Salir del campus, de la universidad. Regresar a casa le parece una idea tentadora, encerrarse y leer lo que tuviera cerca mucho mejor. El cambio era más complicado de lo que había esperado en un inicio, sobretodo por cómo solía ser él. Extraña Londres, extraña el clima, pero ante todo, las personas que conoce (o conocía, ¿se habrían olvidado de él?) desde hacía mucho tiempo.
Incapaz de hacer cualquier cosa, aunque de forma contradictoria le daba vueltas al hecho de que debe moverse, de entablar alguna conversación y dejar de ser el nuevo, el solitario. Ya tuvo la noche anterior suficiente como para querer arriesgarse otra vez, por lo que procura evitar las grandes aglomeraciones de la cafetería, buscando algún lugar tranquilo donde refugiarse.
Aunque no contó con que pudiera encontrarse a alguien.
Dom no está escondiéndose de Rob. Es decir, se ha sentado en los jardines del campus con su bocadillo de rúcula, provolone y speck (eso es un tipo de jamón ahumado, se lo mandó el zio Andrea el otro día), en un lugar relativamente apartado, pero no es que rehuya a Rob ni nada de eso. Es que hoy... bueno, hace buen día, no le apetecía estar encerrado en la cafetería. Exactamente. Así le toca un poco el sol, que siempre está como blancucho, tanto estudiar y trabajar.
Dominic le da un mordisco a su bocadillo (mamma mia, que bueno), trata de no pensar que seguramente a Rob también le gustaría el speck, porque es carne y a Rob le gusta cualquier cosa de carne, y luego da otro mordisco, más grande.
Tiene la boca llena cuando ve movimiento a su lado, y cuando reconoce de quien se trata, se muere un poco de vergüenza porque bueno, es el chico del otro día que además le ha pillado comiendo como si no hubiera un mañana.
Darse la vuelta no puede considerarlo como una opción, aunque desde luego, no se esperaba encontrarlo allí. Ignoró la noche anterior sí estudiaba el chico o no - realmente ni se le había pasado por la cabeza - por lo que tardó un poco en ocultar su cara de sorpresa.
Aunque quizás se vio aplacada esa misma reacción por el momento en el que están: le había pillado con las manos en la masa, comiendo alegremente un gran bocadillo.
- Hola.
No está de humor para repetir la escena de la noche anterior, por lo que prefiere ahorrarse palabras y ser simplemente cortes. Probablemente ni quisiera hablar con él después de lo ocurrido.
Es de mala educación hablar con la boca llena. En su familia lo hacen siempre (debe ser una cosa mediterránea de esas, igual que el gritar o el cocinarlo todo con ajo), pero Dom no, así que se esfuerza en tragar el bocado monumental de bocadillo que tenía en la boca antes de responder un "hola" apenas inaudible. El chico de la pizzería del otro día debe estudiar en la universidad igual que él, y también debe estar no escondiéndose de alguien en el campus. O ha salido a pasear, quién sabe.
De todas formas, Dom no sabe qué más hacer. No sabe si mirar el bocadillo o al chico, que sigue aquí plantado, como esperando que él diga o haga algo. Quizá espera permiso para sentarse, aunque el campus es un lugar público y Dom no ha venido a estar solo ni nada. Es muy incómodo todo, sinceramente. Igual habría pasado mejor rato en la cafetería con Rob y todo, que ya es decir.
Comments 9
Salir del campus, de la universidad. Regresar a casa le parece una idea tentadora, encerrarse y leer lo que tuviera cerca mucho mejor. El cambio era más complicado de lo que había esperado en un inicio, sobretodo por cómo solía ser él. Extraña Londres, extraña el clima, pero ante todo, las personas que conoce (o conocía, ¿se habrían olvidado de él?) desde hacía mucho tiempo.
Incapaz de hacer cualquier cosa, aunque de forma contradictoria le daba vueltas al hecho de que debe moverse, de entablar alguna conversación y dejar de ser el nuevo, el solitario. Ya tuvo la noche anterior suficiente como para querer arriesgarse otra vez, por lo que procura evitar las grandes aglomeraciones de la cafetería, buscando algún lugar tranquilo donde refugiarse.
Aunque no contó con que pudiera encontrarse a alguien.
Reply
Dominic le da un mordisco a su bocadillo (mamma mia, que bueno), trata de no pensar que seguramente a Rob también le gustaría el speck, porque es carne y a Rob le gusta cualquier cosa de carne, y luego da otro mordisco, más grande.
Tiene la boca llena cuando ve movimiento a su lado, y cuando reconoce de quien se trata, se muere un poco de vergüenza porque bueno, es el chico del otro día que además le ha pillado comiendo como si no hubiera un mañana.
Reply
Aunque quizás se vio aplacada esa misma reacción por el momento en el que están: le había pillado con las manos en la masa, comiendo alegremente un gran bocadillo.
- Hola.
No está de humor para repetir la escena de la noche anterior, por lo que prefiere ahorrarse palabras y ser simplemente cortes. Probablemente ni quisiera hablar con él después de lo ocurrido.
Reply
De todas formas, Dom no sabe qué más hacer. No sabe si mirar el bocadillo o al chico, que sigue aquí plantado, como esperando que él diga o haga algo. Quizá espera permiso para sentarse, aunque el campus es un lugar público y Dom no ha venido a estar solo ni nada. Es muy incómodo todo, sinceramente. Igual habría pasado mejor rato en la cafetería con Rob y todo, que ya es decir.
Reply
Leave a comment