Autora:
kitty_partnerFandom: Cold Case // Caso Abierto
Personaje: Lilly Rush
Tema: #21 - Sangre.
Notas: Sin spoilers, porque no ocurre en la serie. La canción del principio es She is so high, de Tal Bachman.
Tabla:
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XXI. Sangre.
Cause she's so high...
High above me, she's so lovely.
Aquella mañana, cuando despertó, no hubo ningún aviso de lo que iba a ocurrir. Ni un mal presentimiento ni tampoco alguna clase de sensación que la alertara. Llegó a la comisaría y, mientras dejaba la pistola en la taquilla, habló con Scotty sobre el nuevo caso. Tras ellos, Vera y Jeffries comentaban algo sobre una camarera y un café demasiado caliente mientras se sentaban en las mesas. Lilly llegó junto a ellos, y se quedó de pie ojeando una de las carpetas que había dejado sobre la caja de su víctima la noche anterior.
Nada se salía de la rutina de cada día. Todo parecía absolutamente normal.
Hasta el momento de la llamada.
Cuando John salió de su despacho y dijo Lilly, es para ti, ella asintió mientras descolgaba el auricular.
Y, entonces, el mundo se descolgó de su eje.
La voz gangosa y profunda de un policía la informó no sin cierta compasión de lo que, como él se aventuró a llamar, su terrible pérdida.
Lilly no se movió de su lugar, impertérrita, mientras escuchaba el nombre y respondía, Sí, es mi hermana.
Y a partir del momento en que lo dijo, el golpe fue tan fuerte que casi se mareó. Miró al frente y descubrió que todo en la comisaría seguía siendo normal; los policías e investigadores trabajaban como si nada hubiera ocurrido. Ajeno a lo que ella estaba escuchando tras el auricular, el mundo seguía su curso.
Y entonces se mareó de verdad.
Pero no quería sentarse ni hacer ninguna clase de movimiento, y ni siquiera sabía por qué. Así que apoyó las manos contra la mesa mientras el teléfono resbalaba por su mejilla y el auricular caía al suelo con un silencioso clock.
-¿Estás bien, Lilly?
El pelo tapaba su rostro, pero aquello no impidió que todos percibieran que estaba hiperventilando. Cerró los ojos pero, aún así, las imágenes del accidente que no había presenciado pero que ahora podía ver con toda claridad seguían pasando por su mente. Su hermana. La sangre.
De ella. De su hermana. Su misma sangre.
-Chris...
Había tantas cosas sin decir; tantos silencios y discusiones que arreglar. Recordó su dibujo, la noche que pasaron de pequeñas en la nieve y, también, la vez que la echó de casa. La había alejado de su vida por voluntad propia y ahora que quería volver a traerla consigo el lazo que las unía se había roto. Ellas lo habían deshilachado con el paso de los años. Recordó, ausente, sus propias palabras.
‘Hay dos clases de hermanas.’
Estaban las que se llevaban bien y luego... luego estaban ellas.
Oh, Chris.
Qué fue lo que te hice.
La llamó llorando. Aquella vez, después de que los descubriera a ella y a su prometido en su cama, Chris la llamó ahogándose entre hipidos. Ella ni siquiera se molestó en escuchar sus súplicas. Tiró el móvil con rabia, fuera del coche, porque era incapaz de soportar la voz de su propia hermana.
Qué me hiciste.
Nadie había colgado aún el auricular, y éste seguía comunicando. Lilly cayó sobre la silla mientras el sonido del teléfono le taladraba los oídos. Recuerda que pensó Te perdono, y después de eso ya no recuerda nada más, porque las imágenes fueron difuminándose conforme su vista se hacía más borrosa.