Hola de nuevo, el oneshot que pondré es propiedad de mi seishun amiga Yukiko-chan, espero que les guste, pero antes de leerlo quiero que sepan que está inspirado en una escena de Koishite Akuma, así que, si no lo han visto puede que no entiendan muy bien o se spoilen así que cuidado esto va bajo su responsabilidad xDD bueno sin más...Douzo~
Título: “Vampire No Yoru”
Autora: Yukiko-chan
Género: Yaoi/Lemmon/
Parejas: Nakayama Yuma (Ruka) y Morimoto Shintaro (Shota) [ YumaShin (?) ]
Capítulos: Oneshot
Vampire No Yoru
Faltaba un día para la luna llena y aquel vampiro adolescente contemplaba lo que serian los últimos días de su “existencia” bajo ese enorme cielo nocturno. Desde el balcón de su habitación, el chico, sin saberlo estaba llegando a su límite, al rehusarse a beber sangre humana para sobrevivir, su cuerpo pedía a gritos ese líquido vital debilitándolo más cada día, sabia que su final se acercaba, sin embargo quería disfrutar hasta el ultimo momento manteniendo su esencia humana atesorando el tiempo que le quedaba. En ese momento entró a la habitación el pequeño Shota, su “pariente lejano”, tres años menor que él.
-Ruka-nii ¿me ayudarías con mi tarea?- preguntó con una linda sonrisa y mirada inocente lleno de esperanza sin conocimiento alguno de lo que estaba por venir. En ese momento el joven vampiro de nombre Ruka que se encontraba dándole la espalda, volteó al escuchar al pequeño, su mirada era fija, amenazante y teñida extrañamente de un rojo sangre brillante donde antes ese encontraba su característico color café chocolate, ya no era el mismo Ruka que el pequeño Shota conocía, la sed se había apoderado de su cuerpo, convirtiéndose en un títere de sus propios deseos
-Ruka-nii?- el pequeño Shota contemplaba esa hipnotizarte mirada sin poder sentir algo más que confusión, Ruka se acercó decidido y ágil al pequeño tomándolo por los hombros y aventándolo a la pequeña y mullida cama junto a ellos, sin soltarlo, se sentó sobre el abdomen del menor apretando su pequeño cuello con una de sus manos, casi asfixiándole, el pequeño empezó a toser y a protestar:
-Ruka-nii yamete!! Ruka-nii me lastimas!! Cof cof-exclamaba con una voz dulce y aguda, con sus pequeñas manos tiraba de la chaqueta del mayor en un intento vano por liberarse.
-Es injusto que vayas por el cuello!!-dijo con su rostro enrojecido y los ojos entreabiertos pensando que se trataba de un simple juego entre muchachos, un juego que estaba perdiendo, no se percataba del estado ausente del joven vampiro, de su mirada salvaje, y su delicadeza y rapidez para actuar, de su silencio y de las marfileñas dagas que se abrían paso entre sus labios y se acercaban peligrosamente al cuello del menor en ese indefenso estado. Shota sintió un aire frio recorrer su cuello que le causó escalofríos, seguido de la leve presión de los labios de su querido Ruka, era extraño ese comportamiento en su “primo” pues a pesar de que siempre se comportaba distante y casi no hablaba mas que para decir cosas frías, en el fondo era un buen chico, correcto, hábil y valiente, que poco a poco se fue convirtiendo en el sol de shota al tener al fin a un chico con quien platicar y compartir problemas y situaciones amenas de una autentica familia o al menos así se sentía el pequeño, quien nunca dudaría de su querido “Ruka-nii”, sin embargo Shota no solo sintió los labios de Ruka, sino también un dolor agudo e intenso que le quemaba el cuello, la cabeza y la columna, un calor que lo adormecía e impedía luchar contra él, aun conciente comprendió lo que había sucedido; estaba siendo mordido y por si fuera poco su sangre y su vitalidad eran robadas por la persona que más quería, su sometedor serpenteaba sobre su abdomen, emitía gemidos agitados y ahogados contra su cuello y en ese momento el dolor de antes fue remplazado por una inmensa sensación de placer expandiéndose poco a poco desde su cuero cabelludo hasta las yemas de sus dedos, con su mano libre, inconscientemente revolvió los cabellos de la nuca del mayor y no importándole que su otra mano estuviera bajo el agarre del mismo, se liberó y aferró a su espalda con esa mano, antes de percatarse, ya estaba gimiendo dulcemente moviendo las caderas al compás de su atacante bajo su cuerpo, dejándose llevar entrando en un estado de total sumisión pensando en lo bien que se sentía y que seguramente Ruka sentía lo mismo. Esta conclusión no estaba lejos de la verdad, pues desde que ese liquido preciado había entrado a su boca, Ruka, había perdido el control de su sentido común, deseando cada vez más ese cuerpo calido y tentador, deleitándose con cada gota que bebía y lamiendo hambriento las que derramaba, el placer que ambos experimentaban pronto se vio reflejado en sus cuerpos y se percataron gracias al movimiento insistente de ambas caderas al rozar sus entrepiernas, instintivamente Ruka llevó una mano debajo de sí hacia su entrepierna para calmar esa sensación, rozando accidentalmente la de Shota provocando que éste gimiera más fuerte, el pequeño Shota, al escucharse a si mismo salió de ese trance y se sintió avergonzado, el vampiro dejó de succionar la sangre del menor y se incorporó lo suficiente para contemplar satisfecho el rostro de su presa que le proporciono una visión excitante; el pequeño con los cabellos revueltos y pegados a su pequeña frente a causa del sudor, la respiración agitada y sus pequeños y brillantes ojos perdidos en su penetrante mirada, Ruka comenzó a masajear por encima del pantalón el miembro de Shota que estaba algo endurecido, las acciones perversas de este vampiro apenas comenzaban y se desataron gracias a la sangre tan pura del pequeño que ahora se retorcía de placer debajo suyo.
Al sentir esa experta mano en su miembro, Shota ahogó un grito tapando su boca con su muñeca, Ruka se acercó a esa mano y lamió los dedos del pequeño como si fueran dulces, la lengua de Ruka hacía que el pequeño se excitara a cada lengüetazo, el contacto más mínimo con el vampiro lo enloquecía, el joven chupaba los dedos del pequeño mirándolo fijamente sin perderse un solo minuto de su reacción mientras, metió su mano bajo el pantalón del menor y adueñándose por completo del miembro del menor, comenzó a masajearlo primero firme y suavemente de arriba abajo, intensificando cada vez más sus caricias y aumentando la velocidad. Shota creyó que explotaría; protestaba aferrándose y retorciéndose entre las sábanas
-Iya!!..da..me!!- yame..te!-Ruka..niii!! - sus entrecortadas protestas parecían más bien dulces suplicas ya que sus caderas que se elevaban indicaban lo contrario a sus palabras, movía la cabeza de un lado a otro luchando por no perder la cordura, en ese momento Ruka se acercó a su oído y le susurró:
-Sabes que lo deseas, no te contengas, nii-chan te cuidará bien- después lamió el pequeño lóbulo de la oreja del menor y al sentir como éste se estremecía ante ese gesto, lo aprisionó delicadamente entre sus labios, luego se apartó de la oreja de Shota para buscar su mirada poniéndose frente a su rostro, sin embargo el menor mantenía los ojos cerrados con fuerza, entonces pausó por un momento el movimiento de su mano sobre el miembro de Shota y de nuevo le habló al oído:
-Abre los ojos- le ordenó.
Dudando un poco al principio, el menor terminó por abrirlos, pero no esperó lo que vería: Las mejillas de Ruka ardían enrojecidas, y su propia sangre en los labios de su Ruka que aun brillaba le parecía deslumbrante, su mirada era penetrante, pícara y retadora, Shota se quedó embelesado unos instantes contemplando a su ángel maldito únicamente para él, al ver el estado apaciguado del menor, Ruka puso sus manos sobre la camisa de Shota, tiró de ella y la abrió de par en par desgarrándola por completo; contempló los pezones sonrosados y endurecidos junto con la mirada anonadada del menor, se inclinó sobre su pequeño pecho y comenzó a lamer esos suaves y tentadores pezones arrancando unos gemidos sonoros de su boca, bajaba hacia su abdomen besando su ombligo y apartándose dio un tirón hacia abajo a los pantalones y ropa interior de Shota despojándolo de esos estorbos para poder fijar toda su atención a su entrepierna y deleitarse con su lindo, erecto y rosado miembro que clamaba atención; humedecido de la punta, derramando unas pequeñas gotas, Ruka se relamió los labios de una manera sensual y dio un pequeño lengüetazo cual gatito a la punta recogiendo esas gotas solitarias, esto enloquecía al pequeño que intentó calmarse a sí mismo, pero cuando iba a poner sus manos sobre su miembro, el mayor lo detuvo elevando sus pequeños brazos hacia atrás de su nuca e imitando un tono paternal le dijo:
-¡Dame!, esto está mal, debes tener paciencia, así será más placentero
-Demo…Ruka-nii ...ya no puedo más… voy a …one…onegaii- dijo suplicándole con sus ojos llorosos - …esto es raro ..algo va a..
-¿No quieres que YO lo disfrute también? …ne…¿no quieres que yo me sienta bien? -interrumpió en un tono persuasivo.
-Ruka-nii..-dijo mirando fijamente y algo incrédulo el rostro de su ahora, *koibito*.
-Onegaii - Insistió el mayor con fingida inocencia.
-¡un! -asintió el menor con una sonrisa al pensar que haría algo para que su querido Ruka-nii se sintiera mejor
-Arigato - dijo con su grave y provocadora voz.
Se acercó al rostro del pequeño y rozó sus labios con los de éste. Se acercó más en un beso primero dulce y luego profundo; introdujo su lengua en su boca, saboreándole, el menor le correspondía torpemente, terriblemente avergonzado y endemoniadamente kawaii, pero poco a poco fue tomándole el ritmo, ambos se correspondían, de nueva cuenta el menor gemía en la boca del vampiro que se separó de repente sin reparo alguno dejando a Shota en un trance de placer y sin previo aviso, introdujo toda la longitud del miembro de Shota en su boca, succionando y lamiendo sin quitar la mirada del rostro de éste que al caer en la cuenta de lo que sucedía gritó sonoramente de placer,
-Ahhh!! Ruka-nii!! Dame!! Si haces eso ..voy a ..-se aferró a los cabellos de Ruka y se mordió el labio tan fuerte que se provoco un herida, pero no le importó, pues en ese momento sintió un cosquilleo en su entrepierna y su espalda baja; sintió como pequeñas y deliciosas descargas que recorrían desde la punta de sus dedos hasta su columna vertebral provocaron que se arqueara violentamente y emitiera un gemido corto y fuerte, no pudiendo soportarlo más, se corrió en la boca de Ruka que bebió hasta la última gota de ese delicioso y dulce néctar, Shota soltó los cabellos de Ruka y permaneció quieto con los ojos entrecerrados, la respiración agitada y el corazón latiéndole muy rápido creyendo estar a punto de caer dormido, Ruka aprovechó ese momento para despojarse de su uniforme quedando totalmente desnudo, y antes de que el pequeño se quedara dormido, lo levantó tomándolo de los cabellos, obligándolo a quedar incado sobre la cama al igual que Ruka, ante esto el pobre Shota hizo una mueca de dolor, entonces el mayor se percató de la herida en el labio del menor y la lamió sin cuidado, aun sosteniendo los cabellos del menor diciendo:
-Esto aun no termina, se requiere más que esto para hacerme sentir bien
Shota le miró con algo de miedo y confusión pero luego bajó la mirada para encontrar el miembro erecto de Ruka, al verlo se sonrojó y desvió la mirada apenado a cualquier otra parte de la habitación, el vampiro rió maliciosamente y dijo:
-¿Te gusta cierto?, si lo quieres, es tuyo
-¡No digas tonterías Ruka-nii! -interrumpió más apenado sin poder mirar a otro la do que no fuera la pared, Ruka divertido, soltó los cabellos del menor y lo tomó por el mentón volteándolo para encarar su rostro.
-si quieres que sea tuyo…gánatelo- dijo con mirada retadora, acto seguido apretó una de las nalgas de Shota con una mano y rozó peligrosamente su entrada con un dedo, ante esto Shota abrió la boca para protestar pero al instante fue empujado hacia abajo por la otra mano de Ruka que guió su cabeza hasta su miembro y lo introdujo en la boca del menor moviendo las caderas y guiándolo, sosteniendo y empujando su cabeza, indicándole el ritmo adecuado. Shota primero creía atragantarse pero luego se acostumbró, chupando, succionando y lamiendo a su antojo, concentrado en su tarea, Ruka actuaba desinhibido gimiendo con su voz grave, armando una perfecta armonía entre sus gemidos y los del menor resonando en esa pequeña habitación, Ruka miró la parte posterior de su pequeño y lamió sus propios dedos imitándolo, luego de que estuvieron lubricados, lentamente introdujo un dedo dentro de Shota que al sentir tal invasión se contrajo un poco, pero su cuerpo acogió hasta dos dedos de Ruka haciendo que su miembro se endureciera de nuevo, sacó el miembro de Ruka de su boca un momento y dijo:
-Ah!! Ruka-nii… no seas malo - protestó durante esa invasión tan placentera para él
-Malo, ¿yo? Pero si mira como mueves las caderas, no te preocupes...yo arreglaré eso, les indicaré como deben moverse - dijo con aire altanero y volvió a empujar a Shota sobre la cama, se subió sobre éste, pegando sus miembros y rozándolos, recostado totalmente sobre el cuerpo del pequeño, que se abrazó a él, comenzó mecerse sobre el cuerpo del menor sin aplastarlo escuchando en su oído los tímidos gemidos que salían de su boca con cada roce, volviéndolo loco, pero como no iba a permitir que acabara así, se incorporó y le levantó un poco las caderas, le separó las piernas y se acomodó en medio de ellas, lo miró fijamente y contempló su pequeño y algo sofocado rostro, se inclinó a besarle de nuevo pero esta vez el beso se tornó más apasionado y largo por ambas partes, aprovechando eso, Ruka introdujo poco a poco su miembro en la entrada del pequeño, luego detuvo el beso, al principio, unas lágrimas luchaban por salir de los ojos del menor que mantuvo sus ojos cerrados y hacía una mueca de dolor aferrándose a la espalda del mayor y escondiendo su cara en el cuello de éste quién todo lo compartía, con él, el placer y el dolor, cuando Ruka se acomodó y el semblante e interior de Shota se relajaron, comenzó a embestirlo, primero lenta pero firmemente y luego más profundo y rápido, deleitándose con el rostro de su pequeño que, en un intento por callar sus gemidos a causa de la vergüenza incontenible que sentía, se llevó su mano a la boca, pero Ruka al notarlo, se detuvo en seco, pues él no quería perderse ni un ápice de su reacción.
-Si haces eso, me iré - le amenazó.
Shota abrió los ojos de repente y le miró con esos enormes y brillantes ojos llenos de confusión y miedo, miedo de que su Ruka se alejara, al ver que el rostro de Ruka era imperturbable se alejó la muñeca del rostro.
-Bien, ahora rodea mi cuello con tus manos - le ordenó el mayor, y el pequeño hizo caso de inmediato.
El mayor sonrió satisfecho y dio una embestida más fuerte y profunda, haciendo gritar a Shota, que se aferró a su espalda, y luego le susurró al oído demandante:
-Si quieres que lo haga, pídemelo
Ante esta orden Shota no hizo más que rodear la cadera de Ruka con sus piernas haciendo que éste entrara más profundo en él, la sensación de estrechez y calidez en el interior de Shota era tan tentadora que el vampiro se contenía por no devorar allí mismo al pequeño, pero disimulaba muy bien su impaciencia, por su parte Shota jamás en su vida había experimentado tal placer y lo mejor era que estaba con la persona que mas quería.
- o..onegai!!...Ruka..nii - Dijo suplicante, casi muerto de vergüenza y excitación, sin más, Ruka sonrió y volvió a embestirlo cada vez más rápido, entrando por completo dentro del pequeño, una y otra vez, besando el cuello del menor y volviendo a sus labios, besándolos y lamiéndolos lascivamente, aumentó el ritmo de sus embestidas, de pronto sintió al pequeño tensarse y aferrarse a su espalda y gritar
- moo..Ru-ka..nii.mo! .da-da-me!!..i-*iku*!!!
El pequeño se corrió en su abdomen y enseguida Shota sintió dentro suyo a Ruka desbordarse cálida y resbalosamente.
Ambos cayeron rendidos, abrazados y sudorosos en la cama, Ruka podía sentir el corazón de Shota golpeando su pecho, era una sensación que le hacía querer permanecer así por siempre, y así hubiera sido por él, pero sintió que la respiración de Shota se dificultaba, entonces se recostó al lado de éste para no aplastarle, pero a pesar de eso Shota no soltó a Ruka ni un instante y ambos se quedaron dormidos abrazados.
Ruka abrió esos ojos que volvieron a ser azabache, no sabía cuánto tiempo había pasado, pero sabía que aun era de noche, vio a Shota a su lado y con una mano recorrió los cabellos de su frente, observó su dulce, angelical y apacible rostro, observó las marcas de colmillos en su pequeño cuello, se inclinó y las besó con pasión cual devoto a la imagen de un santo, entonces, con aire triunfal y malicioso miró a la ventana donde se encontraba la luna y la retó por el rabillo del ojo, aun con sus labios sobre el cuello del menor, despegándolos un poco para decir:
-Parece que encontré a mi eterno acompañante…