no se exactamente que hago publicando esto....creo que me he dado un fuerte golpe o algo. En fin...ahi va xD
Titulo: The King & The Bowman
Fandom: Game Of Thrones (serie, que el libro aun estoy en ello)
Pairing: Theon Greyjoy/Robb Stark
Dedicado: a
darkkaya porque consiguio que me viese toda la primera temporada en tres dias xD Y a
shinjuuu_san proque que le gustara (bueno, en realidad; SE que le gusto xD) For you my girls
Advertencias: Parida extrema, cosas que pasan cuando una lee demasiadas cosas de GoT y ve la serie en plan maraton y eso xD No espereis mucha coherencia que despues de todo aun no he acabado ni el primer libro xD
The King and The Bowman
-“¿De verdad vas a casarte con esa Frey?”
Había querido sonar despreocupado y hasta gracioso, pero la verdad es que había una ligera nota de preocupación que se había colado en su voz. Al otro lado de la mesa Robb le miraba con el cuerno en la mano. Clavándole aquella mirada azul hielo en él y haciendo que se le tensasen hasta los pelos.
-“Al parecer sí. Así lo dicta el contrato.”-fue la escueta respuesta mientras volvía a beber.
-“Sigue pareciéndome estúpido.”-contestó mientras cogía su propio cuerno y lo vaciaba de un trago.-“Ni conoces a esa chica, ni quieres casarte con ella, de esto estoy seguro. Es todo pura política. Tú pasas sólo si te casas con mi hija.”-explicó poniendo la voz que en su cabeza debía tener Lord Frey.-“Pamplinas.”
Tras el estallido de Greyjoy la tienda volvió a quedar en silencio mientras el rumor de los soldados jugando a los dados y bebiendo llegaba hasta ellos amortiguado por la tela. Robb le miro de nuevo y después suspiró posando su cuerno aún a medias en la mesa.
-“No es como si tuviese otra opción, Theon. Si no aceptaba casarme con la hija de Lord Frey, no hubiésemos cruzado por sus dominios y nos habríamos quedado al otro lado esperando a los Lannister. No había otra solución.”
-“Siempre hay más opciones, Robb.”-le reclamó.
-“No para un Rey al parecer.”-confesó suspirando de nuevo.
-“Rey del Norte. No suena mal, ¿no?”-le sonrió Greyjoy.
-“Suena horrible.”-confesó Stark sonriendo a su vez.
-“Bueno, podría ser peor.”-su voz sonaba maliciosa y casi retadora. Un reto a preguntar qué podría ser que Robb no dejó de aceptar aún sonriendo.
-“¿Ah sí? ¿Cómo podría ser peor?”
-“Podrías estar compartiendo esta cerveza con alguno de esos devotos hombres tuyos de ahí afuera. Esos que beben como barbaros y follan putas como barbaros.”-le explicó todavía con la sonrisa maliciosa en el rostro. Robb negó al otro lado de la mesa con la sonrisa bailándole en los labios.
-“Eres incorregible, Greyjoy.”
-“Sí. Como si de verdad quisieses que me corrigiese.”-le reclamó inclinándose sobre la mesa.
Era una mesa pequeña. Apenas de un metro y algo. Sacada de Winterfell casi a la carrera, pero que servía de improvisado comedor, mesa de discusión y para planear estrategias. Salvo que apenas cabían todos los abanderados a sus lados y con un movimiento tan simple como el de Theon casi ya se había salvado toda la distancia entre un lado y otro. Robb vio los movimientos y se quedó esperando el siguiente movimiento de su amigo y compañero. Theon acostumbraba a hacer aquellas invasiones de su espacio a menudo. Intentaba ponerle nervioso por alguna razón extraña que Robb no lograba comprender. En aquella ocasión no parecía satisfecho con el intento.
A pesar de tener casi todo el cuerpo encima de la mesa, donde los restos de la cena se apilaban en los extremos de la misma, Theon parecía no notar como estaba estirado sobre ella con su ropa tensada y la cara de Robb a apenas unos centímetros. No lo notaba porque la sonrisa de su boca era más importante. Y sobre todo, la cara del Stark que le miraba intrigado y extrañado.
No le importó mucho. No era la primera vez que pasaba aquel límite, tan sólo ahora era más peligroso. Con un hábil gesto que Robb debería haber visto, le cogió de la capa anudada en su pecho y le acercó a él hasta que sus labios se rozaron.
-“Espero que sepas que aunque te cases eso no significa que vaya a renunciar a esto.”-le murmuró contra los labios del Stark antes de besarle.
Robb intentó deshacerse del agarre y de los labios del arquero ante la posibilidad de que algún criado o su madre entrasen en ese instante a algo. No estaban en Winterfell donde podían esconderse en cualquiera de las torres y arañar algo de tiempo para ellos. No. Estaban en el campamento del rey del norte, con los soldados celebrando haber apresado a Jaime Lannister y con el rey del norte besándose con uno de los protegidos de su padre. Definitivamente iba a ser un escándalo.
Pero a pesar de eso no podía deshacerse de los labios de Theon, que parecían saber cómo besarle para que bajase la guardia. Y en el instante que intentó abrir la boca para reclamarle al otro, éste aprovechó para colar su lengua en la boca del Stark. En ese momento fue cuando todo se precipitó. Notar la humedad extraña en su propia boca fue lo que la mente de Robb necesitaba para despejarse. Con un golpe certero en el pecho del otro, apartó a Theon de él. Ambos se quedaron jadeando, mirándose. Theon con parte de su cuerpo aún sobre la mesa y la mirada de confusión; y Robb en su silla jadeando y tratando de mantenerse sereno.
-“Alguien puede entrar, ¿es que no te das cuenta?”-le reclamó el Stark. Por toda respuesta, Greyjoy comenzó a reírse. A carcajadas.
-“¿De verdad crees que no he tenido la suficiente cabeza de asegurarme de que nadie vaya a entrar en tu tienda hasta mañana por la mañana?”-le preguntó dejando la risa y volviendo a su mirada maliciosa. Robb tuvo la decencia de sonrojarse ante la implicación de sus acciones.-“Créame Lord Stark, es fácil sobornar a unos cuantos soldados a cambio de que nadie entre en su tienda.”
El aludido tragó saliva asustado. Medio acorralado, medio adulado por todo lo que había hecho Theon para conseguirse esa noche para él. Para ellos. Aun así, debía de reconocer que el escalofrío que le recorrió cuando el arquero había pronunciado el “Lord Stark” mientras le miraba de aquella forma nada había tenido que ver con el miedo que había tenido hacía unos instantes. Después de todo, era difícil decirle que no a Theon Greyjoy. Ninguna de las chicas del pueblo pudo hacerlo nunca y él no era capaz tampoco.
El suspiro que se escapó de sus labios fue todo lo que necesitó Theon para saber que en esta ocasión no iba a haber ningún impedimento en llevar a cabo sus planes. Se levantó de la mesa donde había estado estirado hasta entonces y la bordeó sin perder el contacto con Robb en ningún momento. Le tendió la mano al nuevo rey del norte. Mano que éste aceptó y se dejó conducir como un cordero por su pastor hasta cerca de su cama.
Una cama sencilla. Lo suficiente para descansar medianamente bien en el campo de batalla y lo suficientemente grande para que ambos cupiesen en ella. Sin dejar de mirar a aquellos ojos azules que tanto le gustaban procedió a deshacerse de la capa y del resto de la ropa del Stark.
-“Ya que vas a tener que casarte con esa Frey cuando la guerra acabe, y ya que no vamos a tener mucho más tiempo una vez nos enfrentemos a los Lannister…”-la posibilidad de que alguno de los dos no volviese planeaba por toda la frase, pero ninguno la mencionó en voz alta.-“esto es algo así como mi regalo de despedida, Robb. Mi Lord Stark. Mi rey.”
De aquella noche Robb recuerda los labios y la lengua de Theon caracoleando por su piel casi con reverencia intentando aprenderse cada recoveco de ella. Recuerda los gemidos de Greyjoy contra su boca y como su propia piel parecía querer fundirse con la suya. Recordaba las palabras quedas e incoherentes y las promesas hechas en el nombre de la pasión que ambos sabían que nunca se cumplirían. Lo que no recuerda es cómo no había sucedido antes ni cómo tuvieron que esperar a que todo se precipitase.