11. Quebrar. 25 Labios

Mar 15, 2009 15:51

Autor: taconesrotos 
Fadom: Crepúsculo
Claim: Jacob Black
Tabla: http://taconesrotos.livejournal.com/20440.html
Tema: 11. Quebrar./ 25. Labios
Titulo: Te estás rompiendo y voy a arreglarte. /  No hay labios como los tuyos
Resumen: JacobXSeth en ambos.
Advertencias: Jacob NO está imprimado de Reneesme, todo lo demás se mantiene.


11. Quebrar.

Seth está muerto de dolor. Su madre está hablando con Billy. Billy sabe como ayudar a la gente. Leah está afuera, hablando con los chicos, intentan distraerla, porque bueno, Leah no se suele portar muy bien con nadie ¿verdad? pero sigue siendo un miembro de la manada y cuando son ellos los que están mal, ella, a su peculiar manera de hacer las cosas, les apoya, solo por ser sus hermanos. Así que mejor o peor ellos la están apoyando ahora.

Pero Seth está muerto de dolor. Ha pedido estar solo y se ha resguardado en su cuarto. Jacob sube, sigiloso, tan silencioso como siempre. No es que no quiera apoyar a Leah, tal vez un poco, porque ella siempre es cruel con él y él está demasiado resentido. Es que Seth es Seth y Seth le prometió no dejarle solo si se quedaba, le pidió que se quedase, le acarició el hombro con su pelo y ahora, AHORA, le necesita. Aunque pida estar solo.

Abre la puerta despacio y le ve tumbado en la cama, de lado, mirando por la gran ventana de su cuarto. Jacob recuerda que a Seth le gusta la luz, el sol, las sonrisas, que es optimista, no sabe por qué no pensó antes en que tendría una ventana grande. Y tampoco sabe qué importancia tiene ahora eso.

Se tumba detrás de él y le abraza por la cintura, acoplándose a su cuerpo. Le da un beso en la nuca y le susurra que todo va a estar bien, que él está allí y que va a cuidar de él.

-Era mi padre. No puedes solucionar eso.

Jacob nunca se ha preguntado cuánta unión tendría Seth con su padre o Leah. Tal vez Leah este tan mal como Seth y no puede evitar sentirse un poco culpable por no haberla dicho nada más que un lo siento bastante escueto. Piensa en  cómo estaría si Billy muriese y le recorre un escalofrío por toda la columna no, mi padre no. Seth está muerto de dolor.

Seth se da la vuelta y le mira. Tiene los ojos desteñidos y los labios húmedos, la cara tensa de las lágrimas secas. A Jacob se le encoge el corazón, le atrae hacía sí por la cintura y le aparta el flequillo de los ojos.

-Jacob, prométeme que no estoy loco por querer besarte ahora, hoy. Dime que no soy un enfermo. Jacob, mi padre se ha muerto y yo solo quiero besarte. Me muero.

Siente que a Seth se le rompe algo dentro, que se quiebra entre sus brazos. Le besa. Le besa con labios, lengua y saliva. Con furia, con ira, haciendo que el chico se recueste en la almohada. Se separan, respiran y entonces Seth se lanza sobre sus labios. Deja que le muerda los labios, le haga daño, suelte su rabia, su tristeza, su miedo. Deja que se lo coma, deja que se rompa. Se parta en mil pedazos.

Ya habrá tiempo para besos tiernos, ahora tiene que dejar que Seth se quiebre por completo para poder arreglarlo después.

Porque va a arreglarlo.


25. Labios.

Los labios de Seth son deliciosos. Ha probado los de muchas chicas y los de demasiados chicos, pero los de Seth son simplemente deliciosos.

La primera vez que tuvo contacto con otros labios fue a los 14 con aquella chica, Lula, era de la reserva, hija de unos amigos de la familia, ambos se gustaban. Un día él la llevó a dar un paseo en bici y, después de ahuyentar un par de ranas, la besó en el borde del río. No le gustó, no sabía qué hacer, cómo mover los labios, por qué molestaba la nariz, no sabía si tenía que meter la lengua o esperar y tampoco sabía por qué la gente daba tanta importancia a algo tan asqueroso.

La siguiente vez fue a los 15, hacía poco que había dejado de salir con Lula, en ese tiempo había podido cogerle gustillo a eso de besarse, pero no terminaba de convencerle. Además, no sabía qué hacer con las manos. Jordan era mayor que él, tendría unos 16 y algo e iban al mismo instituto, jugaban juntos al baloncesto. Un día quedaron para jugar a los videojuegos en casa del otro chico, porque Jacob nunca tuvo dinero para comprarlos, pero a Jordan no le importaba que Jacob nunca tuviese dinero. Acabaron besándose sobre la cama de Jordan, rozando sus cuerpos y a Jacob, definitivamente, acabó gustándole eso de besar.

Jordan continuó siendo su amigo, de vez en cundo tenían algún rollo, pero sin mayor importancia. Jacob empezó a fijarse en todas las chicas que le tiraban los trastos y comenzó a ligar con ellas. En dos meses era el tío que mejor besaba de la Push, nadie lo decía y Billy solo reía cuando le comentaban que tu hijo ha vuelto a meter la lengua donde no le llaman, Billy. No importaba, era joven.

Había besado a Bella, pero con Bella nunca era bonito. Ni si quiera aquella vez que le besó y le pidió que volviese, aquella vez que ella se confirmó que le quería. No le quería lo suficiente. Sus besos le envenenaban, no eran buenos besos.

Pero con Seth no se sentía pequeño, ni envenenado, ni vulnerable. No se sentía presionado o asqueado. Lo único que podía sentir cuando Seth estaba con él era una alegría inmensa, un escalofrío por la columna cuando sus labios se juntaban, un olor embriagador que lo mareaba. Jacob solo podía sentir cómo Seth se sentaba sobre sus piernas y rozaba sus sexos, apretados contra los vaqueros.

Habían pasado meses desde aquel primer beso, había pasado mucho tiempo, muchas cosas. Las manadas ya no estaban unidas, Seth, Leah, Embry y Quil eran miembros de su manada ahora. Él era el alfa. A veces se cohibían al entrar en fase, Embry y Quil no decían nada, si acaso se reían, pero Leah…Leah no terminaba de entender aquello. Porque ellos no estaban imprimados y se podían hacer daño si a uno le pasaba. Leah tenía demasiada experiencia en ese dolor y nadie la culpaba por pensar así. De todas maneras, ella no era cruel

Seth le besó el cuello y le mordió suavemente, haciendo que se arquease ante el contacto. A Jacob le encantaba ver cómo Seth se excitaba retándole, diciendo sin decir que no pienso someterme solo porque tú quieras que sea así, alfa de mierda. Lo cierto es que aún no se había sometido nadie.

No habían tenido sexo, aún. No era algo que les corriese prisa. Jacob era feliz con los labios suaves de Seth, los que le hacían cosquillas en la nuca cuando le abrazaba por atrás, los que le besaban cuando estaba triste y contento. Los que le hacían desear pasarse noches en vela acariciando cada centímetro de su cuerpo y los que le decían que le querían cuando él no se quería. Los labios de Seth era lo mejor del mundo, era la salvación de su universo.

Los labios le volvían loco e, imprimado o no, sabía que eso no cambiaría nunca.

#tabla 30 vicios, autor: taconesrotos, crepúsculo: jacob black

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