~ Chapter Twenty-two~
Abriendo los ojos a la verdad (1/2)
Park Haeyeon presionó sus dedos fríos sobre sus párpados cansados. Inhaló hondo antes de expulsar el flujo de aire, despacio. Aún pensaba en lo que su hija le había dicho hacia unas horas, cuando se iba a casa para cuidar a sus gemelas.
“No importa si entendemos su relación. Lo que importa es saber si tú estás dispuesta a perderlo por algo como esto. Piensa en lo que pasó con el tío. ¿Quieres que suceda de nuevo?” Suhee había dicho mientras cepillaba suavemente el cabello de su madre. Habían terminado el arduo proceso de limpiar el cuerpo del esposo de Haeyeon, asistidas por una ayuda que habían contratado una vez pospusieron el regreso de su hijo.
“No quiero perderlo así como perdí a mi hermano. Pero sé que tú no vas a aprobarlo.” Haeyeon suspiró ante el retrato que puso frente al ataúd de su esposo.
Su hijo menor regresaría en cualquier instante después de tanto tiempo. Ella le había extrañado profundamente pero nunca se imaginó las circunstancias que rodearían su reencuentro. Su esposo y padre de sus hijos falleció repentinamente, dejándole sola en la casa que ambos compartieron durante dos décadas. Y ahora, su único hijo regresaría acompañado del hombre que amaba.
Se incorporó de su estado cuando escuchó que alguien abría la puerta principal. Lentamente se levantó y caminó hacia la puerta que daba hacia el corredor. Titubeó por un momento antes de comprender que era el silencio lo que realmente le molestaba. Su hijo aún no anunciaba su llegada con su “Estoy en casa.” habitual. Un escalofrío le recorrió la espalda al sopesar las distintas opciones.
Haeyeon trato de disfrazar el terror en su cara por algo que ella esperaba, se asemejara a una mueca de calma antes de salir por completo al pasillo. Se detuvo de repente cuando divisó la figura de su hijo parado en el portón. Todo en su aspecto le indicaba que él aún no estaba seguro si era bienvenido ó no. Antes de que ella pudiese sonreírle, un movimiento detrás de él captó su atención.
Un hombre de la misma altura que su hijo, la observaba cuidadosamente. Aunque no lo aceptara, ella si se había preguntado cómo sería aquella persona, pero el hombre que estaba ahora en frente suyo era algo diferente. Sus rasgos fuertes sin duda atractivos, pero extraños e intimidantes a sus ojos. Por más que quisiera no podía sonreír y darle la bienvenida a su hijo como lo había planeado. Simplemente se mantuvo ahí, congelada, lejos de la pareja.
El dolor en el rostro de Chanyeol le oprimió el pecho pero no podía evitar estudiar al extraño que se acercaba cada vez más a su hijo y la veía. Casi como si quisiera protegerle de ella. Chanyeol se dio vuelta para darle una sonrisa tranquilizadora pero triste al hombre que era aparentemente mayor y Haeyeon sostuvo fuertemente sus manos a la altura de su estomago.
“Hola… madre”. Chanyeol dijo y su valiente sonrisa se quebró.
“Bienvenido a casa.” Haeyeon respondió en voz baja e hizo una mueca en su interior a su tono involuntariamente frío. Chanyeol se estremeció y se rozó la frente con los nudillos. Se veía como si estuviera a punto de llorar. Sintió algo tironeando de su alma y estuvo a punto de correr a abrazar y consolar a su hijo, pero el extraño le ganó de nuevo. La mano del hombre se deslizó en la de su hijo y pudo ver cómo el apretón reconfortante, era correspondido.
“Umm, él es Kris. Kris Wu. La persona de la cual te dije por teléfono.” Anunció Chanyeol y cada palabra fue un incentivo para permanecer erguido bajo la mirada acusatoria de su madre. “Mi novio, con quien vivo”. Chanyeol remató la declaración levantando su barbilla con orgullo.
“Encantado de conocerle. Gracias por dejar que me quede y me gustaría ofrecerle mis condolencias por su pérdida.” El hombre, Kris Wu, dijo e hizo una reverencia profunda.
Haeyeon aclaró su garganta mientras respondía el gesto cortésmente. “Gracias. Mi nombre es Park Haeyeon y eres bienvenido a quedarte el tiempo que desees.” Dijo en voz baja. Cuando sus ojos se encontraron de nuevo, la tensión ya no estaba y una especie de extraña mirada había tomado su lugar. Parecía estar llena de curiosidad y asombro mezclados y las siguientes palabras del hombre le dijeron por qué.
“Puedo ver de dónde sacaste la belleza.” Kris Wu le susurró a Chanyeol y este se puso rojo como un tomate golpeando fuertemente el brazo del hombre. Kris Wu rió y Haeyeon pudo ver algo del estrés en la postura de su hijo derritiéndose.
Haeyeon no tuvo palabras ante el cumplido indirecto y solo asintió con la cabeza cuando su hijo le dijo que iban a dormir en su habitación y la que solía ser de Sunhee. “Vamos a desempacar y luego pasaré a saludar a papá.” Anunció cabizbajo mientras pasaban por su lado.
“¿Tienes- tienes hambre? ¿Quieres comer algo?” Haeyeon tartamudeó a su espalda.
Chanyeol se detuvo y miró a su compañero inquisitivamente. Kris Wu simplemente se encogió de hombros y giró rápidamente para articularle a su madre un “No, estamos bien.” antes de salir disparados hasta su cuarto. Su madre asintió para sí misma y se dirigió con pasos pesados hacia la cocina preparándose mentalmente para mañana.
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Escuchó a Kris cerrar la puerta. Un par de brazos fuertes se envolvieron alrededor suyo y con un suspiro él apoyó su espalda contra el pecho de su novio. Ambos se quedaron allí en silencio y Chanyeol sintió como la rigidez de su mente se movía para darle paso a un inseguro sentimiento de alivio. Ya habían completado exitosamente una reunión. Faltaban dos.
“Podría haber sido mucho peor.” murmuró “Así que no fue tan malo.”
Kris asintió pero el humano sabía que los dos pensaban lo mismo. A pesar de que había tratado de mantenerse realista con sus esperanzas respecto a la acogida, la frialdad y la distancia lo habían golpeado con fuerza. Giró y llevó la cabeza del otro hasta su hombro, respirando el perfume de Kris. Supo que su aliento le hacía cosquillas cuando los vellos suaves y cortos de su nuca empezaron a levantarse. Kris le acercó aún más tomándolo por la cadera y los dos se aferraron desesperadamente el uno al otro antes de separarse.
El vacío que vino después le hizo encorvarse de hombros pero aún tenía cosas que necesitaba hacer. “Desempaquemos antes de que nuestros trajes se estropeen. ¿Quieres ver a mi padre conmigo después?”
“¿Debo sentirme insultado porque has sentido la necesidad de preguntármelo?” Rugió al abrir su equipaje compartido. Su humano sonrió ampliamente y golpeó su hombro de forma juguetona girándose para apreciar su antiguo cuarto.
De cierto modo se sentía bien estar de vuelta allí. Pero también era evidente que todo había cambiado en muy poco tiempo y Chanyeol tuvo la impresión de estar ligeramente perdido. Esta casa ya no era su casa. Y decepcionar a su familia o ser abandonado por ella ya no eran sus más grandes temores.
“Gracias” Dijo al hombre que colgaba los trajes en su viejo armario.
Sorprendido, el ángel giro la cabeza y se quedo viéndolo por un rato hasta que una amable sonrisa apareció en sus labios. "Cualquier cosa por ti, amor. Ahora vamos a ir a conocer a tu padre-”
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Chanyeol estaba de rodillas frente a la imagen de un hombre de edad mediana con orejas muy familiares. Kris observó el perfil de su novio y supo incluso sin tocarle, que el muchacho ya no se sentía nervioso. Kris se volvió hacia la imagen y el hombre que yacía tras el ataúd. El olor a incienso lo hizo sentirse mareado al tiempo que las esencias y el humo le envolvían.
El ángel hizo una profunda reverencia después de arrodillarse, permaneciendo inclinado por un largo rato. Sintió la presencia del fallecido tan pronto como pisó la habitación. No se le asignó trabajar con personas muertas cuando trabajó en el cielo, pero aún estaba lo suficientemente sensible para detectar cuando un espíritu rondaba cerca. Quería ser más fuerte para poder distinguir la reacción del espíritu. Todo era seguro y tranquilo por ahora. Incluso si el espíritu estaba enojado con ellos, no sería capaz de lastimarlos. Pero solo por el bienestar de Chanyeol, esperó que todo saliera bien.
“Papá…estoy aquí.” Dijo y Kris agachó la cabeza en señal de respeto. La voz de Chanyeol era suave y tranquila dando la impresión de que estaba hablando consigo mismo. “He vuelto y estoy… enojado porque no estás aquí para darme la bienvenida. No estoy enojado contigo por supuesto. Simplemente con la vida y la injusticia. Pero creo que voy a utilizar esta oportunidad para decirte las cosas que no pude decirte nunca.”
Permaneció en silencio un instante, casi como si oyera algo. Cuando habló por segunda vez, sus palabras fueron más cuidadosas.
“Te respeto más de lo que he respetado a nadie… Okay, tal vez respeto un poco más a mi madre, pero tú también lo hiciste, así que, creo que me entiendes. A pesar de que tuvimos puntos de vista muy diferentes acerca de muchas cosas importantes, nunca cesó mi respeto hacia ti. Me hubiera gustado haber pasado más tiempo contigo y haberte hablado más. Ya sabes, recuerdo todas las cosas importantes que me enseñaste. Recuerdo un montón de detalles también. Como que siempre querías lo mejor de mí y de mi hermana. Que nos atesoraste. Y nos amaste. Y también sucede que sé, que guardaste todos esos regalos elaborados torpemente a mano que yo te obsequié cuando era un niño. Y que tenías una foto mía y de Sohee en tu mesa de noche. E incluso en tu escritorio en el trabajo. Así que sí, yo solo quería decirte que… yo también te quiero y… te echo de menos, papá.”
Las palabras de Chanyeol fueron claras hasta la última frase, cuando su voz se quebró un poco. Kris apretó los puños para permanecer inmóvil y permitir que el otro se levantara por su cuenta en presencia de su padre. Chanyeol respiró hondo y su voz se hizo más fuerte y más estable cuando continuó.
“Traje a alguien que quería que conocieras mientras estabas vivo, conmigo. Él… Espero que tú lo aceptes, a nosotros, porque es muy importante para mí.” Miró a Kris antes de volverse hacia la imagen.
“Papá, este es Kris. Ese no es su nombre real y creo que tú puedes saber cuál es su verdadero nombre mejor que yo ahora, pero él me ama y yo lo amo a él. Y sí, soy gay. Lo he sabido hace mucho tiempo, pero no me atreví a decírtelo a ti o mamá. En realidad, Kris fue la primera persona que se enteró de mi sexualidad. Creo que mi tío siempre lo supo pero decidió quedarse callado y esperar a que yo lo dijera… No me arrepiento. De mi sexualidad o de mi amor hacia él. Es lo que soy y estoy muy orgulloso de mí mismo. Lamento no haber sido el hijo que tanto querías que fuera. Lamento que no podré darte nietos. Pero con suerte Sohee me cubrirá en esa parte, papá. ¿Verdad?” Chanyeol soltó una risita.
“Y pues, este es Kris, mi novio. Es asombroso. Y soporta todos los días mi extrañeza, ¿Puedes creerlo? Odia comer demasiado aunque yo adore la comida, y en realidad, a veces puede ser más torpe de lo que yo soy. Me cuida y no me había sentido así de seguro desde la infancia. Espero que le des una oportunidad.” Dejó de hablar y se inclinó de nuevo.
“¿Está bien si hablo con él a través de mis pensamientos y no en voz alta? Quiero presentarme formalmente con mi verdadera identidad.” Kris explicó cuidadosamente y Chanyeol asintió, un destello de curiosidad en sus ojos.
Aparentemente se inclinó hacia el ataúd, pero en realidad lo hizo hacia la dirección de la cual provenía con mayor persistencia la energía del espíritu. Se enderezó y cerró los ojos, manteniendo la cabeza baja. Saludó y se presentó con su nombre y estatus reales al espíritu. Después de un rato sintió que su saludo fue contestado, así que continuó.
“Como sabes, no soy humano. Él no lo sabe, pero sabe lo suficiente para mantenerse a salvo. Traté de dejarlo, pero estaba demasiado débil para hacerlo. Lo necesito. Lo amo tanto como un ángel puede amar. Él es mi todo. Espero que confíes su bienestar a mi cuidado. Has realizado un trabajo espléndido criándolo, así que déjame estar a su cargo de ahora en adelante. No puedo estar con él por mucho tiempo, pero le daré todo de mí y haré mi mejor esfuerzo para asegurarme de que va a estar bien, incluso aún cuando me haya ido.
Así que por favor, déjale sentir la aprobación que tanto anhela. Sé que tú ya no te preocupas por cosas pequeñas como los géneros y los pensamientos comunes. No cuando puedes ver a través de su alma. Él es tu hijo y confío en que es su felicidad lo que deseas proteger antes de partir.”
Se inclinó de nuevo y esperó. Después de un rato, oyó un suave sollozo junto a él. Luego otro. Tocó la mano de Chanyeol brevemente, y sintió un alivio confundido surgiendo del interior de su novio.
Le agradeció al espíritu formalmente, hizo una reverencia y se puso de pie. Se inclinó para presionar un beso en la parte superior de la cabeza de Chanyeol mientras el chico seguía temblando y llorando. Pero sabía que no estaba en su lugar consolar al muchacho esta vez. El alivio se estaba convirtiendo en el dolor de un niño que ha perdido a su padre y Kris no era la persona que necesitaba por ahora.
Salió de la habitación con pasos rápidos y se dirigió hacia la fuente de luz que provenía de una de las puertas. Estudió la habitación, que parecía ser una cocina, y vio a la persona que estaba buscando.
“Park Haeyeon-ssi” Dijo Kris, haciendo que la mujer diera un salto y levantara la vista de su tarea, con un par de ojos tan maravillosamente familiares. “Chanyeol necesita a su madre en este momento.”
Fue todo lo que necesitó para que la madre abandonara su oficio y se apresurara hacia el sonido del llanto. Sin desperdiciar el tiempo cerrando la puerta tras de sí, pudo ver como la mujer diminuta logró contener en sus brazos la figura temblorosa y mucho más grande de su hijo con una facilidad que solo tienen las madres.
Cerró la puerta y se dirigió hacia la habitación donde Chanyeol había pasado las noches de su infancia.
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“Ella hace lo que mejor puede”.
“Lo sé” Chanyeol le dijo a su hermana mientras le hacía caras a la niña en sus brazos. El hombre un poco mayor, Kris Wu, si Sohee recordaba bien, cosquilleó los pequeños dedos de la bebé desde su lugar en la cama, al lado de Chanyeol. La bebita dejó escapar un chillido que sonaba más como una mezcla entre un grito y una carcajada y Sohee sonrió desde el sillón, donde estaba sentada amamantando a su segunda hija.
Sohee se presentó en la casa en la mañana con sus dos niñas gemelas. Se echó a llorar tan pronto divisó a su hermano y lo abrazó con fuerza. Los visitantes llegarían a la casa un poco tarde para el funeral, así que habían tenido tiempo de hablar.
Era la primera vez que Chanyeol había tenido la oportunidad de conocer a sus sobrinas de tres meses y parecía que su encanto había hechizado a los dos jóvenes. Su hermano había tratado de convencer muchas veces a su novio para que sostuviera a la bebé, pero el otro se había negado con una mirada desconcertante en sus ojos oscuros y afilados.
Las bebés empezaron a llorar al mismo tiempo y Chanyeol tuvo que llevarlas a su antigua habitación para darles a las niñas y a su madre un poco de paz y tranquilidad. Sostuvo a una inconsolable Sujin hasta que Sohee había alimentado a Sumin y luego entretuvo a Sumin mientras su hermanita comía.
“Dale algo de tiempo. Mamá aprenderá a vivir con eso o incluso terminará aceptándolo. Perdí a mi padre y perder a mi hermano ya sería bastante malo. Ella simplemente no quiere perderte a ti también” Sohee continuó e hizo una mueca cuando Sujin mordió un poco duro en su pezón. La niña se estaba quedando dormida y sus pequeños dedos dibujaron patrones somnolientos en la piel del busto de Sohee. Ella levantó la vista y vio a Kris observándolas con asombro.
Eso la cohibió un poco. Lo vio por primera vez cuando había dejado de sollozar en el pecho de su hermano. Pero se acostumbró a las características intimidantes del hombre pronto y empezó a darse cuenta de la forma en que su hermano y actuaban cuando no estaban solos. Estaban claramente enamorados y Sohee no pudo poner resistencia en contra de la relación.
Levantó a su hija contra su hombro y golpeó ligeramente la espalda de la bebé hasta que oyó un eructo fuerte. Los labios del ángel se crisparon en una mueca y Sohee se rió de él. Luego oyeron otro eructo a su lado y se volvieron para ver la expresión sorprendida de Chanyeol. El chico estaba mirando a una sonriente Sumin luego de que la niña hubiese devuelto casi toda su cena directo en su pecho.
“Qué bueno que no tenías tu traje encima.” Sonrió ante Chanyeol que parecía estar demasiado traumatizado para preocuparse por asuntos de vestuario.
“Deja que Kris-shi cargue a Sumin y ve a cambiarte de camisa. Esa leche empezará a oler pronto” dijo Sohee y la expresión de angustia en el rostro de Chanyeol le divirtió bastante.
Le pasó la bebé a un de repente demasiado serio Kris antes de salir de la habitación alejando de su pecho el parche de vómitos en su camisa como si fuese una bomba a punto de explotar. El hombre en la cama seguía mirando a la bebé con los ojos muy abiertos. Sohee notó que sus manos eran enormes y Sumin parecía sentirse bastante segura como para sonreírle al hombre a pesar de su postura tensa.
“No creo que vomite otra vez. Creo.” Sohee dijo en un intento por calmar al hombre. Los ojos de Kris Wu se abrieron como si no hubiera pensado siquiera en esa posibilidad y mantuvo a la bebé incluso aún más lejos de él. Sumin bostezó y el hombre pareció alarmarse por la acción.
“Solo está cansada. Recuéstala contra la parte superior de tu antebrazo, así” Sohee le explicó mientras tomaba a Sujin en sus brazos. El ángel siguió sus instrucciones con cuidado. Lo más probable era que tuviera miedo de lastimarla de alguna manera.
Cuando Sumin descansaba seguramente contra el antebrazo del hombre, Kris Wu miró a Sohee con un brillo victorioso en sus ojos. “Bueno. Ahora solo asegúrate de sujetar bien su cuello. Se pondrá más pesada cuando se quede dormida” dijo Sohee suavemente. Ella ya estaba empezando a adorar al novio de su pequeño hermano.
Estaba jugando con los dedos en su mano libre. El joven apuesto miró a la bebé durante un tiempo antes de empezar a tararear en voz baja. El suave sonido tuvo un efecto calmante en las dos niñas, así como en su madre. La canción era una canción de cuna que se repetía constantemente.
Chanyeol regresó a la habitación. Sonrió ante la escena y su novio alzó la vista para devolverle la sonrisa antes de fijar su atención en la bebé durmiendo en sus brazos. Chanyeol se subió a la cama y apoyó la cabeza en el ancho hombro del otro. Kris Wu inclinó su cabeza y la apoyó ligeramente en la de Chanyeol. Ambos observaron como la melodía arrullaba a Sumin hasta el sueño. Suhee sintió a Sujin más pesada en sus brazos y supo que sus dos hijas ya estaban en la tierra de los sueños.
“Iré a cambiarme de ropa. Ustedes deberían hacer lo mismo. Las visitas llegarán pronto.” Dijo Sohee mientras depositaba a Sujin en la cama, cerca a la pared para evitar que se cayera de ella. La pareja en el fondo de la cama asintió y se acercó aún más de forma inconsciente de la pequeña. Sohee sonrió para sí misma mientras se dirigía hacia la puerta. Estaba segura de que nunca encontraría un par de niñeros tan dedicados como esos dos.
Antes de cerrar la puerta, pudo escuchar como los dos hombres hablaban entre sí.
-“Puedes dejarla en la cama, si quieres”
-“No, yo quiero - Está bien así… Ella es tan pequeña. Diminuta”
-“Lo sé. Mira a sus pequeños deditos”
-“Tienes tus mismos labios y mejillas.”
-“¡Yah! Mis mejillas no son tan gordas - “
La puerta amortiguó el resto de la conversación y Sohee sacudió la cabeza con adoración.
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Chanyeol se metió bajos las mantas junto a Kris. Estiró su espalda cansada y Kris envolvió los brazos alrededor de su novio para masajear la parte baja de su espalda. Chanyeol suspiró y se acurrucó más cerca. El ritmo constante de la respiración del ángel absorbió una parte de su estrés pero él aún no se sentía lo suficientemente tranquilo para conciliar el sueño.
Chanyeol pasó todo el día junto a la mesa memorial haciendo reverencias a los invitados y respirando el denso humo del incienso. Vio a Kris de vez en cuando, cuando el hombre se había colado para ver si todo estaba bien. Hablaron brevemente solo un par de veces, pero había escuchado de su hermana que Kris la había ayudado a cuidar a las bebés, mientras se mantenía alejado de los ojos curiosos de los invitados. Ella le prometió que le contaría un par de anécdotas chistosas acerca de las aventuras de Kris con los biberones y los pañales. Chanyeol estaba tan triste de habérselo perdido.
Después que el último visitante y su hermana con las gemelas se fueron, él y su madre se sentaron a planificar la ceremonia del día siguiente y repasaron todos los detalles. Kris se había quedado en la habitación de Chanyeol durante toda la noche y aunque Chanyeol había extrañado al hombre, sabía que era un sacrificio necesario.
“¿Estás nervioso por lo de mañana?” Le preguntó en voz baja. La vieja casa estaba lejos de ser a prueba de sonidos, así que debían hacerlo todo en silencio si no querían compartirlo con los demás habitantes en la casa.
Chanyeol asintió a modo de respuesta y el agarre en las manos de Kris endureció. No hablaron de nada por un tiempo, pero la mente de Chanyeol no dejó de maquinar lo que pasaría mañana.
Sintió la cabeza de Kris inclinándose sobre la suya y pronto un par de labios suaves recorrieron su cuello y bajaron por su hombro. Quiso relajarse bajo las caricias del otro pero no fue capaz de hacerlo. Se sentía bien pero su mente decía No.
“Déjame ayudarte a conciliar el sueño.” Susurró el ángel en su oído antes de deslizarse hacia abajo en la cama. El ritual ya era familiar desde aquellas noches en las que Chanyeol se había sentido demasiado hiperactivo o nervioso para dormir. El placer que le proporcionaba la boca de Kris siempre le relajaba, apagaba esa molestia intermitente en sus pensamientos hasta que ya nada le molestaba. Sin embargo, hoy fue la primera vez que quiso detenerlo cuando el hombre se acercó a su erección.
Trato de ignorar la necesidad de resistirse, pero cuando Kris besó la piel sobre el elástico de sus bóxers al tiempo que uno de sus dedos jalaba de la tela, agarró las muñecas de Kris y jadeó “No”. Kris se detuvo y alzó la vista, e incluso en la oscuridad de la habitación supo que el hombre no estaba sorprendido.
“¿Por qué no?” Preguntó y su pulgar rozó la parte inferior del miembro a través de los pantaloncillos. El cuerpo de Chanyeol había respondido animadamente a los estímulos de Kris y su miembro se hinchaba dentro de su ropa interior.
“Para.” Murmuró y retiró una vez más las manos de Kris antes de darse vuelta y acostarse sobre su estómago. “Aquí no. No puedo”. Lo miró con un gesto suplicante y este suspiró mientras se enterraba de nuevo en las sábanas.
“De acuerdo.” Respondió y puso su cabeza sobre la misma almohada que Chanyeol. Una mano enorme apareció para acariciar lentamente su trasero. Chanyeol se tensionó y sintió una oleada de vergüenza apoderándose de su cuerpo. Kris se detuvo y el humano pudo ver una sombra densa llenando los ojos de Kris al tiempo que este apartaba la mano. Chanyeol desvió la mirada y Kris se movió un poco más lejos de él antes de volverse hacia la pared.
La espalda de Kris lucía como un muro infranqueable de dolor y Chanyeol no sabía que había pasado. Se había negado a tener sexo antes, una o dos veces, y siempre le aceptó fácilmente. Ahora algo había ido mal y no tenía idea de cómo arreglarlo. Enterró su cara en la almohada y espero a que las respuestas llegaran con el alba.
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A la mañana siguiente todo fue lento y no hubo ninguna señal de respuestas. Kris actuó como si nada hubiera pasado y solo se le distanció un poco, incluso cuando estaban los dos solos en la habitación. Chanyeol puso toda su atención en la ceremonia y en despedirse de su padre, tanto en la casa como en el cementerio familiar. Kris actuó como si fuera uno más de los asistentes y supo que a pesar de todo su novio siempre estaría a su lado en el momento que más lo necesitara.
Así que no pensó mucho en el incidente hasta que llegaron a casa y se dirigieron a su cuarto para cambiarse los trajes por algo más cómodo. Cerró la puerta y vio como Kris ya había empezado a desvestirse. Sus movimientos eran fluidos y precisos y estaba en medio de desabotonarse la camisa cuando Kris ya estaba listo para irse.
“Lo hiciste muy bien hoy. Estaba tan orgulloso de ti.” Le dijo y sonrió. Chanyeol soltó su camisa esperando algún tipo de beso ó abrazo, pero Kris solo pasó por su lado y salió de la habitación mientras dijo: “Le ayudaré a tu madre con la comida. Creo que es tiempo de conocerla mejor.”
Chanyeol se encogió de hombros y observó por un largo rato la puerta cerrada. Claramente algo no encajaba pero él simplemente no podía determinar qué era.
El resto de la tarde transcurrió en paz. La atmosfera del funeral aun era perceptible mientras cocinaban y comían juntos. Sintió la mirada inquisitiva de su madre sobre él y Kris cuando pasaron a sentarse con los demás en el comedor. Ellos hablaron bastante y Chanyeol estuvo sorprendido de lo tranquila que fue la conversación sobre la falta de empleo de Kris. Este explicó la razón de su nueva resignación y su madre se limitó a asentir y a preguntar si tenía planes para el futuro.
“Planeo hacer uso de mis habilidades bilingües.” Respondió y Chanyeol dejó escapar un sorprendido “Oh” que los demás ignoraron. La conversación viajo desde las diferencias entre la cultura China y la cultura Coreana hasta las políticas de inmigración en Corea del Sur. Los bostezos se le hicieron cada vez más fuertes.
“Parece que ya es hora de que Chanyeol se vaya a la cama.” Kris sonrió y su madre respondió con una risita. Chanyeol hizo un puchero mientras los dos continuaron hablando de él como si fuese un niño pequeño, o al menos uno con retraso mental.
“Así parece. Llévalo a dormir entonces.”
“Lo haré.” Respondió y le extendió una mano para que se levantara del suelo. Chanyeol gruño ante el cambio de postura pero siguió sus pasos.
“Dijiste que Chanyeol no tiene que ir a la escuela durante una semana. ¿Quisieras quedarte aquí por un par de días más?” La madre preguntó y este sintió el impulso de montar una pataleta ante la propuesta que se había dirigido a Kris en lugar de él. Acabo de llevar a cabo un funeral malditamente bien. ¡Creo que merezco ser tratado como un adulto después de todo!
“Ah, sí. Nos encantaría quedarnos hasta el viernes, ¿Si eso está bien?” Respondió educadamente mientras acariciaba el brazo de su novio calmadamente. Chanyeol soltó un suspiro y se rindió.
“Si, eso sería agradable.” Respondió la madre y ellos les dieron las buenas noches a los demás.
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Kris se quedó viendo fijamente el techo de la habitación por un largo rato. Estaba cansado. Era la segunda noche que pasaba despierto sin sostener a Chanyeol entre sus brazos. La noche anterior había sido una agonía larga y solitaria y estaba seguro de que no quería experimentarlo de nuevo, pero no pondría un dedo sobre Chanyeol si sus caricias le hacían sentirse avergonzado y sucio.
Se incorporó sin hacer ruido, evitando tocar y despertar al joven. Sacó algo de ropa y salió en puntillas de la habitación. Cuando entro en el salón donde habían velado al difunto, vio a la madre de Chanyeol sentada en el piso junto a la mesa. Se detuvo, susurró una disculpa y se dio vuelta planeando salir y tomar un paseo por el vecindario, o algo por el estilo.
~ Chapter Twenty-two~ Abriendo los ojos a la verdad (2/2)