosa que le pasa con Weasley no... no la entiende. Es que carece de toda lógica. Y además seguro que no es sano estar ahí durante la mitad del tiempo pensando en él porque ni le gusta ni se caen bien. ¿Para qué debería estar Medea pensando en alguien que no le cae bien? Bueno, porque pidió si podía besarla, y la besó, y a ella le gustó bastante. Pero sigue sin ser razón suficiente, cree Medea.
Que claro, que Medea lo crea no significa que se haga caso y deje de pensar en Weasley.
Por ejemplo, ahora mismo va por un pasillo, tan pancha, pensando en sus cosas, y de repente Weasley se cola en sus pensamientos y ella menea la cabeza, estresada.
No sabe la de veces que ha pensando en lo mismo, y otras tantas que ha desechado la idea. Esto que le pasa con Medea no es normal. Pero por más vueltas que da, sólo se le ocurre una solución. La más difícil de todas, cree él.
Por eso, hace un momento estaba sentado en el salón de la Sala común, y al instante se encuentra corriendo por el castillo buscando a la chica. Y en estas ésta, a punto de desistir y casi agradecido de no haberla encontrado, cuando casi se choca con ella por el pasillo.
Maldición.
-Medea. Hola. Tenemos que hablar. -Dice, de seguido.
Ella quería hablar la semana pasada y Louis le dio largas, así que le cuesta entender a qué viene tanta prisa (Weasley tiene pintas de haber estado corriendo). No va a negar que se ha dado un susto de muerte cuando él casi la atropella, pero tampoco negará que lo de hablar le parece bien. Es que a ver, está claro que algo pasa aquí y tienen que descubrir qué es, o se van a volver locos.
Que bueno, él un poco loco ya está. Sólo hay que verle, diciendo que no da besos cuando los da y cosas así.
Se rasca la frente mientras intenta volver a respirar con normalidad. Que santa carrera la que se ha dado. Mira a un lado con las manos en la cintura y al final vuelve la vista a ella.
-Nada. ¿Tienes un momento? -La agarra por la muñeca y tira de ella, buscando una clase libre. La primera puerta que encuentra está cerrada, así que sigue caminando. No la suelta, y mira hacia atrás para mirarla.- Espera. -Sigue caminando, hasta la siguiente puerta.
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Que claro, que Medea lo crea no significa que se haga caso y deje de pensar en Weasley.
Por ejemplo, ahora mismo va por un pasillo, tan pancha, pensando en sus cosas, y de repente Weasley se cola en sus pensamientos y ella menea la cabeza, estresada.
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Por eso, hace un momento estaba sentado en el salón de la Sala común, y al instante se encuentra corriendo por el castillo buscando a la chica. Y en estas ésta, a punto de desistir y casi agradecido de no haberla encontrado, cuando casi se choca con ella por el pasillo.
Maldición.
-Medea. Hola. Tenemos que hablar. -Dice, de seguido.
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Que bueno, él un poco loco ya está. Sólo hay que verle, diciendo que no da besos cuando los da y cosas así.
-Vale. Habla. Qué pasa.
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-Nada. ¿Tienes un momento? -La agarra por la muñeca y tira de ella, buscando una clase libre. La primera puerta que encuentra está cerrada, así que sigue caminando. No la suelta, y mira hacia atrás para mirarla.- Espera. -Sigue caminando, hasta la siguiente puerta.
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