(no subject)
Autor: briece
Historia Original: "Circunloquio".
Claim: General.
Tabla: 30 Días
Prompt: # 2 - Blanco y Negro
Título: Decisiones.
Resumen: Pavis busca como evitar que le disparen a él.
Advertencias: G.
Extensión: 404 palabras.
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Mientras entra en la enorme sala de mantenimiento va pensando en lo increíble que le parecería a él, y a otros, lo que está a punto de hacer. Su absoluta inoperancia cuando se trataba de cualquier pieza de maquinaria fue materia de burlas épicas en otro tiempo.
No teniendo nada a mano en ese momento, busca la primera palanca que encuentra en el camino para encajarla en el centro del rotor de la plataforma principal. Y no se permite un momento para reír histéricamente pensando en la ironía que resulta de tener que convertirse de verdad en un terrorista para salvar su vida. Sobre todo pensando en el sujeto que va a ser amonestado por dejar su puesto para ir a ver el desfile ¿qué idiota hace eso, por Apolodoro?
Sin embargo, un segundo pensamiento acude aun más rápido. Esto va acortar considerablemente su tiempo. Un accidente es necesario ¡y rápido! Y mientras masculla las palabras sin encontrar una forma de hacerlo, ve su salvación en una de esas palanquitas que dice “Peligro” y una aguja que indica el nivel de seguridad. Dejar caer la palanca hasta que el rojo empieza a causar una vibración en toda la sala de máquinas es el ruido más reconfortante del mundo.
Pero temiendo que esto aun lleve demasiado tiempo, o que alguien acuda demasiado rápido a la emergencia, sus ojos buscan frenéticamente de nuevo algo más que pueda ir mal. Hay mangueras que suben por un costado del muro, un anacronismo de otra época. Bueno, la palanca iba a servirle, después de todo.
Forcejear con las malditas mangueras no fue tan fácil como pensaba. Y las manos le ardían, así como su rostro, mientras el calor aumentaba en el cuarto, y la jodida pierna ya era un dolor aullante que imploraba el uso de cualquier droga insensibilizante. La manguera cede por fin; salta hacia ella, golpeándola en la cara. La palanca cae de sus manos, rebotando em el suelo, cuando instintivamente se lleva las manos al rostro.
Sigue tocándose la cara mientras corre por las escaleras a tiempo para ver fallar la plataforma giratoria y los chillidos de la multitud al darse cuenta de ello. Examina sus dedos buscando huellas delatoras, no hay sangre, si consigue salir de esta, no habrá más que moretones. Negro y blanco confundiéndose en su rostro, mofándose una vez más de una vida que se le escapó de las manos hace mucho tiempo.
Historia Original: "Circunloquio".
Claim: General.
Tabla: 30 Días
Prompt: # 2 - Blanco y Negro
Título: Decisiones.
Resumen: Pavis busca como evitar que le disparen a él.
Advertencias: G.
Extensión: 404 palabras.
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Mientras entra en la enorme sala de mantenimiento va pensando en lo increíble que le parecería a él, y a otros, lo que está a punto de hacer. Su absoluta inoperancia cuando se trataba de cualquier pieza de maquinaria fue materia de burlas épicas en otro tiempo.
No teniendo nada a mano en ese momento, busca la primera palanca que encuentra en el camino para encajarla en el centro del rotor de la plataforma principal. Y no se permite un momento para reír histéricamente pensando en la ironía que resulta de tener que convertirse de verdad en un terrorista para salvar su vida. Sobre todo pensando en el sujeto que va a ser amonestado por dejar su puesto para ir a ver el desfile ¿qué idiota hace eso, por Apolodoro?
Sin embargo, un segundo pensamiento acude aun más rápido. Esto va acortar considerablemente su tiempo. Un accidente es necesario ¡y rápido! Y mientras masculla las palabras sin encontrar una forma de hacerlo, ve su salvación en una de esas palanquitas que dice “Peligro” y una aguja que indica el nivel de seguridad. Dejar caer la palanca hasta que el rojo empieza a causar una vibración en toda la sala de máquinas es el ruido más reconfortante del mundo.
Pero temiendo que esto aun lleve demasiado tiempo, o que alguien acuda demasiado rápido a la emergencia, sus ojos buscan frenéticamente de nuevo algo más que pueda ir mal. Hay mangueras que suben por un costado del muro, un anacronismo de otra época. Bueno, la palanca iba a servirle, después de todo.
Forcejear con las malditas mangueras no fue tan fácil como pensaba. Y las manos le ardían, así como su rostro, mientras el calor aumentaba en el cuarto, y la jodida pierna ya era un dolor aullante que imploraba el uso de cualquier droga insensibilizante. La manguera cede por fin; salta hacia ella, golpeándola en la cara. La palanca cae de sus manos, rebotando em el suelo, cuando instintivamente se lleva las manos al rostro.
Sigue tocándose la cara mientras corre por las escaleras a tiempo para ver fallar la plataforma giratoria y los chillidos de la multitud al darse cuenta de ello. Examina sus dedos buscando huellas delatoras, no hay sangre, si consigue salir de esta, no habrá más que moretones. Negro y blanco confundiéndose en su rostro, mofándose una vez más de una vida que se le escapó de las manos hace mucho tiempo.