1. Llegada [Original, Dementia] [tabla festiva, 30vicios] [1/30]

Dec 28, 2008 19:50

Título: Llegada.
Fandom: Dementia.
Personajes: Karen/Ethan
Rating: G
N/A: Compratido con thaly_black. Para 30vicios.
Palabras: 1023
Tabla | Propmt: #25. Llegada

Era una lluviosa y oscura mañana de octubre. El agua golpeteaba con insistencia contra las ventanillas del coche del padre de Karen, y ella con el mp3 a todo volumen, ignoraba, tanto a la lluvia como la conversación de sus padres, que incluía temas como una niña problemática que no sabe adaptarse, una cualquiera y una irreverente y mentirosa; cosas que, en opinión de Karen, no tenían nada que ver con ella.

Y la verdad es que no.

Porque Karen no era nada de eso. No pasaba de ser una chica bajita de dieciséis años con el pelo castaño y liso, y muchas ganas de olvidarse de todo durante e resto de su vida.

Se suponía que de eso se trataba el cambio que estaban haciendo. Porque si, iban hacia un cambio, se habían mudado hacía apenas unos días y ahora se dirigían a su nuevo instituto. Suspiró. Realmente necesitaba olvidar, y la mejor manera era aquella, alejándose de todo lo que necesitaba dejar atrás.

Ahora tocaba empezar de nuevo. No podía negar que estaba nerviosa por eso de la gente nueva, el instituto nuevo, las clases nuevas, la gente nueva...porque si, lo que más le preocupaba era la gente. Quería encajar bien, como cualquier otra chica de dieciséis años que estuviera en su lugar y tuviera que enfrentarse a esa situación. No pedía mucho, ni popularidad ni nada por el estilo, simplemente encajar, encontrar un hueco.

El coche se detuvo, y la chica sintió como el corazón empezaba a acelerarse en su garganta. No le gustaban los cambios. De hecho no le gustaban un pelo. Así que cuando su padre le abrió la puerta trasera y ella plantó sus converses (una negra y una roja) en el suelo mojado, deseó poder correr como si se la llevara el viento. Estar en cualquier lugar menos allí.

¿Cómo podía llover tanto, tan fuerte y durante tanto rato? Arrugó la nariz, al notar que el agua del suelo le traspasaba la loneta del calzado y que empezaba a treparle por sus vaqueros deshilachados.

Su madre bajó del coche al mismo tiempo que su padre le ponía su bolso de viaje al hombro. Karen respiró profundamente y se quitó un auricular de la oreja, para escuchar las despedidas de aquellos que iban a encerrarla en esa cárcel.

-Cariño, prométenos que te portarás bien...-comenzó a decir su madre, a pesar de que en realidad ella no estuviera muy atenta.
-Dales una oportunidad a tus nuevos compañeros de conocerte, y si tienes problemas habla con tus profesores...-continuó su padre, mientras su madre intentaba colgarle la mochila de los dos hombros, en lugar de en el izquierdo, como la llevaba ella.
-Te queremos.-dijeron ambos a la vez, sonriéndole.
-Te llamaremos esta noche para ver qué tal te ha ido.-añadió su padre, antes de que su madre la abrazara como si fuera su niña pequeña empezando el colegio por primera vez.

Así que ahí estaba, viendo alejarse a sus padres en el coche. Sintió miradas sobre ella que venían de todas partes, y sonrió de manera nerviosa a la gente que tenía a la vista. En otra situación, si ella no hubiera sido la nueva y en cambio hubiera visto a alguien nuevo, seguramente habría hecho lo mismo. Se prometió a si misma que si alguna vez cambiaba de rol y le tocaba estar en el otro lado, no se quedaría mirando a la nueva, básicamente porque ahora sabía lo incómodo que era para ella.

Respiró hondo y se puso el auricular en la oreja de nuevo. Eye of the tiger.

Cada paso que daba hacia la puerta le costaba una vida. Y no tenía nada que ver con el peso del bolso de viaje, que, en el fondo, no pesaba tanto. Tenía algo más que ver con sus ganas de echar a correr, que se enfrentaban a lo que siempre había sido una voluntad que va más allá de lo corriente para plantarle cara a las cosas.

Una voluntad que había muerto en aquel descampado hacía tanto tiempo.

Pero era preferible no pensar en el pasado. Era preferible seguir adelante, ya que, como decía Arya, el miedo hiere más que las espadas. Y ella estaba harta de tener miedo, y de estar herida.

Miró al edificio entre su flequillo. Era una mezcla entre un castillo sacado de una peli de terror y lo más chic que se pudiese encontrar en una revista. El camino empedrado por el que ella arrastraba las converse mojadas estaba bordeado por unos setos muy cuidados, y justo al final del camino, se alzaban tres escalones de piedra, que terminaban en una puerta de roble, todo a conjunto con el castillo medieval que era el colegio Blumpston, donde acababan de internarla.

Bufó, subiendo las escaleras. Seguramente que allí, en un colegio medio correccional, había más pijos que otra cosa. Y ella eso era algo que no soportaba.

Subió las escaleras con una lentitud premeditada. No quería entrar, a pesar de que tuviera que hacerlo. Pero por mucho que no quisiera entrar, y por mucho que ralentizara su paso, era inevitable entrar en algún momento.

Así que, tras respirar hondo un par de veces, empujó la pesada puerta de roble, que chirrió un poco, como protesta, y entró en el colegio.

Karen se pegó completamente a la puerta, con una canción, ahora de Queen, golpeándole fuertemente los tímpanos. El vestíbulo, que parecía sacado de una peli de terror, estaba lleno de estudiantes que se giraron todos a la vez, como accionados con un resorte, hacia ella.

Respiró hondo, al ritmo de Son & Daughter, y deseó fusionarse con la madera. No se atrevía a dar un solo paso. Ella era la nueva, el centro de atención.

Y eso la aterraba.

Una mujer alta, con un moño rubio muy apretado avanzó hacia ella y le hizo un gesto imperioso para que la siguiese. Ella, sin rechistar o contestar, la siguió, empapada, con un bolso y una mochila como único escudo ante los cientos de miradas llenas de curiosidad.

Miradas, como una azul, brillante, que miraba a Karen como si acabase de descubrir un tesoro de valor incalculable.

pareja: ethan/karen, fandom: dementia, longitud: capítulo, -original, comunidad: 30vicios

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