THE DEMON NEXT DOOR - KAISOO (Trad. En Español) Capitulo 14

Jan 08, 2016 22:46

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14 - Olvidar

Yixing estaba tan feliz, de que sus padres lo llevaran a clases de baile desde que tenía tres años.

Los constantes giros y vueltas habían fortalecido su cuerpo, ajustándolo a grandes cantidades de actividad física. Se cansaba menos, le dolía menos y era mucho más resistente en cuanto a velocidad y agilidad.

Y mientras corría por la escuela, Yixing estaba feliz de tener ambas cosas.


Tenía que encontrar a Kyungsoo. Había una bomba que no quería hacer estallar, pero tenía que hacerlo. No sabía cómo afectaría a su amigo, pero era mejor no mantener secretos.

Solo tenía que decirlo, ser directo y sin tapujos. Estaría listo para dar cualquier apoyo emocional si era necesario. Pero primero, tenía que encontrar a Do Kyungsoo en medio de los estudiantes que llegaban para la primera clase. Tuvo que reducir su velocidad una vez llegó al segundo piso, el monitor del pasillo estaba en turno y no había modo en el infierno en el que Yixing se fuera a meter en problemas. No con este monitor en particular.

Trató de verse cool y tranquilo mientras caminaba frente a él, pero sus encendidas mejillas y palmas sudorosas de inmediato delataban sus sentimientos. El otro parecía (o pretendía) no notarlo.

“Buenos días, Xing Xing.”

Yixing quiso hacerse bolita y morir. Sin embargo, se giró e hizo contacto visual por respeto. Joder, esos ojos.

“Buenos días, Joonmyun.”

“¿A dónde vas?” preguntó Joonmyun. “¿No se supone que estés en la oficina hasta tercera hora?

“Sí, pero necesito hablar con alguien.” Yixing caminó titubeando hacia la mesa de madera en la que Joonmyun estaba sentado. “De casualidad, ¿no has visto a Kyungsoo?”

Joonmyun negó con la cabeza.

Yixing se mordió el labio cuando vio al monitor del pasillo. ¿Sus ojos lo estaban engañando o Joonmyun lucía como un maldito ángel? Yixing parpadeó un par de veces para regresar a la realidad.

Joonmyun se inclinó hacia él, levantando sus hombros. “Dime, Xing, ¿no has notado que pasa algo con Soo?”

“Sí,” respondió Yixing, sentándose a un lado de Joonmyun cuando el mayor se hizo a un lado para hacerle espacio. “Últimamente ha estado actuando raro.”

“Sí.”

Joonmyun pudo haber dicho algo después de eso, pero Yixing no lo escucho. Los fuertes latidos de su corazón se llevaron todos los demás sonidos. ¿Por qué no podía calmarse?
Oh, sí, porque estaba al lado del maldito amor de su vida, por eso era. A Yixing le había gustado Joonmyun desde antes que Kyungsoo conociera a Jongin, antes de que Tao y Kris; se avergonzaron el uno al otro, antes de que Chanyeol la cagara con Baekhyun, antes de la primaria.

Después de tantos años, Yixing no había podido ir tras alguien más, era ridículo. Se sentía tan patético sentado ahí justo al lado de Joonmyun, con sus muslos rozándose y sin poder confesarse.

Eso quitaría mucho peso de sus hombros, pero no podía. Sin duda Yixing moriría justo en el lugar si llegaba a decir una sola palabra sobre sus sentimientos. La aflicción era el precio del silencio.

Yixing estaba a punto de explotar estando tan cerca de Joonmyun. Por fortuna, cierto pequeñin de cabello oscu… (Cabello rojo, que demonios, ¿cuándo sucedió esto?) Apareció justo dando vuelta en la esquina del pasillo.

Joonmyun le dio un codazo a Yixing. “Y ahí está.”

Yixing esperó unos segundos más hasta que Kyungsoo estuviera lo suficientemente cerca para escuchar su voz a través del alboroto en el pasillo. Poniendo ambas manos alrededor de su boca, Yixing le gritó.

Kyungsoo giró su rostro cuando escucho su nombre. Al ver a Yixing sentado muy apenas en la silla con Joonmyun, en el rostro del presidente apareció una sonrisa traviesa. Con certeza sabía que Yixing estaba explotando de felicidad en ese momento.

Bailoteó a través de la multitud de estudiantes hasta pararse frente al escritorio del monitor. "¿Qué onda?"

Yixing se levantó, necesitaba decirle eso a Kyungsoo en un lugar donde no lo vieran enloquecer. Pero entones, Joonmyun agarró su muñeca por completo.

"Siéntate, luces nervioso. Y los nervios significan noticias interesantes, noticias que Joonmyun quiere saber."

Yixing miró a Kyungsoo en busca de ayuda, pero el menor solo se rio sujetando la correa de su mochila cuando el dulce sonido salió.

"Adelante," Kyungsoo le imploró. "No me importa si Myun escucha, confió en el."

Yixing jugueteó con sus dedos por un momento antes de decidir entrelazarlos. "Soo, sabes que has estado un poco loco, ¿no?"

Kyungsoo se encogió de hombros.

"Bueno," susurró Yixing. "Escuche de algunas señoras en la oficina, incluyendo a mi madre, que al parecer el Sr. Lee quiere remplazar a alguien del consejo estudiantil."

El rostro de Kyungsoo se puso blanco como una hoja. Ya ni siquiera necesitaba que Yixing siguiera hablando, agachó la cabeza viendo hacia sus tenis. Joonmyun los observó a ambos, completamente absorto en las noticias.

Kyungsoo levantó la cabeza solo cuando se sintió listo para hacerlo. "¿Con quién planean remplazarme?"

Yixing se inclinó un poco hacia atrás por miedo a la reacción de Kyungsoo. "B-Baekhyun."

Kyungsoo asintió mientras procesaba el golpe. "Bien, bien." Se rio. "Oh, bien."

"¡Aun no es oficial!" gritó Yixing, tratando de consolarlo. "Dijeron que la próxima semana, ¿no ha hablado el Sr. Lee contigo al respecto?"

"Sí." Kyungsoo continúo riendo. "Sabía que esto pasaría y no me importo, no me importa."
Ambos Yixing y Joonmyun parecían desconcertados y Kyungsoo volvió a encogerse de hombros antes de darse la vuelta y caminar hacia el casillero de Jongin, el cual estaba al final del pasillo.

Yixing lo observó en shock, desde que esa persona Jongin apareció, parecía que Kyungsoo estaba tomando todas las malas decisiones, esto solo era un ejemplo más. ¿Cómo era posible que dejara todo por lo que había trabajado? ¡La presidencia, el puesto número uno en la lista del decano, futuras becas, todo! ¡Iba a perderlo todo si continuaba con esto!

Y no le interesaba, Kyungsoo lo había dejado claro. Pero, ¿era él quien hablaba o su deseo de estar con Jongin?

Las personas entraban a una relación para encajar, estar soltero en la escuela era ser un total perdedor, estar solo significaba que no eras atractivo ni deseado.

Y mientras a Yixing le podría importar un carajo ese estereotipo y esperar el día en que sus sentimientos hacia Joonmyun se hicieran mutuos, Kyungsoo parecía haberse montado en una montaña rusa que no valía la pena.

El hijo de la señora Zhang meneó su cabeza de lado a lado, al igual que Joonmyun, quien su madre también trabajaba en la oficina, ambos lucían como dos cachorros confundidos mientras veían alejarse la figura de Kyungsoo.

“Wow.” Joonmyun golpeteó su montón de pases contra la mesa.

Yixing asintió estando de acuerdo. “Está condenado.”

“Wow,” repitió Joonmyun. “No sabía que tenías tan bonitos ojos.”

“Y cuando los Estados Unidos se aliaron con Corea del sur bla bla bla, esto produjo un gran impacto en el resultado de bla bla bla…”

Kyungsoo luchó por mantenerse despierto mientras la Sra. Yun parloteaba sobre gente muerta, la cual no le interesaba. Sus parpados se cerraron con lentitud.

El golpe que recibió de la persona sentada detrás de él lo volvió a despertar. Kyungsoo se giró para lanzarle una mirada al estudiante de atrás, solo para sonreír cuando recordó que era Jongdae y Minseok los que se sentaban detrás de él.

Murmuró un “gracias” inaudible para que la Sra. Yun no pudiera escucharlo y Jongdae respondió con un pulgar arriba, al cual Minseok le agregó un pequeño signo de paz, sonriendo con esos cachetes regordetes de él.

Kyungsoo se giró de nuevo hacia la Sra. Yun y su “vigorizante” platica, la cual era aburrida para sus oídos. Suspiró y golpeteó su lápiz contra el escritorio.

Una hora más y la escuela terminaría, Kyungsoo no podía recordar si antes alguna vez deseó el final de las clases antes de conocer a Jongin. Mm, era raro como no podía esperar para irse estos últimos días.

Comenzó a dormirse de nuevo y Jongdae volvió a golpearlo, un poco más fuerte que la primera vez y Kyungsoo se las arregló para sentarse derecho justo cuando la Sra. Yun se giró hacia la clase y ver quien había causado ese ruido.

Historia solía ser una de las materias favoritas de Kyungsoo, no sabía cómo es que le podía gustar. ¡No era interesante! ¿A quién le importaba esa gente que había muerto hace años? O sea, ya estaban muertos.

Metió el lápiz a su boca y lo mordisqueó, al menos eso lo mantendría ocupado, cualquier cosa que mantuviera su cabeza y su saliva fuera del escritorio era suficiente para él. Cuando la clase por fin terminó, Kyungsoo rápido recogió todas sus cosas y las metió en su mochila, estaba a punto de cerrarla cuando la Sra. Yun se le acercó.

Kyungsoo tuvo ganas de golpearla, la verdad es que ya no sentía ninguna satisfacción al conversar con los maestros, pero se forzó a sonreír mientras se paraba frente a él, sus tacones la hacían más alta.

“Kyungsoo,” dijo ella, ajustando sus lentes. “Me gustaría hablar contigo sobre algo sino te importa.”

“No, para nada.” Kyungsoo se pasó la mochila sobre sus hombros. “¿La puedo ayudar en algo?”

“Habrá una reunión del comité en un par de días y me preguntaba si no te gustaría presentar un discurso al grupo,” le dijo la Sra. Yun. “Estoy a cargo de ella y sé lo mucho que te gusta dar discursos, tu nombre vino de inmediato a mi cabeza.”

Kyungsoo chistó con la lengua. “Estoy muy ocupado.”

La Sra. Yun se vio decepcionada y Kyungsoo se sintió mal por ello. Se mordió el labio lo suficientemente fuerte para que sangrara y mientras el líquido metálico se vertía en su boca, también lo hizo la culpa.

“Pero creo que puedo intentar escribir un discurso,” añadió. “¿Sobre qué debería escribir?”
La Sra. Yun soltó un suspiro de alivio mesclado con orgullo. “Sobre el éxito. ¿Crees que puedas hacerlo?”

Kyungsoo asintió.

“¡Genial!” La Sra. Yun aplaudió sus manos. “¿Lo tendrás para el viernes? Adiós, Kyungsoo.”

Kyungsoo asintió de nuevo y salió del salón.

Genial, ahora tendrá que escribir un puto ensayo sobre el éxito. ¿De todos modos qué relevancia tenía eso para la junta del comité? Ya había estado en una antes, de todo lo que hablaban era sobre el presupuesto. Básicamente, era problema de Sehun.

Sacudió su cabeza mientras caminaba a su última clase, estaba tan cansado de todo, quizás el viaje con Jongin no era tan mala idea, así podría alejarse de toda esa mierda.

Entró a matemáticas y sus de inmediato buscaron a Baekhyun, bajo ninguna circunstancia estaba dispuesto a meterse en otra pelea con ese hijo de perra, de ninguna manera terminaría de nuevo en la oficina del Sr. Lee.

Y esa rata iba a tomar su papel de presidente, ¿eh? Claro, dejen que se asfixie en él.

Kyungsoo se dejó caer en su asiento y sacó sus cosas para la clase, el Sr. Kang levantó la mirada de unos papeles que estaba acomodando cuando Kyungsoo azotó su libro contra el escritorio. Pero no hizo más, no dijo nada o solo no notó la presencia de su estudiante.

Era raro, todos los maestros por lo general saludaban a Kyungsoo tan pronto entraba al salón, pero últimamente ya ninguno lo hacía, a excepción de la Sra. Yun y la Sra. Moon, la maestra de salud de Kyungsoo.

Kyungsoo suspiró, ajustarse a las actividades de Jongin seguro venía con consecuencias. ¿Pero a quien le importa? Estaba cumpliendo las expectativas de Jongin y Jongin las de él.

Dios, Kyungsoo estaba tan ebrio de amor, podía sentirlo subir desde sus pies por todo su cuerpo, se sentía tan vivo al lado de Jongin y con todo lo que tenía que ver con él. Sonrió una vez sonó la campana y Baekhyun entró mientras el Sr. Kang iba hacia la puerta para cerrarla, la sonrisa de Kyungsoo se volvió maliciosa una vez que vio a Baekhyun llegar tarde.

“Lo siento,” se disculpó el mayor. “Me detuvieron en mi otra clase.”

“Está bien, Baekhyun,” respondió el Sr. Kang. “Solo toma asiento.”

Baekhyun caminó hacia el escritorio en la parte de atrás y mientras pasaba al lado de Kyungsoo, dejó caer un pedazo de papel sobre el libro abierto del menor. Kyungsoo se giró sobre su asiento con un rostro de confusión, con sus ojos siguiendo los movimientos de Baekhyun.

Tan pronto si enemigo se sentó, Kyungsoo se volvió a girarse en su asiento. Entonces el Sr. Kang comenzó la lección del día y Kyungsoo de inmediato sacó la nota.

No era la letra de Baekhyun, Kyungsoo lo sabía bien después de ver el slogan “Vota por Baekhyun” en los cartelones que el mismo había hecho durante las elecciones.

Era la letra de Chanyeol. Mierda, era de Chanyeol. ¿Por qué demonios Baekhyun le estaba entregando una nota del gigante si él le había dicho que se mantuviera alejado y perdiera cualquier contacto con él?

Kyungsoo trató de animarse lo suficiente para leer la pequeña nota, pero no había terminado ni la primera línea cuando alguien se la arrebató de las manos.

Levantó la mirada y vio al Sr. Kang. El hombre parecía furioso y golpeó la regla que sostenía contra el escritorio de Kyungsoo, como si se debatiera entre pegarle o no a Kyungsoo con ella.

“¿Pasando notas durante clase, joven Do?”

“No, señor.” La expresión de Kyungsoo era de desesperación. “Por favor, señor, devuélvamela.”

“¿Entonces es importante?” preguntó el Sr. Kang. “Entonces leámosla para la clase si es tan “importante”, ¿deberíamos?”

Baekhyun se cubrió el rostro.

“”Kyungsoo,”” empezó el Sr. Kang. “”Te escribo esto para disculparme por mi despreciable comportamiento, sé que esta no es la primera vez que intento recuperar tu amistad, sé que te vas a volver loco y vas a venir con una respuesta sarcástica por esto, pero escúchame.””

Era obvio que era una carta de corazón a corazón, cualquier otro maestro se hubiera detenido, pero el Sr. Kang estaba tan molesto que continuó y los estudiantes de la clase comenzaron a reírse.

““Tienes razón, mi ego no puede soportar los golpes o hacerse añicos y de verdad no puedo soportar que nadie me abandone, pero esa no es la razón por la que estoy tratando de arreglar todas las fisuras que provoque en nuestra amistad. Me has dicho mis verdades y de verdad que eran muchas.””

Baekhyun estaba a punto de llorar de nuevo mientras escuchaba las palabras que Chanyeol le había pedido que entregara, debió haber hecho pedazos esa carta y Kyungsoo escuchaba, con su labio inferior temblando.

““De verdad te extraño, de verdad eres mi mejor amigo, quizás más que eso, sinceramente no lo sé. Lo que sí sé  es que no puedo soportar estar lejos de ti, sé que eso me hace sonar como un idiota desesperado, pero mi mundo, el distópico mundo que he creado en mi cabeza, se viene abajo sin ti. En serio espero que podamos arreglar estas roturas, no me importa si me echas toda la culpa. Con sinceridad…””

El Sr. Kang fue lo suficientemente listo para detenerse por discreción, observó la carta como si acabara de leer una pieza de literatura y Kyungsoo estiró la mano, temblando por completo.

“¿Me la puede devolver ahora?” susurró.

El Sr. Kang le entregó el papel con cuidado. “Sí.” Hubo una pausa. “Ahora, de regreso a los polinomios, clase.”

Kyungsoo arrugó la nota y la metió en su bolsillo, se recargó en su asiento y echó un vistazo hacia un lado lo más lejos que pudo para poder ver mejor el rostro de Baekhyun, pero este estaba oculto de su vista.

Esto se estaba saliendo de control, sabía que solo tenía que hablar con Chanyeol, no sería sencillo, pero sería lo mejor para todos, era hora de enfrentar el problema. Iba a enfrentar a los demonios que lo herían como navas de afeitar, iba a consolar a Chanyeol de la mejor manera que pudiera sin herir ningún sentimiento, con suerte.

Tan pronto sonó la campana, Kyungsoo se levantó despacio y con cuidado. Sus piernas parecían querer impedir sus planes, era obvio que tenían otra opinión en cuanto a llevarlo hasta el gimnasio.

Antes de que Baekhyun pudiera salir corriendo, Kyungsoo lo sujetó del antebrazo con fuerza y las defensas de Baekhyun se activaron de inmediato, estaba preparado para sacarle los ojos a Kyungsoo con sus uñas si el menor se atrevía a golpearlo de nuevo.

Kyungsoo habló con suavidad. “¿Por qué me diste esa nota?”

Baekhyun arrebato su brazo de su agarre. “P-Porque él me lo pidió, joder me estaba suplicando. No sé qué es lo que intentas obtener, Kyungsoo, pero deja de jugar con él como si fuera alguna clase de títere.”

Kyungsoo dio un paso amenazador hacia él. “¿Me llamarás puta de nuevo?”

Baekhyun se hizo hacia atrás.

“Porque soy una, sabes,” Kyungsoo continuó. “Soy una puta, al igual que tú. Todos somos putas por algo. Tu eres una puta por querer la atención y amor de Chanyeol, no sé por lo que soy una puta.”

Baekhyun parpadeó, su mirada bajo a la nota en la mano de Kyungsoo. “Solo arregla lo que has hecho y deja de comportarte como un lunático, aunque pensándolo bien, no. No puedo esperar para ser presidente.”

“¡Sobre mi cadáver!” Kyungsoo le gritó mientras el mayor se dirigía hacia la puerta.

“¡Eso se puede arreglar!”

Kyungsoo salió a toda prisa tan pronto Baekhyun desapareció de su vista. Caminó hacia el gimnasio, con una mirada llena de furia pintada en su rostro que las personas se hacían a un lado antes de que este los aplastara.

La nota quemaba en su mano, sentía como si las llamas quemaran su brazo, flamas que había aplacado con una frazada por un largo tiempo. Ya era hora de dejarlas arder. Entró dando un portazo al gimnasio, algunos de los chicos que se estiraban en el piso silbaron mientras Kyungsoo les pasó por enfrente. Jongin no estaba por ningún lado. Bien, Kyungsoo no quería que viera esto.

Se dirigió a los vestidores y caminó hacia el final donde sabía que encontraría a Chanyeol cambiándose, la nota de arrugó mientras la sostenía con fuerza en su puño. Ahí estaba, se giró de espaldas mientras se cambiaba las camisas, alto y delgado. Titubeó su siguiente paso antes de arrastrarse hacia él y dar un toque en su espalda.

Cuando se dio la vuelta, la evidente palidez y debilidad del gigante lo golpearon.

“S-Soo…”

Kyungsoo tragó y sostuvo la nota frente al rostro de Chanyeol. “¿Qué significa esto?”

Chanyeol tomó el papel con cuidado y lo observó. “Yo… Soo, pensé que entenderías.”

Kyungsoo juntó sus manos, de verdad no quería que aquello sonara como una ruptura o algo así, pero con todos los diálogos en su cabeza, eso es exactamente lo iba a parecer.

Tomó un profundo respiro y abrió la boca, para luego cerrarla de nuevo. Chanyeol estaba viendo a través de él, como si tratara de encontrar indicio del Kyungsoo que solía ser.

“Vas a detener esto,” dijo Kyungsoo, tratando de no sonar como un viejo cursi que siempre sale dando consejos en las películas. “No es saludable.”

“¿Qué no es saludable?” Chanyeol sonó enojado. “¿Qué este tratando de que seamos amigos de nuevo? Fumar no es saludable, Kyungsoo, tampoco el tener sexo con frecuencia ni las drogas.

Kyungsoo levantó una ceja y Chanyeol cruzó sus brazos sobre su pecho.

“¿Crees que Jongin no habla sobre eso? Por supuesto que lo hace, lo hace para herirme, yo lo sé.”

“¡No debería importarte!” gritó Kyungsoo. “¡¿Por qué demonios te duele?! ¡No somos amigos! ¡Tú dejaste eso bien claro cuando me hiciste a un lado y escogiste a Baekhyun!”

Chanyeol de pronto agarró los hombros de Kyungsoo. “¡No me dejaste explicarte nada antes! ¿Siempre había sido así de terco? ¡Solo déjame hablar! ¡Carajo, solo escúchame, Kyungsoo! ¡No es tan difícil de hacer!”

“¡¿Qué quieres de mí?!” gritó el más bajo. “¡¿Por qué solo no sales de mi vida?! ¡¿Por qué no vas y arruinas los sentimientos de alguien más?!”

“Porque esa otra persona no sería tú.”

La espalda de Kyungsoo azotó contra la fila de casilleros detrás de él. Los labios de Chanyeol estaban actuando por si solos un segundo después de que el gigante terminara su última oración.

Él menor no reaccionó del todo, solo se quedó parado, quieto como un pez sin vida. Chanyeol dio rienda suelta al beso no correspondido y Kyungsoo de verdad solo esperó que eso terminara con la tensión entre ambos chicos. Dejó que abusara de sus labios, la lengua del mayor rozó contra sus gruesos y rosados labios, suplicando por algo que Kyungsoo no podía darle.

Chanyeol estaba loco por Baekhyun. ¿Qué pasó? ¿Qué demonios estaba pasando ahora? ¿Todo lo de “Baekhyun y yo estamos destinados” había sido una mentira o algo así?

Kyungsoo estaba tan confundido mientras la boca de Chanyeol se movía contra la de él. Y por mucho que Kyungsoo no quisiera admitir, Chanyeol sabía dulce, como la miel. Justo como había imaginado que sería.

Cuando el mayor se separó, su expresión de satisfacción se volvió una de terror y dio un paso atrás, casi como una serpiente en defensa.

“Oh Dios, Soo, lo siento mucho.”

“No conviertas esto en un maldito Kdrama, Chanyeol,” dijo Kyungsoo entre dientes. “No me digas que me amas. Dejemos esto en frustración sexual. ¿Baekhyun no se ha puesto en acción o qué?

Chanyeol sacudió su cabeza, parecía petrificado.

Kyungsoo levantó ambas manos, como si le ordenara al otro que dejara de hablar. “Ya no quiero más cartas de amor, ya no quiero verte. Admito que te quiero de nuevo como un amigo, pero no como amante. Detente, Chanyeol, solo detente, madura.”

Chanyeol desvió la mirada de Kyungsoo, su pecho subía y bajaba con una acelerada respiración. Kyungsoo recogió la playera de Chanyeol y se acercó a él pasándosela.

“Vístete y patea algunos traseros, Yeol.”

“No lo entiendes, Soo, ¿verdad?”

Kyungsoo suspiró. “No hay nada que entender, mejor entiéndete a ti mismo.”

Chanyeol tomó la playera y se la puso, mientras se la ajustaba, sus ojos llorosos observaron a Kyungsoo. Y el menor fue ahora el que desvió la mirada de su examigo.

Chanyeol tomó eso como una oportunidad para plantar un besó en su mejilla. Olas de culpa (más por dejar que otro, que no fuera Jongin, lo tocara) y arrepentimiento golpearon a Kyungsoo.

“Lo siento,” Chanyeol volvió a disculparse. “Lo siento.”

“Deberías estar apenado por Baekhyun,” Kyungsoo dijo con expresión severa. “Lo estás destrozando como papel en una trituradora.”

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Mientras Kyungsoo caminaba a casa, muy metido en sus pensamientos, se dio cuenta que se estaba ahogando en problemas.

La confusión lo inundaba, el fracaso lo estaba devorando como un lobo hambriento. Qué hipócrita fue al aceptar en escribir un ensayo sobre el éxito. ¡¿Cuál éxito?!

Se dio la vuelta a medio camino y se dirigió de nuevo en dirección a la escuela, no estaba listo para regresar a casa. No quería ver a sus padres o a Jongin, quien seguro ya estaba en su casa, debido a que se había saltado la práctica de nuevo.

Caminó al centro. Conocía un lugar, gracias a Jongin, donde podía conseguir algo que lo hiciera olvidar. Dios, Kyungsoo deseaba tanto olvidar.

Antes de conocer a Jongin, jamás supo que había una manera tan sencilla de olvidar tus problemas, drogarse solo le daba alas y lo levantaba del piso, sin ningún problema. Kyungsoo sonrió solo de pensarlo. Lo necesitaba, necesitaba esa sensación de falsa realidad, de un mundo “perfecto.”

Caminó por Seúl, casi hacia  la misma dirección que él y Jongin habían tomado el día que fueron al centro comercial. Había un camino por el que pasaron y viraron a la izquierda, era el mismo que habían tomado para ir al antro donde había perdido su mochila.

Kyungsoo se adentró en la oscuridad, era un área “ghetto ” de Seúl, sucia, desgastada, Kyungsoo se sintió como un indigente de solo caminar por ahí.

Algunos chicos cerca de su edad se recargaban en la pared de ladrillos del edificio, fumando. Lamió sus labios una vez mientras se adentraba, tratando de no verse como si temblara. Los chicos se reían mientras se le acercaban, uno de ellos, con los ojos rojos por una sobrecarga de alcohol, dio un paso hacia él. Kyungsoo le dio una sonrisa nerviosa.
“Mira eso, un chico lindo.” El hombré estiró una mano, como si esperara un apretón de manos. “¿Qué está haciendo un niño de escuela de ricos en este lado del barrio?”

Kyungsoo se sintió avergonzado de su uniforme escolar mientras respondió a la pregunta. “Buscando mierda de calidad.”

“¿Tú?” otro chico preguntó. “¿En serio?”

Kyungsoo asintió.

El chico que al principio se le había acercado metió su mano olvidada en el bolsillo. “¿Tienes con qué pagar?”

Kyungsoo metió la mano en su propio bolsillo y sacó su billetera. Buscando entre los tickets, sacó algo de dinero que el otro chico tomó y lo contó con rapidez. Se lamía el pulgar de vez en cuando para que los billetes no se pegaran unos con otros.

Él asintió. “Muy bien, ¿alguna preferencia?”

“Solo algo bueno,” se quejó Kyungsoo. “Lo que sea, no me importa.”

“¡Tenemos un explorador!” el chico le lanzó una bolsa de plástico. “Relájate amigo.”

“Gracias.”

Kyungsoo se alejó con la bolsa, sus oídos lograron escuchar la risa de los tipos detrás de él. Estaba claro y podía ver una jeringa dentro de la bolsa, llena con algún líquido traslucido.

La emoción hizo que fuera más rápido a casa.

Pasó corriendo frente a la casa de los Kim, sin preocuparse de ver si Jongin estaba o no en su casa. Abrió con desesperación la puerta de la suya y subió corriendo las escaleras.

Kyungsoo ya se había arremangado una de las mangas para cuando había llegado hasta arriba y estaba abriendo la puerta de su cuarto. Pero se sorprendió cuando vio a Jongin en su cama con un libro (wow, wow, ¡¿Jongin estaba leyendo?!) y la ventana abierta.

“¡Cerebrito!” cerró el libro. “¡Estás en casa! Un poco tarde, ¿no?”

Kyungsoo escondió la bolsa detrás de él. “Sí, lo siento.”

Jongin dejó el libro sobre la mesita de cama de Kyungsoo. “¿A dónde fuiste?”

“Fui a caminar. ¿Qué estás leyendo?”

“Am…” Jongin entrecerró sus ojos para leer la portada. “… La letra escarlata.”

Kyungsoo se hubiera reído, pero el susto lo ahogo. “¿Estás leyendo? ¿Un libro dificultoso?”

“Solo lo tome al azar de la biblioteca, al parecer hay sexo de por medio así que me llamo la atención. No ha estado mal hasta ahora.” Jongin levantó una ceja. “¿Qué hay detrás de tu espalda?”

“Nada.”

El colchón crujió bajo Jongin cuando se deslizó de ella. “Sabes, ya la vi. La jeringa.”

“¿Y- y qué?”

Kyungsoo no estaba listo para el fuerte agarre de Jongin sobre su muñeca. Gritó de dolor cuando su espalda golpeó con fuerza contra la pared, los libros en su mochila se encajaban en su espalda baja.

“¡Nunca debes aceptar nada de la calle, Kyungsoo!” Jongin le gritó en la cara. “¡Tú lo deberías saber mejor! ¡¿Qué eres, idiota?!”

Los ojos de Kyungsoo se abrieron tanto que parecían que estaban a punto de salirse, la expresión furiosa de Jongin se desvaneció casi al instante cuando el bajito comenzó a sollozar y temblar.

“Oh, cerebrito, lo siento.” El mayor comenzó a llorar. “No, no quería decirlo de esa manera. No llores. Oh, bebé Soo, detente.”

Le quitó la mochila para así poder abrazarlo con facilidad y Kyungsoo, a pesar de estar completamente alarmado por el repentino arrebato, se sintió contento en los brazos de Jongin.

La voz de Jongin estaba más calmada que antes, más suave. “No aceptes nada de la calle, no es seguro. ¿Cuánto te costó eso? Lo pagaré.”

“No.” Kyungsoo tiró la bolsa al piso mientras envolvía la cintura de Jongin con sus brazos. “Fue mi error, aprenderé de él.”

“Lo siento, cerebrito,” Jongin respiró con tranquilidad, enredando sus dedos en el cabello de su novio.

“Lo sé.”

“¿Quieres un beso?”

Kyungsoo levantó la mirada con sus ojos brillosos. “¿Qué tal dos?”

Capítulo 15 →

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