Cuando los héroes del cómic europeo viajan al país de los mangas: Spirou en Tokyo

Oct 16, 2006 11:31



El tercer álbun del dúo conformado por Morvan (guión) y Munuera (dibujo) salió en Francia el pasado 20 de Septiembre, ante la espectación de los fieles de la serie creada por un año de espera. "Spirou y Fantasio en Tokyo" (que originalmente iba a llamarse "El ronin de Yoyogi") es la aventura nº49 de éstos reporteros-aventureros, que llega con una historia fantástica y el regreso de viejos personajes rescatados del olvido.. A la espera de su publicación en España, y para quien interese, les ofrezco mi resumen-crítica ilustrada, con spoilers a porrillo ^_^

El álbun comienza con los protas en el Japón de la era Edo... aquí es cuando la gente se queda pilada y piensa "¡¿pero qué coño pasa aquí?! O_o" Tranquilos, no se trata de un error histórico ni de una historia AU... la realidad es que Spirou y Fantasio se encuentran en Edo-Resort, un parque temático ambientado en ése periodo de la historia japonesa, en calidad de periodistas. Su objetivo sin embargo es muy distinto al de cubrir la noticia de su inauguración...
Y es que su amigo, el mago Itoh Kata, ha solicitado su ayuda para rescatar a dos hermanos con poderes telequinésicos de las garras de Sempei Tsuge, alias Garo, que no es otro que el fundador del parque. Lo que nuestros amigos no saben es que detrás del secuestro de los niños y la financiación del parque está la mano negra y tatuada de la mafia japonesa, con el yakuza Mankagana al frente. La huída y rescate por parte de Spirou y Fantasio de una de los niños, Loon, marca el principio de una trepidante aventura que transcurre a través de las calles de la ciudad de Tokyo...



Visión global: el aumento de paginación con respecto a los dos álbunes anteriores del dúo Morvan&Munuera (que pasa de las 46 y 54 páginas respectivamente a las 62 del que nos ocupa) parece beneficiar al guionista de forma notable. Contrariamente a lo que ocurre en "Paris-sous-seine" o "L'homme qui ne voulait pas mourir", donde se tenía la constante sensación de historia llena de pasajes superfluos y final precipitado (sobretodo en el caso del primero), por primera vez nos encontramos con una historia bien estructurada de principio a fin en el que no queda ningún cabo suelto (o casi ninguno... seguid leyendo y ya veréis de lo que os hablo)

La historia: la mezcla de tema de actualidad y fantasía junto con la notable denuncia social (en éste caso, de la especulación inmoviliaria y sus conexciones con la mafia en japón) hacen pensar un poco en los álbunes de Fournier. De hecho el álbun entero en un homenaje al dibujante bretón que tomó la autoría de la serie en los años 70, por la aparición de algunos de sus personajes emblemáticos... pero de eso hablaremos más adelante...
Pese al transforndo serio, hay que decir que éste álbun abunda en pasajes humorísticos, cosa que libera un poco la tensión y se agradece. Por otra parte, las referencias abundantes, casi diríase constantes a la historia y cultura japonesas, permiten al lector hacer un pequeño recorrido por el país nipón, aunque en mi opinión se queda bastante corto al centrarse principalmente en la capital, donde ocurre toda la trama. Muchos han criticado ésto tachándolo de propaganda turística gratuita que quita continuidad al argumento. Personalmente creo que las aclaraciones son necesarias, véase obligatorias, puesto que al fin y al cabo nunca viene mal un poco de culturilla, aunque estoy de acuerdo en que hay quizás demasiada carga informativa para que el lector pueda asimilarla sin perderse el argumento principal.

El dibujo: Por otro lado, el actual dibujante de la serie y nuevo héroe del cómic aspañol, Jose Luis Munuera, consigue en éste álbun manejar con maestría a los personajes y adaptarlos a su dinámico estilo de dibujo (cosa que ya había conseguido en gran parte con el álbun "L'homme qui...")
Al igual que hiciera con el primer álbun, Munu también ha contado ésta vez con la ayuda de un ayudante, en este caso un tal Pedro Colombo, para algunas tomas paisajísticas. Y si los paisajes selváticos del anterior albun nos habían sorprendido, la representación casi fotográfica de la ciudad de Tokyo es de adoración divina obligatoria. Mención especial merecen los mekas, auténticas obras de rompecabezas conseguidas hasta en los más mínimos detalles.


La coloración de Lerolle mejora el álbun con respecto al anterior, que había quedado demasiado oscuro y artificial. No obstante aún se nota que se pierde calidad con respecto a la versión en blanco y negro (aunque también hay que decir que los dibujos a B/N son magníficos ya de por sí... quizás sea por eso XD)

El tratamiento de los personajes: La llegada de personajes resurgidos de sus propias cenizas así como un trato más amplio de la psique de ciertos personajes acompañan el tomo 49... pero como dijo Jack el Destripador, "vayamos por partes" XD

Morvan parece haberse tomado esta vez más en serio al personaje de Fantasio, protagonizando éste la inmensa mayoría de los pasajes humorísticos de la historia (de hecho es gracias a éste albun que descubrimos que ¡Fantasio es un friki! Sí, sí, no miento, el tío es que casi babea frente a las figuritas de Yperman XD). Pero lejos de verle sólo como el graciosillo y gafe de la pareja protagonista, también le vemos liderando al ejército de samurais que se enfrenta a los yakuzas al final del álbun, o ironizando acerca de la "perfecta" personalidad de su mejor amigo, lo que sin duda es un gran avance con respecto al álbun anterior, en el que Fantasio actuaba más como comparsa o testigo de la historia que como compañero de aventuras de Spirou.

El pelirrojo por otra parte da unas pequeñas muestras de humanidad por su inutilidad para hablar en japonés. No obstante, ahí se acaban los defectos; igual que en el álbun anterior, Morvan se empeña en hacer de Spirou el paradigma del héroe perfecto, valiente y con un gran sentido del honor que es capaz de batirse en un duelo de karatekas contra el malo de turno a nivel de octavo dan sin despeinarse. Ésa habilidad tan repentina en lucha, criticada de forma casi unánime tanto por detractores como adoradores del álbun, resulta cuanto menos desconcertante, por no decir increíble (en el sentido estricto de la palabra... o sea, que no hay quien se lo crea)

Hablando del malo maloso, el yakuza Mankagana, no llega a mis ojos a hacer un buen papel. Como yakuza, no llegamos a ver más que unas pinceladas del alcance de su influencia. Como rival de Spirou, debido a la personalidad de super-hombre que Morvan le da a éste último, no le llega ni a la suela del zapato. Auqnue claro, comparar a Mankagana con la carismática y ambigua Mis Flanner de PSS y sobretodo con Zantafio, el villano por antonomasia de las aventuras de Spirou y Fantasio tan magníficamente tratado en el álbun "L'homme qui...", es simplemente imposible... no hay color :P


El personaje de Garo, en su papel de malo-bueno (o más bien malo-con-cargo-de-conciencia) está mejor conseguido en comparación, aunque por la forma en que termina, desvaneciéndose en el aire sin más, nos da la impresión de que los autores han querido "quitarselo de en medio", sin llegar a resolver del todo su situación, puesto que Itoh Kata no llega a perdonarle.


Llegamos al personaje emblema de la era Fournier, el mago Itoh Kata. Tanto Morvan como Munuera consiguen de forma magistral retratar a éste personaje, que regresa tras 21 álbunes sin aparecer, puesto que inexplicabelmente Tome y Janry nunca retomaron los personajes que Fournier les legó. Morvan llega incluso a darle una personalidad más amplia y humana, mostrándole preocupado por la situación de los niños que están a su cargo e incluso dando unas pinceladas de su pasado, puesto que Kata-san confiesa en un momento dado haber sido influenciado en su infancia por la propaganda anti-china del gobierno japonés de la segunda guerra mundial. No obstante, su papel, al igual que Al kazar, Rethros Athana y el padre Capuccino, también personajes de Fournier aparecidos por primera vez en el álbum "El Ankú", resulta muy secundario para lo que era de esperar. Y aún así, el prestidigitador japonés se lleva la mejor parte, porque aún en su pasividad su papel tiene cierta importancia al ser él quien llama a Spirou y fantasio para pedirles su ayuda y al acogerles en su casa. Los otros tres apenas actúan como meros observadores, siendo sus intervenciones directas en la acción de la historia muy escasas.

La pequeña Loon, que en su pequeña personita alberga el motor de la historia, es un personaje cuanto menos curioso. De entrada, su aspecto llama la atención; posiblemente de forma intencionada, Munuera la dibujó con unos ojos brillantes que claramente recuerdan a los ojos de las chicas de manganime.

A través de estos ojos contemplamos a una chica dispuesta a todo con tal de salvar a su hermano (el cual tiene un papel tan secundario que ni siquiera mencionaremos) pero es también a la vez una niña serena y madura para su edad. Hay que decir de todos modos que llegados a un punto en la historia, la chica no es que no hable mucho... es que parece muda. El pasaje en el que más habla, el flashback en el que cuenta su historia, realmente no sale nada de su boca, sino que sus pensamientos son transmitidos a la mente de Spirou por mediación de Al Kazar ¬¬U

No podríamos olvidarnos de Spip, que en éste albun está especialmente reivindicativo. Para empezar nada más empezar el álbun reclama que se le trate como un personaje principal. Además, sus comentarios irónicos y sus discusiones con el narrador (cuyas intervenciones, soliloquios con Spip aparte, realmente no añaden mucho a la historia y casi incluso diría que sobran, pues en la mayoría de los casos no hace sino ralentizar la lectura - hay que decir que algunas de las informaciones calificadas de excesivas sobre japón son cosa suya) constituyen el segundo elemento humorístico del álbun (mención especial a la frase: "Si el nuevo Spirou se vuelve sarcástico, ¿de qué sirvo yo?" XD).

Detalles culturales: Tal y como adelantaba antes, el albun en sí constituye una pequeña guía turística de Tokyo. A medida que la historia avanza, pasamos por el barrio de Guiza (donde se encuentra el Kabuki Theatre donde actúa Kata) la bahia de Enoshima, la estación de metro de Ueno, Akihabara (más conocida como la cuidad eléctrica, por sus abundantes tiendas de electrónica free-tax), la ciudad de los Sin Techo situada en las cercanías del río Sumida, Sibuya... y así hasta llegar al escenario final, en el parque de Yoyogi (que da sobrenombre a éste álbun :P)
No podría haber viaje a japón sin sumotoris, claro está XD Éstos aparecen al principio del álbun y Fantasio tiene la mala suerte de chocar (literalmente) con ellos.


Otro elemento muy japonés, los ninjas, aunque en éste caso no sean ninjas de verdad, sino los amigos vagabundos de Loon, que vienen a rescatar a su hermano. Las geishas también son mencionadas, aunque de forma despectiva ("¡Hijos de Geisha!" les grita Mangakana a Spirou y Fantasio en un momento dado... y quienes se hayan leído Memorias de una Geisha sabrán que tratar a las geishas como putas es un error bastante garrafal para alguien que dice saber tanto de japón como Morvan...)


Y como no podía ser de otro modo los mangas, animes y sus productos derivados, como las figuritas de Ipperman por las que Fantasio se pirra :P, también aparecen de forma muy frecuente, llenando de pequeños detalles cada una de las viñetas. Dejando aparte al pasaje antes mencionado, vemos al propio Mankagana haciendo un descanso con un manga en las manos (concretamente sus gustos van hacia Dragon Ball, Naruto y Ranma) y en algunas casas japonesas apreciamos pósters y figuritas de animes famosos. También está ésa viñeta en la que aparece un grupo de cosplayers :P


Pero sin duda la referencia más clara a un manga es el que hay en las páginas finales del álbun, donde se hace un guiño al manga de Spirou y Fantasio... sí, sí, lo creáis o no, ¡existe! Se trata de un proyecto ideado por el propio Morvan, que ha contado con la pluma de un mangaka desconocido en nuestro país (y en Europa en general ^^U) y que responde al nombre de Hiroyuki Oshima. Quedaos con el nombre porque va a dar mucho que hablar... de hecho, el primer episodio ya ha sido publicado en Francia y se espera la publicación del primer tomo de esta adaptación para el 2008 (Conci: Niña ¿te das cuenta de que estás haciendo publicidad descarada? ¬¬U)
Por último, tenemos a la estatua de Hachiko, el famoso perro que murió esperando a su amo en la estación de Sibuya, que gracias a la magia de Loon cobra vida y se convierte en un secundario más de la historia, llegando a encariñarse con Fantasio (y por ende, Fantasio se encariña de él)... lo que no evita que sea "abandonado" por éste al final del álbun, cosa que a mí personalmente me parece ensañarse demasiado con el animalico, además de una soberana putada... ¡Coño, Fanta, no le hagas eso al pobre bicho! No le dejes tirado en la terminal, llévatelo a casa, total ¡¿qué más te da?!


Y mi alegato final es... : Hubo mucha publicidad en torno a éste álbun, más incluso que la que recibió el primer álbun del dúo en su día... Sin embargo, detalles ya descritos ampliamente en ésta crítica me hacen valorar el álbun 49, no como peor, sino quizás menos bueno que el 48 "L'homme qui...", que por ahora se mantiene para mí como la "obra maestra" del tándem M&M... técnicamente, por exigencias del contrato, les queda aún un álbun más para demostrar que como en el anuncio de L'Oreal "ellos también lo valen" Álbun que además marcará un hito en la historia del fandom, ya que se trata ni más ni menos que del álbun número 50 de las aventuras de Spirou y Fantasio. Del tratamiento que hagan de la historia (que por lo poco que sabemos será una especie de reunión de familia de los personajes más emblemáticos de la serie) y de la acogida que tenga entre el público, dependerán que tengamos Munu para rato o no...

Nota en escala del 1 al 10: 7.4

Ésta peacho crítica les ha sido ofrecida por: AMBER

comics/bd y mangas, artículos, spirou y fantasio

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