#25.- Electricidad

Apr 27, 2009 20:47



25.- Electricidad

Ajustó la última ampolleta y conectó el enchufe. Bastó que sus dedos tocaran el interruptor para que todo quedase a oscuras.

-Sobrecarga- susurró alguien.

Akane bufó algo contrariada.

-¿Quién cambiará los tapones?- surgió una pregunta en la oscuridad, que se había tornado algo densa. Al ver que nadie tenía intenciones de moverse, Akane se levantó con agilidad, cogió una pequeña linterna de entre un montón de artefactos y herramientas, y abandonó decidida el gimnasio, rumbo a la azotea de la escuela. Le parecía ridículo que los nombrados tapones se encontraran tan lejos, pero qué podía hacer, las instalaciones del Furinkan eran antiguas y todo se encontraba interconectado.

Continuó con su paso firme subiendo las escaleras, ignorando el tenebroso espectáculo que ofrecía la escuela de noche. Al llegar arriba se detuvo un instante, con el fin de recuperar el aliento; al levantar la vista, pudo distinguir una silueta dándole la espalda. Al punto reconoció aquella inconfundible postura.

-Ranma- musitó. El chico se giró, sonriéndole.

-¿Qué haces?- preguntaron a un tiempo, causando la aparición de un ligero rubor en las mejillas de ambos, que gracias a la oscuridad de la noche ninguno pudo percibir.

-Observo las estrellas- se adelantó él a contestar- desde aquí se ven mejor que en cualquier otro lugar.

Akane miró a su alrededor y comprobó que era cierto. El cielo se mostraba oscuro y las estrellas parecían destacar más que en otras noches. Permanecieron así unos instantes, en silencio, escrutando en la oscuridad, hasta que Akane reparó a qué había venido.

-Etto... vine a cambiar los tapones... la escuela está sin energía... - dijo, dirigiéndose al tablero eléctrico. Cuando llegó ante él, se detuvo.

-¿Qué sucede?- preguntó Ranma, extrañado.

-Jeje... olvidé que no sé cómo hacerlo- rió nerviosa, al darse cuenta de que una vez más se había precipitado. Ranma tosió algo que sonó muy parecido a ‘baka’, pero Akane decidió que no era momento de reparar en pequeñeces e ignoró al muchacho. El chico a continuación se acercó a ella y comenzó a ayudarla.

-No sabía que hacías este tipo de cosas- comentó ella, extrañada.

-Cuando viajas con alguien como mi papá, por todo Japón, aprendes cosas que nunca creerías- respondió, concentrado en su trabajo.

En unos minutos todo estaba terminado. Sólo faltaba darle al interruptor. Coordinadamente las manos de ambos se dirigieron a éste a un tiempo. Se apartaron asustados, una ligera descarga electrostática había recorrido sus cuerpos al rozarse sus dedos. Se miraron con atención por unos segundos, hasta que azorados giraron la vista bruscamente. De pronto todo a su alrededor comenzó a resplandecer, la luz había retornado al instituto, y desde su posición privilegiada podían apreciar las brillantes luces que adornaban el gimnasio y sus alrededores en espera del próximo festival escolar. Levantaron la vista al cielo y notaron cómo las antes nítidas estrellas se perdían entre tanta luminiscencia.

-Creo que eso fue todo, ¿no?... demasiada luz- susurró el chico de la trenza. Akane le sonrió y se encaminó hacia las escaleras.

-¿Vienes?- preguntó- Apuesto que esta vez llego más rápido que tú abajo- lo desafió, adelantándose antes de que él pudiera reaccionar.

-¡Hey! ¡Espera! ¡Eres una tramposa, ¿sabías?! - Exclamó, mientras rápidamente la seguía, preguntándose qué demonios tenía aquella chica que le hacía olvidarse de todo lo demás, haciendo que lo más importante del mundo en ese momento fuera una simple carrera por las escaleras.


tabla, 30 vicios, ranma 1/2

Previous post Next post
Up