Autor: yvarlcris
Título: Segunda oportunidad
Fandom: Hawaii 5.0
Pareja: Danny/Steve
Categoría: Angst, H/C,slash
Advertencias/Spoilers: Inspirado por el capítulo 3x01. No guarda relación con los siguientes capítulos de la temporada 3.
Resumen: A veces tomamos las decisiones equivocadas y nos damos cuenta cuando tal vez sea demasiado tarde.
Disclaimer: Ninguno de los personajes me pertenece.
Beta: Mi gran consejera,
jenny_anderson, qué sería de mí sin ti!!
Notas: Pues no sé qué me pasa con Steve, pero últimamente solo escribo fics en los que se comporta como un idiota y provoco que lo odiéis…
Lo siento mucho, la verdad es que no tengo nada en contra del pobre muchacho, esta idea no me dejó en paz desde que vi el capítulo 3x01, cuando Steve decide que es mejor que Danny se vaya, y la verdad, es algo que no entendí y me pareció fatal.
Eso y lo de Bubu, que sigo diciendo que no venía a cuento de nada, y que ese no era el momento.
Regalo para mi querida
cellyls, que es mi musa inspiradora!
Las personas tienen diferentes formas de afrontar los problemas. Algunos prefieren evitarlos; otros hacen como que no pasa nada y otros piensan que lo mejor es afrontarlos sin más.
Unos pocos, creen que lo mejor es anticiparse a ellos. Entre este tipo de personas, se encontraba Steve Mcgarrett.
Después de la “aparente” muerte de su madre y del consecuente “abandono” de su padre, un Steve de quince años decidió que nunca más permitiría que los acontecimientos le tomasen por sorpresa, que jamás permitiría que nadie se acercase tanto a él para evitarse el mal trago del abandono o el rechazo.
A lo largo de los años, sus relaciones iban de “esporádicas” a “esporádico-frecuentes” pero jamás tuvo una relación seria. Steve no estaba ciego, sabía que tenía un físico que resultaba atractivo a muchas mujeres y a algunos hombres, pero también sabía que su mente no estaba tan en orden como sus hábitos, y eso acababa cansando.
Así que, para evitar ese momento, prefería no atarse a nadie.
Catherine Rollins había sido lo más parecido a una relación seria que había tenido, posiblemente porque ambos compartían las pesadillas que las operaciones militares traían a veces consigo.
Aún así, Steve nunca se atrevió a tomarlo en serio con esa mujer. El sexo era bueno, se llevaban bien y ella era preciosa, pero el Comandante no podía presumir de haber tenido una familia normal gran parte de su vida, y no sentía que pudiese llegar a crear algo con ella.
Después de la muerte de su padre, habían aparecido Danny y el 5.0, lo único a lo que había considerado familia en toda su vida.
Y tras dos años en los que creyó que por fin tenía una familia normal y estable, su mundo se volvía de nuevo del revés. Primero resulta que la madre que se suponía que estaba muerta era una espía y ahí seguía, vivita y coleando. Y segundo, Danny se iba a Las Vegas.
Porque, había que aceptarlo, el rubio iba a marcharse. Estaba claro que Rachel ganaría el juicio porque tenía todas las ventajas a su favor:
1- Estaba casada con un hombre rico que sin duda pagaría a los mejores abogados, abogados que Danny no podría costearse.
2- Tenía una unidad familiar estable, lo mejor para el desarrollo de un niño (y no había más que verle a él para darse cuenta de que esto era realmente importante)
3- Rachel no estaba en constante peligro de muerte debido a su trabajo además de contar con unos horarios mucho más estables que los de Danny.
Así pues, Rachel ganaría y Danny, que no podía estar sin su pequeña, se iría a Las Vegas aunque tuviese que trabajar limpiando casinos.
Para él, el hecho de que Danny se fuese era un problema mayor más grande de lo que quisiera admitir.
Y, recordemos, a Steve le gustaba anticiparse a los problemas, con lo que su reacción fue empujar a Danny a que se fuese y convencer a Catherine de que se uniese a ellos, porque siempre era mejor tener a alguien de confianza que a un completo extraño.
-Kono, Chin, vosotros iréis por la principal. Danny, coordina a los refuerzos en cuanto lleguen. Cath, tú y yo iremos por la escalera de incendios.
Los primos se miraron, hacía ya una semana que las órdenes eran similares a estas y, pese a que el detective de Jersey no decía nada por respeto a la teniente Rollins, estaba claro que todo aquello le resultaba doloroso.
-Vamos- dijo Chin a Kono comenzando a caminar tras dirigir una fría mirada a su jefe, y es que su comportamiento de últimamente le ponía de mal humor. ¿Es que acaso no había aprendido nada de los últimos acontecimientos?
-Cath, dile a Danny que te dé un chaleco y reúnete conmigo en la escalera.
La mujer se mordió el labio inferior y se giró hacia el rubio, que gritaba en ese momento.
-¿Y de dónde quieres que lo saque, eh? ¿Pretendes acaso que lo fabrique?- Viendo que el marine no se dignaba a contestar, el detective suspiró y se quitó el suyo- Ten.
-Pero… Danny…
-Toma, te hará más falta a ti que a mí si vas a cubrir la espalda de Mcgarrett. En cuanto venga la policía les pediré uno para mí.
-No es necesario que…
-Toma- el rubio forzó una sonrisa e hizo un gesto a la mujer para que se fuese- Tened cuidado.
-¿Se puede saber qué te pasa?- quiso saber Catherine en cuanto alcanzó al comandante.
-No me pasa nada. Tenemos a un francotirador que dispara a todo lo que se pone a su alcance, eso es lo único que importa ahora.
-Eres un idiota, Steve- murmuró la teniente.
Desde su puesto de observación, Danny observaba cómo sus amigos se posicionaban antes de intentar detener al hombre. No entendía qué había pasado, por qué de pronto Steve quería librarse de él y actuaba como si ya no fuese importante en el equipo. De acuerdo con que Catherine era su novia, o lo que fuese, y que era militar, como él, pero ¿acaso ellos no eran amigos? El SEAL decía que era lo mejor para Grace, pero él no podía dejar de pensar que, con eso, el marine implicaba que lo mejor para su hija era estar con su madre, no con él. Y eso dolía. Dolía sobretodo porque había sido tan estúpido como para creer que ellos dos tenían algo especial, que existía la posibilidad de que fuesen algo más que amigos. En ese momento, recibió un mensaje de Duke avisando que varios coches patrulla habían cortado el acceso a la zona, para evitar que cualquier peatón fuese otra víctima del loco de la ventana. Los refuerzos llegarían en menos de diez minutos.
En su ventana, el hombre armado comenzaba a desesperarse ante la ausencia de presas.
De pronto, la puerta de uno de los edificios cercanos se abrió.
El francotirador sonrió antes de levantar su arma. Al mismo tiempo se oyó una sirena acercarse.
Cuando los miembros del 5.0 llegaron, el hombre había disparado tres veces, Steve le dio en la mano antes de que pudiese efectuar un cuarto tiro. Mientras lo esposaban, Chin y Kono se asomaron a la ventana para avisar a los refuerzos de que la situación estaba bajo control.
No pudieron reprimir una exclamación.
Chin miró a Steve con rudeza.
-Ahora ya tienes lo que querías- dijo antes de que él y Kono se lanzasen a la salida. Los marines se miraron y les siguieron empujando al detenido.
Cuando llegó abajo, las primeras palabras que escuchó fueron:
-¡Traed las palas! ¡Se nos va, se nos va!
Entre la gente arremolinada, pudo distinguir una cabeza rubia.
-¿Qué? ¿Cómo? No… no puede ser… ¿Qué demonios hacía ahí?
Duke se le acercó con un niño de dos años que no dejaba de llorar.
-El niño dice que salió a jugar cuando, de repente, Danny lo cubrió con su cuerpo, luego sonaron los disparos.
Los oídos le zumbaban y sólo podía distinguir el pitido del monitor cardíaco que indicaba que Danny no tenía pulso. Dio un paso al frente antes de perder el conocimiento.