(no subject)
Hablemos de tíos buenos! Hay cosas más importantes, más interesantes y quizá incluso más excitantes pero…no sé, estos memes así como que siempre son agradables de ver.
Literalmente.
Así que allá voy con mis diez grandes enamoramientos televisivos. Unos de mejor ver que otros, porque el personaje siempre puede al aspecto para mí (ese tema creo que ya lo traté).
No os asustéis...
No fue el primero, estuvo antes el de V que se llamaba…Donovan, creo pero sí fue y durante mucho tiempo: MacGiver. Ahora MacGiver me parece una serie normalucha y a veces me hace reír más que otra cosa. Creo que ya cuando la veía de pequeña me partí con lo de cerrar una grieta en un tanque de ácido sulfúrico con chocolate, pero en su época me encantaba. Y Richard Dean Anderson era guapo, la verdad. Aparte, MacGiver era tan bueno y tan imaginativo y todo eso…ains, qué tiempos. No tengo un recuerdo especial de la serie pero sí de una anécdota del actor: Contaba que una fan se había quitado el sujetador y se lo había dado (dejándose la camiseta, se supone) pidiéndole que hiciese alguna de esas cosas raras con él y el tío decía que no se le había ocurrido absolutamente nada, que se quedó con cara de tonto pensando “un sujetador? Qué se puede hacer con un sujetador?”
Gana aquí el actor sobre el personaje por más que el personaje era adorable. Nunca seguí Ally McBeal con verdadera pasión. Me gustaba y me hacía gracia. A veces me parecía interesante, sobre todo al final, cuando se volvió un poco más oscura, pero no está entre mis grandes series. Pero él es Robert Downey Jr. y yo creo que es muy atractivo. Sin más. El personaje, aparte, era algo así como el único con un poco de madurez de la serie (junto con los otros psicólogos, incluido Bruce Willis, y quizá bizcochito). Era tierno, responsable, comprensivo y se despedía dejando muñecos de nieve. Y a mí y a Ally nos daba muchísima pena que se fuese… Siempre nos quedará el cine, cuando está en condiciones de actuar, que no es poco decir. Ojos, mirada...es tan...
Spike: La verdad es que Spike no-es-mi-tipo. Soy de chicos buenos yo, ya ves. Pero toda regla tiene su excepción y Spike tenía "eso" que me puede siempre: Sonara raro, pero era honesto. La verdad es que el personaje de Spike me parecía un peñazo durante la mayor parte de la serie, entre otras cosas porque solía estar acompañado por Drusilla que es uno de los personajes más insoportables que recuerdo. Pero, de pronto, Spike pasó a ser otra cosa sin dejar de ser lo que era. El Spike de las últimas temporadas, las tres últimas diría aunque no estoy segura, seguía siendo un vampiro con casi todo lo que eso implica y, lo mejor, es que en ningún momento pasó a ser “bueno”, nunca fue como Ángel y nunca fue un ángel ni se acercó, ni lo fingió, ni lo pretendió. Spike siempre fue honesto, directo, coherente consigo mismo. Si hacía algo bueno lo hacía porque quería, incluso aunque lo hiciese por Buffy lo hacía porque quería. Quizá el antihéroe que con más coherencia se ha transformado en héroe de los que yo haya visto. Podría hacerse una larga disertación sobre los instintos de vida y los instintos de muerte para explicar porqué Spike era tan atractivo… pero no hace falta, ¿verdad?
Joel Fleischman: Cuestiones subjetivas aparte, mi enamoramiento con Joel duró lo que duró la serie y siguió después. De principio a fin. Rob Morrow entra también en el grupo de los normaluchos a feos y Joel era un maniático insoportable que tenía delirios en los que hablaba con Freud en una celda y acabó huyendo de la mujer a la que amaba hundiéndose en el mundo y en la vida que había rechazado durante años. Cínico, egocéntrico, ciego, desagradable, pero a veces hacía eso de pararse a pensar, pararse a mirar, pararse a entender aquel Cicely que a casi todos nos parecía un paraíso, salvo a él. Joel y Maggie discutiendo por el cuchillo de la mantequilla…Joel.
Por cierto, en esta se parece mucho a Paul Simon!
http://www.fanrush.com/gallery/data/507/rob_morrow_2.jpg
y esta porque están muy monos
David Addison: Bruce Willis no es guapo, es otra cosa. Para mí, un buen actor cuando hay un buen guión, cosa que ocurre sólo en años bisiestos. Quizá nunca me ha dicho tanto como en Doce monos, con su mirada infinitamente triste, aplastado por aquel supuesto complejo de Cassandra, James era uno de esos personajes que hacen que te den ganas de entrar en la pantalla sólo a abrazarle. Pero hablamos de televisión, y el David de Luz de luna fue algo así como mi primer amor televisivo. Porque era tierno, irónico, agudo y daba esa impresión de que era imposible aburrirse con él. Llegué a odiar a Maddie por ser tan ciega ante lo que para mí estaba tan claro, a una puerta cerrada de un portazo de distancia.
Joe: Jake Weber directamente no es guapo, ni siquiera atractivo. Si ves Conoces a Joe Black? por ejemplo, es fácil hasta cogerle asco, pero Joe Dubois es uno de esos milagros de buen actor+buen personaje. Joe es un tipo normal, inteligente, simpático, agradable, cariñoso, con sus defectos, con sus manías. Pero dan ganas de comérselo. Quizá a simple vista el menos atractivo de los que voy a nombrar pero episodio a episodio se va volviendo ÉL, JOE, no hay palabras.
Chris Stevens: Primer y, quizá con alguna salvedad en el caso de Joe, único hombre perfecto de la lista. Sí, sí, seguro que no era perfecto pero a ver quién me trae pruebas de ese hecho. Vale que era guapo, pero es que aunque hubiese tenido el aspecto de Bud Spencer hubiese resultado atractivo. Había un episodio en el que se contaba que, en una época determinada del año, todas las mujeres se sentían irremediablemente atraídas por él y lo menos verosímil era que eso no ocurriese siempre. Aún así, curiosamente, yo siempre recordaré a Chris arrodillado ante “un monje” pidiéndole por favor que le enseñase las piernas (y es que Chris era Chris, pero además Doctor en Alaska era Doctor en Alaska). No hay adjetivos, imaginativo, reflexivo, inteligente, culto, profundo, … Seguro que no era perfecto, pero sigo necesitando pruebas.
Spike Thompson: Y entramos en mi repetido problema de tratar de explicar porqué Press Gang me parece, y aún más me parecía, tan maravillosa. Resumo: Realismo en una serie sobre adolescentes en una época en que yo lo era y en la que Sensación de vivir hacía furor: Era como una pequeñísima llama en la oscuridad. Dexter Fletcher era demasiado mayor para el personaje, unos diez años, creo recordar; feucho, bajito, enclenque, poca cosa. Y Spike era como un David Addison de 16 años: chulo, irreverente, irresponsable, problemático, hablador incansable (había un episodio en que quedaba atrapado bajo los escombros de un edificio y llegaba un momento en que los bomberos informaban de que se oía a un chico hablar, entonces decían algo así como “Oh, entonces seguro que es él”), divertido, pero inseguro, confuso y perdido. Inocente también, a Spike no le había dado tiempo a hacerse cínico y diría que una de las grandes cuestiones de la serie, cuestión que estaba en manos de Linda, era si llegaría a serlo. Porque a Linda sí le había dado tiempo y nunca se sabía cuál de las dos fuerzas arrastraría a ambos, sí se sabía que les arrastraría a ambos. No sé muy bien qué hacía a Spike tan adorable, quizá que era imposible que te cayese mal, quizá que era tan sumamente bueno en su fondo como incapaz de ocultarlo a pesar del esfuerzo que hacía, quizá que resultaba tan real que era como si le conocieses desde siempre.
Mulder, Fox: Si lees este LJ con asiduidad, o de vez en cuando, ya sabes muchas de las cosas que pienso de Mulder. Junto con Robert Downey es el único caso en que cuando vi la serie pensé que era GENIAL poder verle semanalmente. Porque David Duchovny tiene ese labio inferior que te hace entender qué impulsó al ser humano a hacer esculturas y tampoco es que el resto de él (hay que recordarle a alguien el bañador rojo?) se quede atrás. Personalmente, me da igual lo que se diga de su inmensa frente alargada por alguna calvicie incipiente, que si está echando barriguita, que si su nariz es grande y que si sus ojos son pequeños y todo lo que se pueda decir sobre que sea un pretencioso y mil cosas más. Duchovny-está-buenísimo.
Pero es que Mulder…más allá de su físico, de su presencia física, su modo de acercarse demasiado al hablar, su camiseta de Paper hearts, sus camisetas grises en general, sus pies sobre la mesa en Fire, su cara de niño perdido diciendo “Eres la única entre cinco mil millones”, sus abrazos de oso, su modo de moverse que hacía que cualquier cosa, cualquier movimiento resultase insultantemente sensual, desde lanzar lápices al techo hasta sacar a Scully a bailar; aparte de TODO ESO! Mulder era un personaje tan sumamente necesitado de cariño, de comprensión, de apoyo y tan inteligente, pasional, luchador,… Sí, ya sé que estaba pirado y que era un egocéntrico y todo eso…pero y qué?
Pobre Scully, cómo debió sufrir…
Y, porque para qué evitarlo si me apetece, parpadear antes de mirar aquí abajo.
Literalmente.
Así que allá voy con mis diez grandes enamoramientos televisivos. Unos de mejor ver que otros, porque el personaje siempre puede al aspecto para mí (ese tema creo que ya lo traté).
No os asustéis...
No fue el primero, estuvo antes el de V que se llamaba…Donovan, creo pero sí fue y durante mucho tiempo: MacGiver. Ahora MacGiver me parece una serie normalucha y a veces me hace reír más que otra cosa. Creo que ya cuando la veía de pequeña me partí con lo de cerrar una grieta en un tanque de ácido sulfúrico con chocolate, pero en su época me encantaba. Y Richard Dean Anderson era guapo, la verdad. Aparte, MacGiver era tan bueno y tan imaginativo y todo eso…ains, qué tiempos. No tengo un recuerdo especial de la serie pero sí de una anécdota del actor: Contaba que una fan se había quitado el sujetador y se lo había dado (dejándose la camiseta, se supone) pidiéndole que hiciese alguna de esas cosas raras con él y el tío decía que no se le había ocurrido absolutamente nada, que se quedó con cara de tonto pensando “un sujetador? Qué se puede hacer con un sujetador?”
Gana aquí el actor sobre el personaje por más que el personaje era adorable. Nunca seguí Ally McBeal con verdadera pasión. Me gustaba y me hacía gracia. A veces me parecía interesante, sobre todo al final, cuando se volvió un poco más oscura, pero no está entre mis grandes series. Pero él es Robert Downey Jr. y yo creo que es muy atractivo. Sin más. El personaje, aparte, era algo así como el único con un poco de madurez de la serie (junto con los otros psicólogos, incluido Bruce Willis, y quizá bizcochito). Era tierno, responsable, comprensivo y se despedía dejando muñecos de nieve. Y a mí y a Ally nos daba muchísima pena que se fuese… Siempre nos quedará el cine, cuando está en condiciones de actuar, que no es poco decir. Ojos, mirada...es tan...
Spike: La verdad es que Spike no-es-mi-tipo. Soy de chicos buenos yo, ya ves. Pero toda regla tiene su excepción y Spike tenía "eso" que me puede siempre: Sonara raro, pero era honesto. La verdad es que el personaje de Spike me parecía un peñazo durante la mayor parte de la serie, entre otras cosas porque solía estar acompañado por Drusilla que es uno de los personajes más insoportables que recuerdo. Pero, de pronto, Spike pasó a ser otra cosa sin dejar de ser lo que era. El Spike de las últimas temporadas, las tres últimas diría aunque no estoy segura, seguía siendo un vampiro con casi todo lo que eso implica y, lo mejor, es que en ningún momento pasó a ser “bueno”, nunca fue como Ángel y nunca fue un ángel ni se acercó, ni lo fingió, ni lo pretendió. Spike siempre fue honesto, directo, coherente consigo mismo. Si hacía algo bueno lo hacía porque quería, incluso aunque lo hiciese por Buffy lo hacía porque quería. Quizá el antihéroe que con más coherencia se ha transformado en héroe de los que yo haya visto. Podría hacerse una larga disertación sobre los instintos de vida y los instintos de muerte para explicar porqué Spike era tan atractivo… pero no hace falta, ¿verdad?
Joel Fleischman: Cuestiones subjetivas aparte, mi enamoramiento con Joel duró lo que duró la serie y siguió después. De principio a fin. Rob Morrow entra también en el grupo de los normaluchos a feos y Joel era un maniático insoportable que tenía delirios en los que hablaba con Freud en una celda y acabó huyendo de la mujer a la que amaba hundiéndose en el mundo y en la vida que había rechazado durante años. Cínico, egocéntrico, ciego, desagradable, pero a veces hacía eso de pararse a pensar, pararse a mirar, pararse a entender aquel Cicely que a casi todos nos parecía un paraíso, salvo a él. Joel y Maggie discutiendo por el cuchillo de la mantequilla…Joel.
Por cierto, en esta se parece mucho a Paul Simon!
http://www.fanrush.com/gallery/data/507/rob_morrow_2.jpg
y esta porque están muy monos
David Addison: Bruce Willis no es guapo, es otra cosa. Para mí, un buen actor cuando hay un buen guión, cosa que ocurre sólo en años bisiestos. Quizá nunca me ha dicho tanto como en Doce monos, con su mirada infinitamente triste, aplastado por aquel supuesto complejo de Cassandra, James era uno de esos personajes que hacen que te den ganas de entrar en la pantalla sólo a abrazarle. Pero hablamos de televisión, y el David de Luz de luna fue algo así como mi primer amor televisivo. Porque era tierno, irónico, agudo y daba esa impresión de que era imposible aburrirse con él. Llegué a odiar a Maddie por ser tan ciega ante lo que para mí estaba tan claro, a una puerta cerrada de un portazo de distancia.
Joe: Jake Weber directamente no es guapo, ni siquiera atractivo. Si ves Conoces a Joe Black? por ejemplo, es fácil hasta cogerle asco, pero Joe Dubois es uno de esos milagros de buen actor+buen personaje. Joe es un tipo normal, inteligente, simpático, agradable, cariñoso, con sus defectos, con sus manías. Pero dan ganas de comérselo. Quizá a simple vista el menos atractivo de los que voy a nombrar pero episodio a episodio se va volviendo ÉL, JOE, no hay palabras.
Chris Stevens: Primer y, quizá con alguna salvedad en el caso de Joe, único hombre perfecto de la lista. Sí, sí, seguro que no era perfecto pero a ver quién me trae pruebas de ese hecho. Vale que era guapo, pero es que aunque hubiese tenido el aspecto de Bud Spencer hubiese resultado atractivo. Había un episodio en el que se contaba que, en una época determinada del año, todas las mujeres se sentían irremediablemente atraídas por él y lo menos verosímil era que eso no ocurriese siempre. Aún así, curiosamente, yo siempre recordaré a Chris arrodillado ante “un monje” pidiéndole por favor que le enseñase las piernas (y es que Chris era Chris, pero además Doctor en Alaska era Doctor en Alaska). No hay adjetivos, imaginativo, reflexivo, inteligente, culto, profundo, … Seguro que no era perfecto, pero sigo necesitando pruebas.
Spike Thompson: Y entramos en mi repetido problema de tratar de explicar porqué Press Gang me parece, y aún más me parecía, tan maravillosa. Resumo: Realismo en una serie sobre adolescentes en una época en que yo lo era y en la que Sensación de vivir hacía furor: Era como una pequeñísima llama en la oscuridad. Dexter Fletcher era demasiado mayor para el personaje, unos diez años, creo recordar; feucho, bajito, enclenque, poca cosa. Y Spike era como un David Addison de 16 años: chulo, irreverente, irresponsable, problemático, hablador incansable (había un episodio en que quedaba atrapado bajo los escombros de un edificio y llegaba un momento en que los bomberos informaban de que se oía a un chico hablar, entonces decían algo así como “Oh, entonces seguro que es él”), divertido, pero inseguro, confuso y perdido. Inocente también, a Spike no le había dado tiempo a hacerse cínico y diría que una de las grandes cuestiones de la serie, cuestión que estaba en manos de Linda, era si llegaría a serlo. Porque a Linda sí le había dado tiempo y nunca se sabía cuál de las dos fuerzas arrastraría a ambos, sí se sabía que les arrastraría a ambos. No sé muy bien qué hacía a Spike tan adorable, quizá que era imposible que te cayese mal, quizá que era tan sumamente bueno en su fondo como incapaz de ocultarlo a pesar del esfuerzo que hacía, quizá que resultaba tan real que era como si le conocieses desde siempre.
Mulder, Fox: Si lees este LJ con asiduidad, o de vez en cuando, ya sabes muchas de las cosas que pienso de Mulder. Junto con Robert Downey es el único caso en que cuando vi la serie pensé que era GENIAL poder verle semanalmente. Porque David Duchovny tiene ese labio inferior que te hace entender qué impulsó al ser humano a hacer esculturas y tampoco es que el resto de él (hay que recordarle a alguien el bañador rojo?) se quede atrás. Personalmente, me da igual lo que se diga de su inmensa frente alargada por alguna calvicie incipiente, que si está echando barriguita, que si su nariz es grande y que si sus ojos son pequeños y todo lo que se pueda decir sobre que sea un pretencioso y mil cosas más. Duchovny-está-buenísimo.
Pero es que Mulder…más allá de su físico, de su presencia física, su modo de acercarse demasiado al hablar, su camiseta de Paper hearts, sus camisetas grises en general, sus pies sobre la mesa en Fire, su cara de niño perdido diciendo “Eres la única entre cinco mil millones”, sus abrazos de oso, su modo de moverse que hacía que cualquier cosa, cualquier movimiento resultase insultantemente sensual, desde lanzar lápices al techo hasta sacar a Scully a bailar; aparte de TODO ESO! Mulder era un personaje tan sumamente necesitado de cariño, de comprensión, de apoyo y tan inteligente, pasional, luchador,… Sí, ya sé que estaba pirado y que era un egocéntrico y todo eso…pero y qué?
Pobre Scully, cómo debió sufrir…
Y, porque para qué evitarlo si me apetece, parpadear antes de mirar aquí abajo.