Prison Break: T-Bag

Nov 23, 2006 21:20

Tabla terminada!! :] el link aquí [sep, terminada en tiempo récord!]

Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #11 - Caramelo.
Longitud: 225 palabras.

Recordaba muy bien su primer delito. Puede que la encargada de la tienda nunca llegara a cogerle, pero su voz preñada de acusación seguía resonando en los oídos de T-Bag.
El chiquillo tendría unos cuatro o cinco años y los bolsillos vacíos. Había entrado en una tienda de golosinas aun a sabiendas de que no tenía dinero, observando con curiosidad todo lo que le rodeaba.
Cuando eras Theodore Bagwell, un obstáculo tan nimio como no llevar dinero era, más bien, ningún obstáculo.
La mujer que había detrás del mostrador le sonrió con confianza al preguntarle “¿Quieres algo, corazón?”. Él negó rápidamente con la cabeza, despeinándose y sonriendo encantadoramente.
No era el único cliente de la tienda, de ahí que la encargada no le prestara mucha atención. Muchos años después, T-Bag suponía que era porque un niño tan pequeño no suponía ningún peligro para la caja. Excepto en su caso.
El crío paseaba con tranquilidad, mirando los expositores de apetitosos caramelos mientras se le hacía la boca agua. Los papeles de colores atrajeron sus manos como la luz a las polillas. Con gesto furtivo, escondiéndose tanto de la encargada como de los demás clientes, cogió un puñado de caramelos de fresa y se los guardó en el bolsillo.
- ¡Eh, tú! -gritaba la mujer mientras Theodore salía de la tienda, saboreando un rico caramelo de fresa.-

Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #18 - Escalera.
Longitud: 128 palabras.

- Quítate de en medio, negrata. -la sibilante voz de T-Bag pronunció las palabras tan llenas de desprecio que incluso C-Note, el ex sargento Franklin, se acobardó.- ¿Tu mamá no te enseñó modales? Hay que dejar pasar a los superiores.
- Tú no eres mi superior. -C-Note apretó las mandíbulas en un vago intento por controlarse.- ¿Está claro, blanquito?
- ¿Sabes qué? Te voy a hablar en tu idioma, tronco, a ver si así te empanas, tío. Aquí, el que manda soy yo, ¿vale, tronco?, y tú no eres más que una mierda a mi lado. -T-Bag lo empujó para pasar a su lado por la escalera.- Así que no me seas un mierdas, tío, ¿te queda claro? O puede que me dé por tirarte por las escaleras.

Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #21 - Sangre.
Longitud: 138 palabras.

Observaba al novato con las ganas de venganza pintadas en sus ojos oscuros como pozos sin fondo. Él había matado a Maytag, y encima se paseaba tan campante por delante de sus narices, como si no hubiera hecho nada. Con Sucre al lado, ese mexicano-cubano-loquefuera, y acercándose más de lo permitido a la valla que separaba al condenado a muerte de los comunes.
T-Bag se pasó la lengua por los labios resecos y echó a andar hacia ellos. Con su típica parsimonia, tan untuoso como una serpiente. Dirigió una mirada de profundo desprecio a Scofield y le susurró al pasar a su lado un amenazante “Prepárate, novato. Que seas un guaperas no significa que vaya a perdonarte la vida, ni mucho menos. Así que no te confíes”, y se alejó.
Se moría de ganas de probar su sangre.
Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #22 - Triángulo.
Longitud: 300 palabras.

Un único pensamiento ocupaba la prolífica mente de T-Bag mientras sus ojos castaños seguían a Scofield en sus constantes paseos por las duchas, que en aquel instante estaban desiertas. Sin camiseta, con sólo una toalla anudada a la cintura.
El único y solitario pensamiento de T-Bag en esos momentos era agarrarlo por los hombros, estrellarlo contra la pared y hundir la lengua en esa boquita perfecta hasta que los dos se quedaran sin aliento y tuvieran que compartir el escaso oxígeno de sus pulmones. Sentir esa suave piel tatuada bajo sus manos, acariciar cada centímetro de epidermis cargada de tinta y no soltarle jamás. Poseerle una y otra vez, primero allí mismo, en las duchas, luego en la celda, en los servicios… Doblegarle, romper su voluntad, quebrar su espíritu, hacer que se agarrara a su bolsillo y pasearlo como el amo orgulloso a su perro obediente, ganador de un campeonato canino.
Se hizo daño al clavarse las uñas en las palmas de las manos cuando apretó los puños para contener sus instintos. Respiró una y otra vez, profundamente, tratando de calmar su agitado ritmo cardiaco. Cogió aire, lo soltó; cogió aire, lo soltó. Repitió esta operación unas cuantas veces, hasta que decidió concentrar su mente en reseguir los complicados dibujos que mostraban los tatuajes del novato.
Triángulos, círculos, cubos, se entrelazaban para formar demonios luchando con enormes espadas, letras escritas del revés, inscripciones que para T-Bag no tenían ningún sentido. Se acercó a Scofield por detrás y puso su dedo en uno de los triángulos que había sobre el omoplato izquierdo.
Siguió las líneas delicadamente, como si estuviera bordando un cojín. El novato aguardó, sin saber cómo reaccionar, qué hacer. Por fin, T-Bag pareció cansarse y, con una risita, abandonó las duchas dejando un halo de confusión tras de sí.

Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #23 - Cartas.
Longitud: 159 palabras.

Cuando T-Bag jugaba a las cartas, nadie excepto él ganaba. Era el rey de los faroles, de la astucia y la manipulación casi tanto como en la vida real. Por eso, el acceso a las timbas de la cocina le había sido vetado hacía ya mucho tiempo por Jesús.
Así que, cuando se detuvo frente a la puerta que separaba la cocina del cuartucho donde estaban apiñados los cuatro jugadores de póker, exigiendo poder unirse a la partida, Jesús estuvo a punto de mandar apalizarlo, si no fuera porque el novato (bueno, a decir verdad, el hecho de que Scofield estuviera con él no le importaba en lo más mínimo) y el mafioso le flanqueaban.
- T-Bag, que sepas que no tengo ni idea de póker. -le susurró Scofield por la comisura del labio mientras atravesaban la cortina que marcaba el acceso al cuarto de las timbas.-
Él se rió levemente.
- Yo siempre tengo un as en la manga, guapo.
Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #24 - Humillación.
Longitud: 140 palabras.

- Te acostumbrarás. -pronosticó el viejo acariciando el suave pelaje de su gata, que respondió con un cariñoso ronroneo.- Siempre hace eso cuando ve algo que le… gusta. Humillarte.
- Mira, tío, -Tweener se volvió hacia su compañero de celda- no quiero acostumbrarme, ¿vale? Sólo quiero que me deje en paz.
Westmoreland soltó un largo suspiro y volvió a concentrarse en el periódico que estaba leyendo.
- Lo digo por tu bien. Te ofreció el bolsillo, ¿no es así?
- ¿El bolsillo?
- No me digas que aún no has visto el famoso bolsillo de T-Bag. -el viejo rió entre dientes y echó una mirada al exterior de la celda 13.- De ahí se agarran todas sus novias. Ahora está disgustado porque su último esclavo se ahorcó, pero no tardará en encontrar otro. Y, ¿sabes, chico?, te quiere a ti.
Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #25 - Revisión.
Longitud: 305 palabras.

- Buenos días, doctora Tancredi. -T-Bag le dedicó una deslumbrante y encantadora sonrisa al penetrar con su característica chulería en la enfermería.-
- Buenos días, Theodore. -la mujer no le devolvió la sonrisa, sino que apenas levantó la mirada de unos papeles que tenía encima del escritorio.- Siéntate en la cama, por favor.
- ¿Para qué me ha llamado, doctora?
- Quiero ver cómo va ese brazo.
- Por el amor de Dios, me lo rompí hace ya dos meses. -T-Bag compuso una expresión de disgusto.- ¿No cree que es suficiente tiempo como para que se haya recuperado?
- Igualmente, quiero echarle un vistazo.
El interno suspiró a la vez que se dejaba caer sobre la cama. Observó con interés los informes médicos que había sobre el escritorio de la doctora Tancredi.
- ¿Scofield, Michael? -leyó por encima del hombro de la mujer.- ¿Te interesa el novato, doctora? -inquirió, cambiando súbitamente del “usted” al “tú”.-
- En absoluto. -la doctora cerró el informe de golpe y se volvió hacia T-Bag.- En estos momentos, me interesas tú, Theodore. O tu brazo, para ser exacta.
T-Bag emitió una risita y extendió el brazo izquierdo, que se había roto hacía un par de meses en una pelea con otros internos. Soportó pacientemente el examen de la doctora hasta que le indicó que podía marcharse.
- Tal vez podamos hacer un trato, doctora.
- Hemos terminado.
- ¿Qué te parece, digamos, un pequeño cargamento de medicinas a cambio de información sobre Scofield? ¿Inyecciones? ¿Sí? ¿Qué me dices?
- He dicho que hemos terminado.
- Tengo ciertos privilegios sobre él, así que te aconsejo que no te encariñes mucho con nuestro guapo novato. -en su rostro se dibujó una sonrisa de oreja a oreja.- Porque, quién sabe, cualquier día de estos podría acabar muerto. Toda una pena, ¿no cree, doctora?

Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #26 - Pistola.
Longitud: 200 palabras.

El guarda paseaba con indolencia por delante de sus narices, las manos tranquilamente metidas en los bolsillos y una expresión de “No-me-importa-nada” pintada en la cara. De vez en cuando, se permitía dirigir una mirada de intenso desprecio hacia los internos que vagueaban contra la verja, entre los que, como no podía ser menos, se hallaba T-Bag.
Realmente no creía que fueran a tener éxito. Pero tenía ganas de sangre. Así que le guiñó un ojo a Trokey (la señal convenida) e hizo un gesto con la cabeza en dirección al guarda.
Fue visto y no visto. Los cinco presos se lanzaron sobre él sin darle oportunidad a reaccionar. Dos de ellos, los más fuertes, lo placaron y sujetaron contra el suelo para evitar cualquier movimiento; otro de ellos, Trokey, le pegó un puñetazo en la nariz con esperanzas de incrustársela en el cerebro, mientras los demás se ensañaban con diversas partes de la anatomía del guarda.
Pero T-Bag sólo tenía ojos para algo en lo que no había reparado anteriormente. Del cinturón del hombre colgaba un arma de fuego, una reluciente pistola que parecía recién comprada. Sonriendo con astucia, se abalanzó sobre ella y la amartilló, y luego disparó.

Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #27 - Miedo.
Longitud: 215 palabras.

Miedo era lo que, habitualmente, él producía en los demás. Una sensación opresiva, desasosegante, que les invadía cuando T-Bag rondaba indolentemente por las proximidades, con su bolsillo dado la vuelta y su sonrisa de serpiente bien extendida por la cara. Pero, en esos momentos, era él quien sentía miedo.
Temía por su vida, que era por lo único que podía temer. Si los pillaban… bueno, prefería no imaginárselo, pero realmente no iba a conseguir nada peor de lo que ya tenía: cadena perpetua. Así que sólo le quedaba una cosa por la que imitar a Abruzzi y rezar a Dios, lo más preciado que tenía: su vida.
Por eso decidió contratar un seguro. Vio la oportunidad al dejar noqueado al guarda de la enfermería, al descubrir las esposas abiertas a su lado. El plan comenzó a forjarse en su cabeza ya antes de deslizarse por el cable en dirección a la libertad. Y, cuando oyó el clic de la pistola del mafioso lista para meterle un tiro entre ceja y ceja, aprovechó para cerrar las esposas.
Así quedaban ligados Scofield y él de una manera que nunca hubiera sospechado. Y, al tragarse la llave que los separaría, todo rastro de miedo desapareció de su alma, si es que no se la había vendido al diablo ya.

Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #28 - Música.
Longitud: 336 palabras.

- La música amansa a las fieras. -decía Michael, tan elegantemente recostado como un león consciente de su poderío contra la pared, observando a T-Bag, que se cubría la cabeza con su mítica gorra y farfullaba algo por lo bajo.-
- Ni siquiera la música amansaría a esa fiera. -le contradijo Lincoln, acuclillado pensativo junto a su hermano.-
- ¿Tú crees? -Michael enarcó una ceja y se separó de la pared con un sutil movimiento felino.- Bueno, puede que no sea exactamente música lo que necesitamos… ¡T-Bag!
La fiera levantó la cabeza y lo miró con palpable interés.
- Ven aquí un momento.
- Pues claro, novato. Lo que sea para salir de este asfixiante agujero. -T-Bag se quitó la gorra y se abanicó con ella exageradamente.-
Con su compañero de fuga pisándole los talones, Michael salió de la sala de guardas y se introdujo serpenteante en un callejón cortado que había justo detrás del cobertizo. Cuando estuvieron fuera de la vista de los guardas que paseaban vigilantes, aferró a T-Bag por el cuello del mono de la I. P. y lo estampó contra la pared. Escuchó a todos los huesos de su columna crujir por el impacto.
- Me ha dicho un pajarito que -retorció los cuellos del mono azulado al tiempo que transformaba su voz en un susurro- alguien del equipo atacó a Abruzzi y que por eso está ahora en el hospital, al borde de la muerte. Bien, si Abruzzi acaba palmándola y tengo a ese alguien como te tengo cogido a ti ahora mismo, te juro que lo mato. ¿Entendido?
- Pues claro, guapo. -T-Bag se relamió y le echó una pervmirada al tiempo que sonreía diabólicamente.- Entendido.
La proximidad entre sus respectivas bocas se acentuó. La respiración de Michael empezaba a hacerse agitada, la de T-Bag permanecía normal.
Sólo fue un breve roce, casi imaginado pero tan real como que por las noches había recuento, y el pedófilo se largó por donde había venido riendo entre dientes, dejando a un muy confuso Michael dándose golpes contra la pared.
Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #29 - Salida.
Longitud: 270 palabras.

- No hay salida, no hay salida… -decía Scofield presa de la desesperación, su cabeza se movía de un lado a otro intentando negar lo evidente.-
- Eh, novato, aquí tiene que haber un error. ¿Cómo que no hay salida? -ahí estaba Abruzzi, exigente como siempre. Poniéndose gallito.-
- No puede ser, Michael, no puede ser… -ése era Lincoln, su voz rota y confusa al borde del pánico.-
- Blanquito, si nos la estás jugando -la voz de C-Note intervino, amenazante- te juro por Dios que te perseguiré a donde quiera que vayas y te mataré.
- Pero hermano, tienes que haberte equivocado… Tiene que haber una salida.
El único que no despegó los labios fue el viejo, que permanecía de brazos cruzados con la cabeza gacha.
Tampoco T-Bag podía hablar. Sus ojos se habían quedado quietos, ni siquiera parpadeaban. Sólo podían observar a sus compañeros de fuga, viéndoles moverse como a cámara lenta. Algunos -Sucre, C-Note- expresaban su frustración descargando golpes contra todo lo que tuvieran a mano. Otros, Scofield y Burrows, se habían sentado, apoyando la espalda contra la pared, con la mirada baja. Abruzzi paseaba encolerizado por la habitación, y sólo el viejo estaba quieto, en la misma posición que cuando el novato pronunció esas fatídicas palabras. “No hay salida”.
T-Bag despertó bruscamente, bañado en sudor, al registrar su oído un ruido extraño, la caída de la navaja que llevaba siempre al suelo. Su respiración acelerada y su ritmo cardíaco anormalmente rápido dejaban traslucir su nerviosismo.
La cabeza de su compañero de celda se dejó ver, asomándose por el borde de la cama.
- ¿Estás bien, tío?
Sólo había sido un mal sueño.
Autor: Cleo.
Fandom: Prison Break.
Personaje: T-Bag.
Tema: #30 - Fuga.
Longitud: 376 palabras.

Era el día, el gran día. T-Bag se relamía expectante, sentado en uno de los bancos de su propiedad en el enorme patio, observando los movimientos de todos y cada uno de los prisioneros que esa noche iban a escapar. Excepto Burrows, por supuesto; él seguía en Aislamiento.
Para empezar, el guaperas. Caminaba de un lado para otro con las manos en los bolsillos, haciendo ver que nada le importaba. Sólo alguien como T-Bag, conocedor de la naturaleza humana, podía distinguir el nerviosismo que traslucían cada uno de sus pequeños gestos: rascarse la nariz, toser, pasarse la mano por la cabeza rapada.
Apostado junto al teléfono, con la inquietud que le caracterizaba, el sudamericano esperaba a que otro interno terminara de hablar para apropiarse del auricular. Movía los labios rápido, como si temiera que alguien estuviera a la escucha. Tardaba tiempo en colgar. Seguramente estaría repitiéndole a su novia “Te amo” unas quinientas veces.
El mafioso, rodeado de sus secuaces, jugaba a las cartas. De vez en cuando echaba una mirada en derredor, como para asegurarse de que T-Bag no rondaba por las proximidades, y seguía jugando sin tener la mente en los naipes. Prueba de ello fueron la cantidad de veces que su puño golpeó contra la mesa de madera impregnado de rabia.
El negrata, apoyado contra la verja, dividía su atención entre un partido de baloncesto y la partida de damas del viejo contra sí mismo. Replegado, como temiendo algo (y a T-Bag no le extrañaba nada, después de la prematura muerte de su gata), éste avanzaba las fichas con una media sonrisa astuta pintada en el arrugado rostro.
Tweener estaba sentado en la lejanía, casi invisible debido a que su sudadera gris se confundía con el color del cobertizo que había justo detrás de él. Contemplaba con taciturno horror la puerta que conducía hacia la galería. Bellick ya le había dicho que Avocado regresaba aquella tarde de la enfermería, después de su desgraciado accidente.
Eran siete, aunque T-Bag se temía que el primo gordo de Sucre iba a largarse con ellos. No pensaba permitirlo, pensó acariciando la navaja que tenía guardada en el bolsillo del pantalón. Era el día, el gran día, y si alguien la cagaba, pensaba matarlo con sus propias manos.

prison break: t-bag, autor: cleuchi, #tabla básica

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