[multi-chaptered] Prince of Tennis; El paciente caballero {2/5}
Fandom: Prince of Tennis
Título: El paciente caballero
Pareja: Niou Masaharu x Yagyuu Hiroshi (Platinum Pair)
Género: angst
Rating: NC-13
Resumen: Ganar no lo es todo. Niou, por lo menos, no se conforma si no tiene alguien con quien celebrarlo. Sin embargo, hay otras personas que no piensan lo mismo.
Notas: Lo único bueno que escribí el verano pasado. Muchas gracias a Vendetta, porque sin su ayuda escribir este fic no me habría sido posible. Le debo desde las frases en las que se basa cada capítulo hasta algunas ideas que me ayudaron a desarrollar el argumento, pasando, evidentemente, por aquella conversación en la que me soportó, respondió a todas mis dudas acerca de la apendicitis, el cálculo de los días de convalecencia y las operaciones, y me consiguió esa información tan importante sobre el absceso abdominal (sin eso, Yagyuu no habría pasado el tiempo suficiente en el hospital). Gracias, de verdad. ¡Satanasas powah! >.<
Más capítulos: 1 ~ 3 ~ 4 ~ 5
No se trataba de que hubiese dado la victoria por sentado, pero la confianza jugó con él durante todo el partido. Le hubiera gustado contenerse un poco más, pero una vez la euforia se apoderaba de él no había quien lo frenase.
Sólo ganar le hacía sentirse así.
Tras escuchar el resultado por megafonía y estrechar la mano de su contrincante, cuyo nombre olvidó cerca de la mitad del partido (aunque en realidad no hubiera sido tan largo), trató de mostrarse sereno hasta llegar a los vestuarios, caminando con el orgullo hinchado y una sonrisa temblando en los labios.
- ¡Victoria! - le gritó a su reflejo en el espejo, levantando los puños.
Sonrió y giró la cabeza, contrariado al no encontrar a quien siempre solía estar a su lado en momentos como aquel. Claro, que esta vez lo había logrado él solo. Suspiró y volvió a mirarse en el espejo. Vaya, el Caballero no dejaba de ser imprescindible.
- ¿Qué te parece esto, Yagyuu? - preguntó, mientras se limpiaba el sudor de la frente. - Sigo siendo invencible…
Dejó de hablar cuando le vino a la cabeza la última conversación que tuvo con su novio, antes de salir de casa. Ahora que lo recordaba, tenía un tono extraño en la voz. Parecía molesto, diferente. Era extraño. No se había fijado demasiado en las gradas, pero, cuando lo hizo para buscarle entre el público, antes de conseguir el punto decisivo, no fue capaz de encontrarlo.
Se apresuró a coger su bolsa y salió del vestuario a toda prisa, casi seguro de que algo iba mal. Más de la mitad de los asistentes habían abandonado ya el campo, y el resto se disponía a ello. Buscó al Caballero con la mirada, ignorando los saludos de la gente que lo felicitaba por su excelente juego.
No podía haberse enfadado con él. No tenía motivos para ello. Era cierto que había dejado de salir con él para entrenarse en profundidad, pero sabía que Yagyuu lo entendería mejor que nadie. Ambos lo daban todo por ganar. Nunca había habido ningún problema al respecto. A pesar de ser una pareja de dobles invencible, no podían descuidar sus propias cualidades. Pero eso no tenía nada que ver con su relación, ni los había inducido a separarse en ningún momento.
Si estaba todo tan claro, ¿por qué Yagyuu no estaba allí?
Le había prestado poca atención últimamente, pero se habría enterado el primero si el Caballero tuviese algún compromiso que atender, o cualquier problema que le impidiese estar a su lado. Yagyuu sabía que era importante, y no faltaría a menos que estuviese a punto de morir. Y eso no era posible. Justo cuando Niou marcaba su número en el teléfono móvil, distinguió la cabeza rojiza de Marui al otro lado de las gradas y corrió hacia él.
- Buen partido, Niou. - le felicitó, haciendo una pompa con el chicle.
Jackal, Kirihara y Yanagi llegaron detrás de él. Niou estiró el cuello para mirar más allá, buscando a los demás con la mirada. Kirihara se volvió y lo imitó, preguntándose qué narices había visto, si allí no había nadie más.
- Gracias. - respondió Niou, distraídamente. - ¿Dónde están buchou, Sanada y… - sus compañeros pronunciaron el último nombre al mismo tiempo - Yagyuu?
- No lo sabemos. - contestó Yanagi. - De hecho, los estábamos buscando. Geniichiro y Seiichi se fueron a buscar a Hiroshi antes de que comenzara el partido, y no han vuelto.
- ¿Les habrá pasado algo? - preguntó Jackal, intercambiando una mirada con Marui, quien se encogió de hombros. - He llamado un par de veces a sus móviles y no responden. El de Yagyuu está apagado.
Niou abrió la boca para hacer más preguntas cuando el entrenador encargado del grupo en el que él jugaba al día siguiente llamó a sus jugadores para que se reuniesen. Tenían que volver al hotel de concentración inmediatamente, puesto que los primeros partidos se jugarían simultáneamente a primera hora de la mañana, y hacía rato que había anochecido. Resoplando, Niou se despidió de sus compañeros a toda prisa, haciéndoles prometer que lo avisarían inmediatamente si había sucedido algo fuera de lo normal.
- Tú, concéntrate. - le aconsejó Marui, antes de echar a caminar con el resto.
Niou supuso que era lo único que podía hacer. Seguramente, Yagyuu aparecería al día siguiente. El primer partido era solo un calentamiento. El quinto día, Niou formaría parte del plato fuerte del torneo. Con el pensamiento sumergido en el tenis, se quedó dormido en cuanto tocó las sábanas.
~~
Cuando jugó el primer partido de los dos que tenía concertados para la mañana siguiente, no había apenas nadie en el estadio más que los responsables, el juez de silla, un par de espectadores y los propios jugadores. Niou no se lo esperaba, pero de todas formas comprendía que nadie más se presentase a ver un partido de tenis a las ocho y media de la mañana.
Sin embargo, confiaba en que Yagyuu estuviese por allí y lo observase sin perder un detalle de sus movimientos, para después decirle que era un tramposo. Casi al final, en el último set, pudo ver a Marui y a Kirihara en una de las entradas, mirándole de lejos, como si sólo consultasen el resultado. Niou quiso alcanzarlos después, pero ya se habían esfumado.
Al partido de después asistieron Yukimura, Sanada y Yanagi. Niou volvió a ganar sin problemas, 6-4. Directo a cuartos de final. A pesar de ello, ya estaba convencido de que algo iba mal, de modo que, antes de celebrar nada, se apresuró a preguntarles.
- ¿Qué le ha pasado a Yagyuu? - dijo, directo al grano.
Yukimura giró la cabeza en dirección a Sanada, y este respondió.
- No sabemos nada de él. - Yukimura carraspeó, casi inaudiblemente, y él añadió - La última vez que hablamos con él dijo que lo sentía, pero que ánimo con los partidos.
- Está bien, no hay de qué preocuparse. - aclaró Yanagi.
Niou no estaba conforme con aquella contestación, pero la mirada que Sanada había clavado en él desde que se acercó a ellos le decía que ya era suficiente. Se aseguraría de preguntar a alguno de los otros tres cuando los viese. Iba a sacárselo de cualquier forma, fuera lo que fuese. No podía quedarse tranquilo sabiendo que era algo tan importante como para mantenerlo en secreto delante de él. Que él supiese, no había nacido el día anterior.
Yukimura esperó a que estuviese a una distancia prudente antes de hablar.
- No me gusta ocultárselo. - suspiró. - Sé que les hace daño a los dos, pero no sería bueno para Niou abandonar esta oportunidad. Yagyuu sobrevivirá.
Sanada asintió, con los brazos cruzados. Yanagi hizo una última observación.
- Sonríe, Masaharu, mañana será peor.
Muchas gracias por leer~
Título: El paciente caballero
Pareja: Niou Masaharu x Yagyuu Hiroshi (Platinum Pair)
Género: angst
Rating: NC-13
Resumen: Ganar no lo es todo. Niou, por lo menos, no se conforma si no tiene alguien con quien celebrarlo. Sin embargo, hay otras personas que no piensan lo mismo.
Notas: Lo único bueno que escribí el verano pasado. Muchas gracias a Vendetta, porque sin su ayuda escribir este fic no me habría sido posible. Le debo desde las frases en las que se basa cada capítulo hasta algunas ideas que me ayudaron a desarrollar el argumento, pasando, evidentemente, por aquella conversación en la que me soportó, respondió a todas mis dudas acerca de la apendicitis, el cálculo de los días de convalecencia y las operaciones, y me consiguió esa información tan importante sobre el absceso abdominal (sin eso, Yagyuu no habría pasado el tiempo suficiente en el hospital). Gracias, de verdad. ¡Satanasas powah! >.<
Más capítulos: 1 ~ 3 ~ 4 ~ 5
No se trataba de que hubiese dado la victoria por sentado, pero la confianza jugó con él durante todo el partido. Le hubiera gustado contenerse un poco más, pero una vez la euforia se apoderaba de él no había quien lo frenase.
Sólo ganar le hacía sentirse así.
Tras escuchar el resultado por megafonía y estrechar la mano de su contrincante, cuyo nombre olvidó cerca de la mitad del partido (aunque en realidad no hubiera sido tan largo), trató de mostrarse sereno hasta llegar a los vestuarios, caminando con el orgullo hinchado y una sonrisa temblando en los labios.
- ¡Victoria! - le gritó a su reflejo en el espejo, levantando los puños.
Sonrió y giró la cabeza, contrariado al no encontrar a quien siempre solía estar a su lado en momentos como aquel. Claro, que esta vez lo había logrado él solo. Suspiró y volvió a mirarse en el espejo. Vaya, el Caballero no dejaba de ser imprescindible.
- ¿Qué te parece esto, Yagyuu? - preguntó, mientras se limpiaba el sudor de la frente. - Sigo siendo invencible…
Dejó de hablar cuando le vino a la cabeza la última conversación que tuvo con su novio, antes de salir de casa. Ahora que lo recordaba, tenía un tono extraño en la voz. Parecía molesto, diferente. Era extraño. No se había fijado demasiado en las gradas, pero, cuando lo hizo para buscarle entre el público, antes de conseguir el punto decisivo, no fue capaz de encontrarlo.
Se apresuró a coger su bolsa y salió del vestuario a toda prisa, casi seguro de que algo iba mal. Más de la mitad de los asistentes habían abandonado ya el campo, y el resto se disponía a ello. Buscó al Caballero con la mirada, ignorando los saludos de la gente que lo felicitaba por su excelente juego.
No podía haberse enfadado con él. No tenía motivos para ello. Era cierto que había dejado de salir con él para entrenarse en profundidad, pero sabía que Yagyuu lo entendería mejor que nadie. Ambos lo daban todo por ganar. Nunca había habido ningún problema al respecto. A pesar de ser una pareja de dobles invencible, no podían descuidar sus propias cualidades. Pero eso no tenía nada que ver con su relación, ni los había inducido a separarse en ningún momento.
Si estaba todo tan claro, ¿por qué Yagyuu no estaba allí?
Le había prestado poca atención últimamente, pero se habría enterado el primero si el Caballero tuviese algún compromiso que atender, o cualquier problema que le impidiese estar a su lado. Yagyuu sabía que era importante, y no faltaría a menos que estuviese a punto de morir. Y eso no era posible. Justo cuando Niou marcaba su número en el teléfono móvil, distinguió la cabeza rojiza de Marui al otro lado de las gradas y corrió hacia él.
- Buen partido, Niou. - le felicitó, haciendo una pompa con el chicle.
Jackal, Kirihara y Yanagi llegaron detrás de él. Niou estiró el cuello para mirar más allá, buscando a los demás con la mirada. Kirihara se volvió y lo imitó, preguntándose qué narices había visto, si allí no había nadie más.
- Gracias. - respondió Niou, distraídamente. - ¿Dónde están buchou, Sanada y… - sus compañeros pronunciaron el último nombre al mismo tiempo - Yagyuu?
- No lo sabemos. - contestó Yanagi. - De hecho, los estábamos buscando. Geniichiro y Seiichi se fueron a buscar a Hiroshi antes de que comenzara el partido, y no han vuelto.
- ¿Les habrá pasado algo? - preguntó Jackal, intercambiando una mirada con Marui, quien se encogió de hombros. - He llamado un par de veces a sus móviles y no responden. El de Yagyuu está apagado.
Niou abrió la boca para hacer más preguntas cuando el entrenador encargado del grupo en el que él jugaba al día siguiente llamó a sus jugadores para que se reuniesen. Tenían que volver al hotel de concentración inmediatamente, puesto que los primeros partidos se jugarían simultáneamente a primera hora de la mañana, y hacía rato que había anochecido. Resoplando, Niou se despidió de sus compañeros a toda prisa, haciéndoles prometer que lo avisarían inmediatamente si había sucedido algo fuera de lo normal.
- Tú, concéntrate. - le aconsejó Marui, antes de echar a caminar con el resto.
Niou supuso que era lo único que podía hacer. Seguramente, Yagyuu aparecería al día siguiente. El primer partido era solo un calentamiento. El quinto día, Niou formaría parte del plato fuerte del torneo. Con el pensamiento sumergido en el tenis, se quedó dormido en cuanto tocó las sábanas.
~~
Cuando jugó el primer partido de los dos que tenía concertados para la mañana siguiente, no había apenas nadie en el estadio más que los responsables, el juez de silla, un par de espectadores y los propios jugadores. Niou no se lo esperaba, pero de todas formas comprendía que nadie más se presentase a ver un partido de tenis a las ocho y media de la mañana.
Sin embargo, confiaba en que Yagyuu estuviese por allí y lo observase sin perder un detalle de sus movimientos, para después decirle que era un tramposo. Casi al final, en el último set, pudo ver a Marui y a Kirihara en una de las entradas, mirándole de lejos, como si sólo consultasen el resultado. Niou quiso alcanzarlos después, pero ya se habían esfumado.
Al partido de después asistieron Yukimura, Sanada y Yanagi. Niou volvió a ganar sin problemas, 6-4. Directo a cuartos de final. A pesar de ello, ya estaba convencido de que algo iba mal, de modo que, antes de celebrar nada, se apresuró a preguntarles.
- ¿Qué le ha pasado a Yagyuu? - dijo, directo al grano.
Yukimura giró la cabeza en dirección a Sanada, y este respondió.
- No sabemos nada de él. - Yukimura carraspeó, casi inaudiblemente, y él añadió - La última vez que hablamos con él dijo que lo sentía, pero que ánimo con los partidos.
- Está bien, no hay de qué preocuparse. - aclaró Yanagi.
Niou no estaba conforme con aquella contestación, pero la mirada que Sanada había clavado en él desde que se acercó a ellos le decía que ya era suficiente. Se aseguraría de preguntar a alguno de los otros tres cuando los viese. Iba a sacárselo de cualquier forma, fuera lo que fuese. No podía quedarse tranquilo sabiendo que era algo tan importante como para mantenerlo en secreto delante de él. Que él supiese, no había nacido el día anterior.
Yukimura esperó a que estuviese a una distancia prudente antes de hablar.
- No me gusta ocultárselo. - suspiró. - Sé que les hace daño a los dos, pero no sería bueno para Niou abandonar esta oportunidad. Yagyuu sobrevivirá.
Sanada asintió, con los brazos cruzados. Yanagi hizo una última observación.
- Sonríe, Masaharu, mañana será peor.
Muchas gracias por leer~