Sin Of Lust (a BaekHyun/LuHan AU!Vampire fic) (EXO RPS) for @kimjunmen

Jan 04, 2013 10:33

Esto querid@s amigos es lo que me ha estado desesperando durante mas de un mes. Pero por fin esta acabado y os traigo mi AI ^^ Entre varias en twitter hemos hecho un pequeño AI y a mi me ha tocado la genial kimjoonmyeon

Titulo: Sin Of Lust
Fandom: EXO RPS
Pairing: BaekHyun/LuHan (o al reves, whatever)
Disclaimer: Nada es mio esta vez xD Ellos como personas se perteneces a ellos solos y a la SM y la idea del fic es d zeraiya
Dedicado: kimjoonmyeon ue es mi AI y que ayer soporto mi vena enabler, y es un cielo, y se lo debia porque somos mu fans de este AU, y espero que te guste chata porque lo que he sufrido.....
Notas: Como decia en el disclaimer la idea de la trama y demas es de zeraiya ue ha hecho un AU de vampiros super genial que podeis leer aqui. Concretamente esto esta basado en lo que sucede en el de Euphoria, pero es como despues y eso...no es necesario leerlo para entenderlo pero si os apetece...no me voy a quejar xD


Sin of Lust

Stockholm, Sweden, circa 1841

En esa parte del mundo medio año es de día casi permanentemente por lo que la penumbra nunca abandona el cielo. Esa es una de las razones por las que no hay casi ninguno de los suyos en esa parte del mundo. Bueno, no es del todo correcto decir uno de los suyos pero, ahora mismo, puede considerarse uno de ellos. Al menos mientras dure ese pequeño lapso de cordura.

La habitación donde descansa es cómoda, en otra época habría sido una de las principales del castillo, porque en Suecia la parte más cálida de los castillos está en el medio. En la parte de arriba hace mucho frío por el aire y en la parte de abajo, al estar cerca de la nieve, también. Al menos eso le han explicado. No sería la principal, porque esa obviamente es la de Suho, pero aún0 así estaba bien. Tiene una chimenea amplia, ventanales con mosaicos por los que ve la nieve de distintos colores en la penumbra del día; y sobre todo es cálida.

No le gustaban los sitios fríos. Por eso en Londres había rogado y rogado hasta que BaekHyun le había trasladado de los sótanos de su casa a una habitación mejor. Tuvo que portarse bien durante casi un año, pero el otro parecía haber empezado a confiar en él lo suficiente como para darle ciertas comodidades.

Aun así el viaje había sido una tortura. Cuando Suho les invitó, casi obligó, a acudir a aquella fiesta LuHan pensaba que BaekHyun iba a negarse. Su cara mientras leía la invitación daba esa idea. Sin embargo, contra todo pronóstico, tan sólo bufó descontento y le soltó un “Haz las maletas LuHan, nos vamos a Suecia” que realmente deseó que fuese una broma. No tuvo tanta suerte y la siguiente semana se la pasaron entre preparativos, comprar ropa de abrigo y pasajes para el viaje. Lo peor era la mirada de BaekHyun a cada segundo sobre él esperando a ver una grieta en su cordura para poder parar el viaje. Ni él mismo sabe cómo pudo aguantar tanta presión, pero una vez pusieron un pie en el nevado puerto de Estocolmo se sintió libre por fin. La época de noche estaba acabándose, pero los días aún duraban unas horas y las noches días enteros. Esa época era la mejor y la sensación de paz increíble.

Por primera vez en mucho tiempo LuHan se había sentido en paz consigo mismo. Las casas sitiadas por la nieve caída, las calles casi fantasmagóricas y la poca gente que se atrevía a salir con aquellas temperaturas eran como un bálsamo en su maltratado ser. Todo era frío y estaba casi congelado en el tiempo, como él. Ni siquiera se quejó al saber que aún les esperaba media hora de trayecto hasta el castillo de Suho. No le importaba. Se quedó todo el viaje mirando por la ventanilla del carruaje mientras BaekHyun le estudiaba sentado frente a él. Habían aprendido a no hacer obvio sus comportamientos cuando estaban juntos así que esa era una de las tantas cosas que ambos sabían y no decían en voz alta.

Tras llegar al castillo, un señor castillo en opinión de LuHan, Suho les recibió contento de volver a ver a su amigo y preocupado por su otro invitado. En otro momento hasta se habría sentido violento con la mal disimulada preocupación de Suho; pero había aprendido a controlar aquello. No le importaba. No le afectaba. Así que cuando fue conducido a su habitación se sintió confuso al ver que no era una celda en lo más profundo de las mazmorras. Por supuesto la habitación estaba reforzada y protegida contra sus poderes y fuerza sobrehumana. No le cabía ninguna duda de ello. Además había hechizos protegiendo las puertas y ventanas, detalle que no dejaban de recordarle cada vez que le traían algo para comer. Como si no lo supiese ya.

Le dejaron acudir a la recepción y se lo pasó bien. Se sentía cómodo en aquel frío país. Quizás era por el cambio de ambiente. Fuese lo que fuese BaekHyun lo notó y aceptó la invitación de Suho de quedarse allí más tiempo. De eso hacía dos meses.

No se quejaba de la vida en aquel castillo. Lo que sí que no le gustaba era lo poco que veía a BaekHyun. Con el tiempo se había convertido en lo más parecido a un amigo que podía tener LuHan, teniendo en cuenta que la mitad de su vida se la había pasado matando y torturando a todo ser viviente que se le pusiese delante, BaekHyun era la extraña confirmación de que estaba bastante cuerdo. Al menos lo suficiente como para no hacer matanzas cuando se aburría. Quizás no debería hacer esos chistes con su condición; pero hace años, siglos, que aprendió a reír para no llorar.

Pero estaba claro que BaekHyun prefería la compañía de Suho antes que la suya. Muchas veces se había preguntado cómo se habían conocido, pero no se había atrevido a expresar su curiosidad en voz alta. Siempre que Suho salía en la conversación BaekHyun cambiaba de tema todo lo rápido que podía. Con el tiempo ambos habían aprendido a evitar aquella clase de temas. Y eran buenos en decir cosas sin hablar. Y no iba a negar que le dolía un poco que quisiese pasar más tiempo con el otro antes que con él. Dolía aunque lo entendía perfectamente. Él no era precisamente un encanto.

Por eso fue toda una sorpresa. Estaba sentado cerca de la ventana mirando el lago helado que se extendía a los pies del castillo, la chimenea encendida, un libro cualquiera en su regazo, pensando en la blancura que se extendía en la penumbra cuando oyó la puerta abrirse. Su primera reacción fue mirar el reloj que había sobre la chimenea para ver si ya era la hora de la cena. Aún era temprano así que no había motivo para ninguna visita. Giró la cabeza hacia la puerta para descubrir a BaekHyun entrando y cerrando con llave la maciza puerta tras él. No pudo evitar la sonrisa en sus labios.

-“Vaya, me siento honrado de que mi carcelero haya venido a verme.”-le dijo a modo de saludo. El otro tan sólo elevó una ceja en señal de incredulidad.

-“Esto no es una prisión.”-contestó el vampiro dignamente. Razón no le faltaba, no era una mazmorra, pero aunque no luciese como una no significaba que no lo fuera.

-“¿Ah no? ¿Eso significa que puedo irme cuando yo quiera?”-preguntó juguetón. El libro acabó en la mesa a su lado mientras se acomodaba en el sillón y le miraba esperando su respuesta.

-“LuHan….”-sonaba a advertencia, a advertencia seria, como todas las que hacía.

-“Relájate BaekHyun. Hoy no pienso escaparme.”-y lo decía en serio. No entraba en sus planes. Hacía tiempo que no sentía ninguna necesidad de huír de allí.

El otro tan sólo suspiró y se adentró en la estancia. LuHan le miraba caminar de un lado a otro como buscando algo. No entendía qué podía estar buscando ni por qué estaba allí. Hacía cerca de dos semanas que no aparecía por allí. Normalmente enviaba a alguien del servicio a ver si necesitaba algo y ya. En Londres, sin embargo, estaban casi siempre juntos, aunque fuese leyendo los dos en silencio a la luz de la chimenea. Pero aquello no era Londres, era Suecia. Así que había un nuevo orden establecido y él solamente podía esperar a ver qué sucedía.

-“¿Buscas algo, BaekHyun?”-le preguntó cuando el otro ya había recorrido la habitación de arriba abajo por más de diez minutos.

-“No. Yo sólo…”-se para en medio de la habitación, suspira y le mira. LuHan le interroga con la mirada hasta que el otro únicamente se empieza a reír.-“Esto es un poco estúpido.”

A veces simplemente se olvida de que es su prisionero. Es en esos momentos, cuando BaekHyun baja las defensas y se muestra un poco más como es, cuando se da cuenta de que todo es una fachada. Es de esa clase de personas que prefiere tener una coraza dura antes que alguien pueda meterse dentro y hacerle daño. En realidad, eso era algo que ya sabía; pero vivir con él sólo ha hecho que confirme sus pensamientos.

-“A ver, ¿qué pasa ahora? ¿Quieres quedarte más aquí?”-le pregunta directamente. Y por el gesto de la cara de BaekHyun ha acertado. Es algo que ha venido pensando en las últimas semanas. Su guardián se siente a gusto en ese país, tiene a su mejor amigo allí y en Londres no hay nada salvo fiestas insulsas y lluvia. Allí hay nieve y colores en el cielo cada noche. Es como vivir en un cuento de hadas escandinavo. -“Si es eso no tendrías que venir a preguntar. Eres mi dueño, haré lo que me pidas.”

Lo ha hecho a posta. Odia que le recuerde que es su dueño y señor. Por norma no hablan de la naturaleza de su relación. No desde aquel incidente donde BaekHyun fue nombrado su guardián. Pero es la realidad. No compartirán lazos de sangre alguna, pero LuHan debe obedecer todo lo que él le mande. Es su dueño en todos los aspectos.

-“No me gusta que me llames así.”-sisea cabreado. El chino sonríe malicioso.

-“Lo sé. Pero aunque no te guste, así son las cosas.”-le reprocha levantándose del sofá con un suspiro. A veces simplemente se cansa de aquellas conversaciones.-“Si quieres quedarte hazlo, no me debes explicaciones. Ni mucho menos pedirme permiso. Haz lo que desees.”

Hay una botella de whisky en la mesa cercana a la ventana así que camina hacia ella. No suele beber. Es algo estúpido cuando no necesitas ni comida, ni bebida para sobrevivir. Pero a veces, se da el pequeño placer de tan siquiera oler y mojarse los labios con el ambarino licor. Y como Suho es rey en el norte, tiene una buena bodega de licores varios.

Tiene el vaso ya en la mano, cerca de los labios, cuando BaekHyun aparece a su lado completamente enfadado. Oye como chirrían los dientes del vampiro del enfado y está seguro de que tiene los colmillos preparados para destrozarle la garganta por hacerle perder los nervios. Le coge del cuello de la camisa y en menos de dos segundos está estampado contra la pared maciza de la habitación con la cara de BaekHyun a escasos centímetros de la suya; la mirada rabiosa sobre él. El vaso de whisky está en el suelo, hecho añicos y empapando la alfombra con su contenido.

-“No me hagas enfadar LuHan. Los dos sabemos cómo funciona esto.”

-“Sí. Tu ordenas, yo obedezco.”-no puede refrenar su lengua. El otro gruñe molesto.

-“Si así fuese, serías obediente; pero en lugar de eso no haces más de desafiarme y sacarme de mis casillas.”

-“Pensé que te gustaba que me hiciese el difícil.”-Bien. En ese momento debería haber parado. Haber calmado las cosas y haberse disculpado. En su lugar estaba siendo un verdadero cabrón y estaba lanzando frases de doble sentido que no debería decir.

Los ojos de BaekHyun relampaguearon con un pequeño brillo malvado fruto de su enfado. Le estaba enfadando demasiado, sentía el peligro acechando tras aquellos iris marrones pero, lejos de acobardarle, lo único que conseguía era ansiar más. Porque sabía lo que sucedía cuando su guardián perdía el control. Y le encantaba. Casi podía paladear el placer, podía sentirlo en cada célula de su cuerpo y estaba seguro de que BaekHyun también lo podía sentir. Sí, no cabía duda de que también se había dado cuenta porque tan fácil como se había enfadado, se calmó. Seguía mirándole a apenas unos centímetros de su cara, sus ojos seguían oscurecidos por la intensidad de sus emociones, la sonrisa seguía siendo maliciosa pero ya no era enfado lo que emanaba. Era provocación.

-“Vaya, vaya. ¿Así que de esto se trataba?”-le preguntó aflojando un poco el agarre de su camisa.-“¿Me has echado de menos en tu solitario encierro?”-casi le ronronea y eso no está bien. No, porque él no quería eso. Al menos no cuando BaekHyun llegó. Sólo quería cabrearle un poco para luego decirle que no había problema ninguno en quedarse más tiempo. No deseaba aquella voz grave haciéndole estragos en su cuerpo mientras su aliento se derramaba en su cuello. Vale, igual sí lo deseaba internamente pero no debían.

La última vez se había prometido que no volvería a suceder. No sólo porque no era sano para ellos sino porque la cabeza de LuHan aún pensaba en Yixing, su adorado Yixing que era el único pensamiento coherente en su locura y su única obsesión en su cordura. Sin embargo, no podía negar que deseaba a BaekHyun de una forma desastrosamente malsana. Eran esos ojos rasgados que parecían mirarte en lo más profundo de tu alma y los labios, tan tentadoramente seductores, los que le volvían loco. Tanto cuando sonreían maliciosamente como cuando simplemente estaban ahí, preparados para ser besados. Y para morderlos. Para hacerlos sangrar y beberse su sangre desde ellos mientras su lengua intenta abarcar cada gota derramada. No. No deberían por tantas razones….

-“Dime LuHan… ¿me has extrañado en tu cama todo este tiempo?”-y esta vez su aliento está tan cerca de su oído que cree que puede perder el sentido. Acompaña la pregunta con un leve mordisco en el lóbulo de la oreja mientras le sisea-“Dímelo, LuHan. Dime la verdad.”

Simplemente no puede negarse. No a sus deseos. Y después de todo, es su amo y señor. Es su deber obedecerle. Se deshace de esos labios sobre su oreja y el movimiento hace que BaekHyun gire la cabeza hacia él. Hay diversión y ansia. Lo mismo que debe haber reflejado en sus ojos. Sobre todo ansia. Hace más de dos meses que no tienen esa clase de intimidad y LuHan se ha cansado de beber sangre embotellada. Quiere sangre fresca. Quiere la de BaekHyun.

Se miran de nuevo, pero pronto los ojos de LuHan se deslizan lascivamente sobre la garganta de su compañero. Desea más que nada aquello, pero aún hay una pregunta sin respuesta en el aire.

-“Te he echado de menos. Más de lo que debería reconocer.”-se pega a él. Porque hace tiempo que aprendió que a BaekHyun le gustan las cosas claras. Y no hay nada más claro que pegarse a su pecho para que note cuánto le ha extrañado.-“¿Tan poco te importo que me has cambiado por Suho?”-pregunta juguetón enredando sus manos tras su cuello. Le gusta jugar con él a esas medias verdades. Porque le ha dolido la ausencia pero en realidad no tiene celos de Suho. No cuando SeHun se encarga de que nadie se acerque a su compañero más de lo necesario.

-“No podría reemplazarte por Suho. Él no hace las cosas que haces tú con esos labios.”-le confiesa acercando su boca más a él. LuHan sonríe. Claro que Suho no sabe hacer esas cosas. Suho es alguien decente. Él no.

-“¿No podrías o SeHun no te dejaría?”-le pregunta siguiendo la conversación aunque no muy centrado realmente en ella.

-“¿Estás celoso de SeHun, LuHan?”-le pregunta a su vez acorralándole aún más contra la pared.-“No deberías, él sólo tiene ojos para Suho. Aunque según cuenta Suho, podrías aprender un par de cosas de él.”

-“¿Intentas enfadarme, ponerme celoso o que me avergüence con tu pobre intento de hacerme sentir incómodo?”-se acerca a él retándolo.-“¿Qué necesitáis que aprenda de SeHun para haceros feliz, mi señor?”-paladea la pregunta a escasos centímetros de sus labios. Invitándole a que le conteste o le bese; quizás a hacer las dos cosas a la vez.

-“Que aprendas a callarte.”-es la lacónica respuesta antes de besarle. A LuHan le da tiempo a reír levemente antes de que asalte sus labios sin compasión.

Eso es lo que sucede entre ellos. Conocen bien sus debilidades y saben explotarlas al máximo. Al principio LuHan no se había dado cuenta de lo que sucedía. Había estado tanto tiempo dominado por la locura que cuando volvió a percibir el mundo real todo era una aventura nueva. Al paso de los meses y años se dio cuenta de las miradas de BaekHyun, de su especial interés en todo lo que sucedía a su alrededor y de las invitaciones escondidas en las frases más inocentes. Fue entonces cuando sucedió. Aquella parte dormida de su ser había vuelto a despertar. El deseo volvía a correr por sus venas, un deseo que no había vuelto a experimentar desde que se había alejado de Yixing y lo había bloqueado en su interior. Pero no podía evitar sentirlo por BaekHyun. Intentó negarse a él un tiempo, pero pronto se dio cuenta de que era imposible. Fue especialmente vergonzoso el momento en que su guardián le encontró masturbándose sobre su cama con la mente llena de sus miradas. Él había subido preocupado por su tardanza en ir a desayunar y se encontró con aquello. Ni sobra decir que el desayuno se sirvió en aquella misma cama. Desde ese día se había convertido en una extraña rutina. El dejarse señales que sólo aumentaban el deseo entre ellos hasta que uno de los dos llegaba al límite y se abalanzaba sobre el otro. Justo como en ese instante.

Esta vez ambos se habían lanzado sobre el otro casi a la vez y BaekHyun devoraba los labios de LuHan mientras éste trataba de deshacerse del molesto cuello de su camisa para poder alcanzar la ansiada vena. LuHan había descubierto hacía tiempo que a su guardián le encantaba besar sus labios hasta la extenuación. A él también le encantaba que lo hiciese por lo que no se quejaba mientras los succionaba, lamía y mordía una y otra vez mientras iba tirando de él para que caminase por la habitación.

Su buen sentido del espacio, agudizado por su naturaleza, hacía que pudiesen caminar con los ojos cerrados sin tropezar con nada. A veces lo hacían igualmente, por el placer de sentir aquella torpeza humana que hacía tiempo habían perdido. Hoy no era el caso, la urgencia de acabar pronto con aquello era demasiada.

BaekHyun se dejó caer sobre la cama arrastrando a LuHan con él. El chino quedó tendido sobre su guardián mientras el cuello de la camisa había ya cedido a sus maniobras y podía descansar sus labios sobre la deseada vena de su amo. Mordió levemente la carne a su disposición. Ni siquiera podría considerarse un mordisco conocida su naturaleza, era una simple caricia comparada con lo que de verdad quería hacer.

-“Me has hecho esperar demasiado por tu visita, BaekHyun.”-consiguió decirle entre lametones sobre su pulso. -“Eres un mal guardián.”

-“Estaba ocupado consiguiendo que Suho no quemase el país entero.”-respondió entre suspiros su presa.

-“Entiendo. Mucho estrés para el nuevo rey, ¿no?”-rió mordiendo el lóbulo con ansia.

-“Sí. ¿Vamos a seguir así mucho más o vas a morderme de una vez, LuHan? Porque no he venido a verte para que charlemos sobre política.”-exclamó desesperado tras una pequeña pausa. El aludido se separó de su cuello y le miró divertido.

-“No, no has venido a hablar de política. Has venido a follarme como cada vez que quieres.”-no había reproche en ello, sólo la confirmación de su extraña relación.-“Aun así pensé que te gustaría que me hiciese de rogar… siempre te quejas de que soy demasiado fácil.”-de nuevo se acercó a sus labios tentador sin llegar a rozarlos ni un milímetro.

-“A veces lo que eres es demasiado cabrón.”-gruñó molesto por la cercanía no consumada del beso.

-“Gracias. Mejoro mis habilidades cada día a tu lado.”

Esta vez dejó que sus labios llegasen a unirse con los de BaekHyun apenas un segundo. Un pequeño roce que sólo consiguió que el otro volviese a gruñir en desaprobación y que hizo que la sonrisa de LuHan se ensanchase antes de proceder a lo siguiente. Si se lo esperaba no dio muestra de ello porque en cuanto los colmillos del chino se hundieron en la vena del otro, BaekHyun gimió tan alto que LuHan estaba seguro que Suho lo había oído desde su habitación. Y ese pensamiento le encantaba. Casi tanto como la sangre que se escapaba por los dos orificios que habían hecho sus colmillos. Era espesa, roja y caliente. Un dulce manjar para su atrofiado paladar que estaba harto de la sangre embotellada y fría. Esta palpitaba en su boca mientras se deslizaba poco a poco por su garganta y le hacía delirar de placer con su sabor.

Por un momento teme perder la cabeza del todo. Ha estado tanto tiempo sin poder probar aquel preciado líquido que ahora todo es demasiado para él. Gruñe contra el cuello de BaekHyun mientras se pega más a su cuerpo y rasga más la herida del cuello. Necesita más. Mucho más. No tiene ni para empezar con aquello. Pero hay un hueco en su mente que le recuerda a quien está desangrando tan rápidamente. No es un humano cualquiera en un callejón oscuro al que nadie echará de menos, es BaekHyun y ha sido su único apoyo durante tanto tiempo que le debe respeto a ese lazo que comparten.

Se separa de su cuello con la sangre goteándole de los labios, los ojos inyectados y el cuerpo vibrando de placer. Está sentado sobre el estómago de BaekHyun y nota perfectamente contra su ligera ropa como su comportamiento animal ha despertado el deseo del coreano. Las manos de BaekHyun se aferran a sus muslos y le clava las uñas haciendo que fije sus ojos en los suyos. No sabe qué imagen puede dar ahora mismo, pero él sonríe y se lame los labios invitándole a compartir un beso. Invitación que no rechaza y se arquea contra su boca con la sangre aún adornando sus labios. BaekHyun prueba su propia sangre de sus labios y hace que LuHan se mueva sobre él hasta que sus cuerpos se alinean de forma que sus erecciones se tienten tras la ropa.

Se mueve despacio y en círculos sobre él mientras se besan con la misma lentitud. No tienen prisa, son seres atemporales, su única preocupación es que salga el sol y en ese instante es una remota posibilidad con las noches casi eternas de ese país.

Deja sus labios casi a regañadientes, pero necesita ver los ojos de BaekHyun. Sólo le hace falta un segundo para ver cómo han cambiado de color drásticamente y el contacto con su propia sangre ha despertado completamente al animal que rige en su alma. Gruñe de placer ante esa visión. Era justo lo que deseaba; que BaekHyun perdiese el control bajo su cuerpo. Es lo mejor de todo, notar que es capaz de hacerle perder el control así. Saber que es el culpable de que no puede hacer nada más que gruñir con ansia.

-“Tranquilo… no hemos hecho nada más que empezar.”-le asegura volviendo a caer sobre sus labios.

BaekHyun gruñe mientras le besa y clava más las uñas en sus muslos sobre el pantalón. Ahora es LuHan quien gime ante su movimiento y en respuesta empuja aún más sus caderas contra la del BaekHyun buscando la fricción. Su venganza sólo hace que ambos tengan que dejar de besarse un segundo para gemir en la boca del otro.

-“¡Dios mío, LuHan! No sabes lo que he echado de menos esto.”-le susurra entre besos. Él sonríe entre ellos. Claro que le ha echado de menos, él también lo ha hecho. Es su droga y cada día se hace más adicto a ella.

Se hacen los remolones besándose sin pausa. No tienen prisa, a pesar de que en algún momento puede que llegue alguien con el desayuno de LuHan y pillarles en la cama de manera tan indecente. La camisa de BaekHyun está medio abierta y la sangre ha llegado a las sábanas de la cama cayendo desde su cuello. LuHan sigue con su ropa intacta, pero las marcas de los arañazos de BaekHyun se notan en sus muslos. El chino aún puede paladear los restos de la sangre dentro de la boca de BaekHyun e intenta llegar cada vez más y más adentro para atrapar toda gota que pueda quedar todavía allí. Si fuesen humanos les faltaría ya el aliento, pero por suerte no necesitan respirar para poder besarse hasta la extenuación.

Muerde y fricciona los labios del coreano hasta que están rojos e hinchados. Podría pasarse la vida entera besándolos y tendría mucho tiempo por delante. Sin embargo no son el tipo de gente que sólo se conforman con besarse. LuHan se separa de sus labios, al fin, para recoger en su lengua las gotas de sangre casi resecas de su cuello. BaekHyun suspira mientras limpia toda su blanca piel sin dejar ni un milímetro sin cubrir con su saliva. Gracias a los poderes de curación de su propia naturaleza apenas quedan restos del mordisco en su cuello.

-“Es una pena que sanes tan rápido… me encantaría ver cómo esconderías estas marcas a Suho.”-le susurra más excitado de lo que pretendía ante su propia imaginación. No suele ser posesivo pero con el coreano hay algo en su ser, una especie de serpiente malévola retorciéndose en sus entrañas, que quiere marcar a BaekHyun como suyo.

-“Te encanta verme en situaciones embarazosas, ¿verdad?”-le replica el castaño algo fastidiado.

-“Me encanta verte avergonzado.”-reconoce mientras sus manos abren del todo la camisa y recorren sus costados dejando leves marcas con sus uñas.

Sigue repartiendo pequeños mordiscos y besos por el cuello, las clavículas y el pecho mientras los suspiros de BaekHyun se elevan más y más dentro de la habitación. El ambiente está cargado y caliente. Hace unos instantes casi podía considerar que tenía hasta frío a pesar de que la chimenea estaba encendida; ahora mismo sentía que él mismo podía arder en aquella cama.

BaekHyun se cansó de dejarle hacer y con una hábil llave, seguramente fruto de algún entrenamiento en artes marciales que jamás le comentó ni él preguntó; le derrumbó sobre las sábanas donde había estado prisionero hacia unos instantes. LuHan se rió ante el cambio de rol, pero no se quejó. ¿Qué queja podía tener cuando las hábiles manos del coreano habían comenzado a desabrochar su ropa con tanta destreza? Ayudó a BaekHyun a quitarse su propia camisa, que acabó en el suelo, y clavó las uñas en su espalda mientras el otro hacía virguerías con su lengua cerca de su oreja. Había aprendido demasiado rápido que había un punto justo ahí, entre el lóbulo y su mandíbula que le volvía completamente loco. Era demasiado normal que fuese lo primero que atacase cuando era él quien tomaba el control. Y si a LuHan le encantaba morderle para ver como perdía todo control sobre sus sentidos; BaekHyun adoraba estar en ese punto minutos enteros haciendo que el cuerpo del chino perdiese toda capacidad de autocontrol.

-“Maldito…”-consiguió gruñirle entre gemidos. BaekHyun se rió contra su cuello mientras sus manos acababan de deshacerse de la camisa y procedían a remarcar cada centímetro de su torso.

-“Aprendo del mejor.”-le susurra casi paladeando cada sílaba y provocando un escalofrío en el cuerpo del rubio.

LuHan no se siente capaz de seguir soportándolo más y le obliga a girar la cabeza para hacer que le bese de nuevo. Comparten uno de esos besos erráticos y descoordinados que lo único que logran hacer es que el ambiente se caldee más. Todo saliva y lengua y pocos labios porque el ángulo es demasiado forzado incluso para ellos. BaekHyun sonríe contra su boca y se separa juguetón de sus labios, haciéndole perder la poca paciencia que le queda al chino. Y es en ese momento, cuando la paciencia se le agota y apenas tiene control sobre su cuerpo, cuando ve un atisbo de locura en sus ojos. De esa locura que siempre tratan de despistar. Esa que quieren desterrar de LuHan pero que reconoce que secretamente busca. Porque no hay nada más erótico que la mueca maliciosa que se cuela en los labios del chino cuando le tiene atrapado contra el colchón. En ocasiones no puede controlar su fuerza y no es la primera vez que le rompe una costilla al intentar atraparle contra su cuerpo. Por suerte para él Suecia le ha hecho mucho bien y su locura es calmada y serena. No es esa locura especialmente destructiva de la que antes hacía gala. No. Ahora su locura es fría y calculada. De ese tipo de locura que anticipa movimientos y trata de encontrar debilidades en cada vistazo. Del tipo que a BaekHyun le pone de los nervios, pero que en aquel tipo de situaciones adora.

Besa la nuez del chino y raspa levemente la carne con sus dientes haciéndole sangrar. No es un mordisco propiamente dicho, pero sirve para poder paladear un momento la deliciosa sangre de LuHan. Sangre que sabe a añejo y sabio, y que siempre ha tenido tentación de catar hasta el delirio. El chino gime mientras sus manos se enredan en su pelo y le tironean de él. Otro de los efectos de su descontrol, no puede coordinar correctamente lo que sus extremidades hacen. Con la sangre aún pintándole los labios desciende hacia las clavículas donde deja besos leves, como aleteos de una mariposa sobre la piel. El chino gime bajito mientras sus manos agarran la almohada y la estruja con las manos intentando descargar su frustración contra algo que no sea la espalda del coreano. La lengua de BaekHyun desciende por su pecho lentamente, deleitándose con cada pequeño recoveco y curva de su cuerpo. Sin prisa pero sin pausa va trazando sinuosos caminos que cada vez bajan más y más abajo. Centímetro a centímetro amplia el recorrido para volver a subir provocando un gruñido de frustración por parte de LuHan.

-“Deja de hacer eso.”-le regaña con la espalda arqueada contra él intentando que su lengua siga haciendo delicias sobre su abdomen.

-“¿Hacer el qué?”-le pregunta intentando hacerse el inocente. No cuela y LuHan le lanza una mirada furiosa desde el otro lado de la cama que hace que BaekHyun ría levemente.-“Vale… vale… entendido.”

Y está bien entendido porque le muerde cerca del ombligo mientras sus manos se pelean con el cierre de sus pantalones. Un mordisco propiamente dicho al lado del hueso de la cadera, de donde empieza a manar la deliciosa sangre del chino. LuHan gime llevado al borde por las sensaciones. Nota las manos de BaekHyun en sus pantalones, arrastrándolos por sus muslos hacia abajo y la boca pegada a su cadera bebiendo de su sangre. Reconoce que es un sitio demasiado erótico y que puede sentir su lengua sobre el hueso mientras su pelo le hace cosquillas en la cintura. Realmente podría perder la cabeza de seguir así.

BaekHyun lo sabía. Por eso no se extrañó en lo más mínimo cuando LuHan se movió rápidamente desde el colchón y le derrumbó de nuevo contra el mismo. Apenas pudo dejar de succionar la sangre antes del rápido cambio y como resultado parte de la sangre del chino acabó ensuciando sus pantalones al estar la herida aún abierta. LuHan mantenía esa sonrisa malvada que no deparaba nada bueno.

-“Eres demasiado lento.”-siseó apretando el agarre de sus muñecas contra el colchón. El coreano sonrió muy pagado de sí mismo haciendo que un gruñido animal surgiese de la boca de LuHan.

Volvió a besarle con rabia mientras sus manos atrapaban sus muñecas por encima de su cabeza, reteniéndole entre su cuerpo y el colchón con fuerza. La parte mala de todo aquello era que la ropa de LuHan ya descansaba en el suelo y ahora mismo toda su piel rozaba su torso desnudo sin ningún impedimento. Definitivamente nada bueno iba a salir de todo aquello. Sus sospechas se confirmaron cuando notó una de las manchadas sábanas enredándose entre sus muñecas y sujetándole con fuerza impidiéndole mover bien las manos. Sonrió mientras LuHan le besaba.

-“Eres un maldito pervertido.”-le reclamó cuando se separó de él para atar la sábana a una de los postes del cabecero.

-“¿No decías que tenía que aprender un par de cosas de SeHun?”-le replicó sonriendo mientras terminaba de quitarle la ropa y se colocaba sobre él adecuadamente.-“Ahora quédate quieto y disfruta.”

No tenía que repetírselo. Iba a disfrutarlo sin lugar a dudas. Sobre todo cuando las caderas del chino se alinearon sobre las suyas haciendo que sus erecciones, aquellas poco atendidas desde que habían caído sobre la cama, se rozaran de una manera demasiado intensa. Antes habían gemido en cada caricia, pero ahora los gemidos se convirtieron en una recurrente charla entre los dos mientras LuHan se movía sobre sus caderas una y otra vez. De cuando en cuando el chino se arqueaba sobre sus labios y sus lenguas se enredaban mientras los gemidos seguían inundando la habitación.

-“He echado de menos demasiado esto, BaekHyun. Eres malo por abandonarme tanto tiempo.”-consiguió decirle entre jadeos mientras se pegaba más a él.

-“Lo siento. Mucho. No volverá a suceder.”-le respondió entre pausas el coreano mientras intentaba tirar de sus manos apresadas. Si no estuviesen atadas descansarían en las caderas de LuHan haciendo que se pegase mucho más a él. Hasta el punto de poder deslizarse dentro de él y no tan sólo tentarle una y otra vez con sus movimientos.

-“Más te vale o te aseguro que te perseguiré por el mundo para castigarte.”-le amenazó con las manos sobre su garganta y los ojos fieros y locos fijados en los suyos. BaekHyun sintió que iba a explotar en ese mismo instante si seguían así.

Todo era demasiado intenso y en algún momento uno de los dos perdería la batalla de resistencia que llevaban. LuHan ansiaba las manos de BaekHyun sobre él, pero sabía que si le liberaba tardaría poco en perder aquella batalla y quería hacerle sufrir un poco. Quería que se diese cuenta de lo mucho que le había dolido su ausencia y lo desesperado que había estado por su cuerpo. Su relación era demasiado dependiente, ambos lo sabían, pero no era como si pudiesen desprenderse el uno del otro. Estaba evocado al fracaso, pero mientras durase iban a disfrutarlo completamente.

-“LuHan… por favor. Por favor.”-comenzó a suplicar entre jadeos mientras notaba cada vez más cerca el final. Necesitaba sentirse dentro de él. Notar cómo el cuerpo de LuHan se ajustaba perfectamente a su intrusión y cómo gemía y gritaba su nombre cada vez que se hundía más y más dentro de él. Salvo porque el chino no parecía estar por la labor de hacerle ese favor.

-“¿Por favor qué?”-le preguntó acercándose a sus labios, ampliando el contando entre sus cuerpos y sus erecciones. BaekHyun prácticamente gritó su nombre sobre sus labios mientras suplicada una y otra vez.

Benevolentemente, LuHan decidió que era hora de la recompensa de su guardián. Él mismo iba a disfrutarla y ya anticipaba el placer que sentiría. Besándole con lentitud, moviendo su lengua contra la del coreano al mismo ritmo que sus caderas; dirigió sus manos hasta la sábana y deshizo el nudo que ataba las manos del BaekHyun. En realidad él mismo podría haberse deshecho del amarre sin mucho problema gracias a su fuerza sobrehumana, pero eso era parte del juego también; el sentirse dominado por el otro de manera voluntaria.

En cuanto se vio libre de sus ataduras las manos del coreano se posaron rápidamente en las caderas de LuHan mientras éste sonreía con sus labios aún unidos. Levantó el cuerpo del chino mientras éste se separaba de sus labios y le ayudaba a colocarse adecuadamente. Sus ojos se conectaron mientras procedían con la maniobra. Los ojos brillantes de locura de LuHan hundidos en los de BaekHyun, a los que la lujuria dominaba por completo. Ambos gimieron mientras el coreano se hundía lentamente en las entrañas del chino que descendía centímetro a centímetro sobre él. LuHan tenía esa cualidad extraña de no callarse en ningún momento cuando estaban en la cama.

-“¡Oh dios! No sabes lo que he echado de menos esta sensación, BaekHyun. No lo sabes.”-le confesó mientras terminaba de acomodarse sobre él. Y le creía porque él había ansiado lo mismo todo ese tiempo. La cercanía y la unión que poca gente de su raza compartía y que todos envidiaban y ansiaban. No sabía cómo sería el vínculo que tenían Suho y SeHun, pero estaba seguro que en algunos aspectos tenía que ser parecido al suyo.

Y hablando de Suho….

-“LuHan, te traigo la cena.”

La voz del rey vampiro se coló entre los ecos de sus gemidos mientras la puerta de roble se abría lentamente. Suho nunca iba a su habitación, Suho nunca le traía la cena, Suho no solía reparar en su presencia -aún le dolía el secuestro de SeHun hacia tanto tiempo. Sin embargo, era el mismísimo Suho el que entraba por la puerta y les había dejado congelados en su rítmico movimiento.

BaekHyun y LuHan miraron hacia la puerta congelados ante la intromisión, ambos recapitulando si habían cerrado la puerta con llave cuando llegó el coreano. Suho parpadeó unos segundos antes de darse cuenta de que su mejor amigo estaba en la cama de su rehén, ambos desnudos y, por lo que podía apreciar, demasiado juntos.

-“¡Oh dios mío!”-exclamó tratando de taparse la cara poniéndose rojo de la vergüenza. Sin embargo, no abandonó la habitación. LuHan comenzó a reírse para bochorno de BaekHyun.

-“¿Querías algo, Suho?”-le preguntó el chino mientras se movía un poco, lo suficiente, sobre BaekHyun. Éste gimió gravemente mientras sus uñas se clavaban en los muslos del otro.

-“Yo… esto… venía a traerte la cena y a decirte que hemos estado deliberando y que quizás podríamos dejarte salir algo de tu habitación… si es que os quedáis…”-le explicó mirando a cualquier parte de la habitación excepto a la cama.

-“¿Tú qué dices Baek?”-le preguntó acortando su nombre mientras se inclinaba sobre él.-“¿Nos quedamos?”-para enfatizar la pregunta el chino intentó hundirse más en el colchón, cosa bastante difícil pero no imposible. BaekHyun gimió de nuevo.

-“¡Suho! Luego hablamos. Vete. Sal ¡Y cierra al salir!”-gritó de pronto el coreano mientras indicaba a su amigo que abandonase la estancia con su mano.

El aludido le obedeció dejando la botella que traía en una cómoda cerca de la puerta y saliendo rápidamente. Oyeron la llave girarse en la puerta y los pasos apresurados del otro pasillo abajo. LuHan sonreía mientras se reía levemente.

-“Eres un maldito cabrón. ¿Ahora con qué cara voy a mirar a Suho a la cara?”-le dijo cogiéndole del brazo y tirando de él hacia su pecho.-“Le has traumatizado.”-le acusó mordiéndole el cuello.

-“Lo dudo. Él ha hecho cosas peores y más arriesgadas.”-declaró el rubio mirándole con la típica cara de alguien que sabe algo que el resto no.

-“¿A qué te refieres?”

-“A que ese trono suyo está muy bien estrenado.”-le confesó besándole de nuevo.

-“Ahora el traumatizado soy yo, no podré volver a entrar en esa sala sin imaginar indecencias.”-se quejó melodramáticamente. LuHan rió de nuevo.

-“Pobrecillo mío.”-le siguió el juego.-“Aunque hay que reconocer que Suho tiene una voz muy bonita mientras SeHun se lo folla.”

-“¡LuHan! ¡Demasiada información!”

-“Has preguntado tú.”-se defendió el vampiro.

-“Calla y muévete.”-demandó el coreano intentando no pensar en su mejor amigo siendo follado por su compañero tal y como estaba haciendo él con LuHan. Imaginarse a Suho deshecho en gemidos no debería estar provocando esos escalofríos. No debería.

-“A sus órdenes.”

Sin perder la sonrisa, el chino volvió a su tarea moviéndose rítmicamente mientras BaekHyun intentaba por todos los medios serenar su mente y aparcar todo pensamiento lascivo sobre Suho que hubiese puesto allí su amante. Por su parte LuHan se esmeraba a cada embestida en unir sus cuerpos más y más hasta el punto de que ambos comenzaban a sentir el hormigueo del orgasmo en su cuerpo; luchando por salir a la superficie y no siendo atendido como debería. Porque LuHan aumentaba el ritmo hasta el límite para luego bajar a un ritmo lento y tortuoso para dejarlos a ambos a las puertas del clímax. Si seguían así BaekHyun iba a mandar a la mierda toda aquella sensualidad que destilaba el chino mientras se contoneaba y se hundía en él una y otra vez. Iba a dejar de maravillarse con esa visión e iba a cambiar la posición para follarse como un animal a LuHan. Eso o empezaría a suplicar por la liberación.

-“BaekHyun…”-le llamó el rubio. Abrió los ojos y le miro.-“Mírame. No pienses en nada más que en mí.”

A veces pasaba eso. Era como si LuHan pudiese leer sus pensamientos y saber en ese momento lo que cruzaba por su mente; y si antes había tenido un desliz imaginándose a Suho tal y como le había dicho LuHan, ahora sólo tenía ojos para él. Para sus ojos semicerrados, su boca abierta y el cuerpo totalmente en tensión buscando por ese segundo en el que ya no habría vuelta atrás. Una visión totalmente adictiva que borra cualquier otra cosa en la que estuviese pensando. Sólo le queda lo que ve y la piel suave bajo sus manos; además de esa sensación maravillosa del cuerpo de LuHan sobre el suyo apretando y uniéndose más a él a cada movimiento.

El orgasmo le llega casi sin pensar en él. Está más concentrado en la perfección del rubio que en lo que sucede a su alrededor y cuando se da cuenta es devastador. Siente como LuHan nota su orgasmo y le sigue llevado por la explosión de placer que experimenta. Cuando quiere darse cuenta se ha levantado del colchón y ha hundido los colmillos en el cuello del chino que, lejos de sentirse atacado, gime al sentir los dientes rasgando su carne en busca de la sangre.

Dura unos instantes, que les parecen siglos, antes de que no tengan ya aliento para gritar ni placer que sentir. BaekHyun despega su boca del cuello del rubio y se deja caer sobre el colchón llevándose a su amante con él. Ambos quedan tendidos el uno encima del otro recuperándose del esfuerzo. No hablan, no dicen nada, tan sólo se quedan allí inmóviles mientras las luces de la noche cambian. Es LuHan quien acaba con el silencio media hora después del orgasmo.

-“Gracias por venir a visitarme.”-le agradece depositando un beso en su mejilla. Se separa de su cuerpo y se deja caer a su lado en la cama, de lado y casi encogido como un animalillo. BaekHyun se gira hacia él.

-“No hace falta que me las des. Me gusta venir a hablar contigo.”-la ceja del chino se arquea divertido.

-“Lástima entonces que no hayamos hablado mucho hoy.”-el castaño rueda los ojos mientras él se ríe.

-“LuHan….”-le advierte.

-“Te he entendido. Sólo es que me gusta picarte, ya lo sabes.”-calma las cosas mientras se acerca a él en busca de un calor que ninguno de los dos desprende.-“Lo de antes; lo de quedarnos más tiempo, lo decía en serio. No me importa y sé que te sientes a gusto con Suho cerca. Podemos quedarnos lo que quieras.”

-“¿No te importa?”-pregunta dudoso el coreano.

-“¿Importarme? Me lo voy a pasar pipa recordándole este día el resto de nuestra estancia.”-ríe contento como un niño.

BaekHyun le mira y se une a su risa. A veces, sólo a veces, es como un niño. No parece mostrar los siglos que pesan bajo sus ojos, ni el dolor que ha sufrido para estar allí. A veces simplemente quiere darle todo lo que no ha podido tener hasta ese momento. A veces piensa que le quiere. Aunque es sólo por un momento. Un segundo antes de recordar que él no ama a nadie, únicamente tiene lo que desea y nada más.

fics, pareja:baekhyun/luhan, fandom: exo rps, eventos:ai!2012

Previous post Next post
Up