Curvas, rapidas y directas [a Sterek Fanfic]

Jul 03, 2012 00:25

Yo no se como me meto en estos problemas....en serio xDDD Ala, toma fandom nuevo xD

Titulo: Curvas, Rapidas y Directas
Fandom: Teen Wolf
Pairing: Derek/Stiles
Disclaimer: Mio nada de nada. La serie es de la MTV, la peli ni idea pero mia no xD
Dedicado: a Ali althaheid que es la culpable de que este publicando mi primer fic de esta pareja.
Notas: Esto empezo raro, siguio siendo uan mas raro y acabo siendo super raro xD pero bueno...es el primero que escribo asi que espero que haya salido medianamente decente ^^



Curvas, Rápidas y Directas

i.

No es que se sienta abandonado. No. Es sólo que Scott se lo prometió. Recuerda aquella tarde antes de que Allison llegase y acababan de morderle y le había dicho que “yo te ayudaré a entrenar tranquilo” y bueno… Stiles le creyó. Es su mejor amigo. Si no puede confiar en él, ¿en quién va a hacerlo?

Así que le da tiempo para que se acuerde de su promesa. Pero tras lo de Peter Hale, lo de Lydia, lo de los Argent y lo de Jackson… Stiles empieza a ver que su amigo no se acuerda de lo que le dijo. Así que empieza a entrenar por su cuenta. A solas.

Es deprimente y hasta se lo echaría en cara a Scott por el Facebook, pero no merece la pena. No cuando el idiota de su amigo lleva sin abrirlo desde que descubrió que Allison tenía los mensajes gratis y podían mandarse cosas usando el wifi. A veces dan ganas de hackearles los móviles. Luego recuerda que le prometió a su padre no hacerlo nunca más. Con una advertencia federal vale y sobra.

Recoge la pelota del césped con el stick y vuelve a lanzar hacia la red. Es un tiro flojo, lento, sin ganas. Exactamente como lleva sintiéndose desde hace meses. Flojo y lento. Parece que desde que llegó Allison y todo eso de los hombres lobo el tiempo pase mucho más despacio. A veces, porque cuando se conecta a jugar al Call Of Duty las horas le vuelan. Cosas raras del espacio tiempo, supone.

Está desganado y lo sabe, lo nota y se odia por ello. Parece que últimamente solamente es hiperactivo cuando habla, que por otra parte es algo normal; pero vamos… que no es él. Está tan en su mundo que ya hasta oye voces.

-“Si sigues lanzando así no me extraña que no seas titular”

Y para colmo las voces de su cabeza suenan igual que Derek Hale. Bueno, podría ser peor. Podrían sonar como Jackson…

Salvo porque no son las voces de su cabeza. Es Derek Hale, el Alpha, que camina desde las gradas del campo de lacrosse hacia él. Con su chaqueta de cuero, sus camisas apretadas y su actitud de “soy el chico malo del que todas las madres te apartan pero ansían en secreto”. Vamos, él mismo.

-“¿Qué haces a estas horas aquí, Stiles?”-el chico arquea una ceja. Eso debería preguntarlo él.

-“Eso debería preguntarlo yo. Estudio aquí, entreno aquí. Tengo derecho a estar aquí aunque sea a las once de la noche un viernes cuando todos mis compañeros de curso están de fiesta o con sus novias y yo no tengo nada mejor que hacer que venir a entrenar solo aquí y esperar a que hombres lobo aparezcan para darme un susto de muerte.”-igual no hacía falta comentar tanto.

Derek arquea una de sus perfectas cejas, que está seguro de que harían desmayarse a más de una chica de su curso, y le mira incrédulo.

-“No era mi intención asustarte.”-le confiesa enterrando una especie de hacha de guerra que ni siquiera sabía que tenían desenterrada. Stiles se relaja.

-“Da igual… sólo no me esperaba a nadie a estas horas aquí.”-luego cae en la cuenta de que igual Derek está allí por algo y se gira rápidamente hacia él con la pelota recién cogida con el stick.-“¿Ha pasado algo? ¿Habéis encontrado alguna pista sobre el lagarto ese?”-le pregunta un poco atropelladamente. Derek no varía la cara cuando le contesta.

-“No. Solamente estaba paseando y te he olido.”-cómo no. Le ha olido porque es un hombre lobo y es lo que ellos hacen; oler. El escalofrío que le recorre la espalda tiene mucho que ver con el frío y, quizás también, con la sensación de estar expuesto como una presa.

-“Ah…”-no sabe qué decir, cosa que es bastante extraña.-“¿Eso significa que huelo mal o que huelo bien?”-Es la pregunta más estúpida que se le ha podido ocurrir de todas las preguntas estúpidas que tenía en mente; pero Derek le mira raro antes de medio sonreír. Lo cual para ser Derek Hale ya es todo un hito histórico.

-“¿Necesitas ayuda?”-y suena genuinamente a una proposición para entrenar con él y Stiles podría negarse, tiene buenos argumentos (es un hombre lobo, tiene problemas para manejar su ira, no quiere acabar con serias heridas y además, no se fía de él); pero la verdad es que entrenar solo es una aburrimiento y está frustrado con Scott, con el mundo y con el maldito stick que se ha enredado con la hierba.

-“Bueno… si pudieses hacer de portero y tratar de dejarme pasar alguna serías de mucha ayuda.”-claudica mientras se pelea con la pelota.

-“Vale. Pero si te dejo pasar alguna ya no será entrenamiento. Será una forma de subirte falsamente el autoestima.”-Stiles le mira incrédulo mientras Derek camina hacia la red quitándose la chaqueta en el camino.-“Y lo que tú quieres es mejorar, ¿no?”-Stiles asiente un poco alucinado por la enorme frase que acaba de salir de la boca de Derek soy-una-tumba Hale.-“En ese caso… gánate ese gol.”

Stiles tiene una lista de lo incorrecta que es esa frase. Sujeto, verbo, predicado; todo mal conjugado. Incluso tiene una lista de lo mal que puede haber sonado sacada de contexto; pero no es el lugar para sacar eso a relucir. No cuando Derek se ha puesto en posición de defensa como si toda la vida hubiese jugado de portero de lacrosse y está esperando a que lance la bola.

Reconoce que es malo, nunca se le ha dado bien controlar el stick; pero la verdad es que la posibilidad de estampar la pelota en la cara de Derek, no sabe por qué, le hace concentrarse más. Es como cuando pones una foto de tu peor enemigo en la diana de los dardos… es reconfortante cuando aciertas con uno entre sus ojos. No es que él tenga una ni nada de eso… pero tiene que ser satisfactorio. Así que, coge la pelota y lanza. Y paradójicamente es un buen lanzamiento. Una bola directa y con fuerza… que Derek para sin ningún problema y una sonrisita de suficiencia cruzándole los labios. Stiles aprieta el stick con rabia y se promete que le meterá un gol. Aunque sea uno sólo.

Claro que es más fácil decirlo que hacerlo. Sobre todo porque está lanzándole bolas de lacrosse a un hombre lobo, a un Alpha y obviamente para él son como pelotas de juguete. Le lanza bolas rápidas, directas, curvas; trata de cintarle, de engañarle; usa todos sus trucos de jugador, pero lo para todo. Media hora después acaba derrumbándose sobre el césped a escasos metros de la portería y lanza el stick bien lejos.

-“Me rindo.”-declara de bruces sobre la hierba.

Contador final: Stiles - 0 Derek Hale - ∞

Maldito Alpha bueno para todo.

El moreno se acerca desde la red y le mira con curiosidad. Stiles sigue sobre la hierba tratando de volver a respirar con normalidad o de recordar dónde dejó su pulmón derecho esa mañana mientras ve como el hombre lobo se acerca a él. Está seguro de que si fuese un conejo esa sería la mirada con la que un lobo normal le miraría antes de lanzarse a cazarle. Hay algo en la mirada de Derek Hale que le hace sentir incómodo y hace que la piel se le erice casi por inercia. No quiere decir que es algo así como atracción, porque eso sería reconocer que Derek es atractivo y que, después de todo, esa mirada de animal salvaje no sólo vuelve locas a las chicas de su clase.

-“No ha estado mal. Seguro que en el entrenamiento del lunes conseguirás marcar.”

Lo dice casi con simpatía y Stiles no sabe qué es más extraño, si que Derek le haya dicho algo amable, que le haya ayudado a entrenar o que no se le haga raro que esté allí hablándole como si no hubiese pasado nada. Es en ese momento cuando decide que ya ha descansado bastante. Se sienta en la hierba y le mira desde allí. A pesar de estar algo agachado, Derek sigue muy por encima de él y tiene que estirar el cuello hacia arriba para poder verle bien; se siente un poco, demasiado, expuesto pero no puede evitarlo; incluso estando de pie Derek es un gigante.

-“Supongo. Gracias y eso.”-le agradece torpemente. Realmente no sabe qué esperar de todo aquello y nunca se le ha dado bien eso de socializar y tal.

Consigue levantarse de la hierba y coge el stick para guardarlo junto al resto del equipo. Ya han acabado, no sabe qué decir, la verdad. Y como siempre le pasa cuando se pone nervioso, empieza a dar golpecitos en el suelo con el pie. Inconscientemente. Claro que si ya es horrible para alguien normal para un hombre lobo con buen oído puede ser desquiciante. Aunque no se para a pensarlo hasta que Derek se le acerca y le agarra de los hombros. Entonces cae en la cuenta de que lleva dos minutos enteros sin decir nada y mirando a la hierba mientras su pie cobraba vida propia. Con las manos de Hale en sus hombros aferradas como garras. se disculpa.

-“Lo siento… no lo puedo controlar.”-le mira desde su altura y se encuentra con los ojos de Derek, que le miran un poco hastiados y bastante tranquilos. Sólo ve tranquilidad, no la hostilidad que suele manar de ellos y se da cuenta de que, cuando están tranquilos, tiene unos ojos muy bonitos.

El moreno parece darse cuenta de la situación en la que están y asiente para luego soltarle lentamente. Si no fuese tan racional, Stiles pensaría que lo ha hecho a posta para prolongar el contacto… prefiere pensar que es para que no se asuste más de sus rápidos movimientos. Es eso o empezar a montarse una película cual niña hormonada. Aunque nadie le culparía realmente, está en la etapa de hormonar como un niña.

Y si se sonroja porque Derek le está mirando, en su opinión, demasiado; nadie puede reprochárselo. No es como si le mirasen de esa forma todos los días. Y está seguro de que puede oír los latidos desbocados de su corazón, que no tienen ya que ver con el ejercicio; pero no podrán echárselo en cara. Derek Hale tiene la cualidad de poner nervioso a cualquiera.

Y también de sorprenderlo.

Porque no se lo espera. ¿Que Derek le bese? No entraba para nada en sus planes. ¿Que si lo había imaginado? Puede que unas cien mil veces desde que le conoce. ¿Qué? El chico es guapo y de muy buen ver; y Stiles nunca ha negado que realmente no sabe hacia qué se siente atraído. Lo que es sorprendente es saber que Derek se siente atraído por él, o por los chicos; lo que sea. Porque sino no entiende por qué narices le está besando en medio del maldito campo de lacrosse un viernes por la noche. Puede que tenga algo que ver con él, pero no está seguro y está perdiendo el hilo de cualquier pensamiento mientras los labios de Derek presionan sobre los suyos y le instan a que abra la boca.

Tiene miedo de hacerlo y que no haya vuelta atrás, pero acaba haciéndolo. Porque la curiosidad es mayor que cualquier señal de peligro que haya instalado en su cerebro y porque… ¿a quién intenta engañar? Está encantado con que ocurra. Así que abre la boca y todo lo que puede pensar a partir de entonces es en la lengua de Derek colándose entre sus labios y enredándose con la suya. ¿El resto del mundo? Le importa una mierda y no sabe qué sucede. Ya puede empezar una guerra mundial, el apocalipsis zombi y rebajas en el centro comercial; todo a la vez y él no se enteraría. Y lo de las rebajas le interesaría bastante.

Apenas se da cuenta de cómo Derek le ha pegado a su cuerpo prácticamente por completo y como sigue besándole como si pudiese llegar a sorberle la vida así. Derek besa con pasión y con rabia y Stiles, al que nunca le han dado un beso de verdad, mucho menos así; siente que van a fallarle las piernas en cualquier momento de la cantidad de cosas que está sintiendo. Ese escalofrío que le recorre cada poro de su piel, ese cosquilleo que se le une cuando nota el calor del otro tan pegado y, sobre todo, ese calor que se va abriendo paso desde lo más profundo de sus entrañas. Si por él fuese se dejaría llevar allí mismo. Por suerte, alguien conserva la calma aunque no quien debería.

Derek deja de besarle casi al instante en que oye algo acercarse. Se separa de Stiles y le deja confundido en la hierba sin poder mirarle y centrando su atención en la hierba de nuevo. Quiere decirle que no ha parado por su culpa, pero no tiene falta de hacerlo porque al instante aparece Scott en el otro lado del campo y llama a su amigo en la distancia.

-“¡Stiles! Lo siento tío, se me olvidó por completo que habíamos quedado. Perdóname.”-es un perdón que sabe que obtendrá, pero su amigo está demasiado ido para contestarle del todo. Derek le da un pequeño empujón para que vuelva en sí.

-“No pasa nada Scott, ya he entrenado yo por mi cuenta, no pasa nada.”

Aun así McCall sigue mirando la escena suspicazmente y de pronto Stiles se da cuenta de que necesita enmendar eso y dejar de comportarse como una virgen idiota.

-“Estuve entrenando un rato solo hasta que apareció Derek y se puso de portero. La verdad es que es casi imposible meterle un gol, esos reflejos lobunos vuestros son una putada para mi autoestima.”-bromea para quitarle hierro al asunto. Scott se relaja y Stiles no necesita tener súper olfato de lobo para darse cuenta de ello.

-“Ah, vale.”-una lacónica respuesta de parte de Scott, cómo no.-“¿Tenéis noticias sobre la cosa que vimos Allison y yo el otro día en casa de Isaac?”-le pregunta a Derek. Stiles agradece el cambio de tema.

-“Aún no, seguimos investigando.”-aunque con respuestas así tampoco hacen gran cosa.

-“Bueno, como yo ya he acabado mejor nos vamos, ¿no Scott? Hasta otra, Derek.”-se despide tras recoger el equipo y arrastrar a Scott fuera de allí.

Su amigo patalea un poco y hasta protesta por irse así, pero Stiles sólo puede pensar en poner tierra de por medio y averiguar qué narices ha sido eso que acaba de suceder en el campo de lacrosse. Tampoco está seguro de querer saber qué ha pasado, pero está claro que eso no ha sido una bola curva; eso ha sido una directa al centro de su vida y ya siente tambalearse los cimientos.

ii.

-“No me has contestado.”

Es lo primero que le suelta nada más verle. En medio del bosque. Ni siquiera sabe cómo ha averiguado donde puede estar, sólo ha conseguido aparecer. Derek está descansando, cazando, pensando; lo que sea. Y él simplemente ha aparecido allí y le ha soltado eso. Vale, es normal que tenga esa cara de confusión con tan pocos datos.

-“El otro día. En el campo de lacrosse. No me contestaste. No me dijiste si huelo bien o mal.”

Derek arquea una ceja y Stiles tiene que hacer acopio de fuerzas porque está claro que es la peor excusa en la historia de las excusas. Una cosa es aparecer una semana después delante del tío que te ha besado y otra muy distinta, hacer todo eso y preguntarle si hueles bien. Vale. Decididamente alguien debería haberse quedado en casa hoy.

Por toda respuesta Derek se levanta de la roca donde había estado sentado y se planta delante de él. Casi dos metros de lobo Alpha que imponen aun sin enseñar los dientes. Lo mejor es cuando le habla tranquilamente.

-“¿Conseguiste marcar en el entrenamiento?”

Por un momento el perdido es Stiles, hasta que lo pilla y piensa que deben de ser realmente idiotas porque ambos están hablando de cosas distintas. O simplemente es que Derek prefiere cambiar de tema así, radicalmente. Intuyó que es lo segundo.

-“Sí. Todos los que lancé. El entrenador no se lo creía.”

Y es raro tener esa conversación con Derek Hale, sobre todo porque sonríe orgulloso de sus logros y no sabe por qué. No es como si él fuese otro de sus cachorros o si fuesen amigos siquiera. Vale, sí, el viernes pasado le dio un beso de esos que hacen historia pero no cree que eso signifique nada. Sobre todo porque él prácticamente huyó en cuanto pudo.

-“¿Ves? Te dije que lo conseguirías.”

Quizás Stiles está hormonando un poco desde hace una semana, pero la verdad es que Derek no se lo está poniendo nada fácil con esa forma de tratarle y no sabe qué quiere de él. Lo cual es aún peor. Sobre todo cuando recuerda que lleva mucho tiempo fijándose en él. No sólo desde que mordieron a Scott. No. Desde hace mucho tiempo atrás. De aquella época en la que él acaba de empezar al instituto y Derek iba unos años por delante y era normal encontrarle por los pasillos hablando con su hermana apoyado en una taquilla cercana.

Claro, ahora sabía que aquella chica era Laura Hale; en su momento no sabía quién era. Pensaba que sería su novia o una amiga muy cercana, y la miraba mal. Porque ella tenía su atención y él no; y Derek era prácticamente el tío más guay del instituto y Stiles soñaba secretamente con ser su amigo. Ahora piensa que igual también deseaba ser algo más. Llegó hasta a pasar por delante de su casa un par de veces con la excusa de buscar algo para un proyecto de ciencias estúpido que apenas merecía tantas molestias. Una vez vio a su madre en la cocina y otra le pareció ver a su padre. Ahora sabe que ellos le vieron primero que él a ellos, con eso de ser hombres lobos y tal. También sabe que esa obsesión con los Hale viene de muy atrás y que esa conversación no está llegando a ninguna parte.

-“Sigues sin contestarme, Derek.”

Y necesita que lo haga. No sabe si por autoestima, por necesitar algo a lo que anclarse o simplemente porque quiere saberlo. Tiene que haber alguna razón para que todo aquello esté sucediendo a su alrededor. Quizás tiene una feromona rara que atrae a lo paranormal o quién sabe. Necesita saberlo. Derek vuelve a arquear la ceja pero ahora está tan cerca que hasta puede distinguir qué clase de gesto es. No es confusión, es incredulidad.

-“Hueles bien, Stiles. Muy bien.”

Lo dice como si fuese lo más normal del mundo. Como si fuese el perfume más exquisito jamás fabricado y Stiles se lo cree. Se lo cree porque lo sella con un beso y porque no sabe cómo, pero acaba enredando sus manos tras su nuca y pegándose a él todo lo que puede. Porque quiere, porque lo necesita y porque es lo más real que ha sentido en mucho tiempo. Derek le sujeta por la cintura y le absorbe todo el aire de los pulmones. Apenas le deja respirar y casi le duele físicamente el beso cuando por fin libera sus labios para que respire. Pero no le importa porque aquello es real de alguna forma y empieza a sospechar que tanto encuentro fortuito tenía alguna razón de ser.

-“¿Y cómo huelo? ¿Bien en plan rosas? ¿O bien en plan comida deliciosa?”

No puede evitar preguntarlo porque cada respuesta le provoca una nueva duda y la verdad, cuando oye la risa de Derek contra sus labios no se arrepiente lo más mínimo. Hasta le perdona que no le responda porque le distrae con uno de sus besos; y otra cosa no, pero besar se le da muy bien.

iii.

La siguiente vez que se ven a solas Stiles se olvida de preguntar nada. Derek ha hecho eso que se le da tan bien, que no es otra cosa que allanar casas. Ha acabado colándose por su ventana para, supuestamente, compartir impresiones acerca del lagarto que persiguen. Se lo hubiese creído mejor si no hubiese tardado menos de un minuto en besarle desde que entró por la ventana.

Tampoco va a quejarse y eso, porque eso de verse de semana en semana no le gusta; pero bueno… un “hola, ¿cómo estás?” tampoco le habría sentado tan mal.

Reconoce que empieza a perder perspectiva a medida que las manos de Derek se cuelan bajo su ropa y sus besos conquistan más allá de sus labios, pero aún le queda una parte de su mente que consigue elaborar preguntas.

-“Derek… aún no me has dicho qué habéis descubierto del bicho ese para que podamos investigar”

El aludido se separa unos centímetros de él y le mira con cara de no poderse creer lo que está oyendo. Casi le gruñe a pocos milímetros de su boca.

-“Stiles… no es el momento.”

-“Pero… tenemos que hablar de esto y…”

-“¡Stiles! Cállate.”

Y lo hace. Porque es difícil hablar con la lengua de otra persona en tu boca y porque Derek ya ha vuelto a llegar a donde estaba antes de interrumpirle: manos en la cintura, boca sobre el cuello y ¿es él quien está haciendo esos ruiditos tan vergonzosos? Posiblemente sí, pero no se arrepiente de ellos. Al menos no ahora, dentro de un par de horas quizás se dará cabezazos contra la pared por su comportamiento, pero ahora le da igual lo que suceda mientras Derek no pare.

Acaban sobre la colcha de Stiles. Colcha que tiene ya varias arrugas de estar sobre ella moviéndose. Está seguro de que su cama no ha visto tanta actividad como en ese día, pero más le vale ir acostumbrándose porque parece que Derek no va a dejar de venir a verle. Ambos tienen la sensación de necesitar aquello y pronto Stiles ha perdido la camiseta y parte de los botones de los pantalones; y Derek tiene arañazos por todos los brazos por su culpa. No se arrepiente.

De todo lo que ha hecho en esas últimas semanas de lo único que se arrepiente es de no haberlo hecho antes y de haber esperado tanto para probar todo aquello. Ahora no piensa dejarlo nunca.

Ha descubierto que Derek es un entrenador particular alucinante y además sabe hacer muchas otras cosas que no enseñan en los entrenamientos de lacrosse. Con suerte puede que llegue a jugar algún partido de titular. Y si no lo consigue… tampoco va a preocuparse por eso ahora.

fics, pareja: derek/stiles, fandom: teen wolf

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