Aug 25, 2008 20:27
¡Sirem! Lo del horario es chistoso, acá aún es 25, sé que allá es 26, pero bueno, te aguantas :D
Ya te lo dije por mail, ahora lo digo por LJ: ¡¡ FELIZ CUMPLE!!
Que lo pases genial genialoso, vi tu post y wow tantos saludos, es que tu te haces querer : )
Como ya te dije también, mi regalo es un poco nerd. Me pongo un poco colorada por publicarlo, pero me reí bastante mientras lo escribía. Así que ojalá te rías también. Espero que te guste. Aparte de ti, Caribellieh, Nande, y yo, no sé quien más le verá la gracia.
Título: Drarry, físicamente hablando; usar la física para seducir a Harry Potter.
Beta: no tiene beta, Caribellieh está tan liada como yo :D Solo espero que no tenga muchos errores.
Clasificación: General, por ahora.
Género: Humor/Romance.
Notas: la historia tendrá como 7 capítulos cortos, tengo escrito tres, los demás ya vendrán. Sé que no te gustan los fics a medias, pero no he tenido más tiempo :) . Si alguien aprende algo de física, me sentiré feliz.
Drarry, físicamente hablando; usar la física para seducir a Harry Potter o la ridiculez más grande que he escrito jamás.
1. Velocidad
Draco estaba cambiando canales aburrido, en su lujoso departamento muggle. Su pelo rubio cayendo descuidado sobre los hombros, vestía camisa y pantalones negros hechos a medida.
No lo entendía, realmente no lo entendía. Ya había agotado todos sus planes de seducción marca Malfoy que funcionaban a la perfección con cualquier ser vivo normal. Hasta las plantas caían rendidas a sus pies. Por supuesto, Potter, distaba años luz de ser normal, sí, años luz, la distancia que recorre la luz en un año. Increíble, pero cierto. Potter era un retrasado, con todas sus letras, significado y peso.
Ya no se insultaban, respetando un acuerdo tácito de no agresión, pero de ahí a llevarse a Potter a la cama había una gran distancia. Por lo menos ya no se odiaban, si es que realmente algún día se odiaron, Draco creía que no; llegó a la conclusión que había cierta tensión acumulada entre ellos desde el día en que se conocieron, y que esa tensión fue solucionada con discusiones y duelos, pero ya estaban grandes como para dejarse llevar por esas cosas. Había maneras más gratificantes de liberar esa tensión. Potter era como un sistema aislado, parecía no darse cuenta de lo que sucedía a su alrededor.
Una voz proveniente de la caja cuadrada que emitía ondas electromagnéticas, generando así las imágenes y los sonidos, interrumpió sus pensamientos. No era extraño que Draco supiera cómo funcionaban las cosas muggles, cuando se mudó del Londres mágico, su primera meta fue saberlo todo. Un Malfoy siempre lo sabe todo, sino, lo inventa, pero necesitaba una base creíble para inventar cosas muggles. Su segunda meta era estudiar, conseguir alguna carrera y ser más millonario de lo que ya era. Estudiar era, por supuesto, sólo una diversión; por eso había decidido estudiar física, para entender cómo demonios los muggles hacían todo sin magia.
Al principio había dudado, sus conocimientos sobre los muggles no iban más allá de la música, el arte en general y una que otra cosa que había escuchado en los pasillos. Por eso saber la cantidad de cosas que él sabía era todo un logro. Y su conocimiento aumentaba cada día. como una función exponencial.
Miró a la pantalla interesado, mostraban una especie de gato grande corriendo por la sabana.
… el guepardo es el animal terrestre más veloz en distancias cortas, alcanzando una velocidad de 100 kilómetros por hora…
Los guepardos son parientes de los leones ¿no?, se preguntó Draco. Ahora entendía un par de cosas más sobre su león.
Quizás estaba avanzando demasiado lento o hacia el sentido contrario. Si la velocidad es igual a la distancia que se recorre en un tiempo… debía acortar las distancias y disminuir el tiempo para cazar más rápido a su presa.
Pero Potter caería. Todo cae ¿no?
2. El movimiento es relativo
Todo se mueve respecto a algo, incluso las cosas que parecen estar en reposo se mueven respecto al Sol o a las estrellas.
Todo es relativo.
Draco estaba pasando por aquella fase de admiración a lo que le gustaba, veía todo físicamente. Pensó que estaba medio loco por encontrar la física en todas partes ¡pero es que así era! Todo, absolutamente todo, respondía a cuestiones físicas. Fue así como decidió afrontar el asunto Potter como un experimento científico, físico. Seguro que daba resultado; la física era fiel.
Siguiendo con el método científico se dedicó a observarlo. Era bastante simple, Potter era un despistado.
Draco trabajaba en el Ministerio de Magia como consejero en asuntos económicos dos días a la semana. No tenía ningún título que lo avalara, pero para el Ministerio, el apellido Malfoy era sinónimo de negocios; además necesitaba dar una buena imagen a la sociedad mágica. Nada mejor que trabajar gratis para el Ministerio, ayudándolo a recaudar grandes sumas de dinero, y estudiar con muggles. Nada mejor para limpiar su apellido.
Todo el resto del tiempo, se dedicaba a los estudios, cosa que le apasionaba. Al principio no había sido fácil, pero él había estudiado en Hogwarts, sobrevivido a una guerra y a las críticas a su linaje; podía con una universidad muggle.
Potter trabajaba en el departamento de aurores, cómo no, y estaba encargado de la seguridad del ministerio, del Ministro y de sus consejos, entre ellos, Draco. Era poderoso, y se había especializado en hechizos de protección a gran escala y en romper maldiciones, su presencia era bastante útil, y además, también participaba como consejero, era el chico que vivió y venció, su palabra valía oro.
Así que, dos días a la semana, Draco tenía la libertad, y el placer, de observarlo.
Observando furtivamente a Potter, reconoció un par de cosas: el movimiento es relativo, depende del observador.
Con el sistema de referencia Weasley, Potter era alegre y estaba relajado. Escuchaba y respondía naturalmente, de forma amable, sus ojos verdes brillando. Para Weasley, Potter estaba bien, estaba feliz.
Cuando hablaba con Granger, sus ojos verdes adquirían un tono sincero, sólo descubierto por la observación continua; sus facciones cambiaban, Granger lo miraba con preocupación. Draco observaba los hombros caídos, las manos a los costados. Pudo deducir que para ella, Potter no estaba bien.
Cuando hablaba con gente común y sin nombre, era cortés, amable, pero no era el Potter que conocía. Potter no se interesaba en mostrar interés. Mantenía una sonrisa falsa en los labios. Con los demás actuaba, pero para ellos él era perfecto. Era imposible pensar que el salvador tenía problemas. Eso no tenía sentido.
Finalmente, cuando hablaba con él, Potter era imponente, sobrio y poderoso; pero estaba triste, estaba cansado, no sonreía. Sus ojos no mentían, no para él, y eso era un misterio para Draco ¿Por qué con él no se preocupaba de ocultar su debilidad?
Potter parecía desestresarse con sus “conversaciones”, sus cruces de ironías y de frases elaboradas e inteligentes. Utilizaba esos encuentros para canalizar la frustración que aparentemente sentía.
Concluyó que Potter tenía un problema. Y ahora, que sus ironías habían pasado a frases menos hostiles, estaba listo para comprobar su hipótesis.
3. Primera Ley de Newton: Inercia
Draco debía asistir a una reunión con el ministro de economía de Francia. La sala de conferencias estaba en París y era un tema delicado, que estaba generando roces entre ambos países. Harry Potter sería su escolta.
- Potter ¿por qué esa cara?- preguntó Draco, mientras veía al auror acercarse.
Potter lo miró sorprendido. Tenía marcas oscuras bajo los ojos, y la piel más pálida de lo que él recordaba.
- ¿No deberías saludar primero?-preguntó serio, pero el cansancio que se adivinada en su cuerpo rompía cualquier intento de asustar.
- Si estás enfermo debería pedir a otro auror, no me sirve si estas débil, Potter, se supone que debemos imponer, no causar lástima-. Bien, si el plan era entender a Potter iba por buen camino, pero si quería que el tonto se diera cuenta de sus intenciones más amistosas no debía ir por esa trayectaria.
-Lo que sea Malfoy, vamos.
Draco lo siguió hacia los ascensores. Debían llegar al departamento de relaciones exteriores y de ahí, llegar por red flú al Ministerio de Francia.
Potter solo abrió la boca para decir Ministerio de Francia y luego desaparecer entre las llamas verdes. Draco lo siguió.
Le gustaba mucho más aparecerse, había descubierto con genuina admiración que los muggles conocían la teleportación, la física cuántica lograba explicarlo todo.
-Buenos días, caballeros -saludó un funcionario francés, en un perfecto inglés. - Mi nombre es Pierre Gulianni, soy el ayudante del Ministro. -El hombre miraba fijo a Draco, observando su cuerpo más del tiempo necesario. Draco sonrió, estaba consciente de sus encantos. -Tu debes ser Draco Malfoy - dijo mientras le ofrecía una mano.
-Así es-respondió Draco, adelantándose y estrechando la mano ofrecida. El interés de Potter hacia toda la situación era infinitecimal, es decir, no le importaba. El hombre desvió los ojos de Draco y los fijo en Harry. Draco no soportó que aquel hombre siguiera mirando así a Harry, como un ídolo; no que le molestara que lo mirara, era más bien, solidaridad. A él no le gustaba que lo miraran como hijo de mortífago, a Potter no le gustaba que lo miraran como héroe, por más cierto que fuera.
-Y tú eres Harry Potter, es un honor conocerte -el hombre sonrió y le tendió la mano. Potter la aceptó, pero no dio indicios de alegrarse por aquellas palabras, por lo que Draco se sorprendió cuando el hombre se dio la vuelta para guiarlos hacia la sala de conferencias y Potter le miró el culo.
Y el que creía que Potter estaba medio muerto. Potter era gay, de eso no había dudas, además que ya todo el mundo mágico lo sabía. No que importara realmente, Harry Potter era el niño héroe, el salvador del mundo mágico, el jefe de aurores más joven de la historia, y así hasta el infinito. Que fuera gay no era significativo.
Era un detalle beneficioso para sus planes.
La reunión pasó sin importancia. Los problemas se solucionaron, esbozaron algunos proyectos económicos, algunas alianzas entre departamentos y organizaron otra reunión. Potter no abrió la boca en toda la reunión.
Salieron del salón de conferencias. Potter se miraba los zapatos.
Draco decidió que debía hacer algo. Era definitivo, Potter estaba en estado de inercia.
Todo objeto estará en reposo hasta que se aplique una fuerza que lo obligue a cambiar de estado.
Él obligaría a Potter a cambiar de estado. No podía estar sumido en la autocompasión de por vida. Bueno, no autocompasión, en realidad Draco no sabía qué tenía Potter, pero se notaba deprimido.
Mientras Draco se despedía cortésmente del Ministro francés, el tal Pierre intentaba hablar con Potter, sin embargo, éste no daba señales de estar en la orbita terrestre.
Así que Draco acudió al rescate.
-Potter, vámonos -dijo Draco al llegar donde estaban Potter y el francés.
Potter lo miró indescifrable. Draco dio media vuelta y caminó, esperando que Potter lo siguiera.
- Sí. Adiós -escuchó decir a Potter, despidiéndose del francés. -Malfoy, la sala de flú internacional está hacia el otro lado.
-Lo sé Potter. Voy a tomar algo, tanta ineficiencia me hartó.
Draco esperaba alguna respuesta mordaz a aquella sentencia, algo relacionado a su apellido y los tratos con ministros y esas cosas. Pero Potter encontraba más interesante la horma de sus zapatos otra vez y en vez de enzarzarse en una batalla verbal, aceptó dócil.
-Debemos volver hoy.
Y lo siguió.
- ¿Has estado en Francia antes?-Preguntó Draco una vez fuera del Ministerio de Magia. Estaba atardeciendo, y la brisa fresca que despeino uno de sus mechones rubios, actuó como fuente de energía, revitalizante.
-No he tenido mucho tiempo para viajar. Malfoy, ¿por qué me hablas?
- ¿Por qué no hacerlo?
Potter no respondió. Esa falta de respuesta ya estaba cansando a Draco. Caminaron en silencio por algunas calles pequeñas, buscando un buen lugar para tomar algo. Entraron a un pequeño bar, se sentaron en un rincón aislado y pidieron los tragos.
Draco pensaba cómo iniciar una conversación “civilizada”.
Harry bebía en silencio, con la mirada perdida en algún punto en el infinito. Draco necesitaba romper el silencio. Tenía dos opciones; primero, emborrachar a Potter hasta que le contara que demonios le sucedía; y segundo, hacer terapia de choque.
Decidió que lo segundo sería más entretenido.
-Potter ¿sabías qué si sobre un cuerpo no actúa ninguna fuerza éste continuará moviéndose indefinidamente en línea recta y a velocidad constante? -Draco lo miró esperando alguna reacción. Ante el silencio de Potter, agregó: -Es lo que pienso que has estado haciendo estos años, necesitas una fuerza para cambiarlo.
Si esta en reposo, tiende a permanecer en reposo, si esta en movimiento, tiende a permanecer en movimiento.
Potter frunció el ceño, al final, reaccionó. Se tomó el alcohol de un trago, se levantó rápidamente y se fue. Antes de salir por la puerta se giró y dijo: -Sigues siendo un estúpido, Malfoy.
Draco sonrió, Potter al menos había reaccionado. Aunque igual frunció el ceño, si Potter no entendía no era su culpa. Él había intentado ser amable, darle un consejo para que saliera del estado de reposo en el que se encontraba y Potter, el muy malagradecido, lo rechazaba.
fandom: harry potter,
fic: drarry físicamente hablando,
pairing: drarry,
fiction,
fandom,
ciencias