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Panic! At The Disco - I Write Sins not Tragedies 17 - Cuesta abajo
Las continuas fantasías de Tao, estaban empezando a tomar gran parte de su cordura.
La frustración sexual no es algo con lo que uno deba lidiar regularmente, pero en el caso de Tao, esa era la cosa que más le daba dolor en el trasero, o más específico, en el pene. No es que él fuera un bastardo calenturiento o algo por el estilo, de hecho, era probable que Tao fuera el único en toda la escuela que se aterrorizara cada vez que sus pantalones se ponían más apretados de lo usual.
A pesar de su extraño aspecto, Tao era blando de corazón, cosas como erecciones o el tener pensamientos que lo sacaran de la realidad no eran algo que él pudiera manejar.
No era su culpa, nada de eso era su culpa.
Al menos, eso es lo que todos le habían dicho, pero en su opinión, absolutamente y sin ninguna duda, él tenía la culpa. A veces se preguntaba por qué había sido tan estúpido y aceptó la invitación a la fiesta de Yifan en primer lugar. ¿De verdad había pensado que el co-capitan del equipo de basquetbol no iba a tener alcohol en la fiesta solo porque nadie cumplía con la mayoría de edad?
Debió saber que estaba cayendo en una trampa, incluso Kyungsoo, quien entonces era normal, se había opuesto a la idea de que Tao asistiera. En aquél entonces no confiaba en Yifan, era un completo contraste a su relación actual.
Pero Tao, el pequeño y lindo Tao, simplemente no pudo resistirse.
Por favor, era Yifan. El ágil, imponente y cara de ángel Yifan. Era un dios que caminaba sobre la Tierra y Tao estaba muy determinado a descubrir si era o no un dios del sexo. Y lo hizo, solo no se había imaginado el camino para llegar a eso, o el resultado que obtendría.
Un trago se duplicó en dos, dos se triplicaron en seis, seis se cuadruplicaron a veinticuatro y así consecutivamente. Y antes de que alguien más supiera que estaba pasando, Huang Zitao estaba ebrio hasta el cuello. Su estado de ebriedad de algún modo lo llevó a encontrarse de espaldas contra el colchón de una cama que no era la suya y de hecho no estaba preparado para enterarse a quien pertenecía.
A Tao casi le da un ataque cuando Yifan apareció de la nada encima de él, sus ojos estaban dilatados y apestaba a alcohol, era claro que el mayor estaba más ebrio que él y que no tenía ni idea de lo que estaba haciendo. Tao se había recuperado solo para la experiencia y estaba feliz por eso, porque era algo que quería recordar por siempre y no olvidarlo por una resaca.
Pero también estaba muy molesto consigo mismo al recordarlo, dolía el solo pensar sobre esa noche. Yifan lo había cogido sin misericordia, lo que había sido extasiante para él, pero para Yifan, no había sido nada.
Existía un pacto que se hacía en cada cama y Tao había creído en ella por mucho tiempo, pero le tomó un tiempo darse cuenta que el pacto que Yifan le había hecho era el mismo que un semental le hace a una yegua. Sin importancia y sin valor, Tao solo había sido otro acostón para Yifan, algo que no era del todo anormal para el mayor. Coger gente y pasar de una a otra eran tan normal para Yifan como el respirar.
Y lo que más le dolía a Tao era el hecho de que Yifan no pudiera recordar haberse metido con él, la memoria se había esfumado más rápido que lo que tarda en vaciarse una lata de cerveza. Tao estaba forzado a vivir en un tumulto de frustración sexual y emocional, por su parte, con los recuerdos de Yifan deslizándose de adentro hacia afuera de él, y por otro lado por el resto del maldito mundo.
Huang Zitao, a pesar de verse tranquilo, era un puto desastre en su interior.
Es por eso que estaba extremamente preocupado por Kyungsoo, el peso que llevaba encima después de esos momentos con Yifan lo estaban destruyendo y no quería lo mismo para el presidente.
Kyungsoo era mucho más frágil y Jongin era mucho más fuerte, si Tao estuviera en el lugar de Kyungsoo, seguro no hubiera sucumbido ante las insinuaciones y demandas de Jongin. El no creía en las patrañas de nadie, al menos la mayoría del tiempo. Kyungsoo se había ido saltando tras los ejemplos de Jongin, como la pequeña Caperucita roja que se desplazó por el bosque hacia la casa de su abuelita. Justo como ella, Kyungsoo estaba yendo por el camino peligroso.
Sin embargo, Tao no diría que Jongin era el Gran lobo malo o algo así, pero sí que estaba haciendo un buen trabajo arrastrando a Kyungsoo con él a lo más profundo de la desesperación. El camino al infierno, el camino a Tártaro, profundo en el centro de todo estaba la definición de lo que era estar jodido.
Tao estuvo más que feliz al ver que Kyungsoo apareció en la escuela al día siguiente de que faltara y estaba más contento de que el presidente estuviera vestido como un presidente. Había parecido una eternidad desde que Kyungsoo vistió por última vez pantalones normales, su camisa estaba pulcra y su corbata atada al cuello. Tao casi empieza a llorar por la transformación.
Se dirigió hacia él con torpeza antes de que la campana de la primera clase sonara, tomó asiento a su lado y fue entonces cuando notó lo desanimado que lucía el mayor. Pero pareció animarse cuando Jongin entró al salón justo después de que sonara la campana, no parecía apenado por llegar tarde mientras caminaba despacio hacia su escritorio detrás de Kyungsoo, pasando sus dedos por el cuello del mayor por un segundo.
Tao se mordió el labio, Yifan había hecho eso, había arrastrado sus delgados dedos por su cuello, trazando sus venas y su yugular. El solo pensar en las caricias de Yifan le mandó corrientes eléctricas por espalda.
Agh, estaba empezando de nuevo. En poco tiempo, bajó la mirada y vio al Sr. Feliz haciendo su danza de brincos y contracciones, el vicepresidente bajó su cabeza hacia el escritorio gruñendo. Kyungsoo lo picó en la espalda cuando el Sr. Wang comenzó la lección. Como todos sabían, el maestro era demasiado estricto, si hubiera visto a Tao en esa posición, solo hubiera encendido una ráfaga de enojo en el hombre de mediana edad.
Tao levantó su cabeza antes de reclinarse en su silla. “Gracias.”
“Ni lo digas.” La sonrisa de Kyungsoo vino y fue rápido. “¿Aun estás enfermo? Te ves pálido.”
Tao se tocó la mejilla, como si pudiera sentir su complexión. “No me siento enfermo, solo… cansado, supongo.”
Kyungsoo levantó una ceja con astucia y se inclinó hacia Tao. “¿Estás pensando en alguien?”
“N-no.”
“Deja de actuar,” interrumpió Jongin, citando la frase favorita de Tao. “Necesita conseguir pantalones que no sean tan reveladores.”
Tao se cubrió el rostro y cruzó sus piernas.
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Kyungsoo, por más que tratara de convencerse de que estaba haciendo lo correcto, no podía sentirse cómodo con esa ropa.
Sentía que su corbata lo estaba ahorcando, sus pantalones estaban cerca de caerse y usar su camisa fajada lo hacía sentir como algún engreído quisquilloso. En el paso de dos semanas, Kyungsoo se encontró completamente cambiado, por dentro y por fuera. Y en ese momento se dio cuenta de los problemas que le causaría.
Se giró para mirar a Jongin, el menor estaba pasando su primera clase garabateando en su libreta en vez de tomar notas. El mayor hizo su silla un poco hacia atrás, acercándola al escritorio de Jongin.
“¿Qué estás dibujando?”
Jongin se encogió de hombros, con los ojos en el papel. “Lo que sea que se me pase por la mente.”
“Bueno, ¿en qué piensas?”
“En ti mamándomela.” Hubo una pausa y Jongin levantó su mirada para ver a su novio. “¿Qué? ¿No me vas a llamar sucio?”
“No,” respondió. “Suena a una muy buena idea.”
“Dios, cerebrito.” Se desplomó hacia atrás en su asiento con los ojos bien abiertos.
Kyungsoo solo respondió encogiéndose de hombros y se volvió a su escritorio.
El resto de la clase, pudo sentir los ojos de Jongin clavándosele, una o dos veces escucharon a Jongin maldecir o dejar salir un gruñido desde atrás.
Eso puso nervioso a Tao, haciendo que echara un vistazo para asegurarse de que Jongin no se estuviera masturbando justo en medio de la clase. Temblando, el vicepresidente trató de ignorar al idiota sentado a su lado y al imbécil sexualmente frustrado justo detrás de él.
Cuando se terminó la clase, Kyungsoo aún no se terminaba de levantar cuando sintió unos brazos envolviendo su cintura y la respiración de Jongin golpeó contra su cuello, sonando acelerado con claridad.
“Apúrate y guarda tus cosas.”
“¿Por qué debería?” preguntó. “Hay mucho tiempo antes de la siguiente clase.”
Las manos de Jongin se deslizaron a sus caderas y sus uñas se enterraron en el pantalón. “A menos que quieras darle un espectáculo al Sr. Wang que valga la expulsión, te sugiero que aprietes el paso.”
Kyungsoo se mordió el labio, tomó todas sus cosas y las metió a la mochila sin molestarse en acomodarlas y segundos después cerró el zíper.
El Sr. Wang levantó su rostro de los papeles que estaba ordenando para ver como Jongin arrastraba a Kyungsoo fuera del salón. Levantó amabas cejas, preguntándose si debería o no reportar eso como ataque sexual. Pero Kyungsoo no se estaba quejando, así que era obvio que no había necesidad de eso. De hecho, a mitad de su recorrido por el pasillo, cambiaron lugares y ahora Kyungsoo guiaba a Jongin a través de la multitud de alumnos que iban a sus otras clases.
Arrastró a Jongin en dirección al consejo estudiantil. Jamás estaba ocupado durante clases y a juzgar por la urgencia que sentían ambos, eso era una gran ventaja. Kyungsoo la abrió la puerta con su llave y quiso alcanzar el interruptor cuando Jongin tomó su muñeca antes de que lo lograra. El menor cerró la puerta y puso el candado automático.
“Joder, Soo.” Guió a Kyungsoo hacia la mesa. “No puedo controlarme contigo.”
Kyungsoo sintió que sus muslos golpearon la orilla de la mesa, Jongin, gruñendo, lo levantó sobre ella y sus manos fueron directas a su corbata.
“No te importa si la quito, ¿verdad?”
“No, esa mierda me ha estado molestando todo el día.”
Jongin hizo una bola con la corbata y la metió en la boca de Kyungsoo. “¿Qué? Estamos en el maldito consejo, no querrás que alguien se entere de lo que estamos haciendo.”
Kyungsoo puso los ojos en blanco y escupió la corbata, el menor se inclinó para besarle el cuello y soltó una risita, mientras se ponía cómodo.
“Tienes bonitos tallos.”
“Supongo que te refieres a mis ¿piernas?” Adivinó Kyungsoo envolviendo con ellas el torso de Jongin.
“Suposición correcta.” Las manos de Jongin encontraron su camino debajo de la camisa. “Te he dicho que eres hermoso, ¿verdad?”
Kyungsoo se aclaró la garganta. “Eso… Eso creo.”
“Lo digo en serio, de verdad.”
Jongin presionó sus labios sobre los de Kyungsoo con ansias y sus ojos de inmediato se cerraron. Kyungsoo entrelazó sus dedos con su cabello para intensificar el beso y los dos ignoraron el sonido de la campana, demasiado inmersos en el sello de sus labios.
Su beso fue largo y dulce, aunque para Kyungsoo, pareció ser un poco muy largo. Era la primera vez que Jongin no intentaba nada realmente serio, lo usual era que para entonces ambos estuvieran desnudos por completo. Esta vez Jongin se lo estaba tomando muy despacio, sus manos subieron por la piel de su novio a paso de tortuga y una parte de Kyungsoo encontraba lindo como de pronto estaba respetando el ritmo del momento, pero la otra parte quería gritarle que se apurara.
Ambos estaban sin aliento para cuando Jongin por fin decidió quitarle la camisa a Kyungsoo y este gruño con frustración, pasando sus manos a las ropas del menor. Pero cuando alcanzó los botones, Jongin retiró sus manos y Kyungsoo lo miró con una expresión de confusión.
“¿Qué pasa?” preguntó.
“Nada.” Dijo Jongin. “Aun no me desnudes.”
“¡¿Por qué mierda no?!”
“Vocabulario, cerebrito.” Su tono era serio. “Vocabulario y paciencia. La paciencia es algo bueno.”
“¡Jongin, no tengo tiempo para esto!” se sentó y retiró a Jongin de un empujón. “Si no vamos a hacerlo ahora, no lo haremos después. Tenemos que ir a clases.”
Jongin le sostuvo la camisa. “Lo siento.”
“Como sea.”
El mayor se abotonó la camisa y tomó su mochila antes que Jongin, la pasó por sus hombros y lo miró, al parecer impresionado, antes de abrir la puerta y salir. Jongin se recargó en la entrada y vio a Kyungsoo alejarse por el pasillo, su trasero violable se meneaba de lado a lado, para descontento de Jongin, Kyungsoo no se había fajado la camisa y esa cubría la mitad de la hermosa vista.
Frunciendo el ceño, Jongin salió del consejo, lo cerró y caminó hacia el lado contrario en dirección a su clase de Biología.
Todo se estaba poniendo raro, Kyungsoo nunca había estado tan dispuesto a acelerar las cosas, siempre había sido Jongin el que los desnudaba a ambos, era el que no podía esperar, quien no podía mantener sus pantalones puestos. Y ahora, cuando el menor por fin decidió de alguna manera respetar los límites de Kyungsoo, el mayor se había forzado a sí mismo. Jongin pensó que le gustaría ir despacio, pero eso no pareció ser el caso.
Amigo, Jongin estaba confundido.
Giró la perilla de la puerta despacio y la abrió lo suficiente para colarse, el Sr. Foley, su maestro de Biología quien era de E.U., se giró desde el pizarrón para verlo.
“Jongin, por fin decidiste iluminarnos con tu presencia.”
La clase se burló y Jongin agachó su cabeza un poco, con las manos metidas en los bolsillos. Su mochila de pronto se sintió muy pesada sobre sus hombros y sus rodillas perdieron la mayoría de su fuerza.
No sabía por qué se sentía tan nervioso y también, honesto a Dios, no tenía ni puta idea de que lo llevó a hacer una reverencia al maestro. Eso era algo que se había jurado no hacer, sin importar lo irrespetuoso que fuera.
“Lo siento, no pasara de nuevo.”
El Sr. Foley pareció pasmado por la disculpa, Jongin había estado llegando tarde todos los días desde hace dos semanas, escuchar que dijera “lo siento” salió por completo de la nada. Toda la clase también se había quedado en silencio y vieron como caminó hacia la parte trasera del salón con lentitud, su mirada pegada al suelo.
Cuando llegó a su lugar junto a Sehun, estaba muy feliz de hacerlo. El tesorero lo vio con escepticismo, como si esperara que Jongin brincara sobre el escritorio y gritara, “¡Aja! ¡Cayeron, perdedores!”
Pero en vez de eso, Jongin sacó su libro de Biología y saco su libreta para tomar notas, le tomó unos segundos encontrar una hoja que no tuviera garabatos o un lápiz al que no le hubiera sacado el borrador. Toda la clase lo observaba asombrados, incluyendo al Sr. Foley. Y entonces bufó.
“¿Qué? ¿Vamos a observar a Kim Jongin y esperar que se desnude? ¿O hoy vamos a aprender Biología?”
El Sr. Foley de inmediato regresó al pizarrón y los chicos se giraron en sus asientos, pero Sehun aun lo observaba, con el rostro sin expresión.
Jongin lo miró. “¿Qué me ves, Albino?”
Sehun ni se movió. “¿No tengo permitido mirar a donde yo quiera?”
Jongin sujetó su barbilla y forzó a Sehun a voltear hacia el pizarrón. “Deberías estar viendo allá, no a mí. Tu chico flor Luhan no estaría muy feliz si le dijera que me estabas devorando con esos de lentejuela tuyos.”
Sehun se sacudió. “Eso sería un poco drástico.” Hizo una pausa. “Solo quería que supieras que estoy orgulloso de ti, Kim Jongin. Te disculpaste con un maestro, quizás no seas el gran drogadicto e imbécil que pensé.”
Jongin golpeteó su lápiz sobre el escritorio con un rostro de gratitud. “Gracias, estoy feliz de escuchar eso venir de un cínico como tú. De verdad, te lo agradezco.”
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Kyungsoo estaba recargado afuera en la entrada de la escuela después de que las clases terminaran.
Todo el día consistió en nada, más que estar enojado, estaba tan encabronado con Jongin y ni siquiera sabía por qué.
Si era porque Jongin no había continuado y no lo cogió justo en la mesa del consejo, Kyungsoo se proclamaría así mismo como una puta. Seguro eso haría feliz a Baekhyun. Pero mentir y decir que esa no era una de las razones era estúpido, Kyungsoo había desarrollado una clase de fetiche por el sexo rápido y duro, influenciado con generosidad por Jongin.
Después, otra parte de él aún seguía enojada con Chanyeol, pensó que ya lo había perdonado en el hospital, pero aun había algo, ¿quizás eran los celos? Porque Kyungsoo aun sentía celos, no quería a Chanyeol como novio, pero era seguro que no quería que saliera con nadie más, Kyungsoo se sentía como el perro del hortelano en la fábula de Esopo, no podía comerse la paja, así que la guardaba para que nadie más pudiera comerla.
Con un suspiro, esperó a que Jongin saliera. Los estudiantes pasaban frente a él, lanzándole una o dos miradas, por otro lado, nadie lo notó mientras esperaba. A Kyungsoo le gustaba eso, aun no se acostumbraba a disfrutar de ser el centro de atención.
Las clases ya habían terminado desde hace diez minutos cuando empezó a llover y mordiendo su labio con furia, Kyungsoo regresó dentro de la escuela.
Sus pies sonaron húmedos en el tapete mientras caminaba hacia la oficina para ver a Yixing, el joven estaba sentado en el escritorio de su madre como siempre y Joonmyun sentado en una silla recargada en la pared en seguida a él.
Kyungsoo sintió que se le salía una sonrisita, pero se contuvo y se acercó a su amigo detrás del escritorio, le dio un golpecito y Yixing levantó su cabeza.
“¡Soo! ¿En qué puedo ayudarte?”
“¿Has visto a Jongin?” preguntó. “Se supone que nos veríamos afuera.”
Yixing negó con la cabeza. “No, lo siento. ¿Joonmyun?”
El monitor del pasillo se inclinó hacia ellos. “¿No hay practica de basquetbol hoy? Él está en el equipo, ¿no? Ahí está tu respuesta.”
Kyungsoo apretó la correa de su mochila un poco. “Gracias.”
Joonmyun asintió. “No hay problema.”
Kyungsoo se despidió de Yixing y se dirigió al gimnasio, era raro que Jongin fuera a la práctica de basquetbol ¿Qué carajos era esto? Y jamás lo había dejado plantado en la entrada, verse en la entrada era lo que normalmente hacían.
No se escuchaban los tenis chirriando, al acercarse al gimnasio, abrió la puerta y se asomó. Sin contar algunas mochilas tiradas en el piso, no había nada ni nadie. Caminó a través del gimnasio hacia los vestidores, abrió la puerta y al parecer tampoco había nadie dentro, mordiendo de nuevo su labio, Kyungsoo regresó y fue a la puerta más alejada del gimnasio que dirigía al campo.
En efecto, todo el equipo de basquetbol estaba corriendo alrededor de la pista bajo la lluvia, el entrenador estaba parado sobre las gradas, insultando a cada chico que se atreviera a disminuir la velocidad. Kyungsoo buscó a Jongin entre el montón de chicos y se lamió los labios inconscientemente, al encontrar a algunos de los otros jugadores extremadamente atractivos.
No le tomó mucho encontrar a Jongin, estaba casi al frente de todos los demás, sus piernas parecían estar en automático mientras corría la larga pista. Yifan, con sus largas piernas, le seguía en segundo lugar con Chanyeol pisándole los talones. Kyungsoo notó que Baekhyun no estaba por ningún lado, no estaba esa voz chillona animando a Chanyeol, pero aun así el mayor no parecía del todo desanimado.
En vez de eso, algo empezó a impulsar a Chanyeol, la quijada de Kyungsoo casi se cae al ver como rebasaba a Yifan acercándose a Jongin, el menor volteó la mirada y de inmediato aceleró el paso.
Era ridículo, empezaron a competir entre sí. Cada vez que Chanyeol lo alcanzaba, el menor lo empujaba o aceleraba el paso y Kyungsoo comenzó a reírse cuando ambos chicos empezaron a manotearse uno al otro. Jamás había visto una competencia de esa magnitud, Jongin y Chanyeol siguieron corriendo aun cuando el entrenador les dijo que pararan. El resto del equipo fue forzado a tomar lugar a un lado y animarlos.
Kyungsoo subió a lo más alto de las gradas de afuera, pero Jongin no lo vio, estaba muy concentrado enseñándole a Chanyeol; quién era el jefe.
Yifan se acercó a las gradas, jadeando. “Entonces, Sr. Do ¿Se une a la fiesta?”
Kyungsoo muy apenas pudo verlo a través de la lluvia. “Sí, supongo.”
“¡PARK CHANYEOL Y KIM JONGIN!” gritó el entrenador. “¡TRAIGAN SUS TRASEROS AQUÍ!”
Kyungsoo brincó para pararse a un lado de Yifan, usando al alto como una clase de techo contra la lluvia. Ambos vieron como las piernas de Jongin lo llevaron a la gloria, llegando solo segundos antes que Chanyeol.
Jongin le tendió la mano al gigante una vez se les unió al grupo. “Buena carrera.”
Pero Chanyeol solo pasó por delante de él dirigiéndose al gimnasio, golpeando sus hombros a propósito y Kyungsoo frunció el ceño ante el gesto tan rudo.
Kyungsoo se puso al asecho de regreso al gimnasio, asegurándose de mantenerse fuera de la vista de Jongin. No sabía qué demonios estaba a punto de hacer, pero sus piernas parecían tan fuertes como las de su novio cuando entró a los vestidores.
Entonces encontró a Chanyeol al fondo preparándose para vestirse con su atuendo normal, apretando la correa de su mochila, Kyungsoo se le acercó despacio. Pero El alto lo vio incluso antes de que lo alcanzara, soltando un jadeo, el gigante dio un brinco hacia atrás presionándose contra la pared. A Kyungsoo no le importó la reacción, aunque tampoco la entendió.
Chanyeol lo observó con los ojos bien abiertos, como si tuviera miedo de que le hiciera algo. Kyungsoo solo se sentó en la banca que estaba al centro entre las hileras de casilleros.
“¿Rompiste con Baekhyun? ¿Dónde está? Hoy no estaba en clase.”
Chanyeol se apartó de la pared y abrió su casillero con manos temblorosas. “Eso n-no te incumbe.”
“Pensé que éramos amigos de nuevo,” dijo, con suavidad. “Si los somos, entonces si me incumbe.”
Chanyeol agachó la cabeza. “No lo llamaría una ruptura, solo estamos teniendo problemas. Eso es todo.”
Chanyeol sonó como si quisiera convencerse a sí mismo más que tratar de explicarle a Kyungsoo y este apretó sus labios cuando Chanyeol apretó sus puños.
“¿Estás bien?”
“Sí,” respiró. “Estoy bien, ¿y tú?”
Kyungsoo desvió la mirada cuando Chanyeol se quitó la playera. “Mejor.”
El gigante doblo la pieza de ropa con lentitud y esmero. “Eso es bueno.”
El tono en su voz era tan solemne y pronto, Kyungsoo sintió como la culpa subía por su espalda. Regresó la mirada a él, viendo cómo los músculos del mayor se flexionaban mientras se estiraba para tomar su camisa de la banca, justo al lado de Kyungsoo.
El momento incomodo hizo que todo luciera tenso, los ojos de Kyungsoo nunca se apartaron de los de Chanyeol mientras este se estiraba y el gigante, en respuesta, tampoco apartó los suyos.
Después todo pasó muy rápido, Kyungsoo estaba de espaldas contra la banca, la cual era muy estrecha y los bordes se le clavaban en los omoplatos con dolor. Y el hecho de que Chanyeol estuviera sobre él, montando sus caderas y añadiendo más peso, no estaba ayudando. Kyungsoo se quejó por el dolor, gruñendo de nuevo cuando la obvia erección de Chanyeol rozó contra sus partes bajas.
“Kyungsoo…”
Estaba desesperado, Kyungsoo buscaba alivio y Chanyeol esperaba que la causa de su depresión se convirtiera en su cura.
Kyungsoo tomó a Chanyeol por detrás del cuello y lo atrajo hacia él, sus labios se encontraron por segunda vez en los vestidores, y esta vez, fue un beso correspondido. La lengua de Chanyeol invadió la cálida caverna de Kyungsoo, el musculo caliente moviéndose alrededor para saborear por lo que ansiaba desde hace tiempo. Y Kyungsoo gimió con suavidad en su boca.
Chanyeol movió sus caderas de atrás hacia adelante durante el beso, absorbiendo los sonidos que hacía Kyungsoo mientras sus entrepiernas de frotaban una con la otra. La fricción estaba volviendo loco a Kyungsoo y empezó a sacudir sus caderas.
Enredó sus dedos en los rizos de Chanyeol, sintiendo lo suaves que eran. ¿Siempre se habían sentido como seda? La verdad eso no le importaba por el momento. Ambos sabían en un noventa y nueve por ciento que lo que hacían estaba mal, pero no querían detenerse.
Y no lo hicieron, no hasta que un conjunto de jadeos se escuchó justo detrás de ellos.
Kyungsoo fue el primero en apartarse, levantando su cabeza para ver de dónde venían. Chanyeol empalideció cuando vio a la mitad del equipo observándolos con la boca abierta, con Jongin parado al centro.
El labio inferior de Kyungsoo tembló, Jongin se veía muy enojado, sus ojos se clavaban sobre Chanyeol con una cara que decía, “Voy a hacerte pedazos.”
Al no ver otra opción, Kyungsoo empujó a Chanyeol con fuerza y se levantó corriendo hacia Jongin. Todo el equipo apoyó, pero no al presidente sino a su nuevo integrante.
Kyungsoo se escondió detrás de su espalda y apuntó con un dedo acusando a Chanyeol. “¡Él me atacó! Él me empujó sobre la banca y empezó… empezó-“
Los sollozos empezaron a salir en medio de la oración, aunque parecían ser más por un trauma, más bien eran de enojo, Kyungsoo estaba demasiado enojado consigo mismo. La punta de sus orejas se puso roja, la típica señal de que estaba mintiendo, Chanyeol se estremeció al verlo mientras estaba sentado tirado en el piso, donde Kyungsoo lo había dejado, sacudiendo su cabeza.
“¡No! ¡Jongin, está mintiendo! Yo jamás-“
“¡Él me empujó!” lo interrumpió. “¡Quería hacerme daño! J-Jongin…”
Y Chanyeol encontró fuerza suficiente para levantarse. “Tú, de todas las personas, deberías saber que jamás lo lastimaría, Jongin. Tienes que creerme, está mintiendo. ¡Maldita sea, solo obsérvalo en él! ¡Esto es tú culpa! ¡Tú creaste ese comportamiento!”
Jongin miró sobre su hombro a Kyungsoo y este miró a la mirada escrutadora con grandes ojos cristalinos derramando lágrimas. Jongin dejó salir un suspiro antes de regresarla a Chanyeol.
“Eres un maldito desastre.”
Chanyeol abrió la boca. “Jongin-“
“No me extraña que Baekhyun te dejara.”
Las afiladas palabras cortaron profundo, los ojos de Chanyeol parpadearon con un tic y sus puños se apretaron de nuevo, más que antes. Kyungsoo se acobardó detrás de Jongin cuando la atención de Chanyeol cambió hacia él.
En un agonizante estado de furia, Chanyeol de repente se abalanzó contra el chico detrás de Jongin, pero el equipo se apresuró a sujetarlo y Yifan lo sujetó de ambos brazos con fuerza.
“¡Puta!” Gritó Chanyeol. “¡Baekhyun tenía razón! Dios santo, mi Baekhyun tenía razón. Oh Dios, ¡¿Qué he hecho?!”
Golpeó y luchó contra el agarre de Yifan, algunos miembros sujetaron sus piernas para mantenerlo quieto, pero Chanyeol solo se resistió al agarre, mandando golpes en dirección a Kyungsoo.
“¡Tú mismo te has hecho una puta, Kyungsoo!” gritó Chanyeol. “¡Esperó que tú y Jongin pasen un maravilloso tiempo juntos!”
Kyungsoo agachó la cabeza mientras el equipo sacaba a Chanyeol, el sonido continuo de él gritando “puta” sonó a través de todos los vestidores y no se detuvo hasta que la puerta se cerró.
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Kyungsoo caminó a casa detrás de Jongin.
No hablaron para nada.
Kyungsoo estuvo esperando que el menor se girara y lo abofeteara o algo por el estilo, estaba esperando alguna señal que mostrara que Jongin estuviera enojado con él, lo que fuera que acabara con el silencio.
Pero no hubo nada. Jongin solo caminó, tenía ocupada su boca con un cigarro, como para evitar cualquier conversación y Kyungsoo se mordió con fuerza el labio.
Haber acusado a Chanyeol había sido tan cruel, Kyungsoo se sentía todo un perdedor por haberlo hecho. Lo había estado llamando cobarde por tanto tiempo y ahora, ahora él era el cobarde por lo que había hecho.
Por suerte, algunas de las consecuencias que pudieran haber no afectarían su relación con Jongin, el menor creyó que la víctima había sido él y eso era suficiente para Kyungsoo. Después de todo, había- de algún modo- pasado como Kyungsoo dijo, solo estaba mintiendo parcialmente, no lo hizo del todo. Chanyeol de verdad lo había empujado y la banca lo estaba lastimando.
Kyungsoo se sonrió a sí mismo, ahí, se concedió algo de consolación.
Jongin se giró para verlo cuando se acercaban a la casa de los Kim, hurgó en su bolsillo por unos segundos y sacó su celular. Se lo sostuvo a Kyungsoo.
“Deberías echarle un vistazo a esto, iba a mostrártelo antes, pero-“
Cortó sin más, Kyungsoo sabía a qué se refería y no quería escuchar al respecto.
Tomó el celular de Jongin, la pantalla mostraba lo que parecía ser un blog, de inmediato Kyungsoo supo de quien era.
Durante su campaña presidencial, Baekhyun había empezado un blog sobre el porqué todos debían de votar por él y lo que iba a hacer por la escuela. Kyungsoo había pensado que era una idea estúpida, en especial si ya había ganado de todas formas.
Ahora, Kyungsoo se dio cuenta del poder de la página, sus ojos se abrieron bien grandes mientras leía la publicación más reciente, echa justo un día antes. Jongin fumó mientras los ojos de Kyungsoo escaneaban la pantalla.
Byun Blog
(¡Lugar de las ultimas noticias y chismes de la escuela!~)
Ok, no estoy apuntando a nadie o algo así, pero afrontémoslo: estos últimos días la autoridad de la escuela apesta.
Digo, ¿cuándo fue la última vez que todos nos reunimos en el auditorio y tuvimos una buena platica? O ¿cuándo fue la última vez que se organizó algo bueno para la escuela?
Todo se está yendo cuesta abajo y, como dije, no voy a decir quién, pero creo todos sabemos de quien es la culpa. Jamás en mi vida había visto a alguien tan más flojo, puta o tan repugnante que Do Kyungsoo y ni digan que estoy haciendo cyber bullying, porque saben que es verdad.
Digan cuando fue la última vez que fue a una junta del consejo. Aja, desde ¿el periodo prehistórico? ¿Y no han notado como huele a cigarro y alcohol todo el tiempo? Digo, enserio, si vas a ser el “Padre de la escuela”, no puedes pasártela tomando y fumando, perdedor.
Esta publicación no trata de ser ofensiva, sino de mostrar la verdad.
Do Kyungsoo no está haciendo un trabajo adecuado representando a la escuela, de hecho, la está llevando colina abajo.
Así que les tengo una proposición.
La idea de remplazar a Do ya fue establecida, ahora, depende de ustedes, de los estudiantes y ciudadanos de Seoul High, el decidir.
Si te gustaría que alguien más guíe nuestra escuela a la gloria (como yo, por ejemplo) haz clic en la barra de abajo.
Los resultados se le entregaran al Director Lee.
Y no lo nieguen: saben lo que es mejor para la escuela.
Y no es Do Kyungsoo.
+Byun fuera+
Kyungsoo tragó saliva. “Oh Dios mío.”
“Eso no es lo mejor.” Jongin se inclinó sobre su teléfono y presionó algo en la pantalla. “Mira esto.”
Últimos resultados:
Sí: 73%
No: 27%
“No,” respiró. “¡No puede hacer esto! ¡Jongin, no puede hacerlo!”
El menor tomó su teléfono. “¿Por qué me dices eso? No es mi culpa.”
Jongin subió las escaleras de su casa y Kyungsoo se quedó atrás, otro sollozo frenético subió por su garganta. Levantó su rostro hacia Jongin con el rostro por completo petrificado.
“¿Tú… votaste?”
“Sí.”
“¿Qué pusiste?”
Jongin apagó su teléfono y lo metió a su bolsillo. “Sí.”
Kyungsoo empezó a temblar. “¿Por qué?”
“Porque si vas a continuar actuando de esta manera, no te queda ser el presidente.”
Jongin giró la perilla de la puerta de su casa y Kyungsoo lo vio con mirada aturdida.
Entonces el menor de pronto tronó sus dedos y se volvió a verlo. “Oh, dos cosas más. Primero, ya no voy a llamarte “cerebrito”, ese título no te queda.”
“Pero-“
“Segundo…” Jongin hizo una pausa para dar paso dentro de la casa. “…sabía que Chanyeol estaba diciendo la verdad, es solo que no podía creerlo.”
Y azotó la puerta con fuerza suficiente como para romperla.
Capítulo 17 → ← _________________________________
“Y cosas peores vendrán” dice la biblia x’D
Pero en serio, esto no es lo peor c:
Buen inicio de clases a esas personas -como yo- que ya están sufriendo con la escuela, échenle ganas c:
Seamos unos cerebritos -quitando lo alcohólico y drogadicto claro… oh y al novio cursi y pervertido también c’:-
¡Animo! ¡No sufran!
-Myr <3