FIC - Memoria Futura (Legal Drug, PG-13)
Título: Memoria Futura
Serie: Legal Drug
Rating: PG-13
Palabras: 579
Prompt: Saiga/Kakei, futuro.
Para: yuuko_hitsuzen (Ficathon '08 @ piffle_fanfic )
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Los sentidos exaltados, la respiración al límite y las manos perdidas; no quiere olvidar jamás esa sensación de ahogo, dulce, en que las personas se sumergen por voluntad propia, ni quiere olvidar el sonido de la voz de él, asfixiándose al borde del dolor (¿o es su propia voz?). Se aferra a la conciencia para mantener todas las sensaciones que le son extrañas en su memoria; no quiere pensar en sus razones, sólo sabe que lo necesita.
Y entonces termina; se quedan sólo el calor y el contacto suave sobre piel descubierta.
Quiere dejarse llevar ahora por la somnolencia ondeante que impregna las sábanas y los aromas; pero al final se decide por poner a prueba su memoria para saber que aún no se olvida del primer día.
Comienza a recordar sus propias palabras.
“Hay algo… en tus ojos” había afirmado con el reconocimiento de que estaba en lo correcto, sin dejar de mirar el rostro obstruido por lentes oscuros. Recuerda que no pudo contenerse y el deseo antes reprimido de contacto lo llevó a levantar una mano y deslizarla, como en un acto de confirmación de solidez, por el rostro de ese hombre alto frente a él; aún las recriminaciones de su sentido común habían sido inútiles para evitarle aquellos segundos de realización.
“Si los pudieras ver directamente, caerías a mis pies en solo un segundo” fue la respuesta conocida de la persona, en teoría desconocida, con la que estaba hablando; una mentira dicha con convencimiento y sin titubeos. El hombre se llamaba Saiga, y el nombre casi se escapa de sus labios en un error que le hubiera costado la tranquilidad del momento.
“Que coincidencia, hay algo en tus ojos también, además de que, claro, son preciosos” le había dicho entonces Saiga, con palabras que le fueron inesperadas, en la medida en que algo le podía ser inesperado.
“No existen las coincidencias...”. Casi sin pensarlo, había tenido que responder con el lenguaje de la antigua sabiduría, entregado a él por aquellos más poderosos y diferentemente atormentados.
De eso hacen ya muchos días y horas de los que no quiere llevar cuenta; quizás menos de los que desea y más de los que esperaba. Y cuando el recuerdo lo abandona, y toma dominio de su propia percepción, siente el ligero roce de una mano deslizándose entre las hebras de su cabello, en un gesto inductivo al descanso.
-¿Por qué sigues despierto? -pregunta con la voz muy baja, como temiendo romper un halo invisible de quietud, al dueño de los dedos largos enredados en su pelo.
-Quisiera que me dijeras la verdad -susurra Saiga, lo escucha cerca de su oído derecho y nota entonces el peso de una cabeza sobre su hombro y de un brazo alrededor de su cintura.
Muerde su labio inferior; no está soñando ni es una escena de otro tiempo. Aun le cuesta creer que Saiga este ahí, que en verdad exista: la voz de él es humana, legítima, cierta, tanto como la propia.
-Sólo ha sido… -se fuerza a pensar en números para justificarse-, un mes.
Siente la humedad de los labios de Saiga en su cuello y lo estremece una onda de suavidad y calidez.
-¿De verdad? ¿Y crees que una relación como esta tenga algún futuro?
Son las palabras de un reclamo pero no suenan como tal. Kakei sonríe, casi ríe. Una buena pregunta, piensa para sí mismo.
-Estoy seguro de que lo tiene -responde; sabe que de nuevo tiene la razón.
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Juro que en mi mente tenía más sentido ._.;;. Y estaba escrito más coherentemente. No quería meterme mucho con el pre-canon, ni andar asumiendo cosas, así que nada más medio "insinué". Aunque teorías si tengo... USH, CLAMP DANOS MÁS LEGAL DRUG ;_;.
Serie: Legal Drug
Rating: PG-13
Palabras: 579
Prompt: Saiga/Kakei, futuro.
Para: yuuko_hitsuzen (Ficathon '08 @ piffle_fanfic )
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Los sentidos exaltados, la respiración al límite y las manos perdidas; no quiere olvidar jamás esa sensación de ahogo, dulce, en que las personas se sumergen por voluntad propia, ni quiere olvidar el sonido de la voz de él, asfixiándose al borde del dolor (¿o es su propia voz?). Se aferra a la conciencia para mantener todas las sensaciones que le son extrañas en su memoria; no quiere pensar en sus razones, sólo sabe que lo necesita.
Y entonces termina; se quedan sólo el calor y el contacto suave sobre piel descubierta.
Quiere dejarse llevar ahora por la somnolencia ondeante que impregna las sábanas y los aromas; pero al final se decide por poner a prueba su memoria para saber que aún no se olvida del primer día.
Comienza a recordar sus propias palabras.
“Hay algo… en tus ojos” había afirmado con el reconocimiento de que estaba en lo correcto, sin dejar de mirar el rostro obstruido por lentes oscuros. Recuerda que no pudo contenerse y el deseo antes reprimido de contacto lo llevó a levantar una mano y deslizarla, como en un acto de confirmación de solidez, por el rostro de ese hombre alto frente a él; aún las recriminaciones de su sentido común habían sido inútiles para evitarle aquellos segundos de realización.
“Si los pudieras ver directamente, caerías a mis pies en solo un segundo” fue la respuesta conocida de la persona, en teoría desconocida, con la que estaba hablando; una mentira dicha con convencimiento y sin titubeos. El hombre se llamaba Saiga, y el nombre casi se escapa de sus labios en un error que le hubiera costado la tranquilidad del momento.
“Que coincidencia, hay algo en tus ojos también, además de que, claro, son preciosos” le había dicho entonces Saiga, con palabras que le fueron inesperadas, en la medida en que algo le podía ser inesperado.
“No existen las coincidencias...”. Casi sin pensarlo, había tenido que responder con el lenguaje de la antigua sabiduría, entregado a él por aquellos más poderosos y diferentemente atormentados.
De eso hacen ya muchos días y horas de los que no quiere llevar cuenta; quizás menos de los que desea y más de los que esperaba. Y cuando el recuerdo lo abandona, y toma dominio de su propia percepción, siente el ligero roce de una mano deslizándose entre las hebras de su cabello, en un gesto inductivo al descanso.
-¿Por qué sigues despierto? -pregunta con la voz muy baja, como temiendo romper un halo invisible de quietud, al dueño de los dedos largos enredados en su pelo.
-Quisiera que me dijeras la verdad -susurra Saiga, lo escucha cerca de su oído derecho y nota entonces el peso de una cabeza sobre su hombro y de un brazo alrededor de su cintura.
Muerde su labio inferior; no está soñando ni es una escena de otro tiempo. Aun le cuesta creer que Saiga este ahí, que en verdad exista: la voz de él es humana, legítima, cierta, tanto como la propia.
-Sólo ha sido… -se fuerza a pensar en números para justificarse-, un mes.
Siente la humedad de los labios de Saiga en su cuello y lo estremece una onda de suavidad y calidez.
-¿De verdad? ¿Y crees que una relación como esta tenga algún futuro?
Son las palabras de un reclamo pero no suenan como tal. Kakei sonríe, casi ríe. Una buena pregunta, piensa para sí mismo.
-Estoy seguro de que lo tiene -responde; sabe que de nuevo tiene la razón.
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Juro que en mi mente tenía más sentido ._.;;. Y estaba escrito más coherentemente. No quería meterme mucho con el pre-canon, ni andar asumiendo cosas, así que nada más medio "insinué". Aunque teorías si tengo... USH, CLAMP DANOS MÁS LEGAL DRUG ;_;.