Cinco Interrupciones y Un Secuestro [A Spideypool fic] To @mindfulloflies

[aleenabite]

Bueno....llego muy tarde porque el cumpleaños de miss shinjuuu_san fue el dia cuatro pero bueno....me ha costado ponerme con el. Mas que nada porque el fandom es algo nuevo (no del todo pero algo lo es) y el pairing...en fin...le tenia miedo para que negarlo. Pero al final me he puesto....y ha salido esto.

Titulo: Cinco Interrupciones y Un Secuestro
Fandom: Avengers Universe (o deberia poner Spiderman Universe? xD)
Pairing: Peter Parker (Spiderman)/Wade Wilson (Deadpool)
Disclaimer: Todo de Marvel. Nada mio. Pero que nada. Ni la idea casi xD
Dedicado: a la cumpleañera (atrasado) miss shinjuuu_san que es un autentico cielo. No hay nadie mejor por el norte que ella. Vive en Invernalia y juega con Robb y Theon. Y cuando no esta en Hawaii de vacaciones tomando cocteles con Danny en la playa de Steve. Y es genial y sueña casi tan bien como Arthur y Eames juntos. No hay nadie mejor que ella y es tan ossom que deberia tener una calle o algo asi porque ella se lo merece ^^ We Love U Mindu!!! (todas menos luandachan que te odia por ser tan cockblocker con el Sterek xDDD)
Notas: Esta escrito en forma de viñetas. Muy dispersas y basicamente me apetecia ser algo capulla y un poco cockblocker y que menos que con estos dos que parecen tener problemas para encontrar donde liarse xD La ultima viñeta es HORRIBLE (ya os lo aviso) es que el porn sigue sin ser lo mio...llevo mucho tiempo huyendo de el. Supongo que no debo mencionar lo de yaoi no? se da por supuesto verdad?



I.

El sol de la tarde se escondía poco a poco, perezosamente por el oeste mientras la habitación se llenaba de su luz y su calor. Llevaban toda la tarde allí metidos. Compartiendo opiniones sobre sus superhéroes favoritos y sobre todo preguntándose cosas el uno al otro. Apenas llevaban “saliendo” dos semanas y Peter aún se sentía realmente tímido cuando estaba a solas con Wade. Sobre todo si era en un ambiente tan íntimo como su habitación.

Sus padres no estaban. Habían salido a una de esas míticas reuniones supersecretas en las que estaban fuera prácticamente todo el día. Era verano y ya había acabado todo lo que tenía que hacer para la universidad así que había llamado a Wade que se había presentado en la torre Stark más rápido de lo que él hubiera querido.

Wilson era un auténtico fan de sus padres así que prácticamente fue como entrar en un santuario para él. Se pasó una hora entera mirando todas las fotos, las cosas y preguntando chorradas como si Iron Man desayunaba con el traje puesto. Peter se rió cuando confeso que solía desayunar en calzoncillos y camiseta, si tenía suerte.

La peor parte fue invitarle a su habitación. Notaba la cara ardiendo mientras intentaba encontrarse la voz para decirle que si quería ir a su habitación a ver sus cómics o algo. Wade sonrió y le pidió que le guiase hasta allí.

Había estado limpiando hasta hacía poco para que estuviese medio decente, pero todavía había cosas por allí tiradas. Aun así a Wilson no le importó. Se apoderó de la cama y se estiró en ella palmeando un lugar cerca de él para que Peter se uniese.

Desde ese instante habían estado toda la tarde riéndose con bromas tontas e imaginando cómo se arreglaba Lobezno para quitarse la ropa sin romper nada con las garras. Peter se había ido relajando poco a poco hasta acabar totalmente cómodo con la compañía de Wade a su lado.

Por eso en cierto modo lo esperaba. Esperaba aquel beso suave y lento que se deslizó por sus labios y atrapó su boca sin darle posibilidades de escapar. Lo esperaba y lo ansiaba. Llevaban una semana dándose largas. Roces de manos demasiados largos. Miradas con poco espacio entre ambos que reclamaban acabar en un beso que no llegaba. Así que era lo lógico y Peter se alegraba que fuese así. Sin prisas. Tierno. Lento. Quería disfrutarlo todo lo que pudiese. Todo y más.

Claro que, como todas las cosas, el beso también tenía que evolucionar y de alguna forma pronto se encontraron de rodillas sobre la cama con un ansia dominándose y las manos de Peter colándose bajo la camiseta de Wade a la vez que las del asesino se afincaban en sus caderas acercándole aún más a él. Era perfecto a un nivel superior y Peter se estaba empezando a plantear que aquello era lo que había deseado desde que conocía a Wade. Aquello. Aquellos besos, aquellas manos llenas de callos sobre su piel… todo ello y más.

-“¡Peter! ¡Ya estamos en casa!”

La voz de Steve resonó por la casa con su eterno positivismo mientras entraban salón adelante. Las manos de Peter se quedaron congeladas con la camiseta de Wade en sus manos y sus labios aún unidos. Consiguió separarse de Wilson y mirarle aterrado mientras pensaba en cómo salir de aquella. Con toda la naturalidad del mundo el asesino sonrió y le dio un pequeño beso y un golpecito en la nariz antes de recuperar su camiseta.

-“Saldré por la ventana. Por suerte soy buen escalador. Tranquilo, no quiero que tengas problemas con tus padres.”-le dijo levantándose de la cama.

-“Pero… pero…”-intentó decir el castaño.

-“Pero nada. Tranquilo Spidey, me cobraré la interrupción otro día. Hasta la próxima.”

Como despedida final Wade le dio un intenso beso que le dejó medio ido mientras el otro se escabullía por la ventana. Steve le encontró aún de rodillas en la cama mirando al infinito cuando entró en la habitación. Esa noche la conversación de Tony y Steve giró en torno a si su pequeño hijo no se habría dado un golpe que le había dejado tonto.

II.

-“Muchas gracias por tu ayuda, Wade.”

-“De nada, Peter. Para eso estoy. Para salvar tu hermoso trasero de las garras de los villanos.”-le contestó el asesino sonriendo bajo su máscara.

Peter sabía que había sonreído por cómo se había tensado la tela, igual que sabía que bajo la suya él era un auténtico tomate ante la mención de su trasero. Pero la verdad es que se lo agradecía, sin su ayuda habría sido mucho más difícil vencer al villano de turno. Lo malo era cómo quería que se lo agradeciese.

-“Te debo una. En serio, gracias.”

-“Me debes más de una Spidey, pero tranquilo, me las cobraré poco a poco, no quiero dejarte paralizado.”

Sí, definitivamente era un maldito farolillo tras la máscara y Wilson no ayudaba con su tonito de voz. Simplemente no ayudaba.

-“Puedo invitarte a una copa o algo así. Si quieres.”-le propuso bastante más nervioso de lo que quería estar.

-“Tranquilo… no quiero que gastes tu dinero.”-le contestó Wilson mientras se acercaba a él hasta acorralarle contra el borde de la azotea.-“Me sirve con que gastes tus labios sobre los míos.”

-“Pero… yo… las máscaras…”-intentó escudarse tras sus disfraces pero no le sirvió de mucho.

-“Tú nada. Las máscaras se quitan. Así.”-con la explicación procedió a la acción y le subió la máscara del disfraz de Spiderman por encima de su nariz dejando toda su boca al descubierto. Boca que tardó más bien poco en cubrir con la suya propia.

Hacía poco más de una semana de su fallida cita en su casa y desde aquel momento se habían visto poco, se habían besado menos y se habían anhelado mucho más de lo recomendado. Tanto que ahora mismo Peter apenas podía soportar el roce de los labios de Wade sobre los suyos.

Se dejó acorralar contra la barandilla de la azotea mientras Wade se pegaba a su cuerpo. En otras circunstancias no le habría importado pero llevaban los trajes. Mallas. Pegadas. Que no dejaban nada a la imaginación. Nada. Y por ello Peter ya no sabía casi ni respirar. La situación no era la mejor, pero no iba a quejarse cuando aquella era la lengua de Wade colándose en su boca sin obstáculos.

Justo cuando el gemido intentaba escaparse de su boca… su móvil comenzó a sonar estridentemente. Con más vergüenza de la que había pasado hacía unos segundos tuvo que separarse de Wade para coger el móvil. Cuando miró la pantalla trago en seco. Era Tony el que le llamaba.

-“¿Diga?”-preguntó algo asustado.-“Hola papá. Sí, no, ya he acabado. Sí, iba ahora para casa. ¿Leche? Claro, ahora me paso por un veinticuatro horas. Vale. Hasta luego.”

Fue una conversación corta pero la mirada de Wade sobre él no ayudaba para nada. Al final colgó y suspiró antes de encararle.

-“Yo… tengo que irme y eso.”

-“Sí, ya lo he oído. No te preocupes. Puedo esperar a saldar tus deudas, Peter. Tengo mucha paciencia.”

Y por alguna razón Peter sabía que prácticamente era una amenaza, pero una amenaza que no le daba miedo. Todo lo contrario. Quería que la consumase sin demorarse mucho.

III.

Se sorprende de verle allí. No esperaba que le invitasen. No es que Wade sea ignorado por la comunidad de superhéroes es que simplemente es raro. Es un acto benéfico de esos que hace a veces Tony para lavar su imagen y la de los demás. Es un auténtico tostón y sólo sirve para hacerse fotos con los aristócratas que quieren tener una foto para enmarcar en el salón y presumir de conocer a algún héroe. Es aburrido. Si no fuese por la comida ni iría.

-“Estás aquí sólo por la comida, ¿verdad?”-cuando se gira tiene a Wade a su lado con un esmoquin que le queda demasiado bien y una sonrisa luminosa en la cara. No se le ocurre nada que contestar así que se le queda mirando apantallado.-“¿Se te ha comido la lengua el gato Peter? ¿Te ayudo a buscarla?”

-“Wade…”-le reprende con un susurro apresurado por si alguien le ha oído. Están en una puñetera gala benéfica llena de amigos de sus padres. Padres que no saben que está saliendo de alguna manera más o menos seria con el asesino.

-“Tranquilo, Peter. No pensaba hacerlo. No delante de todo el mundo.”-Wilson le da un sorbo a su copa de vino y le sonríe a través del cristal-“Claro que si me siguieses hasta los baños… eso cambiaría las cosas.”

Dejando la proposición en el aire se da media vuelta sin menguar su sonrisa y sale de la sala camino a los baños del salón. Por un momento Peter duda y se acojona. Porque Wade le está pidiendo que le siga a unos baños. Unos minúsculos baños en los que sabe que pasaran cosas. Cosas que está deseando, pero que a la vez teme que sucedan allí. Duda. Mucho. Pero al final se decide. Se come el último canapé, apura la copa que estaba tomando y se encamina a los baños.

Cuando entra no hay nadie. No sabe si Wade los ha echado a todos o no, pero sólo esta él. Apoyado en el mármol del lavabo. Brazos cruzados y la sonrisa aún bailándole en los labios.

-“Pensaba que ya no vendrías.”

Lo dice con dolor, como si por un momento lo hubiese temido de verdad. Peter no quiere que tema por una tontería así. Se acerca hasta él y se agarra a la pajarita del esmoquin como si fuese un salvavidas. Le mira a los ojos, prácticamente saborea su aliento y sus labios para después darle un pequeño beso y separarse de él.

El asesino le mira confuso. Peter sonríe y le hace un gesto con el dedo mientras camina lentamente hacia el baño más alejado de la puerta. Wade le sigue sin dudar ni un segundo. Consiguen meterse en el reducido espacio a duras penas. Peter es pequeñito y delgado, pero Wilson ocupa por dos y el espacio es mínimo. Pero no les importa. Tardan menos de un segundo en unir sus labios. Mucho menos en empezar a necesitar estar más cerca el uno del otro y mucho menos en comenzar a sentir esa urgente necesidad de tocarse mutuamente. Los besos se hacen descoordinados, la necesidad aumenta y cuando oyen voces al otro lado de la puerta quieren matar a quien sea.

-“Una gala maravillosa. Me pregunto dónde se habrá metido Peter. ¿No quería buscarle Steve para que le ayudase con no sé qué?”

-“No sé, pero espero que aparezca pronto o sus padres se liaran a tortas como la última vez.”

Las risas de los dos anónimos se pierden por la puerta y Peter le echa una mirada a Wade. Sus manos están en su cuello y las del asesino en su cintura. Tienen las camisas arrugadas y la ropa bastante desarreglada. pero no es su mayor problema.

-“Deberíamos…”

-“Sí. Lo sé. Sólo… no sé, Peter… parece como que el mundo conspira contra nosotros, ¿no crees?”-le dice apoyando su frente en la suya.

-“Bueno… hemos vencido conspiraciones peores, ¿verdad?”-le dice intentando animarle.

Aun así Peter ve la resignación en su cara. Por un momento duda que todo aquello llegue a buen puerto.

IV.

Se esperaba a cualquier persona en aquel lugar menos a Wade Wilson. Desentonaba en aquel sitio. Una barbaridad además. Todos los universitarios de mirada vidriosa por las horas sin dormir, con cafés y bebidas energéticas rodeándolos. Con sus apuntes desperdigados por las mesas. Y luego llegaba él. Imposiblemente alto. Vestido con aquella informalidad estudiada de la que hacía gala siempre y unas gafas de sol de aviador. Caminaba con las manos en los vaqueros buscando a algo.

Peter le vio mientras buscaba un par de libros y se escondió entre las estanterías. Estaba nervioso. Realmente nervioso. Desde lo que había sucedido en el baño durante la gala benéfica no podía dejar de pensar en él. Antes ya lo hacía con asiduidad, pero ahora era mucho más intenso. No podía dejar de pensar en él y sus manos. A poder ser sobre él. Últimamente las noches eran una auténtica tortura.

Le oyó hablar con Gwen, con la que había ido a estudiar, y cómo ésta le indicaba en qué sección estaba. Quiso huir, pero sabía que sería muy cobarde. Le vio aparecer por el otro lado del pasillo. Puso los libros como barrera en un gesto automático. Wade sonrió y caminó mientras se quitaba las gafas.

-“Así que aquí estás. ¿Intentas huir de mí, Peter?”

Cuando se quiso dar cuenta uno de los brazos de Wade estaba a uno de sus lados impidiéndole huir hacia ese lado. Se apoyó en él y se acercó lentamente a su cara.

-“¿Y bien? ¿Huyes de mí, Peter, o simplemente es fruto de las casualidades?”

-“Es cosa de la casualidad, Wade. No huyo de ti… simplemente pensé que igual no querrías saber nada más de mí.”-le confesó con los libros aún como escudo.

-“¿Y por qué no iba a querer saber de ti? No dejo de pensar en ti día y noche. Lo que menos quiero es no saber de ti.”-le murmuró cerca de sus labios.

-“¿Ah, sí? ¿Piensas en mí?”-pregunta con un hilo de voz. Demasiado bonito para ser cierto.

-“Ajá. Día y noche. Pienso en ti. En tus ojos. En esos labios que deseo besar cada segundo. En tus manos y en tu piel. Pienso demasiado en ti, Peter, y es lo peor. Que lo que pienso no puedo hacerlo realidad.”

Wade tiene una de esas voces. Hipnóticas y atrayentes. Casi sin darse cuenta está acercándose a sus labios y buscando su aliento. Quiere hacerlo. Soltar los libros y agarrarle. Acercarle a él y fundirse con sus labios hasta que el mundo se acabe.

Para su desgracia no está en los planes del karma concederle eso.

-“Peter… ¿estás bien? ¿Has encontrado el libro de genética que buscabas?”

La rubia cabellera de Gwen se asoma por el lado del pasillo y le pilla a dos escasos centímetros de la boca de Wade. La chica parece darse cuenta porque murmura un “Lo siento” tras la sorpresa y desaparece de allí. Peter maldice su suerte y la futura hora de preguntas a la que le someterán.

-“Nuestra suerte sigue siendo esquiva, Parker.”-le dice volviendo a acercarse a sus labios. Tentador.

-“Bueno… dicen que lo bueno se hace esperar.”-le contesta Peter dejándose.

-“En este caso será muy bueno cuando lo consiga.”

Y ahora sí que ha sonado a declaración de intenciones.

V.

Ha sido realmente una tortura. Han tenido tantos encuentros que a estas alturas podrían ser más que novios. Pero no han podido pasar de un par de besos. Un par de abrazos. A veces es frustrante. Sobre todo cuando tienes un novio tan jodidamente sexy.

Cuando Wade entra en su habitación y se deja caer encima de la cama, Peter no puede evitar pensar en la suerte que tiene. Tiene a un auténtico tío bueno echado en su cama, con la camiseta subiéndosele un poco dejando ver parte de sus músculos. Con los brazos más grandes que ha visto en su vida. Y apenas puede tocarle.

No es que no quiera. Vaya si quiere. Es que parece como que siempre que intentan tener alguna clase de momento íntimo, de cualquier clase, alguien se las arregla para aparecer y estropear el momento. Y empieza a cansarse. Wade parece resignado. Él cansado.

Se sienta al otro lado de la cama. Cruza las piernas y le mira. Wade tarda unos minutos en darse cuenta. Luego le mira confuso.

-“¿Qué pasa?”

-“¿No estás harto de que siempre nos interrumpan? ¿De que no podamos tener ni un minuto a solas sin que nadie aparezca? Es… no sé. Estoy cansado.”

-“¿Intentas romper conmigo, Parker?”-se incorpora y le mira sorprendido.

-“¿¡Qué!? ¡No! No quiero romper contigo. Es sólo que….”

-“Lo sé. Es una auténtica putada. Lo sé. Pero bueno… somos quienes somos. Nos persigue la mala suerte.”-le dice con una sonrisa cansada.-“Anda. Ven aquí.”

Le tira del brazo y le obliga a echarse a su lado en la cama. Peter se acurruca cansado de luchar contra el mundo. Sus padres se han vuelto a ir y él necesita que alguien le diga que de verdad está bien lo que hace. Wade le rodea con el brazo y le da un casto beso en la frente.

-“No necesitamos que sea ahora mismo. Ni mañana. Tan sólo sucederá. Algún día.”

-“Ya pero… yo quiero que sea ya.”-la vergüenza se cuela en su cara cuando el asesino le mira sorprendido de sus palabras. Ha estado negándolo bastante tiempo, pero la verdad es que empieza a necesitar algo así como más contacto con Wade o morirá de frustración sexual adolescente.

Por toda respuesta Wilson cambia de postura y le besa. Con su peso aplastándole contra la cama, sus labios sobre los suyos y sus manos en su cara. Se deja besar y pronto le devuelve el beso con la misma intensidad. Sus lenguas luchando dentro de sus bocas. Sus manos intentando arañar la espalda cubierta del asesino y ondulando contra su cuerpo dominado por las sensaciones. Lo necesita. Lo desea y no sabe cuánto más va a poder aguantar así.

Wade se separa de él para deshacerse de la camiseta. Peter admira los músculos de su torso mientras no puede dejar de agradecer el tener tanta suerte con su novio. Peter se relame y no deja de pensar en eso mientras Wilson cae de nuevo sobre él sin camiseta.

Se pasan la tarde así. Saboreándose mutuamente. Peter acaba sin camiseta y con los pantalones por los tobillos. Wade se frota contra él y el hombre araña no puede dejar de pensar en lo perfecto que es todo aquello. Las sensaciones son cien mil veces mejor de lo que esperaba que fuesen y cuando consigue alcanzar el orgasmo tiene una especie de cortocircuito en la cabeza y ni siquiera ha llegado a desnudarse del todo.

Wade se ríe en su oído. Con esa risa cristalina y canalla mientras cae a su lado y le mima todo lo que puede y quiere.

Por un momento piensa que todo puede seguir así hasta que el mundo desaparezca. En ese estado de medio somnolencia y relajación total. Tendría que haber previsto que no todo podía ser tan fácil. Dos minutos después de pensarlo suena su móvil. Es Steve. Avisa de que llegarán pronto y que pida la comida al chino favorito de Tony. Cuando cuelga suspira cansado.

-“Anda, no te quejes.”-le dice Wade besándole el cuello.-“Al menos has pasado de primera base por fin, ¿no?”

Peter no puede evitar reírse de la gracia.

VI.

Cuando le pidió la casa de los Hampton a Tony realmente pensó que era para aislarse junto con Gwen y estudiar para los exámenes de la universidad. Lo que no pensó era que Gwen tenía otros planes en mente. Le llevó en su coche hasta la casa y cuando entró por la puerta prácticamente se despidió.

-“Bueno, yo ya he cumplido mi cometido. Pásatelo bien el fin de semana y descansa, ¿vale? El lunes me cuentas.”

-“¿De qué hablas, Gwen? ¿Cómo que te vas?”-estaba realmente perdido.

-“Me voy. Te dejo en buenas manos. Cuídale bien, Wade.”-dijo a alguien tras él.

Cuando se giró vio a Wade en el último escalón de las escaleras con unos pantalones de chándal y una sonrisa luminosa en la cara. La rubia tardó poco más en salir de la casa y dejarle allí a solas.

-“¿Qué significa todo esto?”-le preguntó a Wade perdido.

-“Gwen tuvo una gran idea. Ha montado esta farsa para que podamos pasar el fin de semana juntos. Sin que nadie nos moleste.”

-“¿Nadie?”

-“Nadie.”

Vale. Estaba realmente acojonado. Todo el fin de semana a solas con Wade… para cualquiera podría ser una verdadera tortura. Para él aún más teniendo en cuenta que cada vez que estaban juntos saltaban chispas.

Aun así la tarde pasó tranquilamente. Comieron, jugaron un rato en la playa, vieron una película y luego hicieron la cena. Todo iba bien. Peter hasta pensaba que estaba teniendo todas las citas que no habían podido tener anteriormente. Cuando decidieron irse a dormir Peter había vuelto a ser atacado por los nervios. Se echó en la cama casi como una tabla. Demasiado nervioso como para relajarse. Wade se echó a su lado y se acurrucó junto a él.

-“Relájate, Peter. Hoy no va a suceder nada. Estás demasiado nervioso.”-pasó sus manos por los brazos del chicos y trató de calmarle.-“Y así no quiero ni pensar en hacer nada. Relájate. No voy a comerte.”

La boca de Wilson repasó su cuello lentamente para después acabar en su oído y musitar un “Buenas noches, Parker”. Peter sintió que un peso desaparecía de su cuerpo cuando notó la respiración del otro lentamente sobre él. Intentó dormir, pero no podía. Notaba aquel otro cuerpo en la cama, tan cerca de él. Simplemente no podía dejar de pensar en lo que se estaba perdiendo.

Cansado de no conseguir dormir se giró y encaró a Wade. Notó como el otro se despertaba por sus movimientos, pero no le dejó reaccionar. Le besó. Ansioso e intenso. No quería perder aquella oportunidad por los nervios que pudiese tener. Había luchado con hombres lagarto, había saltado en caída libre desde rascacielos… ¿por qué tenía miedo a algo así? ¿Por qué? No tenía sentido.

Se dejó llevar por los labios de Wade uniéndose a los suyos. Por su lengua buscando un hueco en su boca. Pronto ambos luchaban con sus pijamas para poder llegar a la piel del otro. Wade giró sobre sí mismo en el colchón y colocó a Peter sobre él. Aquella era una gran sensación y le gustaba en demasía.

Sus caderas se chocaban y aquella fricción era demasiado para él. De pronto necesitaba mucho más. Mucho más que aquello. Wade se separó de él y le acorraló contra la cama sin dejarle respirar mucho con su cuerpo sobre el suyo. Empezaba a hacer demasiado calor bajo aquellas sábanas. Mucho calor. Y empezaba a necesitar que aquello fuese a más.

Se sentía seguro y libre por primera vez en mucho tiempo. Bajo aquellas sábanas. Desnudo y con el cuerpo de Wade pegado al suyo. Hundiéndose y fusionándose en él. Imposible no querer más y más. Desde ese instante todo fue más y más rápido. Y tan rápido como empezó, acabó.

Luego tan sólo aquella sensación de completa paz y de haber llegado a un punto más allá del entendimiento con Wade. Algo intenso e imposible. Le gustaba y tenía claro que debería darle las gracias a Gwen por aquel regalo inesperado.