The Promises of Silver Eyes - Sehun/Kyungsoo (Trad. en español) Capitulo 12 FINAL
Capitulo 12
"Eternidad"
Luego de presenciar todo, la mente de Kyungsoo se puso en blanco, se sintió completamente vacío por dentro. Giró y apartando la mirada, caminó en sentido contrario. Lejos de su amor y su mejor amigo. Estaba derrotado.
No sabía a donde quería ir pero estaba claro que no quería volver a ese lugar. Sintió la oscuridad invadiendo sus sentidos dentro de su corazón, de modo que ni siquiera una lágrima pudo escapar de sus ojos vacíos.
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Luego de un momento, Sehun sintió que Kyungsoo ha se había marchado. Apartó un poco a Lay y suspiró profundamente. No tuvo la intención de hacer todo esto, no quiso hacerle daño... otra vez. Pero tampoco tenía otra opción, agarró su pecho y sonrió irónicamente porque su corazón no palpitó adolorido. No tendría una razón de golpear.
Se agachó dejando que su espalda resbale por la pared de piedra, sepultando su cara en sus manos, no imaginó que lloraría pero las lágrimas traicioneras empezaron a caer despacio, como un recordatorio que amaba a Kyungsoo, que era tarde, que no podía volver atrás.
“Kyungsoo, lo siento tanto…” Susurró.
Lay puso su mano encima de su hombro y lo apretó de modo tranquilizador.
“Tranquilo. Lo hiciste por él”.
El vampiro de ojos plateados levantó la mirada hacia Lay. Tenía razón. Eran simplemente palabras y un toque pero lo suficientes para darle el coraje de hacer lo que tenía que hacer. Decidido, se levantó susurrando un “Gracias” y Lay asintió con la cabeza, contento de verlo con una nueva perspectiva.
Entonces ya era hora. Salió en busca de “él”.
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Sabía donde encontraría a Jongdae. Evitó ese lugar desde que supo que estuvo de vuelta en Corea. Chanyeol hizo bien al convencer a Jongdae de que Sehun residiría en China, donde Jongdae al principio fue.
Anduvo durante la noche y escondió sus ojos detrás de las sombras. Trató de no pensar en Kyungsoo para poder enfocarse completamente en su plan. Tocó el collar que le dio y lo besó...
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Despegó sus matices y observó el teatro nacional, estaba de pie delante de la puerta central. Durante el día, mucha gente solía venir aquí debido a que es uno de los teatros más famosos y emblemáticos de la ciudad. Era un punto de atracción para los turistas que quedaban complacidos con la bonita infraestructura y decoración.
Ahora, en medio de la noche, no había un alma viviente. Durante el día, el teatro era un lugar de reunión para los seres humanos pero de noche, era el lugar perfecto para las reuniones de vampiros. El punto central quedaba en el sótano de la misma, Los vampiros conocían a la perfección lo que estaba debajo del edificio.
Se acercaba con pasos decididos cuando poco después, fue detenido por dos criaturas que lo agarraron del brazo derecho e izquierdo firmemente, uno de ellos parecía ser un vampiro joven, aún no estaba seguro, el otro era alguien conocido para Sehun. Vio la sonrisa en el rostro del otro.
"Este debe ser el mejor día hasta el momento. No puedo creer lo que estoy viendo...", Tiró de Sehun al ver que no opuso resistencia, el vampiro de ojos plateados oyó un silbido y entonces sintió que al menos cinco otros más, se acercaban rápidamente a ellos.
Fue arrastrado dentro del edificio donde el guardia de seguridad lo miró con cierta duda en la cara y sin embargo, asintió con la cabeza y abrió la puerta detrás de él. Sehun sabía que el guardia era uno de ellos, un vampiro. Los condujo a otra puerta luego de introducir un código de seguridad. Fue arrastrado a una larga escalera y en la planta alta, a un ascensor.
Todos excepto la guardia entraron al ascensor. Ojos plateados todavía sentía el apretón firme en su brazo y las miradas de los otros de su clase.
"No lo puedo creer. Realmente es él. ", Sehun oyó en susurros detrás suyo.
Les costó mucho tiempo mientras alcanzaron su destino. Abrió la puerta y Sehun fue empujado hacia delante, estaban en el sótano y a pesar de la oscuridad total, eran capaces de ver sin restricciones. Vio a los vampiros de pie o sentados en cada esquina, todas las conversaciones quedaron en silencio una vez llevaron sus miradas a Sehun.
Segundos después, algunos se levantaron y lo siguieron.
Vio que al abrir la puerta al final del sótano. Jongdae salió y se le acercó con pasos rápidos y una expresión ilegible en su cara. Cuando estaba frente a él, lo miró directamente a los ojos.
"¿Sehunnie?", preguntó como si no creyera que el vampiro de ojos plateados estaba parado delante de él.
Jongdae hizo un movimiento rápido con la cabeza y los otros soltaron sus brazos.
Jongdae no le quitaba los ojos de encima, visión penetrante e intensa. Sus ojos dorados notoriamente sorprendidos, con algo de placer y alivio acompañados.
"Te he buscado por tanto tiempo", dijo en voz baja. Levantó su mano a la mejilla de Sehun y le dio una suave caricia. Inmediatamente envió escalofríos arriba y abajo de la columna de Sehun, trató de controlarse y no se movió.
"Acaso no tienen nada que hacer, ¿Imbéciles?", Jongdae silbó, "¡Creo que todos tienen algo que cumplir en vez de estar mirando!"
Sehun sabía lo que esta “tarea” significaba: reclutamiento. Convertir a la gente en vampiros. Mordía su labio del inferior mirando a Jongdae y tratando de suprimir su cólera y descontento. En un solo parpadeo, todos fueron puestos en movimiento y comenzaron a moverse en direcciones diferentes.
“Ven conmigo”, Jongdae dijo y tomó la mano de Sehun. Lo llevó al cuarto del cual antes vino y notó cuán diferente era del sótano detrás de ellos. El cuarto era enorme y decorado, vio un escritorio, una silla, una mesa adicional y un sillón en una esquina. Otra puerta llevaba a un cuarto enorme, aparentemente el dormitorio de Jongdae, ya que vio una cama en ella.
El vampiro de ojos dorados sentó a Sehun en el sofá, delante de ellos había una chimenea con diseño moderno.
“Cuan innecesario”, Pensó, “pero a Jongdae le gusta”.
Sostuvo el brazo de Sehun todo el tiempo, tenía miedo que Sehun pudiera desaparecer en cualquier momento. Se sentó más cerca que hasta incluso sus piernas tocaron los lados del vampiro que deseaba tanto.
La proximidad era desagradable para Sehun, pero tuvo que fingir que no lo era.
Hubo un golpe en la puerta, alguien entró y puso dos copas con un líquido rojo en la mesa delante de ellos. Cuando se les dejó en paz otra vez, Jongdae tomó las copas otorgando una para Sehun y otra para él.
“¡En honor a la ocasión!, sangre humana,” dijo y se tomó de un trago el contenido entero del cristal.
Sehun contempló el fluido, la sangre para beber, era sangre de un forastero. Pensó en Kyungsoo.
“¡Bébela!”, El vampiro exclamó.
Sehun cerró sus ojos y tomó un sorbo del cristal, sintiéndose enfermo al instante. Puso la copa de nuevo en la mesa, esperando no recibir una queja por parte del otro.
“Volviste a mí, Sehunnie. Finalmente estás aquí.”
Sehun sintió a Jongdae más cerca y más cerca. Tocó su hermoso rostro obligándole a mirarle. Observó sus ojos dorados, la avaricia plasmada en ellos en el disfraz de un vampiro despiadado al que poco le importaba la muerte de los humanos.
Se inclinó hacia adelante tratando de besarlo pero Sehun, movió su cabeza instantáneamente, lejos de los labios de Jongdae.
El vampiro de ojos dorados lo miró obviamente decepcionado, sin ánimo de comentar sobre el asunto.
“Bien, parece que es fácil de entender cuán feliz soy de tenerte otra vez aquí.”
“Lo siento, no comprendí lo que perdí cuando te abandoné”. Sehun mintió. “Era joven y no vi cuál fue mi error”.
Jongdae asintió en satisfacción y acarició el pelo del otro vampiro.
“Te busqué por mucho tiempo. Hasta volví a China porque te echaba de menos. Sehunnie... te elegí y me perteneces solo a mí.”
Sehun asintió con la cabeza, “Lo sé, soy tuyo.”
Jongdae se inclinó y besó su frente, “Te eché tanto de menos.” Susurró sugerente.
Sehun tragó aire junto a su fuerza de voluntad para no liberarse del apretón. Tuvo que pensar en Kyungsoo para evitar las ganas de salir disparado por la puerta y volver nunca más.
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Tal como esperaba, Jongdae lo llevó a su dormitorio, “Dormirás aquí. Conmigo”.
Sehun asintió con la cabeza, pero en realidad le temía. Pensó en su plan, pensaba en cómo realizarlo.
Jongdae anduvo detrás de Sehun entrelazando sus brazos alrededor de su cintura abrazándolo. Sintió su cabeza en sus omóplatos. Recogió las manos de Jongdae con las suyas, apretándolas ligeramente. Jongdae le quitó la chaqueta, entonces le rodeó y quedó de pie delante de él.
“Todavía eres tan hermoso. Esa fue la razón por qué te elegí. Nunca vi a nadie que fuera tan precioso como tú y no pienso elegir a otro después de ti,” Se inclinó adelante, pero Sehun lo rechazó otra vez.
“Realmente estoy... Cansado”.
Jongdae asintió, decepcionado.
“Entonces toma un buen descanso ya que después de todo, tu y yo tenemos toda la eternidad delante nuestro.”
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Jongdae no permitió que su vampiro fuera a alguna parte. Los otros vampiros como él se fueron de caza, pero Sehun tuvo que quedarse en el subterráneo.
“Es demasiado peligroso”. Jongdae había explicado.
No sabía si tenía miedo de que algo pudiera pasarle o si era porque pudiera escapar, otra vez. Así que cuando vio guardias delante de su puerta, supo que era la última razón. Los guardias cambiaban de turno pero estaban allí, día y noche. Cuando trató de ir afuera, le hicieron quedar dentro, cerrando la puerta.
Empleó su tiempo en libros que Jongdae dejó en el cuarto para él. Sehun se alegró de que a los otros vampiros no les permitieran entrar al cuarto, porque vio sus miradas fijas desdeñosas, vio su desconfianza, avaricia y envidia. Al amanecer, Jongdae volvía de la caza y a menudo, con una boca untada por sangre y sed de la misma en sus ojos.
“Bebe esto”. Cada mañana, Le daba sangre humana fresca para beber. Sehun lo hizo con repugnancia.
“Pronto, podrás con nosotros, para que seas capaz de beber sangre más fresca”.
Estas palabras enviaron frialdad de arriba abajo en todo su ser. Vio cómo Jongdae se desnudó y se sentó en la cama.
“Ven a mí”.
Sehun obedeció sentándose en la cama, dejándole bastante distancia. El vampiro de ojos dorados acarició el pelo de Sehun, “Eres mío”. Salió el susurro que tanto aborrecía, zumbando en sus oídos.
Ambos se dejaron caer y Jongdae se tiró hacia él. Estaba agotado y de pronto, de durmió.
Sehun se mantuvo despierto un rato, tocando el collar y esperando que Kyungsoo estuviera bien.
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Sehun fue capaz de contar los días en los que Jongdae volvía de la caza. Contó cinco días. A veces, podría observar las reuniones donde Jongdae habló de su visión de un mundo vampírico perfecto. Entonces, oyó aplausos y aclamaciones de los devotos del vampiro principal.
Sehun sacudió su cabeza, tenía que hacer algo...
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Durante el sexto día, abrió la puerta y fue empujado al cuarto otra vez. Las ganas de ver a Kyungsoo lo estaban matando, qué ironía.
“¿No te puedes rendir, verdad?”, oyó a uno de los guardias. Sehun sostuvo el contacto visual con el vampiro, sonriendo abiertamente y se retiró.
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Al amanecer, Jongdae volvió agotado y lucía extraño. El vampiro de ojos plateados pudo notar que parecía algo más, a diferencia de los demás días. Entonces se acostó en la cama junto a su vampiro, acurrucándose. Sehun intentó mantenerse tan quieto como le fuera posible y no se movió. Jongdae besaba su cuello y abrazó su cintura, su mano se deslizó debajo de su camisa, pasando a su estómago y pecho.
"Te extrañé mucho.", Jongdae susurró contra su cuello. "Ahora estás aquí", continuó, "Estás aquí pero me siento solo". Se sentó, volteando a Sehun hacia él y sentándose en su regazo, agarró sus muñecas firmemente presionando mientras las dejaba sobre la cabeza de Sehun. Así, fue forzado a mirarle directamente a los ojos. Jongdae se fue acercando más y más, hasta quedar a pocos centímetros de su rostro. Su control aflojó y se movió hacia abajo a lo largo de los brazos de Sehun.
Sehun aprovechó ese momento y tomó los brazos del vampiro agarrándolo firmemente y empujándolo. Rodó al lado, cambiando la posición para que Jongdae estuviese debajo suyo ahora. Con sus propias piernas, mantuvo las piernas de Jongdae en su lugar, haciendo que le sea imposible el movimiento.
Sehun gruñó y gruñó al vampiro.
"Te gusta así, ¿Sehunnie?", Jongdae sonreía y parecía disfrutar de la situación.
"¡Te mataré!", Sehun silbaba a él.
Pero la sonrisa en la cara de Jongdae no flaqueó.
"¡Oh, ¿Y cómo pretendes hacer eso?"
"¡Te romperé la cabeza!"
Las manos de Sehun fueron alrededor del cuello de Jongdae y lo estranguló.
"¡Guardias!", gritó Jongdae tratando de alejarse pero el agarre estaba siendo muy apretado. Sehun se inclinó hacia adelante y le susurró al oído, "Grita tanto como quieras, no todos están de su lado."
El apretón llegó a ser más y más firme, Jongdae se defendió al principio pero luego, de repente, dejó de oponerse y sonrió.
Sehun estaba inseguro, ¿Qué pasa?
La puerta estaba abierta e inmediatamente, varios vampiros llenaron la sala y lo tomaron lejos de Jongdae quien llorando frotó su cuello. Trató de luchar con todas sus fuerzas, pero fue empujado al suelo y comenzando a ser pisoteado por todos ellos. Jongdae se sentó en la cama, mirando a su vampiro maltratado frente a él.
“Ese debería ser tu lugar, Sehunnie.”
Sehun aguantó los gritos de dolor pero cuando Jongdae dio una orden, fue retirado de los golpes y le hicieron quedar de rodillas, sujetándolo por sus hombros. Con esto, se obligó a mirar Jongdae que sacudió su cabeza en desilusión obvia.
“Eres tonto. ¿En serio creíste que no sabía que te quedabas aquí en Seúl? Mis guardianes te seguían todo el tiempo. Sabían que eras capaz de escapar, pero me reportaron sobre ello. Y conozco a los amigos subterráneos que quisieron ayudarte. Los podría usar aunque a lo mejor, los voy a castigar”.
Hizo una pausa corta para arrodillarse ante Sehun, “Quise darte una oportunidad. Porque realmente te amé, Sehunnie. Quise que volvieras a mí, esto por ellos te di algún tiempo. Y en efecto volviste pero sólo para traicionarme”. La voz de Jongdae era desdeñosa. “Quise crear un nuevo mundo junto a ti, un mundo de vampiros. Quise gobernar contigo a mi lado, pero tú...”
Sacudió su cabeza otra vez.
“¡Entonces mátame!”
“¿Matarte?”, la risa de Jongdae era profunda, “¿Por qué debería hacerlo? ¿No crees que primero debo castigarte por traicionarme?”
Tocó su rostro, “Nunca me amaste, ¿Verdad?”
Sehun no contestó, siendo lo bastante obvio para que Jongdae entendiera.
Jongdae se levantó, “Tráiganlo”.
En ese momento, tuvo un mal presagio. Trató de liberarse con todo su poder, pero no era capaz. La puerta se abrió y Kyungsoo fue empujado dentro. Sus manos estaban atadas y su cara llena de heridas y lágrimas. Cayó delante de Sehun, al suelo.
“¡Kyungsoo!”
Kyungsoo le miró, triste, pero aliviado.
“Sehunnie, ¿Estás bien? ¿Te hicieron daño?”
Tuvo que luchar contra sus lágrimas, “¿Me pregunta si soy bien?”, la primer lágrima rodó por su cara, “¿Qué hay de ti? Tu cara...”
“¿Qué le hiciste?”, gritó a Jongdae.
“¿Yo? Yo no le hice nada”. Se acercó, agarrando el pelo de Sehun y lo tiró. “Fuiste tú quien lo hizo.”
Sehun no podía controlar sus lágrimas, sabía que estaba en lo correcto.
Era su culpa.
“Sin embargo nunca luciste descuidado y estúpido. Este humano seguramente se volvió loco por ti.”
Jongdae dejó a Sehun y se acercó más a Kyungsoo.
“¡No lo toques!”
Jongdae rió disimuladamente, “¿Y Cómo vas a detenerme?”
Tocó el hermoso rostro de Kyungsoo con una suave caricia, entonces su mano vagó hasta su cuello y de repente lo apretó contra el piso, se posiciono de manera rápida sobre él hincando sus colmillos en el delicado cuello. Kyungsoo gritó y trató de apartar al vampiro, pero Jongdae era mucho más fuerte.
“¡Kyungsoo!!! ¡¡¡No!!!”, Sehun gritó y trató de liberarse sabiendo que era imposible, se obligó a mirar cómo Jongdae sorbió más y más sangre de Kyungsoo.
¡Sehunnie!”, la voz de Kyungsoo se hizo débil así como sus movimientos. Después de unos segundos, dejó de moverse por completo. El vampiro de ojos plateados se infundió en pánico, sollozando y agachando la cabeza, “Kyungsoo... Kyungsoo... Kyungsoo....”
Entonces el vampiro dejó a Kyungsoo. Sehun podía ver su cuerpo inmóvil en el suelo, rostro untado de sangre. Jongdae giró hacia Sehun, “No tenía que ser de esta manera Sehunnie. Pero es tu castigo, porque te amé incondicionalmente y tu sólo me rechazaste”. Con estas palabras, se levantó y abandonó la habitación. Sus guardianes lo seguían tras de él.
Inmediatamente, Sehun corrió hacia Kyungsoo quien respiraba irregularmente y con dificultad. Levantó su mano, pero no tenía fuerza para tocar la cara de Sehun y borrar sus lágrimas.
“Sehunnie...”
Sehun sostuvo su mano y sacudió su cabeza constantemente, “No, no, no. Esto no puede pasar. No, no, no...”
“Sehunnie...”, Susurró con voz apenas audible.
Sintió que el pulso de Kyungsoo se hizo más débil antes del siguiente minuto.
Su respiración era inestable, “Sehunnie… Te amo.”
“Y yo a ti, Kyungsoo. Siempre te he amado.” Kyungsoo sonrió.
Sehun mordió su propia muñeca, “Bebe”.
Presionó a la boca de Kyungsoo quien despacio comenzó a beber y él también, bebió la sangre de Kyungsoo untada en su cuello, las gotas restantes.
“¡Continúa bebiendo, por favor!”, gritó en pánico cuando su amado dejó de beber. Miró a Sehun y sonrió levemente cerrando sus ojos. Su cuerpo entero quedó inmóvil, entonces Kyungsoo dejó de respirar.
“¡No, no, no, no, no!!!”, Sacudió el cuerpo inmóvil. “¡No te puedes morir! ¡No me hagas esto! ¡Kyungsoo!!” Pero era en vano, el humano no se movía.
Sehun gritó y gritó poniendo su cabeza en el pecho de Kyungsoo. Su corazón no golpeaba más...
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Jongdae estaba furioso, corriendo de arriba abajo en el sótano, convocó a sus hombres.
“¡Vayan y conviertan a cada humano que vean! ¡Infundan terror a ellos! ¡Asústenlos y muérdanlos! ¡Beban tanta sangre como quieran!”
El ensordecimiento de aclamaciones se oyó entonces.
Un vampiro vino más cerca de Jongdae preguntando con una voz temblorosa, “¿Qué deberíamos hacer con los cautivos?”
Miró hacia atrás con una mirada fija, “Tómenlos a la superficie. ¡Que se mueran si llegan a ver el sol!”
El vampiro asintió con la cabeza, dobló y corrió hacia el cuarto donde los compañeros de Sehun yacían encerrados con llave. Unos vampiros lo siguieron, Y tan pronto como abrieron la puerta, los cautivos vinieron corriendo hacia ellos, tomándolos fuera de guardia. Jongdae notó los aullidos y gritos.
“¡Ayúdenlos!”, Gritó.
El pánico se reflejó en sus ojos dorados cuando vio que los cautivos dominaron a sus secuaces.
En ese momento, la puerta detrás quedó abierta y Sehun salió corriendo, con la boca untada en sangre y rabia salvaje. Se abalanzó contra Jongdae, arrastrándolo al suelo y ahogándolo. Jongdae aguantó con todo su poder y trató de gritar pero era en vano, ni un sonido salió de su garganta. No había nadie para ayudarlo porque todos fueron derrotados y otros vampiros, simplemente se negaron a luchar. Sehun siguió ahogándolo. Ésta vez no iba a perder. Su mente se llenó de las cosas vividas con Kyungsoo, desde que lo vio por primera vez hasta su última despedida. Todos los besos fueron significativos para él, los sentimientos por su humano eran más fuertes ahora. Los recuerdos plagaban su mente y sintió una fuerza increíble. Finalmente le dio un golpe contundente a su cabeza y Jongdae fue derrotado, el golpe resultó sonoro en todo el ambiente
Completamente agotado, Sehun cayó al suelo, había ganado. Pensó en Kyungsoo y el amor que sentían ambos y ganó. Momentos después vio a sus compañeros correr a él.
“Sehun, tus ojos...”
Los ojos plateados de Sehun se convirtieron en dorados.
“¡Entonces tenemos nuevo líder!”, gritó alguien.
“No sólo uno, sino dos”. Dijo agotado pero con una sonrisa en sus labios. Sintió una mano familiar en su hombro y miró a Kyungsoo.
“¡Él también tiene ojos dorados!”
Sehun asintió con la cabeza, “Es a él a quien elegí. Mi compañero por la eternidad.”
Se levantó y apretó la mano de Kyungsoo quien sonrió y lo abrazó. Ambos se miraron por un instante, los demás podían percibir algo entre ellos dos, algo palpable y lleno de amor.
“Te amo, Sehunnie”. Susurró en su oído.
“Yo a ti, Kyungsoo.”
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Poco después se acostumbraron a su nuevo papel como líderes. La noticia se extendió en cada rincón del mundo vampírico. Ambos prohibieron la bebida de sangre humana así como el daño físico. Se concentraron en la caza de animales y en beber su sangre como principal fuente de alimento.
Los antiguos secuaces de Jongdae ofrecieron total sumisión a los nuevos jefes y a sus reglas, algunos otros escaparon al extranjero.
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Cuando Kyungsoo le contó a sus amigos, Lay y Luhan estallaron en lágrimas.
Jongin, Baekhyun y Kris quedaron completamente impresionados.
“Bien, al menos... Estas uh.... ¿vivo?”, Jongin tartamudeó. También tenía lágrimas en sus ojos y trató de controlar sus sentimientos y ganas de golpearlo por ser osado.
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De alguna manera, tuvieron que acostumbrarse a la nueva existencia de Kyungsoo como vampiro aunque básicamente, no eran cambios grandes. Todavía trabajaba en la cafetería (luego de haber comprando lentes de contacto para no levantar sospechas o asustar a los clientes) Kris entendió sin mostrarle mucho interés y accedió a darle el turno noche. Se le pasó por la mente un incremento de salario pero 5 segundos después, abortó la idea.
Visitaron cada una de las actuaciones de Jongin. Le llevaron flores luego de cada presentación. Tal como esperaba, Jongin fue capaz de subir a grandes escenarios alrededor del mundo. La despedida fue triste pero estaba orgulloso de verlo triunfar a cada lugar que iba. Todo por su talento y arduo trabajo.
Asistieron a la boda de Kris que se programó para la tarde. Kyungsoo no esperó que la novia fuera una pequeña y bella mujer que apenas llegaba al pecho de Kris.
Kyungsoo también visitó a Luhan por la noche. Lo último que quería era perder su amistad. Después de algún tiempo, Luhan le contó sobre un nuevo empleado en la tienda y al primer contacto visual, le robó el corazón. Kyungsoo estaba encantado con la noticia y animó a su amigo a dar el primer paso. Deseaba que Luhan pudiese ser feliz porque lo merecía.
Lay pidió perdón y Kyungsoo sacudió la cabeza, “No te preocupes, Sehun me contó cómo fue.” Lay se sintió aliviado y se abrazaron. Nunca dejarían de ser amigos. Se alegró que siguieran trabajando en el turno noche, juntos. Siempre platicaban compartiendo sus secretos, como los buenos amigos que eran.
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Fue entonces que una noche después del trabajo, llegaron a casa y Sehun quitó el abrigo de Kyungsoo, sus mejillas estaban sonrosadas y lo besó. Había pasado bastante tiempo desde que lo besó incrementando la intensidad del momento.
“Sehun…”
Kyungsoo tenía que detenerlo o no iba a poder parar. Tuvo que separarlo un poco para pensar coherentemente.
Pero Sehun no quería pensar coherentemente. Ahora no. Aterrizó sus labios contra el cuello de Kyungsoo e hizo que suspire bajo sus toques. Lo miró por un momento para saber si tenía su permiso y continuar.
La respuesta en sus ojos fue un sí.
Ambos se arrancaron la ropa y una desesperada necesidad comenzó a correr entre los dos vampiros. Sehun tenía a Kyungsoo inmovilizado contra la pared, con las manos tratando de tirar de su camisa mientras seguía el rastro de piel, dejando partes rojas que florecían en su piel.
Kyungsoo estaba mirando fijamente con ojos entrecerrados, sus labios en forma de corazón se separaron emitiendo pequeños gemidos, entrecortados y Sehun logró tirar de su camisa y agarró las muñecas de Kyungsoo entre sus manos, fijándolas a la pared por encima de la cabeza del otro e inclinándose hacia adelante para presionar sus besos con la boca abierta a lo largo de su cuello, mordiendo y chupando con afán de perforarle la piel con sus colmillos y conteniéndose sobre la piel de sus clavículas; deleitándose con el gemido complaciente emitido por Kyungsoo.
"Sehun, por favor." gimió Kyungsoo, con las manos aún inmovilizadas.
"Quiero hacerte mío." Respondió entre besos y gemidos.
"Quiero que lo hagas." dijo y Sehun sintió como su miembro se tensaba contra sus pantalones. "Ha pasado tanto tiempo Sehun, por favor."
Y el vampiro más alto se lo concedió, cambiando de posiciones y mirando hacia Kyungsoo cómo caía de rodillas con una ternura frenética, suspirando mientras finalmente tiraba los pantalones, lo suficiente como para liberar su dolorida miembro. Le encantaba la forma en que Kyungsoo estaba actuando, tierno al inicio y luego dejando salir todo lo que reprimió en este tiempo. Tímidamente abrió el zipper de Sehun y lo miró, como pidiendo permiso a tocarlo. Sehun asintió y los ojos de Kyungsoo palpitaron, así como el miembro frente a él. Lo tomó entre sus manos y empezó a masajear. Sehun gimió sonoramente.
Era la primera vez.
Kyungsoo lo tomó bien, poniendo la cantidad justa en succión, chupó la cabeza presionando la lengua contra la parte inferior más sensible, otro gemido sonaba alrededor de su miembro mientras Sehun agarraba un puñado de sus cabellos y mantenía la cabeza inmóvil, alabando a Kyungsoo silenciosamente mientras lo tomaba con cuidado y decisión.
Kyungsoo gimió cuando Sehun lo apartó, sus ojos se oscurecieron cuando lo miró, parecía tan hermoso así, con ojos vidriosos llenos de deseo y los labios rojos ensangrentados y lisos humedecidos con saliva.
Así que, cuando retiró suavemente los pantalones vaqueros de Kyungsoo, éste último se estremeció porque sabía lo que vendría. El vampiro más alto lo echó en la cama y subió encima de él, mirándolo fijamente.
"Te amo tanto, Kyungsoo."
“Yo mucho más, Sehun…” El más bajo estaba perdido.
"Mi pequeño y hermoso Kyungsoo" Murmuró mientras corría sus dedos y arrastraba su mano en su cuerpo, siguiendo la curva de su espalda antes de volver a besar su cuello; "Siempre te veías tan hermoso saliendo de la cafetería. Has sido creado para mí."
Kyungsoo estaba demasiado ido como para formar palabras así que solo gemía. Sintió los dedos de Sehun acariciar su entrada y lo dilató lentamente. No tenía experiencia en esto pero después de haber pasado tanto tiempo junto a él sin llegar a tocarlo más allá de besos y toques, su cuerpo reaccionó instantáneamente. Después de estimularlo un buen rato y besar sus labios y cuello, sus dedos desaparecieron y Kyungsoo no se quejó por el repentino vacío porque sabía lo que vendría después. Finalmente sintió la cabeza del pene de Sehun empujando en él. No fue hasta que Kyungsoo soltó el aliento que había estado conteniendo.
“¿Te duele?” Preguntó el vampiro más alto, preocupado de hacerle daño.
“No, sólo dame un minuto.” Kyungsoo cerró los ojos, ansioso.
Tuvo que esperar dolorosamente hasta que Kyungsoo le indicó que continúe mientras se acostumbraba su tamaño y pudiese establecer un ritmo constante. Cuando llegó a lo más profundo, ambos soltaron un gemido sonoro al mismo tiempo. En este punto. Sehun ya no se podía detener, empezó a empujar su miembro más y más rápido.
"Sehun, por favor." Kyungsoo se maravilló con lo placentero del acto. Sehun no paró por sentir la increíble sensación.
"Mi bebé bonito, córrete para mí." Las alabanzas de Sehun salían con voz jadeante mientras apretaba más fuerte las caderas del vampiro más bajo. Los movimientos salieron de control.
Y Kyungsoo dejó que ese elogió lo llevase a lo más alto, su vista se nubló y dejó que el calor se propagase a través de su pecho. Segundos después, Sehun llego dentro de él y se abrazaron fuertemente, susurrando palabras de amor antes de caer rendidos.
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Ambos vivieron felices en el departamento de Kyungsoo y cambiaron la decoración entre otras cosas. Por lo demás, siempre quedó el aire familiar de cariño entre ellos. Pasaban la mayor parte del tiempo, juntos. Entre besos y caricias, o toques que indicaban algo más.
Y cada vez antes de dormir o antes de levantarse, Sehun inclinaba sus labios al lóbulo de Kyungsoo, susurrando un, “Te amo.”
Kyungsoo envolvía sus brazos alrededor del cuello de Sehun, tirándolo en un abrazo, respondiendo “Te amo más.” Con un beso.
FIN.
