Más allá de la vainilla y flor de azahar

May 29, 2013 22:30

Hay una imagen rondando mi mente, pidíendome que le escriba una historia. Una imagen casi absurda, no me la creo. Me encantan las imágenes así y, en general, las historias que salen de ellas. De preguntarles ¿De dónde vienes? ¿A dónde vas? ¿POR QUÉ existes? ¿Cómo se llega hasta ti? Pero esta es distinta: Es sólo una imagen recuerdo para la idea. La historia a contar es olor, pensaba hoy, empezando a hacerle preguntas a esa imagen cuya respuesta era siempre "Su olor!!!!!" que siempre se define el olor en comparativos. "Huele a" o "Huele como"
¿Es así?
Pensaba, están todos los nombres de colores y de formas para describir las imágenes, están las palabras de los diálogos, las onomatopeyas, palabras descriptivas: silbido, susurro, grito, estruendo, rugir, crepitar... para los sonidos. El tacto tiene la suavidad, rugosidad, caricia,.. unas cuantas. Pero olor y sabor son todo huele a, huele como.
¿Me equivoco?
Recuerdo un intento, uno de tantos experimentos en el gran relato experimental que fue Agua en una playa ardiente. Melbourne y la sinestesia como trampa, trampantojo sería la palabra adecuada, para contar algo en olores que no eran "a" ni "como" sino sensaciones, sonidos, estados de ánimo, colores. Y viceversa: unos dedos acariciando eran arándanos, té y licor de flores con música acuática de arpa.
No sé el motivo y no sé si me equivoco. Algo puede oler bien o mal, puede oler a los cinco sabores básicos: amargo, dulce, agrio, ácido, ¿salado? ¿Qué más hay? Quemado, limpio, fresco,... Tampoco importa hacerlo a base de comparativos: Así que creo que ella huele a vainilla y flor de azahar. Me estoy acordando de otro relato, en el que me empeñé en que alguien olía a arena caliente sin estar demasiado segura de que ese olor existiese.
Vale, pero, ¿soy la única a la que le parece complicadísimo escribir un relato a base de sensaciones olorosas en comparación uno basado en visuales o sonoras, o incluso táctiles?
Si alguien lleva un rato riéndose con la idea de ¿a qué huelen las nubes? XD, yo también.
La cuestión es que, aunque huela a vainilla y flor de azahar, obviamente a perfume hecho de su mezcla, no es ése el olor.
Y la historia huele a refugio encontrado, huele a Bastián al principio de La historia interminable (exactamente así), huela a casa, la casa de un juego de niños donde decides que un lugar es casa, no a la de verdad. Huele al "Más allá, dragones" de los mapas, a pasos sobre el agua. Huele a todas las historias que un día podrás contar pero aún no conoces y te mueres de ganas de saber si causarán carcajadas a quienes escuchen o si tendrás que quitarte disimuladamente una lágrima de la mejilla.
Estoy tratando de recordar cosas que he leído sobre aromas y memoria...
En fin, no sé qué será de la historia. Pero siento una carencia de palabras y elementos narrativos abrumadora.
Supongo que acabaré hablando del sonido de una puerta y alguien que cierra los ojos inspirando profundamente y sonríe. Y, si la imagen responde a suficientes preguntas, de cabellos haciendo cosquillas en el cuello y el calor de un aliento en el pecho. Lo de cómo salimos de ahí, es una pregunta pendiente de respuesta.
Pero el tema es el olor, detrás y por debajo y anulando a la vainilla y la flor de azahar, el olor de una persona siendo un "Tierra a la vista" para un naufrago. En realidad, si me quitase de la cabeza el tema aromático, la historia sería bastante sencilla... dejando a un lado la cuestión de cómo justificamos y luego salimos vivos (o, verosímiles) de lo de la cabeza apoyada sobre el pecho.

keep writing, a la deriva

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